Son
tiempos de grandes cambios y las aguas del río bajan movidas y revueltas. Ha
habido tiempos de sequía, y de repente aparecen las tormentas, produciendo
grandes modificaciones en la forma del lugar donde ha intervenido.
Son
tiempos de grandes cambios en el interior del ser, donde las energías se
remueven produciendo revueltas, tormentas emocionales y grandes modificaciones
en el cómo se ha actuado hasta ahora, incluso en la visión de la vida según lo
que uno siente dentro de sí.
El
tiempo parece quedarse sin la luz de un sol que alegra los días con su
presencia. Mirando al cielo podemos ver el encubrimiento de las nubes, algunas
de ellas espesas y ennegrecidas, liberando las gotas de agua y la brisa elevada
en el lugar donde se encuentra.
Nuestro
estado interior parece quedarse sin la luz de nuestra esencia, la cual nos
permite sentir la felicidad y el bienestar si dejamos que se exprese
libremente. Sintiendo nuestro interior podremos percibir el malestar aparecido
sin nuestra voluntad consciente, dejando que el lloro se libere para muchos de
vosotros, allí donde os encontréis. Todo aparece y desaparece, dejando al ser,
en este proceso de cambio, con un sentimiento no comprendido del todo.
El
Cielo nos avisa de los grandes cambios. La metáfora celestial nos lleva a
entender nuestra vida cotidiana y nuestro proceso evolutivo en este cuerpo que
habitamos.
Cuando
sentimos estos síntomas conocidos como “del despertar de la consciencia”, se
nos está advirtiendo que ya ha llegado la hora para nosotros. Cuando vivimos la
supuesta adversidad, solo es un aviso del universo para ayudarnos a liberar
todo aquello que hemos adquirido y hecho nuestro, no perteneciendo a nuestra
esencia.
Toda
lluvia, riega unas semillas.
Todo
momento vivido, no querido, nos abre la puerta conforme ha llegado nuestra
hora. Detrás de cada situación supuestamente adversa, conlleva un aprendizaje
para nuestra evolución espiritual. Toda evolución espiritual nos eleva más allá
de estas nubes, dándonos cuenta que el sol está cada día, pudiéndolo notar en
nuestro interior.
Cuando
se ignora el fondo de lo vivido y solo se valora la forma de lo ocurrido,
entonces aparece el dolor, el victimismo y la desgracia. Nada es lo que parece.
El
mundo está cambiando. También el tiempo, y nosotros, que somos parte del
Sentido Superior de este mundo que habitamos, somos los grandes responsables de
la transmutación personal que se está produciendo y de los avances de todos
aquellos que nos rodean. Tu presencia se une a la de los demás y permitís
juntos, crear una nueva puerta para poderla cruzar y poder ver la luz de lo que
representa ser uno mismo y unirse con todos los demás.
Los
seres de este mundo en evolución empiezan a darse cuenta de la Unicidad habida
con aquellos que les rodean.
Los
tiempos están cambiando, así como el individuo.
¿No
crees que lo ocurrido en tu mundo os ha llevado al punto donde ahora os
encontráis? ¿No crees que todo lo vivido por tu ser, ha tenido un sentido según
tu proceso evolutivo personal? Párate un momento, y reflexiona sobre qué te ha
aportado cada situación adversa vivida.
Cuanto
más uno se manifieste según quien es, lo atraído en su vida, le hará sentir
mejor y querrá que todos también atraigan aquello que uno atrae en la suya.
Cuanto
menos uno se manifieste según quien es, la vida le continuará dando todo
aquello en lo cual el ser se apega y no
tiene en cuenta lo que su interior le guía.
No
hay nada porque sí.
Lo
que podemos ver en nuestro exterior sólo es una muestra de nuestro interior.
Este mundo no es nuestro contrincante, sino nuestro aliado. El resto de la
humanidad no debemos de poner distancia con ella, porque es parte de nosotros y
abriéndonos a ella, aceptando lo diferente según las creencias que uno pueda
llegar a tener, facilitará la unión entre todas las almas encarnadas,
produciéndose un cambio de visión, una transmutación sobre el cómo vivir y el
sentido de la vida.
Son
tiempos de grandes cambios, y pronto van haber novedades en este sentido,
habiendo de poner un poco más de nuestra parte. Algunos continuaréis encerrados
en vosotros mismos. Se os respeta. Otros empezaréis a dar nuevos pasos para
llegar a vosotros mismos, empezando a vivir desde el Corazón, y así, poder
sentir el Amor y la Unión con todos aquellos que os rodean o pueden necesitar
una mano para resurgir del fondo de su pozo existencial.
Los
acontecimientos irán a más, pero no os preocupéis, porque todos ellos tienen un
sentido para nuestro amado mundo y todo aquel que lo habita.
Dejemos
que pase todo una vez ya iniciado. Aprended a aceptar y a obtener el
aprendizaje que cada situación conlleva.
Bienvenidos
a este período de transmutación planetaria gracias a las consciencias que
muchos de vosotros ya habéis empezado a despertarla o a aumentarla. Gracias por
ser y estar.
Lo
no querido no es malo, sino necesario para cada individuo que lo viva.
Lo
querido es una consecuencia de lo habido en el interior de cada uno. ¿Te gusta
lo que la vida te da? ¡Enhorabuena! Solo tú, cada uno, atrae según sus
energías. Algunos sois conscientes de ella, y otros no. Dejad que cada uno siga
su camino. Llegará el día que se encontrará con una bifurcación, y de repente,
sentirá en su interior algo que le indicará qué camino seguir de los dos que se
encontrará. No será la mente, entonces, quien le guiará, sino aquel quien en
verdad es, que habita en él. Su esencia empezará a manifestarse.
La
dirección es la misma para todos, pero lo que se pueda encontrar en el camino
no. Por eso, unos viven unos hechos, y los otros no, pero todos sirven para
hacer reaccionar, tanto a los demás como a uno mismo.
Sólo
queda preguntar:
-
¿Qué situaciones quieres vivir en tu vida? Tú eres el imán que atrae
cada hecho vivido. Tú eres el co-creador de tu vida.
Más
allá de la forma se encuentra el fondo celestial en cada uno. Ésta es la Fuente
de nuestra existencia. ¿Qué elegimos para nuestro camino?
Son
tiempos de grandes cambios, donde las almas llaman a nuestra puerta interior
para manifestarse según lo acordado. Tú lo acordaste, y ahora, son los tiempos
de su manifestación.
Que el Amor y la Paz sean en
cada uno de vosotros.
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