No importa el camino que
tomes, cuál sea la dirección que elijas seguir. Estás en un cruce y debes de
definir tu avance. Miras la lejanía de cada opción y eliges la que mejor se
ajusta a tus momentos actuales. Das el primer paso, y así unos cuantos más,
dándote cuenta de lo que has elegido.
Ahora te encuentras en un
camino concreto, en una dirección escogida entre otras. Así lo has hecho y te
encuentras en este camino, que aunque no sepas donde finaliza, sí que te ha
llamado la atención, o el paisaje es lo que más te gusta en este momento. Por
las razones que sean, lo has elegido. No sabes qué será de él más adelante. Lo
importante es ahora que vas avanzando por él. Todo tu ser está apoyado por los
márgenes de este camino, probablemente sin asfaltar y llevándote hacia el
bosque que ves más allá, o ya te encuentras.
No importa el camino que
hayas tomado. Lo importante ha sido tu decisión. Donde te lleva, ¡es igual!,
porque es tu andar en él lo que te hará disfrutar de tu elección y recordarás.
El águila, en lo más alto de
donde te encuentras, puede ver la diversidad de caminos que hay dirigiéndose hacia
la dirección que has elegido. Ella puede divisar los obstáculos o la belleza
del camino que se elije. Tú avanzas por tu decisión. Hay una fuerza en tu
interior que te empuja a continuar, y a deleitarte de lo que ves y sientes
mientras vas avanzando. Es tu momento. Formaba parte de las opciones que tenías
cuando tuviste que elegir. Así eres, así se te ofreció, y ahora, te encuentras
avanzando sintiendo el aire y el sonido de tus pasos en contacto con la tierra
del bosque, parque o playas recónditas. Lo importante es que has elegido, te
has decidido. Disfruta de tu trayecto y de todo aquello que vas viendo. Siempre
puedes volver atrás y deshacer la opción y tomar otra. Siempre según ahora tú
eres.
Cada decisión que tomamos
parte de nuestro estado interior actual. Aquello que sentimos es lo que nos
hace elegir.
Todos los caminos te llevarán
a ti. Algunos serán más largos o dificultosos que otros, pero no te preocupes,
porque en su momento llegarás donde querías llegar, a ti.
Para subir la montaña no hay
un solo camino. Las opciones son diversas, y cuando ves que solo hay una ruta,
piensa que puedes hacer campo a través, o ir por un sendero forestal donde la
gente normalmente no pasa.
¿Ves? Toda opción forma parte
de un conjunto de propuestas. Toda selección representa diferentes opciones a
tomar. La que tú hagas dependerá según el momento que te encuentres en este
instante y como te sientas. Esto es lo que hará decidirte hacia una dirección u
otra, por una decisión diferente, seguramente, a la de los demás.
Esta decisión te hará vivir
unas circunstancias concretas en la vida, porque formarán parte de tu camino.
Tú la habrás decidido. ¡Acéptala y disfrútala!
No importa el camino en el
cual ahora te encuentras, lo que importa es lo que ahora sientes. Este sentir
es lo que hará que continúes en él, o elijas otro.
Todos, absolutamente todos,
te llevarán a ti, a la conexión con aquel quien tú eres en verdad. Tu esencia,
tu naturaleza divina está esperando poder manifestarse. Elijas el camino que
elijas, tarde o temprano, llegarás donde sientes que debes de llegar.
Tus decisiones serán claves
para conseguir SER TÚ. Los caminos los eliges tú. Nadie más decide por ti. Esta
es una de las grandezas de tu ser, tu Libertad de decidir, lo que se conoce
como el Libre Albedrío. Solo tú decides vivir como quieres vivir, tener la
cualidad de vida que tienes. Lo que has vivido, también lo has elegido tú. Eres
quien tiene la última palabra. No hay culpables ni agresores, porque todos son
fruto de tu toma de decisión. ¿Has decidido ser víctima? Esta actitud de miedo,
de indefensión ante la vida es la que crea y hace proliferar a todos aquellos
que se nos acercan a nuestra vida y nos hacen padecer o sentir mal. ¡No son
ellos! Eres tú con tu decisión de no querer ser tú. ¡Tú tienes la última
palabra! Tienes la capacidad de crear tu propia vida. También tienes la opción
de disfrutarla y sentirte apoyado por ella, siendo tu aliada.
Nadie está en contra de ti.
Eres tú quien quiere sentirse bien y amado, o al contrario.
Las decisiones que tomes a
cada instante en el camino que ahora te encuentras son parte de tu proceso
según el camino va ofreciéndote. No hay senderos ni buenos ni malos. Todos son
necesarios para alguien. Según el momento que te encuentres elegirás uno u
otro. No hay obstáculos, porque nuestras resistencias hacen que nos encontremos
con lo que nos vamos encontrando. No es el camino. No es la dirección que
estamos siguiendo. Somos nosotros, con lo que sentimos, las creencias
inculcadas y aprendidas que hacemos que un camino sea más llano o cuesta
arriba.
Nuestros objetivos en la
vida, dependen del proceso de nuestra alma. El camino que nos encontramos es
parte de este proceso, y lo que en él vivimos y experimentamos, es lo adecuado
para poder continuar y recuperar nuestra integridad y divinidad.
No somos víctimas. No somos
ego. No hay contrincantes y ladrones en nuestra vida. Todo son creaciones
nuestras al pensar y sentir como lo hacemos.
No hay caminos difíciles en
nuestro trayecto hacia la Ascensión. Nada de esto hay. Solo nosotros, con
nuestro empoderamiento para decidir en cada momento aquello que necesitamos a
cada paso que damos y nos vamos encontrando.
Uno no es víctima por
naturaleza. Esta actitud es fruto de un miedo inicial que hizo que no dieses
ningún paso más para ser tú mismo. Te dejaste llevar por aquello que no
sentiste en tu interior. La sensación de sentirte atrapado en la vida, con los
años, hizo que tomases unas decisiones, que a pesar de crearte malestar, era lo
que predominaba dentro de ti a nivel de anulación.
¿Sabes? Tengo una buena
noticia que darte. Ahora, ya no es necesario continuar como has ido haciendo
hasta el presente, y a más a más te diré que puedes tomar las decisiones que
quieras sin miedo a lo qué dirán, o cómo se lo tomarán, porque aquellos que
tiempo atrás te dijeron lo qué hacer, se encuentran perdidos en un callejón sin
salida y no saben salir de él, por lo tanto, no están capacitados para
continuar dirigiendo tu vida, porque en la tuya, solo tú puedes decidir y saber
hacia dónde ir. La puerta está abierta. Crúzala y vive aquello que durante
tantos años no te has permitido vivir.
¿Sabes? Ahora en estos
momentos puedes tomar otra decisión a la que has elegido hasta ahora. No hay
nadie que pueda frenar la decisión que tomes. La capacidad de decidir es tuya y
solo tú puedes decidir por ti, porque quieres vivir siendo feliz. ¡Hazlo! Piensa
que eres tú quien ha de vivir contigo el resto de tu vida.
¿No crees que ya es hora de
dar este paso? Nunca es tarde. Ahora es el momento adecuado para empezar a ser
tú y decidir por ti, porque solo tú sabes lo que sientes en ti.
¡Adelante!, el nuevo camino
está en ti. Deja que tu corazón te guíe, y disfruta haciendo aquello que te
diga. Así llegarás a ti, a mostrar al verdadero ser que eres.
Solo tú puedes decidir por
ti, porque tú eres AMOR.
Deseándote lo mejor, que el
Amor y la Paz sean en ti, amada alma.
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