No hay
mayor Amor que sentir quien es uno mismo.
Este
Amor que se derrama en cada rincón del más alejado universo. Solo Uno existe
para todas los seres que lo habitamos.
Más
allá de nuestra consciencia actual hay un sendero procedente de lo más profundo
de la Intencionalidad que nos creó.
En él
todos nos dirigimos, a sabiendas que la voluntad individual hace que algunos
prefieran ralentizar su avance hacia el Hogar.
No hay
mayor Amor que sentir la llamada de servir al sentido por el cual encarnamos
esta vez.
Vuestros
corazones activan sus deseos de ser puente para las luces menos atrevidas. El
acompañamiento hacia la Luz hace que nuestro ser se unifique con todas las
almas dispuestas a la Fuente de la cual todos procedemos.
Vosotros,
amados seres que retiráis el velo del Hogar, para ser visto por las almas
despiertas, a vosotros os digo que la vida eterna es en vosotros.
El
Padre que os creó y la Madre que os alimentó a lo largo de vuestro camino
espiritual, están ahora con vosotros. Sus presencias siempre han estado en
vuestro corazón.
Nunca
el Padre, Hijo, Madre y vuestros hermanos estuvieron tan cerca.
Ahora
que despertáis de vuestro letargo, os damos la bienvenida a este despertar, ya
previsto en un ahora anterior.
No hay
mayor Amor que el que el Hogar vierte sobre vuestros seres. La pureza e
incondicionalidad son absolutas.
Cuando
se siente quien es, entonces las puertas de donde procedéis se abren para que
podáis ver la Verdad que tanto tiempo habéis estado esperando. Siempre la
habéis tenido a vuestro alcance. Ahora es cuando muchos de vosotros, desde el
centro del corazón siente el impulso que éste le indica.
A
medida que vais avanzando, la plenitud se va extendiendo a cada rincón de
vuestro ADN, activándolo para reconocer y manifestar la divinidad que hay en cada uno de vosotros.
No hay
mayor Amor que sentir la Unicidad en uno mismo.
¡Hay
tanto Amor en cada uno de vosotros que las estrellas son Uno con vuestra
luminosidad!
Estáis
siendo acompañados por toda la Luz celestial. El Hogar está con vosotros.
Aquello que sentís, solo es la presencia del mundo de la Luz en vosotros. Sois
vosotros y nosotros a la vez.
Os
iréis dando cuenta que lo que hacéis no es en vano, más toda acción emanada de
vuestro corazón aproxima más el Amor del Hogar, hagáis lo que hagáis.
No es
tanto lo que hacéis, sino el amor que irradiáis en cada acto, obra y situación.
Algunos ya os habéis adentrado en la fase más profunda de la plena realización.
Vuestra divinidad está pidiendo paso para manifestarse. Veréis la biología,
pero quien en verdad se manifestará, será aquél quien realmente sois.
Despertaréis
de la materia para daros cuenta que lo más importante no es la obra, sino
vuestra presencia divina en ella. Esta energía será la que permitirá que otras
almas puedan llegar a nosotros, a
ellas mismas.
No hay
mayor Amor que sentir a Dios en vosotros, como la verdadera esencia que sois.
Alegraros
y dejad a un lado lo que fue para abrir el camino hacia la Voluntad que os
creó. Así ha de ser.
Sólo el
Amor puede dar entendimiento a vuestro caminar.
Sólo el
Amor puede haceros sentir quienes sois.
No
esperéis que os llegue, porque durante eones siempre ha estado en vosotros.
Muchos lo habéis ignorado debido a vuestra condición humana, pero la hora de
desprenderos de lo que fue ha llegado.
No
esperéis, ¡sed vosotros!
No
busquéis allí donde solo es un reflejo de vosotros. Id a vuestro interior, a la
fuente de creación, porque solo en la esencia que sois encontraréis la Verdad
que buscáis.
El Amor
os conducirá allí donde cada uno de vosotros debe de llegar. Este Amor os dará
a entender cuán valiosos sois para vuestro amado planeta y el universo. Cuando
empecéis a sentir vuestra esencia, entonces sabréis aquello que tantos años
habéis estado buscando, incluso en la ignorancia.
Ya no
habrá más ignorancia a partir de ahora. Aquello que queráis saber os será
revelado.
Amados
hijos, mi Amor es Grande hacia vosotros. Siempre habéis estado bajo nuestra
protección y guía. El Padre os ama y aquellos que le sirven, en este lado del
velo, se han mostrado ante vosotros, aunque no siempre los habéis aceptado.
Como ya
os he dicho, este velo ya ha sido retirado para que podáis ser Uno con
nosotros.
El Amor
os guiará. No temáis porque aquello que os hace retener, solo es fruto de
vuestra mente. Una ilusión. Así había de ser hasta ahora, pero el tiempo de la
liberación ha llegado.
Amad.
Amad. Amad.
Dejad
que Yo pueda manifestarme en cada uno de vosotros. Sin mi presencia vuestra
vida no tiene sentido. Dejad que el Padre os coja de la mano y os acompañe en
esta experiencia que vivís.
No
temed. Librad vuestra alma a mis manos porque Soy Yo en vosotros quien ha de
manifestarse.
Sois
respetados, guiados y honrados por vuestra presencia en vuestro planeta.
Cada uno
de vosotros es el pilar de otro que necesita vuestro ser. Cada uno se apoya en
otro, y así construís la Nueva Jerusalén anunciada en su tiempo. Éste es el
ahora, en vuestro presente.
Vuestras
almas necesitan saber de las otras para formar la mayor hoguera visible para
todo el firmamento.
Más
allá de vuestro presente, nos encontramos nosotros
sintiendo la alegría de vuestro despertar, de vuestra entrega.
Sois
amados y no estáis solos.
Si
abrís vuestro corazón nos sentiréis con vosotros. Sabréis del Padre en vosotros,
y como seres de alta vibración se acercan para daros la mano y acabar de dar
este salto cuántico en la dimensión que os encontráis.
Dejad
que la Luz y el Amor sean en todos vosotros.
-
El Hogar -
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