Viviendo en un mundo de materia, nuestro ser se
abre paso entre lo que siente nuestro corazón, teniendo la sensación que hay
algo más de lo que nuestros sentidos pueden percibir.
Estamos rodeados de sinfines de momentos
relacionados con nuestro proceso como planeta y humanidad.
Más allá de nuestra dimensión y nuestro espacio
planetario se está produciendo una serie de movimientos y envíos hacia nuestro
ser que nos permiten avanzar en nuestro proceso según la Gran Intencionalidad
Divina.
Estamos inmersos en un camino lleno de momentos
claves que todos ellos nos permiten liberar aquella parte de nosotros que nos
impide manifestarnos como plenos seres divinos.
Fechas y acontecimientos procedentes de más allá
de nuestro espacio, hacen que se produzcan un conjunto de oportunidades para
dar nuevos pasos hacia nuestra divinidad. Aquellos seres abiertos de corazón y
que escuchan la sabiduría de sus interiores, pueden sentir sus esencias en
estos días señalados como idóneos para conexión con el verdadero ser que somos
y todos aquellos seres de alta vibración de otras dimensiones que conviven con
la nuestra.
Hay avisos de cambios y de posibilidades para
poder sentir la conexión con la verdadera esencia que cada uno es. Estas
conexiones permiten activar y predisponernos a aceptar la realidad de quienes
somos. Estamos, a lo largo de nuestro año natural, llenos de fechas y momentos,
según dicen, ideales para estas conexiones y recibir la pureza de la energía
con la cual se rige cada uno de nuestros corazones. Cada encuentro o situación
señalada como punto de elevación de nuestras almas, hace que haya una
predisposición por parte de todos aquellos que viven en una dualidad, con un
ritmo de vida según las connotaciones sociales establecidas. Es como el
trabajador que tiene sus momentos para alimentarse y así poder continuar
su vida con salud. La diferencia estriba que este alimento no es físico, sino
espiritual, nuestra verdadera esencia.
¿Hay que esperar a estos acontecimientos, muchas
veces con sus rituales establecidos para recibir el maná de nuestro espíritu?
Bueno, a veces, son un buen motivo para empezar a dar los primeros pasos hacia
quien somos nosotros y empezar a sentir como la Luz y el Amor empieza a vibrar en nosotros.
Hay quien espera momentos como estos para vivir la
experiencia de quien se es: erupciones solares, predicciones de nativos del
planeta, solsticios, rituales de antiguas civilizaciones (Lemuria, esenios,…),
momentos de luna llena,…. Todos estos acontecimientos o instantes pueden llegar
a influir en el proceso de evolución del ser humano. Estos y más se tienen en
cuenta como momentos importantes de cara al proceso evolutivo de nuestra alma
si los tenemos en cuenta.
Vuelvo a decir que pueden ser tenidos en cuenta
para dedicar una parte de nosotros a ellos, aunque personalmente tenga una
visión diferente a como nos lo presentan.
A veces se intenta mantener unos hábitos de
civilizaciones ancestrales, tal como se hicieron antiguamente. No sólo a nivel
de ceremonias, sino a nivel de ritualística (vestimentas, decoración, altares,
ungüentos,…..).
Hubo un tiempo donde la forma, de alguna manera,
fue importante para transmitir a la humanidad con una consciencia adormecida
que aquello que ellos creían como realidad no era tal, y aquello que
consideraban como irreal, en el fondo era lo real. Servían para ir acercando la
espiritualidad al ser que habitaba la Tierra.
Han ido pasando los siglos, los años, y todavía hoy hay quien
intenta llegar a todos aquellos dispuestos a dar nuevos pasos hacia el Gran
Despertar que se está produciendo con un tipo de rituales que no pertenecen al
nuevo ser de la Nueva Era.
Lo que fue ya no es. La esencia puede perdurar, pero no los métodos ni
mecanismos. Nos encontramos en una Nueva Era: la era de la Energía Crística , donde la
divinidad que cada uno es puede llegar a ser manifestada. ¡Ahora sí!
Todos estos acontecimientos que estamos viviendo,
nombrados algunos de ellos anteriormente, así como por ejemplo algunas fechas
de cierta relevancia energética como el 11-11-11, y otras, solo son muestras de
nuestro proceso espiritual como humanidad y planeta. Estamos recibiendo mucha
ayuda por seres del Hogar espiritual, al cual pertenecemos, donde nuestros
hermanos de la Luz ,
así como la Gran Voluntad
Divina, dispone para nosotros, los seres de este planeta alejado de todo centro
galáctico de nombre Tierra (Gaia).
Hay quien se aferra a la manifestación de su ser
en estas fechas señaladas. Aprovechan estos sucesos para subirse al carro del
Despertar y la obertura del corazón. Vuelvo a presentar la pregunta anterior
con otras palabras: ¿Estos momentos nombrados son los que nos hacen elevar
nuestra alma? ¿Son estos acontecimientos procedentes, parte de ellos, a nuestro
sistema solar y galaxia los que nos hacen evolucionar o son fruto de nuestro
proceso individual de evolución que provocamos que éstos sucedan?
No debemos de confundir las señales de nuestro
proceso, con la realidad de nuestro proceso. Con esto quiero decir que lo que
nosotros advertimos viendo, oyendo o sintiendo en nuestro interior no son las
llaves maestras para nuestra ascensión, sino, el resultado de la predisposición
del ser humano. Debido que cada vez hay más almas con una evolución consciente,
el universo nos apoya con todos estos acontecimientos hacia nosotros.
