Me cogen por los brazos y me elevan. Entonces me veo con
ellos, sin ser cogido porque por mí mismo “puedo mantenerme”. Es un estado
interior y real a la vez, como si fuera materializado, pero no, porque aquí
todo es etéreo.
Estoy en mi cuerpo y no estoy. La sensación de
encontrarme muy lejos de la materia.
Las puertas se van abriendo, y en algún momento, alguna
manifiesta cierto imprevisto que requiere ser revisada.
¡Qué bien me siento en este rincón donde estoy!
Dejo que mi mano exprese lo que crea conveniente.
-
Sé que estáis aquí conmigo. ¿Queréis decirme algo?
Siento
el Amor en mí. Siento sus presencias en mi entorno.
-
¿Queréis decirme algo? – vuelvo a preguntar,
añadiendo: ¿o queréis que transmita algún mensaje de vuestra parte? Si es así,
¡aquí estoy!
Entonces
empiezan a transmitirme:
-
Lo importante no es lo que hacéis, sino el cómo lo
hacéis. La energía que creáis e irradiáis es la energía que alimenta vuestra
Tierra. No es el llegar a lo más alto o más bajo en esta vida, ni el conseguir
mucho o poco, nada de todo esto tiene valor para el Gran Plan. Aquello que es
importante radica en cómo vivís cada bendición que se os da. No es lo que
hacéis y lo importante que es en vuestro contexto, sino la energía que se haya
hecho servir en vuestro caminar. No es el resultado obtenido lo que eleva
vuestra alma y vuestro amado planeta, son la energía de vuestra actitud ante el
proceso. Cada uno tiene el suyo. Tanto da si se encuentra en el principio de la
Ascensión o ya os encontréis en los últimos peldaños del mismo. Son energías
que aportáis al planeta a través de vuestros hechos del día a día. Lo que es
importante en el Gran Plan Divino es la predisposición, aceptación y actitud
ante lo que vuestra alma necesita experimentar para su evolución. Conocer la
esencia de vuestro Ser permitirá crear tierra adobada para que “aquel quienes sois” pueda ser
manifestado, abrir las puertas del Hogar, como dirías, y ser Uno con la Fuente
de la cual todos procedemos. Lo que
vosotros nombráis como “Recordar” es el camino de aceptación y manifestación de
aquel quien sois. Cuando sentís la Divinidad en vosotros, las energías que
desprendéis ayudarán a elevar las almas que comparten materia como vosotros en
vuestra dimensión. No es tan importante la magnitud de vuestras obras, sino
vuestra actitud ante ellas. Esta será la energía que os hará elevar o
reflexionar para los próximos pasos a dar. (Pausa). Os centráis en los detalles
de la forma, olvidando el ser que sois. Vuestros ojos os engañan. Aquello que a
menudo veis, lo valoráis. Vuestra mente está dando pasos importantes. Muchos
sabéis de ella y como hacerla servir para la Voluntad Divina. Aquello que veis
no es lo importante, sino las energías que se han manifestado para llegar a lo
obtenido. Este final solo es la consecuencia de la actitud del proceso. Sentid aquel quienes sois, y la Tierra y la
humanidad agradecerán el alimento emanado desde vuestro corazón. El resultado
no os pertenece, sí la actitud de cada paso dado. Lo que se obtendrá será
porque vuestra alma lo necesitará, y la Intencionalidad Divina se manifestará
para el equilibrio y armonía del ser y el universo.
-
Que Dios os bendiga hermanos, y gracias por
vuestra comunicación.
-
Entender este proceso de la energía os permitirá
despertar a todos. Cada vez sois más las almas que sienten la sabiduría de su
corazón. Recordad aquel quienes sois.
Nosotros estaremos cerca de vosotros. No temáis.
-
Mi Amor es Uno con vosotros. Gracias.
-
El nuestro en cada uno de vosotros. Así es y será.
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