Cuando alguien está
siendo él, la edad no se tiene en cuenta.
Debido a la dimensión
terrenal que se vive, se valora diferentes aspectos que limitan al individuo y
lo clasifican según el tiempo que hace que se encuentra en este mundo que vive.
Lo establecido en el
exterior de uno hace que todos aquellos que viven en este entorno no puedan
llegar a ser ellos mismos porque lo establecido es lo que predomina en el día a
día, haciendo que todos se manifiesten de la misma manera según la edad que uno
tiene.
Toda imposición
establecida en la sociedad que uno vive, limita a todo aquel que en ella se
encuentra. Uno de los motivos de encontrarse en lo terrenal, tiene que ver con
el proceso de evolución de todo aquel que lo habita.
Lo importante en la vida
de uno es el hecho de darse cuenta que su esencia interior es la que debe de
predominar en su vida, manifestándola y llevándola a término en esta vida
actual en que se encuentra.
Cuando uno se hace como
suyo todo aquello establecido en su mundo exterior, hace que se vaya limitando
y potenciando su mente racional que es la que abre las puertas de los miedos,
las dudas, las preocupaciones y el no ser uno mismo. Siendo así, su consciencia
está como bloqueada no permitiéndole ser él mismo.
La edad es uno de estos
aspectos externos de uno que está llevando a no ser aquel quien uno es.
Lo importante no es la
edad que uno pueda llegar a tener, porque lo importante es el interior de uno,
siendo la fuente del bienestar en su vida y donde se encuentra todo el potencial
innato que lleva consigo desde su nacimiento en esta vida actual.
Lo importante en el ser
no tiene que ver con su edad, sino con sus características y dones interiores
que tiene activados para llegar a materializar el sentido por el cual ha encarnado.
No importa la edad que se tenga, sino las capacidades que uno tenga dentro de
sí y los dones para llevar a término aquello que siente dentro de sí mismo para
crear el amor, el bienestar, la felicidad, la alegría, la serenidad y el
disfrutar de cada momento que uno pueda llegar a vivir.
No tiene ningún sentido
el ser mayor de edad, el obligar a jubilarse, porque el interior de uno no
tiene edad, pero sí el sentir continuando con todo aquello que siente dentro de
sí. El disfrutar y el sentir el amor no tiene edad. Uno puede ser mayor,
teniendo por ejemplo unos noventa años, pero puede continuar teniendo las
capacidades y la sabiduría para transmitir todo aquello que ha aprendido ante
la vida para llevarlo a término. Transmitir lo que uno siente dentro de sí, le
hará sentirse muy bien. No importa las arrugas que uno pueda llegar a tener en
su piel. Nada de eso procede de la verdadera vida existencial.
Cuando uno vaya
transmitiendo y haciendo lo que siente en su interior, irá ayudando a los
demás, elevando las energías donde se encuentre, porque la satisfacción será en
él. No es cuestión de trabajar por ganar dinero, sino llevar a término lo que
siente dentro de sí que es la finalidad por la cual se encuentra en esta
dimensión terrenal. Siendo uno mismo, se crea un ambiente de gran bienestar y
una alegría en todos aquellos que se encuentren ante esta situación y su
entorno. Todo iría mucho mejor, porque el Amor será en todo aquello que se
realice.
No hay que esperar a una
edad para realizar lo que sientes en ti. No hay que tener una edad para
conseguir dar nuevos pasos en tu vida y esperar a que se te conceda algo que
sientes dentro de ti. Cuando uno llega a cierta edad no hay que jubilarlo si el
ser siente dentro de si las fuerzas y el camino a seguir en su vida, pudiéndolo
hacer; en fin, la edad a nivel terrenal es una gran limitación del ser que no
le permite expresar y irradiar todo su interior en esta vida en la cual se
encuentra.
La edad no tiene un
sentido para llevar a término la misión de uno. El sentir el interior de uno
permitirá abrir la puerta de la realización de aquello que ha venido a hacer,
tanto para él, como para este mundo.
La verdadera vida no
tiene que ver con lo mental, sino con lo que uno siente, y la edad nunca se
siente cuando se ha vivido desde el mundo interior de uno, y no desde el mundo
exterior que le rodea.
Escuchad vuestro corazón
para llevar a término aquello que sentís en vuestra vida. Vuestro presente será
la llave de vuestra calidad de vida; y el tiempo, lo mental, la limitación de
vuestro ser.
Haced aquello que sentís,
y no lo impuesto.
Iniciad una nueva vida,
la cual ayudará a elevar las vibraciones de este mundo en el cual ahora nos
encontramos. Siendo uno mismo, vuestra vida tendrá su sentido de bienestar,
amor y paz. Vuestra luz irá a más.
Aquellos que os rodeen,
agradecerán vuestra presencia en ellos, sin tener en cuenta vuestra juventud o
vejez.
Todo tiene su sentido, y
la edad sólo nos muestra el tiempo que uno lleva en esta vida actual. No más.
Vivid no teniendo en
cuenta la edad. Haced cosas que sintáis y os gusten.
Vuestro corazón os
susurrará para seguir el camino de vuestro proceso evolutivo. Este es el camino
a seguir en la Nueva Vida.
Lo importante es lo que
hay dentro de uno, no su edad.
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