miércoles, 28 de febrero de 2024

Una vez....

 

Una vez, una chica encontró un anillo en el suelo yendo por la calle. Lo recogió y vio que era como nuevo, por su brillantez y limpieza. Miró a su entorno por si alguien venía a ella para recogerlo porque se le hubiese caído, pero no vio a nadie.

La chica quiso ponérselo y se dio cuenta que le venía perfecto para su dedo. Se lo volvió a quitar y se lo guardó en su bolso.

Aquella chica hacía tiempo que quería hacer cambios en su vida. Tenía muchas ganas de hacer cosas que sentía dentro de ella pero que hasta ahora no había podido llevarlas a término.

Pasó el día, y por la noche se fue a dormir. En ella, los sueños hicieron presencia de una manera constante. En uno de estos momentos soñó que irradiaba  mucha luz desde su plexo solar. Miró su mano derecha y vio que tenía un anillo parecido al que había encontrado en la calle. En este sueño, se vio vestida de novia, de un color blanco muy resplandeciente. Entonces vio como unos ángeles descendieron del cielo y le acompañaron por allí donde iba.

La chica se despertó impresionada por lo que había soñado. Nunca había tenido un sueño como este. Se relajó unos momentos y volvió a dormirse. Entonces, ya adormecida sintió como si la llamasen, diciendo su nombre:

-         ¡Laura! ¡Laura! ¡Laura!

La chica se volvió a despertar pensando quien le estaría llamando.

Esta vez, la chica se quedó unos momentos  despierta, recordando que le decían su nombre. Al cabo de un rato, volvió a dormirse.

Llegó en otro momento mientras dormía, que tuvo un nuevo sueño donde veía que no vivía allí donde ahora vivía, sino en otro lugar  donde ella se sentía mucho mejor que hasta ahora donde se encontraba. Había gente que la aceptaba, la amaba. Ella se sentía muy feliz y contenta por ser allí donde se encontraba en el sueño.  En él vio un gran árbol muy robusto y alto, un pino grueso. ¡Era tan precioso! Se lo quedó mirando viendo como se realizaba la puesta del sol.

Cuando fue la hora de levantarse, así lo hizo, recordando estos sueños que había tenido. Durante todo el día estuvo pensando en ellos y recordándolos literalmente tal como los tuvo y se les presentaron.

Al final, después de buscar para saber de sus interpretaciones, se dio cuenta que la vida le llamaba para iniciar una nueva etapa, una nueva vida diferente a la que había tenido hasta ahora. Se dio cuenta que el cielo estaba a su lado, y que el mundo angelical estaría con ella para ayudarla en su nuevo proceso.

También se dio cuenta que iniciaría una nueva etapa mucho mejor y más elevada de la que ahora tenía. La pureza en ella se manifestaría en todo aquello que hiciera y viviese.

La nueva vida que iniciaría sería en otro lugar al que ahora estaba viviendo. Allí donde fuese, se sentiría mucho mejor que aquí donde se encontraba ahora. Sería mucho más aceptada, amada, y con una gran sensación de motivación y alegría.

Estaba finalizando una vida, y esta finalización la estaba llevando a su plenitud y grandeza interior.

Cuando Laura se dio cuenta de todo esto, entonces entendió el por qué se encontró con aquel anillo en el suelo. Solo fue un inicio, una muestra del universo, advirtiéndole que su vida cambiará totalmente según ella sentía. Se uniría con aquella quien en verdad era. Ahora entendió todo lo soñado.

Los sueños tienen su sentido.

En nuestra vida todo tiene su sentido y todo detalle en el día a día nos lleva al conocimiento de nosotros mismos.

Laura se dejó llevar por su vida, y en su momento, este paso llegó a darse. Al vivirlo, se dio cuenta que era mucho más de como se pensaba ella de cómo sería.

La nueva vida se inició en ella.

A todos os espera una nueva vida en estos tiempos de grandes cambios que estáis viviendo. Los detalles de vuestro día a día, por más insignificantes que sean, tienen su sentido, anunciándoos el nuevo paso, o nuevos pasos que se producirán en vuestra vida.

Abrid vuestro corazón para sentir y percibir estos momentos tan esperados en uno mismo y los detalles que el universo os hará llegar como a Laura, el hecho de encontrar un anillo.  Este anillo fue un nuevo compromiso ante su vida, llevando a término aquello que sentía dentro de ella.