Los tiempos cambian y somos cada uno de nosotros
que debemos de conectar con el verdadero ser que somos y recordar el ser que en
realidad Yo Soy. Cuanto más nos dediquemos y nos adentremos en este
camino de autoconocimiento, sentir y abrir el corazón, más permitiremos que
todo sea sin necesidad de valorar tanto lo que dijeron seres de gran sabiduría,
ancestros a nuestros días. No valoraremos tanto estos acontecimientos para dar
nuevos saltos cuánticos en nuestro proceso de evolución.
Todavía existe la creencia en los días claves,
rituales concretos y estaciones del año conforme nos ayudan a avanzar. No es
del todo correcto interpretar así ciertos matices de nuestra existencia. El ser
humano es un ser perfecto que puede por sí solo, abatir y liberar todas las
resistencias, miedos, egos e ignorancia en cualquier momento y lugar. Nuestra
esencia no necesita un decorado concreto y unas invocaciones concretas para
mostrar nuestra divinidad. Solo necesita abrir su corazón, escuchar su palabra
y lo que siente.
Todo lo que necesitamos saber ya se alberga en
nuestro interior. Somos mucho más de lo que muchas veces nos parece ser.
Me gustaría deciros que no es necesario estos
encuentros, porque cuanto más los busquemos, identifiquemos y dependamos de
ellos, más cederemos nuestro poder porque, inconscientemente, crearemos
dependencia y una energía de: “yo solo no puedo”.
Si queréis podéis asistir, pero pensad que no lo
necesitáis como seres completos y divinos que sois. Sólo será una reafirmación
de lo que ya sois. ¡Hay tantos seres de Luz que abren las puertas de su Plan
Divino sin crear ni asistir a estos acontecimientos! Lo importante se encuentra
dentro de cada uno, de cada ser.
Para avanzar hacia nuestro camino de la Ascensión , no es
necesario tener presente lo que sucede en nuestro exterior, porque lo más
importante se encuentra en tu interior.
Lo que ves y escuchas solo es un reflejo de tu
interior y la consciencia colectiva del ser humano. Cuando más seas tú, menos
te identificarás con todo lo que sucede a tu alrededor, sabedor a la vez, que
tú eres parte de ellos.
El trabajo a hacer es personal y diario, estés
donde estés.
En nuestra sociedad y cultura, se destinan
pequeños espacios donde en ciertas horas a la semana, mes o trimestre podemos
encontrarnos con otros semejantes a nosotros, y juntos, hacer plegaria,
peticiones, meditación o sanación hacia nosotros mismos o a distancia, así como
al planeta donde vivimos. Nosotros somos parte de él, y él es parte de
nosotros. Todos somos Uno.
Quería hacer esta reflexión conforme creo que
sinceramente todavía estamos demasiado pendientes a eventos y circunstancias de
nuestro entorno para ser nosotros o practicar nuestro grado de vibración.
Cada uno de vosotros puede evolucionar sin asistir
a estos encuentros ni realizar
ceremonias, porque tú eres la
Fuente misma del Amor y la Luz.
Tú eres Luz y Amor. Una cosa es compartir, y otra querer ir
para yo dar nuevos pasos en mi camino porque lo necesito.
Si ves que en tu proceso cada vez intervienen más los
rituales, decoración o utensilios para conectar o invocar, me gustaría que
reflexionases sobre este hecho, porque para ser nosotros no necesitamos las
muletas de lo exterior.
Nos encontramos en tiempos donde una energía de
más alta vibración nos abraza y nos acompaña en nuestro proceso de crecimiento.
Es una energía pura, donde la divinidad que cada uno es, ahora puede ser
manifestada. ¿Creéis que esta energía superior (Dios, Alá,…) necesitaría de
muletas para manifestarse, o por sí solo ya podría? Si decimos que Dios lo
puede todo,… ¿qué es lo que no puedes ser o hacer tú?
Somos divinidad que llamamos a la puerta de
nuestro ser para manifestarnos. Dejemos que el viejo ser se aleje de nosotros.
¡Liberémonos de él, y dejemos que el verdadero ser que somos se muestre
resplandeciente, radiante ante el mundo que vivimos actualmente!
La energía crística puede manifestarse en
cualquier lugar y momento, sólo es cuestión de ser nosotros. El verdadero
trabajo se encuentra en nuestro interior. Quizás no vayamos ni realicemos
ningún ritual o ceremonia en días concretos. ¡Es igual! ¡Tanto da! El proceso
es interno. A pesar de todo, la humanidad continua basándose en patrones
ritualísticos, creando dependencia y anulando el empoderamiento que hay en cada
uno de nosotros.
Debemos de cultivar más el potencial que tenemos
sin más, sin tantos artilugios o ceremonias. No son necesarias. Deberíamos de
potenciar, sobre todo aquellos que nos encontramos en el camino de servicio a la Fuente , el hacer que cada
uno manifieste su verdadero potencial espiritual a través del recordar quien
es, el auto conocimiento.
No necesitamos más que nuestra integridad, el SER
NOSOTROS MISMOS.
Quizás alguno de vosotros no crea que estas
palabras sean las más adecuadas según su visión y sentir de la vida. Os
respeto, amadas almas, pero pensad que cuanto más potenciemos los momentos del
entorno que nos rodea y nos olvidemos que existimos cada día y que cada jornada
es la adecuada para manifestarnos plena y libremente; cuando más seamos
conscientes que somos cada día nosotros, con todo lo que esto representa,
entonces, no necesitaremos tener presente los momentos que nos recuerdan
nombrados con anterioridad: solsticios, lunas llenas, rituales
concretos,…porque cada día tú serás tú, y siendo tú, tu alma se eleva y abre
las puertas del Hogar, de la Luz
y el Amor. Entonces, ya estaremos ayudando a la humanidad y a nuestro amado
planeta.
La era del chamán ha finalizado. Ha llegado la
hora del ser crístico.
Gracias por SER.
Que el Amor y la Paz sean en ti.
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