Durante años el guerrero tuvo
que enfrentarse a situaciones que le impedían el paso hacia su hogar.
Oscuridad, dudas, desconciertos, indefensión, ignorancia y miedos fueron las
adversidades más temibles de su cabalgadura. Todo fue en tiempos de la dualidad,
antes del despertar, e incluso, parte de sus batallas se incluían en los
primeros pasos de su liberación.
Se ha hablado del Guerrero de
la Luz, pero la manifestación de este término conllevaba contradicciones y
obstáculos para el camino de todo aquel ser dispuesto a llegar a él mismo. Uno
sentía reforzada su actitud al pensar que era un Guerrero de la Luz, un
verdadero guerrero.
A veces, cuando entramos a
una nueva era, o cruzamos una puerta que hasta ahora desconocíamos, el ser
humano es capaz de inventar términos que empujen a la valentía de salir airoso
de su situación de vida.
Las nuevas energías fueron
llegando a nuestro amado planeta, a través del Sol, del Centro de nuestra
Galaxia y de de allende donde la paz del Hogar es presente.
Muchos se identificaron con
ser un Guerrero de la Luz. Ha llegado la hora del fin de este Guerrero que ha
llevado a muchos a una identificación nada amorosa según sus términos
literales.
Vivimos tiempos donde cada
uno, ahora puede llegar a manifestar su Voluntad y recoger los frutos de una
actitud de integridad y de una apertura de corazón como base de su nuevo camino
hacia la divinidad manifestada.
Amado guerrero, ¡ríndete!
¡Quítate tu coraza y entrega tus armas, todas tus armas, porque han quedado
obsoletas en los nuevos tiempos! Abandona las armas con las que has estado
acompañando tus pasos hacia la vida deseada. Libérate de todo este peso y
engaño a lo largo de los años. Te enseñaron a luchar. Bien aprendiste, y luego
te pusiste en guardia para hacer frente a los posibles peligros, monstruos y
adversidades que la vida te ofrecía, pero ellos, no te rodeaban con tus mismas
armas. No podías con ellos, porque ellos conocían las debilidades de tu mente y
la identificación con los elementos que no te pertenecían por naturaleza.
Ha llegado la hora de rendir
nuestras armas y nuestras almas. ¡Libérate para conectar con lo que tu alma y
el universo tiene previsto para ti y poder cumplir con el sentido por el cual
naciste!
No hay peligros, hay miradas
al espejo de tus contradicciones.
No hay enemigos, sólo las
resistencias de tu ser como humano.
Ilusiones son las
adversidades aceptadas en tu vida, debido a la ignorancia de aquel quien hay en
ti.
Un guerrero siempre está
atento a algo externo que pueda alterar tu vida y perjudicarla. ¡Esto sí que
son ilusiones emanadas del raciocinio!
Abandona las armas para
llegar a ti. Deja de luchar y de ver la vida para saber del verdadero ser que
hay en ti. No necesitas luchar, hermana alma, para salir airosa en tu camino.
El peligro no se encuentra en el sendero adentrado por tu caminar, sino en el
interior de aquel que osa dirigirse hacia su divinidad.
No hay pasado, solo presente.
No hay futuro expectante,
solo ilusiones para salir del pasado en el presente.
Estar atrapados en una situación
actual, no es motivo para llamar a un guerrero para que luche y batalle
con…….contigo mismo. Pensar que uno es o ha podido ser un Guerrero de la Luz,
es infravalorarse y ceder el control de tu vida a algo creado desde el miedo y
el raciocinio. ¿Luchar? ¿Para qué?
Ha llegado la hora de la
no-lucha. Basta de batallas y enfrentamientos constantes con algo que crees
como real.
Amado guerrero, muéstrame tal
como eres, y libérate de toda esta parafernalia que has creído que te protegía
para luchar contra tus falsas ilusiones. Creíste que esforzándote mucho y
padeciendo llegarías a conseguir tus sueños. Creíste que luchando
constantemente la vida se reblandecería y al final accedería concederte lo que
tu corazón te hacía sentir para tu vida.
