A pesar de los pesares, uno
mira de entender lo que acontece en su entorno fijándose y analizando los
componentes que derivan cualquier resultado obtenido. Se introduce en su
ambiente o hábitat del lugar para entender lo sucedido. Son intentos que no siempre
llevan a un resultado de entendimiento, a no ser que el camino de deducción
finalice en encontrar algún “culpable” como deducción de su búsqueda.
Uno puede entender su mundo,
adentrándose en él y analizarlo desde sus pautas y costumbres. Cuando así es,
puede quedar atrapado en las creencias aceptadas impuestas desde su exterior
para obtener un resultado satisfactorio para su mente. Todo lo que sucede está
incluido en un contexto parcial. Cuando se llega a una conclusión partiendo de
este contexto, lo que sucede es que sin darte cuenta, este convencionalismo
parcial te ha atrapado. No podemos interpretar y aprender desde el sistema,
sino desde una visión más objetiva, no así subjetiva, de lo aparentemente
estándar.
Querer entender lo que sucede
en nuestro amado planeta desde el raciocinio, nos lleva a potenciar más este
sistema de creencias. No se obtiene ningún resultado íntegro, sino que,
cualquier conclusión hallada es fruto de una distorsión de la realidad y ésta,
nos lleva a otras preguntas y cuestiones sin resolver, sintiéndonos atrapados
por el círculo de más preguntas, más, más y más planteamientos para entender lo
acontecido en los nuevos tiempos.
Uno puede querer entender lo
que sucede partiendo de su exterior, o bien, partiendo de sí mismo.
Para entender lo que está
aconteciendo en nuestro entorno, yo empecé por mí mismo. Inicié el camino de
entenderme para llegar a entender el mundo. Así es como llegué a entenderlo y a
encontrar el sentido de lo que
sucedía y sucede.
Hay dos caminos: partir de tu
exterior, o yendo a tu interior. Puedes entender lo que te rodea, adentrándote
en el ambiente que se produce la situación, o ir a tu interior para saber qué
hay de ti y qué sientes. El primero de los caminos te lleva al desconcierto, a
una actitud de víctima y a más dudas en tu camino. Cada paso que das, aparece
otra interrogante, acumulándolas sin saber, a menudo, qué hacer con ellas.
Siempre hay cosas y situaciones que no acabas de entender, a la vez que van
saliendo otras. Conclusión: puedes perderte, confundirte y ser atrapado por su
vibración.
No podemos entender lo que
sucede, tanto en nuestra vida como en el planeta que habitamos sin abrir las
puertas de tu interior y adentrarte a tu mundo interior, donde refleja en tu
exterior lo que en él se encuentra.
Para entender tu exterior,
debemos de conocer nuestro interior.
Para entender nuestro amado
mundo, debemos de conectar con nuestra amada esencia.
Para obtener una comprensión
de lo que sucede, debemos de conocernos nosotros primero.
Cuando vas entendiéndote tú
mismo, las dudas y las preguntas empiezan a desaparecer. Te das cuenta que las
respuestas de tu entorno aparecen mientras vas recordando y conectando con
aquel quien eres.
Eres parte de tu mundo y
dentro de él se encuentran los pilares del mundo de tus sueños, aquel donde tu
vida y la de toda la humanidad se unifican para vivir en armonía y paz, y donde
el amor sea el pilar de toda existencia en este planeta.
Tu interior es parte de tu
exterior, y todo lo que sucede en tu exterior, es la materialización según
nuestro interior.
No busquemos la comprensión
fuera de nosotros. La sabiduría se alberga en el interior de nuestro ser.
Cuando más nos acerquemos a nosotros, más iremos entendiendo lo que sucede
fuera de nosotros.
No hay que buscar fuera lo
que se encuentra dentro. Este es uno de los cambios que se están produciendo en
nuestros tiempos, donde el ser humano empieza a ir a su interior para conocerse
y abrir así las puertas del entendimiento de su existencia y la evolución, no
tan solo personal, sino del planeta que habitamos.
Entender a nuestros
semejantes, consiste en entenderte primero a ti mismo. Tú eres parte de la
comprensión externa. Cuando más nos conozcamos, más llegaremos a aceptar y
comprender a todos los que nos rodean y sus acciones.
No hay nada al azar.
Hay un sentido Universal
Mayor para todo lo que está sucediendo en la vida de cada uno y el proceso
evolutivo planetario. Estamos interrelacionados, por lo tanto, todo aquello que
te permita evolucionar en ti, estás ayudando a evolucionar al resto de la
humanidad y permitir que el planeta continúe elevando sus energías. No hay nada
porque sí, y todo está sujeto a la intencionalidad amorosa por la cual vinimos
a este planeta de una sola luna.
La comprensión del mundo empieza
en ti.
La transformación de este
mundo también empieza en ti.
Comprender implica aceptar y
entender lo que sucede, y esto, solo será posible si empezamos con nosotros
mismos, entonces, todo nuestro entorno lo veremos sin crítica ni juicio, porque
nos daremos cuenta que todo está bien y sucede por un mayor bien de todos, de
cada uno y de nosotros mismos.
Entender lo que sucede nos
lleva a abrir el corazón y permitir que lo que acontece suceda, sintiendo la
calma, la paz y el amor en nosotros desde la serena comprensión del proceso en
el cual nos encontramos y el planeta.
Desde mi corazón, que el Amor
y la Paz sean en todos vosotros.
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