domingo, 20 de julio de 2025

La edad

 


Cuando alguien está siendo él, la edad no se tiene en cuenta.

Debido a la dimensión terrenal que se vive, se valora diferentes aspectos que limitan al individuo y lo clasifican según el tiempo que hace que se encuentra en este mundo que vive.

Lo establecido en el exterior de uno hace que todos aquellos que viven en este entorno no puedan llegar a ser ellos mismos porque lo establecido es lo que predomina en el día a día, haciendo que todos se manifiesten de la misma manera según la edad que uno tiene.

Toda imposición establecida en la sociedad que uno vive, limita a todo aquel que en ella se encuentra. Uno de los motivos de encontrarse en lo terrenal, tiene que ver con el proceso de evolución de todo aquel que lo habita.

Lo importante en la vida de uno es el hecho de darse cuenta que su esencia interior es la que debe de predominar en su vida, manifestándola y llevándola a término en esta vida actual en que se encuentra.

Cuando uno se hace como suyo todo aquello establecido en su mundo exterior, hace que se vaya limitando y potenciando su mente racional que es la que abre las puertas de los miedos, las dudas, las preocupaciones y el no ser uno mismo. Siendo así, su consciencia está como bloqueada no permitiéndole ser él mismo.

La edad es uno de estos aspectos externos de uno que está llevando a no ser aquel quien uno es.

Lo importante no es la edad que uno pueda llegar a tener, porque lo importante es el interior de uno, siendo la fuente del bienestar en su vida y donde se encuentra todo el potencial innato que lleva consigo desde su nacimiento en esta vida actual.

Lo importante en el ser no tiene que ver con su edad, sino con sus características y dones interiores que tiene activados para llegar a materializar el sentido por el cual ha encarnado. No importa la edad que se tenga, sino las capacidades que uno tenga dentro de sí y los dones para llevar a término aquello que siente dentro de sí mismo para crear el amor, el bienestar, la felicidad, la alegría, la serenidad y el disfrutar de cada momento que uno pueda llegar a vivir.

No tiene ningún sentido el ser mayor de edad, el obligar a jubilarse, porque el interior de uno no tiene edad, pero sí el sentir continuando con todo aquello que siente dentro de sí. El disfrutar y el sentir el amor no tiene edad. Uno puede ser mayor, teniendo por ejemplo unos noventa años, pero puede continuar teniendo las capacidades y la sabiduría para transmitir todo aquello que ha aprendido ante la vida para llevarlo a término. Transmitir lo que uno siente dentro de sí, le hará sentirse muy bien. No importa las arrugas que uno pueda llegar a tener en su piel. Nada de eso procede de la verdadera vida existencial.

Cuando uno vaya transmitiendo y haciendo lo que siente en su interior, irá ayudando a los demás, elevando las energías donde se encuentre, porque la satisfacción será en él. No es cuestión de trabajar por ganar dinero, sino llevar a término lo que siente dentro de sí que es la finalidad por la cual se encuentra en esta dimensión terrenal. Siendo uno mismo, se crea un ambiente de gran bienestar y una alegría en todos aquellos que se encuentren ante esta situación y su entorno. Todo iría mucho mejor, porque el Amor será en todo aquello que se realice.

No hay que esperar a una edad para realizar lo que sientes en ti. No hay que tener una edad para conseguir dar nuevos pasos en tu vida y esperar a que se te conceda algo que sientes dentro de ti. Cuando uno llega a cierta edad no hay que jubilarlo si el ser siente dentro de si las fuerzas y el camino a seguir en su vida, pudiéndolo hacer; en fin, la edad a nivel terrenal es una gran limitación del ser que no le permite expresar y irradiar todo su interior en esta vida en la cual se encuentra.

La edad no tiene un sentido para llevar a término la misión de uno. El sentir el interior de uno permitirá abrir la puerta de la realización de aquello que ha venido a hacer, tanto para él, como para este mundo.

La verdadera vida no tiene que ver con lo mental, sino con lo que uno siente, y la edad nunca se siente cuando se ha vivido desde el mundo interior de uno, y no desde el mundo exterior que le rodea.

Escuchad vuestro corazón para llevar a término aquello que sentís en vuestra vida. Vuestro presente será la llave de vuestra calidad de vida; y el tiempo, lo mental, la limitación de vuestro ser.

Haced aquello que sentís, y no lo impuesto.

Iniciad una nueva vida, la cual ayudará a elevar las vibraciones de este mundo en el cual ahora nos encontramos. Siendo uno mismo, vuestra vida tendrá su sentido de bienestar, amor y paz. Vuestra luz irá a más.

Aquellos que os rodeen, agradecerán vuestra presencia en ellos, sin tener en cuenta vuestra juventud o vejez.

Todo tiene su sentido, y la edad sólo nos muestra el tiempo que uno lleva en esta vida actual. No más.

Vivid no teniendo en cuenta la edad. Haced cosas que sintáis y os gusten.

Vuestro corazón os susurrará para seguir el camino de vuestro proceso evolutivo. Este es el camino a seguir en la Nueva Vida.

Lo importante es lo que hay dentro de uno, no su edad.

 

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