A todos os llegará el momento, igual como a Laura.

 

domingo, 25 de febrero de 2024

miércoles, 21 de febrero de 2024

Los enfados

 

Hoy querría decir unas palabras relacionadas con el enfado.

Antes que nada deberíamos de saber que todo enfado procede del resultado obtenido no siendo como uno querría. Esto conlleva una actitud de victimismo y de querer que todo sea según uno quiere.

En los enfados con alguien, no es este alguien el responsable de la situación que uno está sintiendo dentro de sí. Todo enfado procede del interior de uno mismo conforme quiere que todo sea, o aquella situación sea como querría. Cada uno es el responsable de lo que vive y siente, porque cada uno atrae aquello que necesita para elevar su vibración y no continuar manteniéndola como hasta ahora lo ha estado haciendo.  

Sentirse enfadado no es culpa del otro, o de la situación que le hace sentir mal, sino que la inestabilidad emocional obtenida procede de uno mismo. Uno es el responsable de lo vivido y sentido interiormente, porque su energía no se corresponde con la estabilidad en la vida.

Muchos seres han tenido una infancia o juventud de imposiciones y dominios por parte de aquellos que les rodeaban. Cuando así es, a medida que este joven, este ser va creciendo, va queriendo imponer todo aquello que quiere para sí, para que no le vuelvan a tratar como cuando eran niños o niñas.

Un enfado es una reacción del ser por no conseguir lo querido, queriendo imponer su dominio sobre la manera de hacer según él. Esto representa una no aceptación, un no respeto e igualdad con el otro o la situación.

Así se empiezan a crear las diferencias sociales, la diferencia entre unos y otros, predominando lo establecido y lo inculcado en uno a lo largo de su vida. Momentos vividos como estos, nos deberían de llevar a una reflexión y a un aprendizaje del por qué, a menudo, a uno le sucede lo que le sucede no queriendo vivirlo.

El enfado representa el no ser uno mismo. Cuando nuestra vida procede de nuestro entorno, entonces, es cuando el victimismo aparece, y el enfado se manifiesta a menudo en su vida.

El enfado no procede de aquel quien en verdad somos, sino de aquel quien no somos, debido que en nuestra vida predomina nuestro exterior y nos hacemos como propio todo lo establecido en nuestro entorno, o gran parte de él.

Muchas veces nos centramos en todo aquello que no es, digamos positivo, por lo tanto, cuando más nos centremos en lo que no nos pertenece como innato, más nuestro estado emocional se exaltará y activará.

¿Qué hacer en estos casos?

Procura percibir lo que te está aportando, y si lo impuesto te hace sentir bien o no. Si es que no, representa que éste no es el camino a seguir, y por lo tanto empieza a saber de ti, de aquel quien en verdad eres. Empieza a adentrarte en el autoconocimiento y en los resultados amorosos que te aportan para tu proceso evolutivo. Entonces te darás cuenta de que lo no querido es una bendición.

El enfado solo es una muestra de no ser uno mismo.

Es como mirarse en un espejo y ver tu cara enojada reflejada en él. El espejo no es el culpable de tu malestar, porque lo que ves en él, eres tú. Por lo tanto, todo depende de uno mismo. Cuando más uno sea él mismo, menos enojos manifestará en su  vida, llegando a la constante paz y aceptación en todo lo que viva.

Los grandes Maestros espirituales de este mundo en el que nos encontramos, no se enfadan y se dan cuenta de lo que representa el vivir aquello no querido por uno. Debido a esto, la tranquilidad, la paz y el sosiego se activan en su interior.

El enfado solo es una bendición para darte cuenta que tú no eres quien quieres ser, sino aquel que siente en su interior el susurro de su corazón, de su verdadera esencia: el Amor. Cuando somos nosotros, nuestra presencia es una fuente de respeto, humildad y felicidad. Cuando así es, entonces, los enfados se liberan de tu vida, predisponiéndote a saber la Verdad de todo lo que vives, y la satisfacción y alegría de haber abierto la puerta de tu Integridad.  

