Cuando esperamos, nuestra
vida se convierte en un constante desazón y desconcierto, debido que vemos que
nuestros anhelos no dependen de nosotros.
Cuando esperamos, nosotros
dejamos de ser nosotros y nos convertimos en víctimas de una espera ilusoria de
la impotencia de ver que nuestro entorno no reacciona según creemos. Todo se
demora, y esta espera se convierte en eterna porque solo existe dentro de
nuestra mente.
Cuando esperamos que los
demás hagan lo que a nosotros nos gustaría que fuese, dejamos de ser nosotros
para convertirnos en seres anulados y dependientes de aquello que no es.
Nosotros creamos la espera debido a una visión distorsionada de la realidad, de
nuestra realidad. Entonces, es cuando nos ponemos en manos de una situación
ficticia creada por nuestro pasado a través de nuestra mente.
Cuando esperamos,……somos
mente. ¡Somos pasado!
Esperar que la puerta se abra
y entre quienes queremos.
Esperar que aquella persona
cambie y entonces todo irá bien.
Esperar poder llegar a final
de mes.
Esperar que las cosas cambien
para una vida mejor.
Esperar es poner tu vida en
manos de tu exterior.
La espera es un intervalo
entre tu anulación y el responsabilizarte de tu vida. Estos momentos para
responsabilizarte de tu mismo y de tu existencia, es cuando esperas y esperas,
esperando que el resultado que sueñas se materialice ante ti. Entonces todo
cambiará y tú podrás ser feliz.
La felicidad no depende de
una espera, sino de una responsabilización firme de tu vida y de todo lo que
vives en ella. Cuando te haces cargo de todo lo que vives, entonces empiezas a
dar pasos hacia tu interior, no a depender del exterior. Este solo te lleva a
la desesperación y al alejamiento de tu ser, cuando la consciencia no es
presente en ti. Cuando esta empieza a aparecer, entonces, te das cuenta que tu
exterior también tiene que ver contigo, y que muestra, en todos momento,
aquello que tú sientes y eres interiormente.
Solo es un espejo de tu
presente como alma que se encuentra en un estado en concreto.
Cuando no hay consciencia, la
mente predomina, haciendo que tus miedos y el dolor de tu pasado aparezca y te
haga ver la vida desde una visión distorsionada, por la cuantidad de filtros
que has ido poniendo desde tu infancia. El pasado puede hacerte ver monstruos
donde no los hay y precipicios en una playa serena y tranquila.
Esperar de una manera
constante en la vida es padecer y mostrar la víctima que hay en ti. Estás
creando un papel debido a la desconexión contigo mismo. Entonces, es cuando las
sombras de un pequeño ratón puede parecer un gran monstruo que te persigue
viniendo de los demás. Crees que lo que vives es debido a la presencia o
ausencia de los otros, ignorando que eres tú quien ha creado estos momentos al
esperar y hacer que los demás te resuelvan tu vida o en momentos determinados
puedan complacerte sin más.
Esperar que las cosas sean
como tú quieres es marcar un camino para tu propia seguridad, debido a los
miedos que tienes. Hacer que todo sea como tú quieres es imponer una manera de
vivir para tenerlo todo controlado y hacer que los demás estén “a tu servicio” para cuando te sientas
mal o las cosas no te vayan como tú querrías.
¡No esperéis! No queráis que
quienes os rodean reaccionen u os vengan cuando vosotros queráis, porque no es
así como funcionan las leyes de la vida. Precisamente, estos momentos de no
recibir una respuesta según nosotros querríamos, son la bendición que el
universo nos da para darnos cuenta que nosotros somos la Fuente y la Salida de
nuestras situaciones, no la de los demás.
Cuando no esperamos, nos
responsabilizamos nosotros mismos.
Cuando aprendemos,
despertamos y aumentamos nuestra consciencia, dándonos cuenta que todo lo que
vivimos es debido a momentos anteriores nuestros y que todo tiende al
equilibrio. Si todo el presente es debido a momentos anteriores, según los
hayamos vivido, así será nuestro presente, por lo tanto, todo lo que nosotros
ahora vivimos y de la manera que lo vivimos, así serán nuestros “presentes
posteriores”. Nuestra vida es como el efecto dominó: poniendo todas las fichas
derechas, una detrás de otra, y con el dedo tiras la primera, todas irán
cayendo hasta la última. Será el efecto dominó, es decir, según el movimiento
inicial, obtendrás unos resultados que te llevarán a momentos de más felicidad,
cualidad de vida o no. Cuando más sientas tu esencia, el amor en ti, más amor y
armonía recibirás de tu entorno, debido que es el decorado en el cual estás viviendo
estos momentos por lo que necesitas vivir en tu vida actualmente.
No hay nada porque sí. Todo
tiene un sentido, y los resultados que vayas obteniendo a cada paso son frutos
de un pasado tuyo, de momentos anteriores con unas creencias concretas y una
actitud ante la vida más abierta y sincera o de dolor y encierro. Todo depende
de ti, porque TÚ ERES EL ÚNICO RESPONSABLE DE TU VIDA.
Aquello que te hace sentir
mal, no es aquel o aquella que no han actuado bien, sino tu alejamiento de aquel quien en verdad eres. Cuando más
alejados estemos de nuestra alma, más dolor crearemos en nuestra vida, y más
dependientes estaremos de nuestro exterior, siguiendo las pautas
convencionales, culturales, morales,….hasta llegar a la bifurcación de tu
sendero donde tendrás que elegir entre continuar padeciendo y cada vez más, que
en esto somos unos expertos; o en cambiar y responsabilizarnos de nuestra vida,
dejando que el amor sea en nosotros y dando pasos para mostrar al verdadero ser
que somos, y no el que nos han hecho mostrar con nuestro consentimiento.
Esperar es parte del proceso
de la mayoría del ser humano. Con la espera, y el tiempo, podemos aprender a
darnos cuenta de nuestro potencial y que no es necesario esperar, porque
nosotros podemos materializar en el momento, a la vez que ya no pedimos ni
controlamos, sencillamente SOMOS.
Que el Amor, la Paz y el
Presente sean en todos vosotros.
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