Nuevamente con vosotros para mostraros un nuevo encuentro
con David.
A continuación una conversación obtenida en uno de
nuestros encuentros habituales. Nada sobra, todo alimenta.
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Hola David. Te agradezco estos momentos donde
abres las puertas de tu corazón y la sabiduría de tu humildad para poder
deleitarnos con tus palabras. Seguro que muchos agradecerán poderlas leer. ¿Qué
crees aquello que el ser humano todavía no ve?
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Para poder ver, hay que abrir el corazón. A tu
pregunta, la respuesta sería que todavía no ven la necesidad de vivir desde el
corazón y delegar la mente al papel que le corresponde. Cuánto más sintamos y
recordemos quienes somos, más iremos abriendo y conectando con nuestra esencia
más intuitiva. Hay conocimiento, pero recordar que el conocimiento es para
aplicarlo, todavía no todos están preparados para dar este paso. En su momento
lo darán, pero en estos nuevos inicios falta la visión sin nuestro pasado.
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¿Quieres decir vivir sin las influencias de
nuestro pasado?
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Somos presente. ¿Cómo podemos ser presente si
arrastramos nuestro pasado con nosotros y nos planteamos un futuro incierto?
Nuestro corazón es presente, y solo en el presente podemos ver la realidad.
Cuando esta está distorsionada por lo que fue y las preocupaciones de lo que
será o queremos que sea desde la preocupación, entonces, no vivimos plenamente.
Al no vivir conscientemente, dejamos de ver lo importante en cada instante. Al
no ver, distorsionamos por el filtro que llevamos.
Después de una ligera pausa continúa diciendo:
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Cuando no vemos lo nuevo, nos apegamos a lo
conocido, y no siempre aquello que conocemos es lo adecuado para nuestro
instante actual. El universo está en constante movimiento y transformación.
Nosotros, como parte del universo, también somos empujados hacia este cambio
interior. El hecho de ignorar lo nuevo, no implica su no existencia. Cerrarnos
en nuestro pasado, o que es lo mismo, cerrarnos en todo lo que hemos vivido no
representa la verdad, sólo parte de nuestro aprendizaje, habiéndolo hecho o no,
pero sólo una parte de nuestro proceso, no del general.
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Por lo tanto, aquellos que generalizan están
abducidos por lo que fue la vieja energía.
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Antes ya he comentado que el universo está en
constante evolución, expansión. Por el solo hecho de no poderlo ver con
nuestros propios ojos, a simple vista, no quiere decir que no sea así.
Científicamente ha sido constatado, aunque el ojo humano, sin aparatos no lo
haya podido apreciar, aunque sí notamos este cambio en nosotros.
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¿De qué manera?
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Hay una sintomatología en nuestro cuerpo debido a
los cambios de energía que en él se producen. Cada uno puede predisponerse a
estos cambios o no. Aquellos que así lo han deseado, empiezan, unos con más
claridad, asiduidad e intensidad que otros, a notar ciertos síntomas en sus
biologías como cambio vibracional de sus energías. Desde sensaciones de
náuseas, mareos, dolores de cabeza, pérdida del apetito o insomnio, para
nombrar algunas de las pautas que pueden llegar a notar. Todas ellas son
muestras de un cambio vibracional de sus energías.
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¿Y esto nos lleva a….?
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Cuando estás desplazándote con una bicicleta, y te
regalan una moto, ¿qué diferencia hay entre una bicicleta y una moto? Pues este
paso nos va a permitir manifestar ciertas capacidades que ahora pueden estar,
digámosle inactivas, y hacer que se activen para llegar a mostrar nuestro
potencial divino.
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¿Es decir, nos activan nuestro ADN?
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Preparan nuestro ADN, y una vez preparados y
dispuestos a aceptar lo nuevo, su activación.
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¿Es ahora los tiempos de este proceso?
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Sí. Pero hay que recordar que sin nuestra
voluntad, lo que conocemos como libre albedrío, no hay activación. Cada uno,
con su consciencia pueda dar el permiso o no. Cuando vivimos en el pasado, todo
se bloquea, y esta activación se demora hasta que estemos preparados para
aceptarla.
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¿Cuándo uno ve la necesidad que así sea?
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Cuando su corazón le habla y empieza a oír su voz.
Esto sucederá cuando su alma esté preparada para dar nuevos pasos.
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Permíteme que insista para desglosarlo más todavía:
¿cuándo empezamos, según tú, a escuchar esta voz?
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Cuando has decidió no sufrir más y querer lo mejor
para ti. Entonces tu corazón te lo hará saber. Sentirás un impulso hacia lo
nuevo, queriendo dejar atrás lo vivido.
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¿Qué papel tienen las resistencias, los miedos y
las dudas?