No vivimos nada que nos haga sentir mal porqué sí. Todo es fruto de nuestra energía interior. Cada uno atrae unas energías en su vida según su propia vibración. No hay nada porqué sí. Todo tiene su sentido.

Cuando aprendemos de un enfado, evolucionamos, elevando nuestra vibración interior para nuestro proceso evolutivo.

Que el Amor y la Paz sean en ti.

 

lunes, 19 de febrero de 2024

miércoles, 14 de febrero de 2024

La Fuente de la Cima

 

Una vez, un joven salió hacia el bosque para poder llegar a una fuente que se encontraba en la cima de aquella montaña. Empezó a andar, y cuando ya llevaba un tiempo haciéndolo, se preguntó si se encontraba en el camino adecuado. Al tener esta sensación se detuvo un momento y en aquel instante se le apareció un hombre que salía de aquel bosque.

El joven le preguntó:

-         Perdone,… ¿el camino para llegar a la Fuente de la Cima es éste?

El hombre le respondió:

-         Continúa por este camino. Habrá momentos que parecerá que se habrá cortado o finalizado, teniendo la sensación que no podrás continuar, pero tú continúa en la misma dirección. El camino volverá a aparecer. Llegarás a encontrar un par de direcciones aparte de la que estarás siguiendo, pero tú siempre toma la de la derecha. Vas bien. Éste es el camino, sí.

-         Gracias – le dijo el joven.

De repente se quedó quieto después de escuchar todo lo que le había dicho, teniendo la sensación conforme aquel hombre le conocía muy bien. Cuando giró la cabeza para volver a mirar a aquel ser, ya no lo encontró.

Se quedó pensativo en relación a todo lo que le había dicho.

De repente hizo una sonrisa y le llegó la sensación conforme llegaría a la Fuente de la Cima como él quería.

Este es el proceso de nuestra vida. Hay veces que se pierde el camino que uno siente que ha de seguir. Parece como si se hubiera obstaculizado, pero siempre hay una salida, y por más que uno pueda sentirse perdido o con un malestar interior por no supuestamente poder llegar allí donde siente, en el fondo, todo es una prueba para aprender a confiar, activar el poder de conseguir llegar allí donde uno siente que ha de ir.

Este joven de la historia, siguió su camino. Efectivamente, llegó un momento donde parecía que el camino finalizaba, encontrándose obstruido, no habiendo aparentemente, una continuación para llegar al objetivo. La tierra estaba toda removida, pero el joven, pasó por encima de los troncos abatidos y a continuación, a unos metros más adelante, vio como si hubiera el camino que estaba siguiendo para poder continuar en él.

Se encontró también, en dos veces, como el camino se bifurcaba. Él tomó los de la derecha, tal como se le dijo. Al final llegó a la cima de aquella montaña, donde pudo divisar la Fuente de la Cima, que es como se le conocía. Allí encontró a aquel hombre que le ayudó en su guía, bebiendo de aquella agua. Se sorprendió porque cuando lo vio por primera vez, era como si descendiera de la montaña.

El hombre le sonrió y le dijo:

-         ¡Enhorabuena! Escucha a tu interior, porque él te llevará allí donde debes de ir para llegar a ti. Igual como este camino ha sido como tu maestro al decirte que tomes en las bifurcaciones el camino de la derecha, así debes de hacer en tu vida. Escucha a tu corazón y él te elevará para llegar a la fuente de tu ser: aquel quien en verdad eres.

El joven contempló la belleza de la vista que había desde donde se encontraba.

Volvió la cabeza para volver a mirar a aquel hombre, y ya no estaba. Hizo un gran suspiro y sintió una gran paz en su interior.

La subida de la Fuente de la Cima fue una gran lección para la vida que todavía habría de vivir. El joven se sintió inmerso en la infinidad y belleza del paisaje que tenía delante.

Al final, siendo nosotros mismos, encontraremos a todos aquellos que nos podrán ayudar y poder materializar el sentido de nuestra venida a este planeta Gaia.

Escucha a tu interior, porque tu corazón siempre te susurra para saber qué camino tomar cuando así ha de ser. Al escucharlo, la Luz se manifiesta en nosotros y podemos ver de una manera nítida y clara nuestra dirección a seguir, para materializar el sentido de nuestra vida actual.

Al final llegaremos a nuestra Cima.

lunes, 5 de febrero de 2024