jueves, 30 de junio de 2022

miércoles, 22 de junio de 2022

Para la comprensión de lo vivido

 


Este lunes pasado, así como en otros momentos de mi vida, hubo quien me dijo en relación a alguien que amaba:

-         ¡Qué pena! ¡Pobre! Antes era alguien que lo podía hacer todo, yendo de aquí hacia allá, y en cambio ahora, no recuerda nada, y lo que hace ya no es lo adecuado ni tiene sentido.

Hay veces que la vida nos aporta una transmutación en alguien cercano o en una situación que estamos viviendo. Depende de nuestra visión de la vida, lo que uno pueda llegar a interpretar puede decantarse en un sentido dramático con más o menos intensidad.

Tengo que deciros que nada es lo que parece, y la supuesta degradación de alguien solo es una bendición para aquellos que están junto a él.

Las palabras que oí este lunes pasado estaban relacionadas con una persona que había llegado a un punto de la enfermedad del alzhéimer donde el recuerdo ya no existe, y sus intervenciones no tienen sentido ni coherencia según los momentos vividos.

¿Qué representa realmente el hecho de vivir una experiencia con alguien que ya no es quién era? Su presencia continua siendo, pero su quehacer se ha anulado por completo debido que ya no está preparado para realizar lo que realizaba en su pasado.

Mis primeras palabras con esta persona que expresó lo que sentía al ver a quien estaba a su lado con una discapacidad máxime, fueron:

-         Ella, esta persona, todavía percibe y siente el amor que se le puede llegar a dar. Todavía puede andar a su manera, amar y sentirse amada. Todavía puede reír y abrazar.

Quien estaba conmigo no respondió a lo que expresé.

 

Me gustaría decir unas palabras sobre la visión que a veces se tiene de algo en nuestro mundo y nuestra vida.

Cuando lo expresado es de víctima, negativo, desastroso o de pena, nos estamos expresando desde el no ver el fondo de lo sucedido, sino simplemente desde la forma, desde la visión terrenal que se inculca en este mundo. Cuando nuestras palabras son de víctima o de limitación, nos están diciendo que lo que vemos lo percibimos desde nuestra parte mental, y no desde nuestra esencia innata, que es la Verdad de lo que vemos.

Un ser consciente puede percibir y darse cuenta que aquello que le toca vivir, es por un sentido para él, para su proceso espiritual. También para quien puede llegar a sufrir debido a su discapacidad, pero todo aquel que se encuentra al lado de alguien con una dependencia ajena, debido a su incapacidad mental o física, es que así había de ser, y el hecho de estar junto a ella, le hace replantearse su vida para aprender, por ejemplo, a adaptarse y ser más flexible en la vida. Cuando actuamos desde el corazón, la persona necesitada podrá llegar a sentirse también mucho mejor debido al amor que le transmitiremos. El amor siempre lo tenemos en nuestro interior. Cuando nos relacionamos con personas o situaciones con respeto, calidez, ternura y amor, entonces, lo que se hace, es activar la esencia innata de aquel que no puede expresarse por sí solo.

Las discapacitaciones, la mayoría de ellas son debidas a la negación de uno mismo a lo largo de su vida, en algún aspecto, al no ser él o ella misma a lo largo de sus años. Cuando uno deja de ser él mismo, los síntomas empiezan a aparecer. Todo conlleva un aprendizaje al sentir el dolor o las molestias en el cuerpo de uno. Nuestro cuerpo es el medio por el cual sale a la luz todo aquello que no está siendo como debería de ser en nuestro interior.

Lo sucedido en nuestra vida procede de un proceso de evolución personal, por eso se vive lo que se vive.

¿Qué hacer a partir de entonces cuando empiezan a aparecer los síntomas?

Todo conlleva un aprendizaje. Este aprendizaje si lo aplicamos en nuestra vida, ayudaremos a sanar nuestro ser. Cuando alguien se encuentra al cuidado de alguien, no es porque sí, sino, no se hubiera encontrado con lo vivido y el querer cuidar a aquella persona.

Estos seres, que aparentemente necesitan una ayuda debido que por sí solos ya no pueden realizar lo que hacían tiempo atrás, son una Luz para todos aquellos que lleguen a tener a su lado diariamente.

El mundo no es desastroso, lleno de adversidades, sino que lo que uno ve procede de cómo ve la vida aquel que observa todo lo aparentemente de pena y de desgracias.

Uno debe de aprender a actuar desde la naturalidad y su mundo interior, su corazón. Cuando así es, todo lo supuestamente malo que hasta ahora haya podido ver e interpretar, se transmuta hacia una visión de posibilidad de salir adelante o de apoyar a alguien desde el amor, el respeto, la ternura y la serenidad. Todo ser que tiene unos síntomas, aparentemente crónicos, nos está diciendo que no ha llegado a ser él a lo largo de su vida y que necesita ternura, calidez, respeto, comprensión y amor. Es como decir que su niño o niña interior tiene ganas de expresarse, tenga la edad que tenga. Entonces, será cuando estará bien atendida con el bienestar que necesita.

No hay nada malo, solo una mala interpretación del sentido de aquello que estamos viviendo. Cuando uno es consciente de este hecho, entonces abre la puerta de la comprensión, el aprendizaje y la evolución de su propio proceso evolutivo para llegar a ser y a manifestarse él mismo. El bienestar le da la mano en su vida.

Aquello que alguien puede denominarlo como una pena, una desgracia o algo desastroso, está ignorando el sentido del por qué de lo vivido.

Todo conlleva una mano para ser cogida y elevarnos, haciendo que aquel que aparentemente está sufriendo, pueda finalizar su proceso de dolor. Cuando el acompañante o cuidador de alguien que necesita una dependencia para poder vivir, se hace cargo o acepta esta situación, es el primer paso para empezar a subir nuevos escalones en nuestro proceso existencial.

Todo depende de la interpretación de uno, aquello que se ve. Cuanto más uno sea él mismo y ya tenga un grado de autoconocimiento, más podrá ayudar a aquel que lo necesite.

No hay negatividad en este mundo, solo es la visión mental de aquel quien lo ve.

Más allá de la realidad de la forma, se encuentra el fondo, la esencia innata de cada uno donde el corazón la transmite para llegar al sentido de nuestra vida actual.

 

Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.

 

martes, 14 de junio de 2022

miércoles, 8 de junio de 2022

miércoles, 1 de junio de 2022