Me muevo, y no lo consigo.
Busco, y no encuentro.
Pienso, y no siempre me siento bien.
A menudo voy a parar al mismo lugar, por lo tanto:
No me muevo.
No busco.
No pienso.
Tan solo siento y me aquieto, entonces todo fluye.
Con esta actitud ante la vida se necesita confianza y mantener la serenidad en el presente, sabiendo que todo será en el momento adecuado.
Entonces, “aquello”, te vendrá, lo encontrarás y lo disfrutarás.
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