¿Qué sientes con mamá?

 

-         ¿Qué sientes en relación a mamá? – preguntó un día un hijo a su padre, teniendo presente la situación que vivían.

-         Me sabe mal que haya llegado hasta estos momentos tal como se encuentra. ¡Era tan diferente antes! Ahora su mente la dejó y su presencia sólo se encuentra en el presente. Vive solo en el presente, no recordando nada de lo vivido o por hacer, y que durante muchos años sí que fue haciendo.

-         ¿Qué destacarías en ti al estar junto a ella estos últimos años?

-         Mi vida ha cambiado, hijo. Me ha hecho vivir, también, en el presente. Nada de organizar, ni tener en cuenta, porque en cualquier momento todo puede cambiar, como así ha sido a lo largo de estos tiempos.

-         ¿Y qué destacarías, papá, sobre lo que sientes dentro de ti en relación a ella, a su situación?

-         Ya no es la misma, haciendo cambiar mi vida y mi ritmo de vida. Ahora me necesita constantemente, durante todo el día. La quiero, pero todo mi amor, ella ya no lo percibe como antes.

-         Pero continúas amándola – dijo el hijo.

-         Ya lo creo que sí, pero todo lo que le puedas llegar a decir, ya no es consciente de ello, y en unos momentos, ya no se acuerda de nada.

-         ¿Qué resaltarías de positivo sobre su situación? – le preguntó el hijo.

-         Le gusta estar con nuevas personas y al aire libre. Cuando a la intemperie se encuentra, parece ser que se encuentre en el paraíso. Necesita salir y ver a gente pasar, donde algunas le saludan. Ella, entonces, sonríe.

-         ¿Qué dirías qué has aprendido de su situación en relación a ti?

-         ¿Por qué me haces esta pregunta, hijo?

-         Porqué veo que no eres exactamente como tiempo atrás, papá. Veo que el vivir esta situación te ha llevado a unos cambios en ti de un tiempo hacia aquí. Por eso te lo he preguntado.

-         (Después de un silencio respondió): Mira amado hijo, hay algo que resaltaría en relación a tu pregunta. (Pausa). Mi vida ha cambiado muchísimo. Ya no es la misma. Tu madre ha sido como una maestra para mí, aunque no hubiera querido que llegara a estos momentos en los cuales se encuentra. (Pausa). En relación a tu pregunta, te diría que estoy aprendiendo a vivir el presente, cada instante, sin pensar en nada más. La atención por tu madre me ocupa todo el tiempo, y esto hace que ya no piense en hacer otras cosas que no sea el vivir cada momento como si fuera el último junto a mamá.

-         ¿Te encuentras bien viviendo tu presente?

-         Hace que esté más tranquilo al no dedicarme a nada más.

-         ¿Eres feliz?

-         (Pausa). Lo importante es que ella todavía me reconozca. Necesita una atención y miro de dársela cuando estoy con ella.

-         ¿Crees que ha valido la pena su situación para hacerte cambiar estos aspectos en ti?

-         Lo importante es que todavía puedo estar con ella – respondió.

-         Un abrazo papá.

Los dos se abrazaron y a continuación el joven se marchó.

En la vida todo tiene su sentido. ¡Todo!

Una joven con su maestro

 

Vive en el presente

 

Paso a dar en la nueva vida

 

 

Cuando te encuentras en momentos de cambios en tu interior, sólo te apetece estar contigo mismo, solo, centrado con lo que sientes, encontrándote mejor solo, que con gente.

Es parte del proceso, así como el sentir que no te apetece estar con otros, también es lo predominante, cuando necesitas tu tiempo para recibir e integrar las nuevas energías en ti.

Nuestro mundo interior necesita estar consigo mismo, para poder elevar al ser que habita este cuerpo en que te encuentras: Tú. En casos como el comentado, se necesita tener tu espacio para no distraerte y dedicarte a aquello que es innato en tu ser encarnado. Hay que sentir tu nuevo interior y el proceso que está siguiendo. Entonces, cuando así se aplique, el ser se va a dar cuenta de aspectos de su existencia y de vivir con una actitud más en acorde a su verdadera esencia.

No es que no quieras saber nada de tu entorno o de los demás, sencillamente que necesitas un tiempo para sentir la elevación de tu ser. Para esto, mejor que estés solo/a y no distraerte pudiendo sentir todo tu proceso de tu interior.

Cuando así ha sido y ya has dado el paso para empezar una nueva etapa en ti, entonces es cuando ya empiezas, nuevamente, a abrirte a tu entorno.

La soledad en momentos determinados es un paso a dar a todo ser que sigue su proceso evolutivo.

Estos son tiempos donde cada vez hay más seres que sienten estos cambios interiores. Nos encontramos en los momentos de los grandes cambios anunciados para este planeta y sus habitantes.

Si así realmente lo estás sintiendo y viviendo, solo te diría que bienvenido seas en este período de elevación de tu ser para elevarte y para elevar al planeta en el cual te encuentras.

