Mi corazón bostezó en
este nuevo amanecer. Relajado y sintiéndose amado, protegido y guiado, su
presencia es llevada hacia lo más alto para poder Sentir los más elevados
sentimientos y sensaciones procedentes de su naturaleza.
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Amado
Corazón, ¿cómo estás hoy?
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Relajado y
entregado – me responde
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Levantémonos
porque un nuevo día nos espera para cruzar su umbral y vivir las bendiciones
que desde la Sabiduría de nuestro interior nos depara.
Avanzando a través del
nuevo día y sintiendo la presencia del Amor abrazar cada rincón de mi cuerpo,
todo lo que veo, percibo, escucho y realizo siento el Gran Poder de aquel quien
somos. Todo fluye, donde la Fe abre las puertas de la realización, de la Paz y
la Armonía a lo largo de mi sendero, mi estilo y ritmo de vida.
La misión por la cual
encarné se está llevando con todo su resplandor.
La serenidad y el sosiego
en mi ser es irradiado, sembrando a cada paso dado por mi presencia.
A medida que voy
ascendiendo en mi proceso, encuentro el sentido de todo lo sucedido y por
venir. Sólo belleza aprecio y siento en mi vida diaria.
Siento la guía del camino
de mi vida, apreciando los actos y situaciones que voy viendo a lo largo de mi
camino. Mi ser siente las energías que se presentan a cada instante junto a mí
o que rozan mi pasar junto a ellas. Siento en el ahora de cada situación el por
qué de mi presencia en esta vida actual, en este mundo en proceso de ascensión
y del pasado de aquellos que sus manifestaciones están sujetas a un dolor y
lleno de vivencias invitadas a la desgracia humana.
La Presencia Divina
protege todo mi ser y ensalza la paz y la serenidad en cada presente de mi día
a día.
Cuando alguien sabe de su
ser y puede sentir su verdadera esencia en él, unificado con quien es, la vida
toma un sentido donde nada puede alterarte, y donde tu interior es la fuerza,
la guía y la realización de aquello que tu corazón, como voz divina de tu ser,
te lleva a vivir desde el perfecto actuar.
Percibes el sentido de tu
existencia en este mundo y lo que has venido a hacer. Cuando llegas a este
punto, solo te queda dar un paso: la Reafirmación de la ENTREGA ETERNA,
incondicional, de tu vida y todo tu ser a las manos de la Esencia Divina,
creadora de toda vida.
Ella es la Luz de tu
camino.
Ella es el Sentir de tu
verdadera esencia.
Ella abre las puertas de
tu realización y manifestación en esta vida que ahora te encuentras.
No hay obstáculos, porque
tu mente ha dejado de darle importancia.
No hay dolor, porque tu
atención se centra en lo amoroso y en todo tu poder y capacidad para
restablecer la armonía en toda situación que pueda necesitar tu presencia.
La vida toma otro sentido
más elevado de lo humano. Tu día a día está rodeado y dirigido por el Amor y tu
actitud es sentir y dirigirte hacia allí donde el bienestar y tu voluntad te
manifiestan qué dirección tomar.
Ya no piensas ni crees en
nada. Sencillamente sientes y sabes.
Ya no tiene ningún poder
sobre ti lo exterior, porque en tu interior sientes el coraje, la fuerza, la
protección, la verdad de tu vida y tu misión.
Cuando tu vida se ha
centrado y ha tomado la decisión que la guía en tu proceso será lo que tu
corazón te guíe, solo lo mejor puedes esperar, donde las puertas de tu
realización se abrirán con el paso de tu práctica diaria para que así sea. Irás
viendo como tu entorno va cambiando con tu presencia, liberando la densidad y
elevando a todo ser implicado en la situación o lugar.
Mi ser reposa sereno, en
paz y sintiendo la presencia del Hogar y la Divinidad que Yo Soy.
Solo existe el Amor en tu
ser, y tu presencia se convierte en la Luz del Camino, la Verdad y la Vida,
como en su momento, otra alma ascendida nos transmitió.
Que el Amor y la Paz sean
en cada uno de vosotros.
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