miércoles, 25 de noviembre de 2020

miércoles, 11 de noviembre de 2020

¿Dramatismo?

 


La vida es muy amena, habiendo situaciones queridas y otras no deseadas. Cuando vivimos una experiencia donde el resultado está en consonancia con nuestros deseos, entonces parece que todo está yendo bien. En otros, uno puede verlo como algo dramático y doloroso para él mismo y todos aquellos que le puedan rodear. Incluso puede haber momentos no deseados para la totalidad de la humanidad.

Por lo tanto, parece ser según la visión de uno que, o bien todo encaja, o bien la vida te da un revés inesperado que hay que superar. A veces, esta vivencia parece que no tenga un final, o que sí que lo tenga, pero no estando dentro de la visión de nuestra vida. Dicho de otra manera: o las cosas son según queremos, o la vida nos da la espalda.

Aparentemente parece, según en qué ambiente uno se encuentre, que la vida y nosotros no estamos sintonizados para conseguir nuestros deseos y llevar a término aquello que queremos. ¿Deseos? ¿Querer? ¿Querer tener razón?

La vida no es terrenal, porque lo terrenal, la materia, solo es un medio para nuestro proceso evolutivo. Nada de lo terrenal es la base de nuestra esencia.

Nuestra presencia en este mundo, tiene un sentido de aprendizaje y evolución para nuestra alma. Solo es el medio, la forma, para llegar a nosotros mismos, a aquel quien en verdad somos. Esta forma puede llegar a confundir y a dar una idea sobre nuestra presencia basada en lo que vemos, teniendo presente que este ver desde la perspectiva mental de uno, transmuta en irreal toda realidad, alejándose de la verdad de nuestra verdadera presencia en este mundo actual.

Nos encontramos en tiempos de dejar de vivir desde la forma e ir al fondo de nuestras vidas. Los momentos vividos nos llevan a una reflexión para transmutar nuestra actitud y visión de lo que vemos, debido que la forma solo es una metáfora de nuestro interior. Cuando aprendemos a ver el verdadero fondo de todo lo vivido, entonces, es cuando dejamos de querer, para empezar a sentir la voz de nuestro interior, de nuestra esencia, y darnos cuenta que lo vivido solo vendría a ser una mano para podernos coger a ella, vivirla y aprender de lo que nos quiere transmitir para nuestro proceso evolutivo.

Nosotros no somos forma, sino esencia. Somos energía en proceso evolutivo, y para esto, necesitamos en estos momentos, unas vivencias como las que estamos viviendo hasta ahora.

Conozco seres que han abierto su consciencia y han podido constatar que todo lo vivido solo es parte de ellos mismos que les ha llevado a un darse cuenta que todo tiene un sentido. Cuando así uno empieza a ver la vida, entonces, desaparecen los deseos, los “querer”, porque aquel quien uno en verdad es empieza a sentir la voz de su esencia.

Estos son momentos de reflexión y de transmutar aspectos de nuestra vida y entregarnos a aquel quien en verdad somos. El fondo de todo lo vivido nos lleva a una consciencia que eleva nuestras almas y la vida toma otro sentido muy diferente a cómo nos lo han podido transmitir o hemos visto.

Nuestra vida no es lo que parece.

Nuestra posición y situación ante la vida no nos pertenece. Somos más allá de la forma y de toda creencia.

Cuando nos abrimos al conocimiento del fondo, toda forma deja de ser según nuestro entorno. Más allá de lo que vemos se encuentra nuestro sentido al percibir y vivir cada instante de nuestro presente. Cuando así es, nuestras creencias desaparecen, porque entonces sabemos de la verdad. Ya no creemos ni pensamos de una manera en concreto, porque la mano que nos lleva y guía tiene que ver con nuestro Sentir interior, como voz de nuestra sabiduría y nuestra verdadera esencia.

No hemos venido a este mundo para seguir unas pautas establecidas. Al dejarnos llevar por ellas y el cómo actuar en cada una de las sociedades que uno pueda llegar a vivir, hace que se vaya alejando e ignorando según uno es.

Hemos llegado a este punto de nuestro planeta, donde lo vivido parece que sea algo que, o bien no tiene un final, o que nos limita en nuestro día a día. Nada de esto se corresponde con estos momentos. Todo lo contrario. Más allá de las creencias se encuentra la verdad, y ésta, solo en el interior de cada uno sintiendo su esencia, podrá darse cuenta de lo que en verdad representa.

Se ha hablado desde hace unos años, sobre todo, del hecho del autoconocimiento. Cada vez hay más seres que se han adentrado en esta dirección. El resultado de todos ellos, es de haber conseguido una felicidad, un bienestar, aceptación y ver desde su interior, como la vida va más allá de este mundo, y por lo tanto, lo que uno pueda llegar a vivir solo es una bendición para su proceso evolutivo.

Al final, todo se estabiliza, y nuestra naturaleza nos lo está mostrando constantemente si la respetamos y la dejamos ser ella misma. Lo mismo sucede o sucedería si alguien vela por ser él mismo, más allá de todo lo establecido y las creencias inculcadas a lo largo de su vida.

El fondo de lo vivido y lo que vemos, va más allá de una desgracia, un dolor, un malestar o el papel de víctima que a menudo uno se apodera y manifiesta. La vida no tendría sentido si así fuera. Más allá de todo lo relacionado con el dolor o el desamor, el malestar o la inquietud, se encuentra tu ser, tu esencia, que puede poner esperanza, paz, sosiego, amor y sabiduría en la vida de uno.

Cada vez hay más seres que empiezan a ver la vida tal como es. Son almas encarnadas que han empezado a aceptar lo vivido y se han abierto a su aprendizaje. Éste los ha llevado a una visión de vida más allá de toda forma, donde todo lo oído o visto con sus sentidos físicos, les ha hecho reaccionar para conocer la verdad de lo vivido, tanto a nivel personal como mundial. Al final, este conocimiento, a través de la práctica en sus vidas, han hecho transcender al individuo de la forma para elevarlos al fondo, permitiendo que sea su verdadera esencia quien los guíe y les muestre en cada momento, la dirección a tomar y el cómo hacerlo. Solo sienten y dejan que este sentir les lleve de la mano para llegar a materializar y realizar con todo su resplandor el sentido por el cual se encuentran y han accedido a venir a este mundo de una sola luna: la Tierra, Gaia, Pachamama, Amma,….. Es el lugar donde acordamos venir y encarnar para evolucionar nuestra alma, nuestro ser y ayudar a elevar nuestro universo y todo el firmamento. Para esto debemos de ir al fondo de todo lo vivido: a nosotros mismos, a nuestra esencia y dejar que ella sea quien se manifieste a través nuestro.

Mi experiencia es que, siendo así, uno deja de ser él mismo, para dar paso a su Divinidad. Ella es entonces, quien se manifiesta a través de cada ser.

Sois seres amados, y en vuestro interior albergáis toda vuestra esencia y todo lo que podáis llegar a necesitar para llevar a término aquello que habéis venido a hacer.

Ahora son tiempos para dar estos pasos.

Aquel que los da, una nueva vida inicia mostrando quien es y no quien han hecho.

No estáis solos.

Vivís grandes momentos para elevar, no tan solo vuestra alma, sino este amado planeta y a toda la humanidad. Cada paso dado por ti en este sentido, estás ayudando al resto de seres, que como tú, decidieron encarnar para llevar a término lo acordado según la esencia de cada uno.

Gracias por ser y estar.

Sois parte de todos.

 

Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.

miércoles, 4 de noviembre de 2020