Viendo Dios que un humano se planteaba su camino y no
encontraba ninguna respuesta al respecto, decidió intervenir diciéndole:
-
Las dos opciones que te llevan a una calidad de
vida u otra son: La Pureza y la Apariencia. Elige y vive tu decisión con todas
tus fuerzas. Ella te llevará a ti. A lo largo del proceso no te quejes porque
habrás sido tú quien ha elegido libremente la vida que quieres vivir. Tú serás
el responsable de tu vida.
-
Pero ¿y si no elijo la adecuada? – preguntó el
alma encarnada.
-
Entonces ella te llevará igualmente a ti. Cuanto
más puedas sentir tu esencia y vivir desde ella, antes percibirás el Amor de
quien eres y de ti mismo. Entonces, nada temerás porque sabrás de aquel quien
YO SOY.
Después de un silencio el humano preguntó:
-
Dios, ¿qué es la Pureza?
-
La Pureza es ser Uno mismo. Es mostrarte tal
como fuiste creado, irradiando tu Luz y tu Amor.
-
Pero vivimos en un mundo terrenal donde no
siempre podemos ser nosotros tal como querríamos – expresó el alma encarnada.
-
Mientras tengas presente tu pasado para vivir tu
vida, te sentirás atrapado por estar en un entorno no deseado. Nada es lo que
parece, amado ser, porque lo que tú consideras limitación es la llave para
llegar a ti.
Después de un silencio, el humano se dirigió a Dios
diciéndole:
-
Gracias.
Dio media vuelta y se alejó por donde había venido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario