He salido a andar, y a medida que iba andando saliendo
del pueblo y adentrándome en el bosque y los caminos de montaña, he tenido la
sensación como si estos caminos que estaba recorriendo,….fuesen mi vida. Ha
sido una sensación especial. Es como si anduviese desde una objetividad, una
elevación, viendo el trayecto que he hecho y todo lo qué ha representado lo qué
he andado, iba andando y lo que me quedaba. Todo era tal cual como en mi vida.
Solo siento la esperanza. Sólo hay confianza en mí. Es
una sensación de ir recorriendo mi vida a medida que mis pasos iban avanzando
por estos caminos conocidos. Sentía la energía del trayecto de lo ya vivido.
Todo lo que hacemos en nuestro día a día nos lleva a una
interpretación simbólica de nuestro proceso de Ascensión de nuestro proceso
espiritual.
Esta tarde he salido a andar, justo cuando el día
empezaba su ocaso. He empezado saliendo del pueblo y adentrándome en el bosque,
en las colinas que le rodean.
Llega un momento que me paro. Miro hacia atrás y veo todo
un camino recorrido que me ha llevado al punto donde ahora me encuentro. Este
punto está más elevado, viendo como el camino que he ido siguiendo hasta ahora,
hacía cierta subida hasta donde ahora estoy. Vuelvo a mirar a delante y veo que
el camino continúa subiendo.
Ha sido una vereda con pendiente hacia arriba, pero no me
he dado cuenta porque estaba centrado en la belleza que me rodeaba: el propio
camino, los árboles, las plantas, el canto de los pájaros,… (Me encanta
escucharlos en su hábitat).
Continúo avanzando en este camino de montaña en el cual
me encuentro ahora.
Llega un momento donde va a juntarse con otro más ancho.
El que seguía ha finalizado. Entonces me paro y pregunto:
-
¿Y este? – refiriéndose al camino.
Y el
Padre me responde:
-
Cada uno tiene su camino, y todos llegan a uno.
Este os llevará a Mí.
Entonces veo como hay otros pequeños caminos que
desembocan a este más ancho y de tierra, dándome la conformidad de lo que se me
ha dicho.
Decido entrar en este nuevo camino. Aquí todo es muy
llano. Voy avanzando y me siento bien. Es como si fuera, a cada paso, pesando
cada vez menos. Me siento más ligero como si mi cuerpo se fuese liberando de
mochilas que haya podido estar llevando hasta ahora, mi presente. Parece como
si no me cansase al andar.
Avanzo por este nuevo camino, más ancho, todo y así, con
mis ojos no puedo llegar a ver hacia donde me llevará, teniendo a la vez la
sensación de saber hacia dónde me dirijo. No veo el final de este camino en el
cual ahora me encuentro. Siempre aparece un giro a la izquierda u otro a la
derecha, y en algún momento también me he encontrado en una bifurcación.
En las primeras que me encontré, decidí coger la de la
derecha, diciéndome:
-
¡Mira!, la de mi esencia femenina, mi corazón.
He
estado consciente de este hecho, de lo que representaba en el momento preciso
de definir la nueva dirección en la bifurcación. Me he dejado llevar por lo que
sentía.
El
camino ancho continúa en lo más alto de estas cimas donde me encuentro. Sigo mi
ritmo en el andar. Me siento liberado. Siento expansión dentro de mí y
acompañado a la vez. Siento la presencia de aquellos que están conmigo y
siempre han estado a mi lado. Me siento bien.
Continúo
andando.
Con el
paso de los minutos, he llegado a un camino que lleva al pueblo, allí donde
vivo y de donde vengo. Inmediatamente he pensado y me he dicho:
-
Mira, este es el camino de vuelta a casa,…de vuelta al hogar. ¡Ahora ya estoy de vuelta!
Ha sido
una caminata consciente.
Todo lo
que hacemos y nos pasa en nuestro día a día, es una gran metáfora, unas
secuencias llenas de simbología, donde todas ellas nos llevan a una toma de
consciencia si nos abrimos a ellas, y nos adentramos al aprendizaje de su
contenido, de representación, más allá de la forma.
Aparentemente
ha sido una caminata más, pero el sentido de ella ha sido de conformidad y
manifestación de mi camino hacia aquel quien yo soy.
Hoy, la
casi una hora y media en la naturaleza, ha estado acompañada por la consciencia
de mi ser.
Hoy ha
sido un día especial, un día diferente, donde he sentido y he visto la realidad
de mi vida, a través de mí mismo.
Que el
Amor y la Paz sean en todos vosotros.
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