Me gustaría hoy daros a conocer una canalización del Arcángel Gabriel extraída de la web www.hermandadblanca.com , de la cual también soy colaborador con mis artículos.
Al leerla, deberíamos de abrir el corazón para poder recibir abiertamente, su mensaje lleno de esperanza, sustento y amor.
Un abrazo y que el amor y la paz sean en todos vosotros.
Dice así:
Grandes cambios se avecinan para su país, para su continente; y grandes cambios se avecinan para el Planeta mismo. Los cambios, amados míos, se están dando a pasos agigantados, a una velocidad difícil de comprender y asimilar para la mayoría de los Seres Humanos. Esto se debe a que los cambios se están dando en una vibración más alta a las que ustedes todavía pertenecen. Es por eso, mis amados niños, la importancia de que se sostengan en una fe absoluta, en una confianza y una creencia absoluta, porque solamente dejando a un lado los condicionamientos mentales podrán vivir con tranquilidad y armonía los cambios venideros. Solamente sostenidos en la fe más absoluta, sostenidos en la creencia de que nada ni nadie podrá hacerles daño, sostenidos en la creencia de que están protegidos por la Luz de Dios, sostenidos en la creencia de que es el amor el que ahora dirige sus vidas, sostenidos en la creencia de que todo lo que suceda es para beneficio personal y beneficio colectivo. Solamente así podrán vivir este proceso de cambio en paz y en armonía.
Los cambios que vienen modificarán, en algunos casos, drásticamente la mecánica de vida actual de los Seres Humanos, modificarán drásticamente los sistemas políticos, religiosos y educativos, modificarán drásticamente las viejas creencias y se logrará que el temor, la ira y la densidad se diluyan de una vez y para siempre; logrando así que la vibración de unicidad comience a reinar en la Madre Tierra y en el corazón de cada uno de ustedes.
Yo, el Arcángel Gabriel, en este momento les digo, amados míos, que la vida está a punto de resurgir para muchos de ustedes, porque dentro de muy poco podrán ver cosas que antes no veían, sentir cosas que antes no sentían, podrán apreciar y valorar cosas que antes no podían y el significado de su existencia cambiará y podrán ver con mayor claridad la importancia que todos y cada uno de ustedes tienen en este proceso de cambio y podrán sentir la fuerza de la Luz invadiendo todo su Ser. Podrán sentir la fuerza de la Luz irradiando sus vidas. Y van a decir: “Pero que fácil era” y van a decir: “Pero porqué no lo había visto antes” y van a decir: “Gracias, porque al fin me siento en paz conmigo mismo y con el Universo” y van a sentir que todos son UNO, que todos somos UNO y que no hay diferencias porque la Luz es la Luz y el amor es el amor.
Así es que Yo, el Arcángel Gabriel, en este momento me inclino ante cada uno de ustedes y agradezco infinitamente el trabajo, el luminoso trabajo que cada uno de ustedes realiza.
Yo, el Arcángel Gabriel, he estado aquí, estoy y estaré pendiente de cada uno de ustedes, sosteniéndolos con mi Luz, sosteniéndolos con mi amor, irradiando claridad y sabiduría para el corazón de cada uno de ustedes.
Y llegará el momento en el que sentirán lo que sienten las personas que han estado mucho tiempo bajo el agua y de pronto logran salir a la superficie, sentirán que pueden respirar la esencia misma de Dios y ese sentimiento les devolverá la libertad espiritual que nunca debió haber perdido ningún Ser Humano, y a partir de ahí, a partir de ese momento, el proceso de reconstrucción y cambio habrá llegado a su apogeo. Y a partir de ese momento, todos los cambios serán positivos y a partir de ese momento lo único que florecerá y reinará en este Planeta será la verdad, la verdad y la Luz, la Luz y la verdad; sostenidos por el amor Divino, por el amor de Dios.
Yo, el Arcángel Gabriel, me inclino ante sus procesos y honro su Luz, su trabajo y su fe y les ofrezco estar ahí, en cada paso que den, en cada momento de su existencia, sosteniéndolos, apoyándolos y llenándolos de Luz.