El siguiente paso es la sensación de paz y serenidad en ti, y cada vez, de una manera más constante. Esto también te ayudará a poder vivir, vivas lo que vivas y en el lugar donde te encuentres. Aprenderás a estar sereno y tranquilo aunque tu entorno sea muy movido o de baja vibración. No importa lo que se viva, porque tú estarás viviendo desde tu mundo interior, y el cambio producido y comentado anteriormente empezará a manifestarse en ti, vivas lo que vivas.

Todos seguimos este proceso, aunque algunos se abran a él, y otros todavía no; pero llegará el momento que también percibirán que deberán de dar este paso. Y esto será debido a que tú, que estarás allí con estos seres con tu proceso realizado y aceptado, desprenderás una energía más elevada a la de ellos, y ésta les llegará, sintiendo algo que no habían llegado a sentir hasta entonces: la Nueva Energía.

Tú eres una fuente de bienestar y amor para tu entorno y tu mundo.

Aquello que uno viva puede ser liberado y sanado. Tu interior no tiene porque dramatizar la situación o sentirse mal, porque el cambio que se habrá producido en ti permitirá elevar a tu ser y a todos los que se encuentren en tu entorno. Así está siendo en aquellos seres que ya han llegado a la Luz.

Que el Amor y la Paz sean en ti.

Todos transcendemos

 

Las puertas abiertas

 

Cada vez son más las almas que dan nuevos pasos hacia la materialización de su sentido en esta vida actual.

Son momentos donde lo vivido es el sentido para llegar allí donde uno acordó antes de su nacimiento.

Cada vez son más los que viven situaciones duras, encontrándose en ellas sin saber que sucederían. No es porque sí el hecho de vivirlas. De un tiempo hacia aquí uno va a encontrarse con momentos no deseados en su vida.

La Luz hace su presencia.

Se puede vivir lo no deseado y superarlo, siendo una de las bases para que así sea, el encontrarse en un estado de serenidad, paz y equilibrio interior. Sólo así uno podrá cruzar el túnel de la oscuridad para dirigirse hacia la Luz y el entender el por qué de estas situaciones.

Son momentos de grandes interiorizaciones donde todo aquel ser que vaya a su interior podrá comprender y entender el sentido de todo lo vivido. No es porque si que uno se encuentre donde se encuentra. Todo está basado en la evolución de uno mismo.

Cierto que estas situaciones no son queridas por nadie y el sentido de ellas es llegar a tomar una decisión y llevarla a término para el mayor bien de todos. Quizás aquellos que te rodeen no entiendan tus palabras o no acepten lo que sienten o vivan. No os preocupéis porque aquellos que estén preparados sus vidas cambiarán y sus almas se liberarán de todo lo establecido que llega a limitar al ser.

Estos momentos te hacen ir a tu interior donde te das cuenta que es el único lugar dentro de toda la adversidad que pueda llegar a vivir, donde el bienestar es presente y la serenidad, estando contigo mismo, te haga sentir tu procedencia y tu verdadera esencia. Cuando es así, los momentos vividos dejan de ser adversidades porque llegas a tomar la decisión adecuada ante ellas, irradiando tu luz, tu paz y tu presencia amorosa donde lo que hace sentir mal para los otros, no te llega a ti. Te das cuenta del por qué de lo que vives, y esto conlleva la toma de una decisión ante la vida diferente a la tenida hasta ahora para poder llegar a vivir ascendiendo en su proceso evolutivo.

Todo día es una bendición universal para que uno empiece a darse cuenta.

Todo día es una mano universal para que la cojamos y nos demos cuenta de lo que nos está aportando en nuestra vida. Agradezcamos estos inicios de cada jornada para llegar a nosotros mismos y darnos cuenta del camino a seguir en nuestra vida.

No estamos solos, y nunca lo hemos estado.

Son momentos de grandes cambios para cada uno y la humanidad. Para que así se produzcan uno debe de encontrarse con situaciones diferentes a lo que siente. Entonces es cuando llega el momento de darse cuenta que la realidad depende de cada uno; y según lo que viva, habrá sido fruto de su interior y visión de vida.

Cuando se fluye y se tiene la plena fe conforme el camino que uno está siguiendo es el adecuado para materializar su misión en esta vida y el sentido por el cual encarnó, entonces, aquel quien en verdad uno es se manifiesta y siente en su interior el susurro de su esencia innata.

Sólo así llegaremos a la manifestación de aquel quien en verdad somos.

Todo es temporal, apareciendo en los momentos adecuados en la vida de uno. Al final percibirá y entenderá el por qué de lo vivido y el amor que ha conllevado a pesar de su apariencia.

Todo tiene su sentido teniendo presente que los tiempos que vivimos nos llevan a nuestra elevación y a la elevación de nuestro planeta.

Gracias por tu presencia.

Más allá de la forma se encuentra el fondo de lo que se percibe.

Nada es lo que parece. Todo, absolutamente todo, nos lleva a darnos cuenta y a discernir qué es lo adecuado para el proceso evolutivo de nuestro ser y el de la nueva vida para este planeta.

Lo que vivimos es parte del Gran Plan Divino para esta humanidad.

El sol existe, así como la luna.

El agua existe, así como el fuego.

Todo tiene su sentido existencial.

A todos, desde mi corazón, que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.