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Estas dos últimas son parte de las resistencias
del individuo. Cuando decidimos pasar por encima de los miedos, sin importarnos
lo que nos pueda llegar a suceder, y me gustaría que se entendiese con esta
expresión, en el sentido de dejarte ir del todo, liberar todo control, entonces
cuando nos dejamos ir del todo, el universo nos recoloca en el lugar apropiado
para llegar a nosotros.
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Hay personas que quieren pero no están dispuestas
a dejarse ir y dejar de controlar.
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En su momento lo harán. Algunos será ahora, y
otros, más adelante en otras encarnaciones. Hay otros aspectos a tener
presente, porque una situación no está compuesta por una sola lección o
aprendizaje. Cada hecho que vivimos nos aporta llaves para abrir diferentes
puertas, como dirías tú, Jordi.
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Querría preguntarte si tú estás pendiente de todo
lo que sucede en el mundo y cómo lo vives.
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Cuando vivimos el presente, sientes la naturaleza
divina. Cuando la sientes, te encuentras con la Verdad de todos nosotros. Aquello
que los medios audiovisuales nos enseñan y muestran, solo es la parcialidad de
un Todo más allá de lo terrenal. No podemos hacernos nuestro aquello que es
parcial como el total y lo normal. Más allá de lo anunciado, hay contenido el
amor de pertenecer a un Plan Superior. Somos divinidad. ¿Crees que nuestra
divinidad puede identificarse con lo terrenal? Nuestro corazón nos hará ver y
discernir el sentido y el camino a seguir en cada momento.
Después de unos instantes, prosigue:
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La Verdad reside en nuestro corazón. Él nos
hablará de ella. El dolor y las injusticias no pertenecen a nuestra esencia.
Recordar nos llevará a ver la luz de lo que nos rodea.
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¿Y el dolor de lo que vemos cada día? ¿Qué piensas
de él?
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¿El árbol se lamenta de los frutos no recogidos
que hay en suelo, viéndolos desde su altura? No se lamenta por lo que no se
aprovechó. Sabe que tendrá nuevas oportunidades. Así el ser humano debe de
actuar. El árbol fluye y ahí está, sabiendo que vendrán nuevos frutos, y que
los que ve tirados en el suelo ya no son aprovechables. Intenta estar bien
enraizado y absorber la energía de la tierra y la humedad y la lluvia del
cielo. En la próxima estación dará nuevos frutos, mejores y en más abundancia
que en un pasado. El ser humano se lamenta por toda “remodelación de su
hábitat”. Se queda con los momentos de no estar bien, cuando la finalidad de lo
que le está sucediendo le llevará a un peldaño, o más, de su proceso actual.
(Pausa). No podemos decir que la parte es el Todo. Esta parte nos llevará al Todo,
y nosotros, cada uno de nosotros somos responsables de lo que sucede. Nuestra
responsabilidad aplicada nos llevará a estos frutos más suculentos y en
abundancia que anteriormente he nombrado.
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Nada es lo que parece – digo.
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¿Un bebé siempre será bebé? Claro que no, porque
irá creciendo según vaya viviendo y experimentando. Su entorno tendrá mucho que
ver con su proceso. Pasarán los años y ya no será un bebé. El ser humano a
veces continúa pensando que siempre seremos bebés, pero no es así, porque
crecemos y tenemos las oportunidades que necesitamos, cada uno en su momento.
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¿Qué nos dirías para nuestro día a día?
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Todos buscamos la felicidad. Todos queremos
sentirnos bien y tener de todo. Este buscar, querer y tener potencia nuestras
limitaciones porque estamos expresando al universo que no somos felices, no
estamos bien y no tenemos. Sin darnos cuenta estamos activando una energía que
no pertenece a nuestra naturaleza. Si yo te dijera que somos Amor por
naturaleza y tenemos a nuestro alcance todo lo que necesitamos, quizás muchos
no se lo crean, pero así es. En vez de desear, querer y buscar en nuestro
entorno donde se encuentra la llave que nos puede llegar a satisfacer nuestras
necesidades, ¿qué tal si dejamos de perder el tiempo? ¿Cómo podéis querer buscar
algo cuando ya lo tenéis? Sencillamente, no es que no lo tengáis, sino que no
lo veis. Volviendo al principio, no vemos lo esencial en nuestra vida porque
todavía queremos organizarla y controlarla. Queremos que sea como nosotros
queremos, y cuando así sucede, nuestro pasado se hace presente. (Pausa). Cuando
empecéis a recordar quienes sois, yendo a vuestro interior, entonces empezareis
a daros cuenta de la ilusión en la que habéis vivido.
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Gracias David, nuevamente, por estas palabras, que
como bien ya te comenté, con tu permiso las publicaré. Gracias.
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A ti.
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