Ya no hay tiempo para seguirse sosteniendo en el temor, el enojo y la densidad, así es que suelten, suelten, suelten todo lo que puedan y sosténganse en su fe, en esa fe que los conecta con Dios, en esa fe que los conecta con el Universo, en esa fe que puede atraer todo lo positivo que ustedes necesitan y anhelan, sosténganse en esa fe, en esa fe inquebrantable, capaz de generar alquimia. Sosténganse en la fe, sosténganse en su maravillosa y valiosa fe.
Yo, el Arcángel Gabriel, los amo infinitamente, los amo infinitamente, los amo infinitamente.
Los cambios que vienen modificarán, en algunos casos, drásticamente la mecánica de vida actual de los Seres Humanos, modificarán drásticamente los sistemas políticos, religiosos y educativos, modificarán drásticamente las viejas creencias y se logrará que el temor, la ira y la densidad se diluyan de una vez y para siempre; logrando así que la vibración de unicidad comience a reinar en la Madre Tierra y en el corazón de cada uno de ustedes.
Yo, el Arcángel Gabriel, en este momento les digo, amados míos, que la vida está a punto de resurgir para muchos de ustedes, porque dentro de muy poco podrán ver cosas que antes no veían, sentir cosas que antes no sentían, podrán apreciar y valorar cosas que antes no podían y el significado de su existencia cambiará y podrán ver con mayor claridad la importancia que todos y cada uno de ustedes tienen en este proceso de cambio y podrán sentir la fuerza de la Luz invadiendo todo su Ser. Podrán sentir la fuerza de la Luz irradiando sus vidas. Y van a decir: “Pero que fácil era” y van a decir: “Pero porqué no lo había visto antes” y van a decir: “Gracias, porque al fin me siento en paz conmigo mismo y con el Universo” y van a sentir que todos son UNO, que todos somos UNO y que no hay diferencias porque la Luz es la Luz y el amor es el amor.
Así es que Yo, el Arcángel Gabriel, en este momento me inclino ante cada uno de ustedes y agradezco infinitamente el trabajo, el luminoso trabajo que cada uno de ustedes realiza.
Yo, el Arcángel Gabriel, he estado aquí, estoy y estaré pendiente de cada uno de ustedes, sosteniéndolos con mi Luz, sosteniéndolos con mi amor, irradiando claridad y sabiduría para el corazón de cada uno de ustedes.
Y llegará el momento en el que sentirán lo que sienten las personas que han estado mucho tiempo bajo el agua y de pronto logran salir a la superficie, sentirán que pueden respirar la esencia misma de Dios y ese sentimiento les devolverá la libertad espiritual que nunca debió haber perdido ningún Ser Humano, y a partir de ahí, a partir de ese momento, el proceso de reconstrucción y cambio habrá llegado a su apogeo. Y a partir de ese momento, todos los cambios serán positivos y a partir de ese momento lo único que florecerá y reinará en este Planeta será la verdad, la verdad y la Luz, la Luz y la verdad; sostenidos por el amor Divino, por el amor de Dios.
Yo, el Arcángel Gabriel, me inclino ante sus procesos y honro su Luz, su trabajo y su fe y les ofrezco estar ahí, en cada paso que den, en cada momento de su existencia, sosteniéndolos, apoyándolos y llenándolos de Luz.
Ya no hay tiempo para seguirse sosteniendo en el temor, el enojo y la densidad, así es que suelten, suelten, suelten todo lo que puedan y sosténganse en su fe, en esa fe que los conecta con Dios, en esa fe que los conecta con el Universo, en esa fe que puede atraer todo lo positivo que ustedes necesitan y anhelan, sosténganse en esa fe, en esa fe inquebrantable, capaz de generar alquimia. Sosténganse en la fe, sosténganse en su maravillosa y valiosa fe.
Yo, el Arcángel Gabriel, los amo infinitamente, los amo infinitamente, los amo infinitamente.
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