Creyéndote guerrero perdías
tu fuerza, porque te estabas protegiendo contra algo que no existía, sólo en tu
mente. Esto se materializaba en tu exterior y creías que era real, pero nada de
esto era cierto, sólo tus dudas y miedos adquiridos a lo largo de tus encarnaciones.
Amada alma, ha llegado la
hora de despojarte de todo lo que has ido adquiriendo como protección debido a
los miedos no liberados.
Aquello que quieres, se
encuentra en la actitud de Rendición ante la Vida.
Aquello que deseas, brota de
una consciencia despierta, y recordando tu esencia prístina.
Tus sueños más anhelados
proceden de la entrega total de tu ser, de tu alma a las manos de tu divinidad,
porque tú eres Dios. Cuanto más te despojes de aquel quien no eres, más
elevarás tu ser y empezarás a sentir la divinidad que hay en ti. Cuando
empezamos a sentirla, es cuando nos damos cuenta que no estamos en peligro y
amenazados por causas externas en nuestra vida, porque la Luz que hay en ti,
alejará toda vibración que no se corresponda a la tuya y sea de mayor densidad.
Siendo tú, irradiarás tu Luz
y ésta te hará sentir el Amor que eres.
Un guerrero no es de la Luz.
Un ser rendido a su divinidad, si que muestra su verdadera Luz.
Hemos llegado a los tiempos donde
no debemos de protegernos de nada, porque es debilidad y nos ponernos a las
manos de nuestro exterior. De nada hemos de protegernos, porque la Integridad y
el Despertar ya nos alejarán todo aquello que no resuene con nuestro corazón.
Por lo tanto, amadas almas de
este planeta, que está viviendo la última fase de su existencia, ¡abrid vuestro
corazón y sentid la Luz y el Amor que sois! ¡Recordad vuestra procedencia,
porque no es terrenal! No sois humanos, sino divinidades encarnadas. ¡Recordad!
¡Recordad hasta poder sentir la verdadera esencia en vosotros y ver
materializado el sentido de vuestro estar aquí con nosotros!
La Luz os protegerá.
El Amor que sois os
protegerá.
Sois Dios encarnado y, siendo
conscientes de vuestro verdadero ser, os daréis cuenta que de nada tendréis que
protegeros, porque no hay nada de qué protegeros, solo vuestras propias
actuaciones basadas en la ignorancia del camino a seguir.
El ser de la Nueva Humanidad,
ya no lucha ni batalla contra sí mismo, sino que siente, acepta y se ama como
divinidad que es.
Ser un guerrero es
infravalorarse y perder empoderamiento.
Ser uno mismo, eleva su alma
y realiza su misión en esta vida, sintiendo la alegría, el bienestar, la
armonía y el amor en su día a día, en su servicio al Gran Plan Divino por el
cual accedió presentarse como voluntario en este amado planeta.
No hay enemigos, solo miedos.
No hay adversidades, solo
oportunidades.
No hay obstáculos, sino
bendiciones que la vida nos ofrece.
Es la hora de tu presencia,
conjuntamente con todas las nuestras.
Es el momento de unirnos para
elevar el sentido por el cual vinimos.
Tú eres el coraje, la fuerza,
la Luz y el Amor en tu Vida.
¡Recuerda hermana alma! Cada
vez son más los que empiezan a recordar, y con el recuerdo, desaparecen los
miedos y las protecciones.
Es el tiempo de la
no-protección, del no-ritual.
Es el tiempo de mostrar tu
Luz y tu Ser.
“¡Dejad las armas!
Ahora será vuestra Voluntad quien abrirá
paso en el camino hacia vuestro ser.
Lanzad todo utensilio de defensa y ataque,
porque ahora será el amor en vosotros quien manifestará la Voluntad de vuestro
ser.”
Que el Amor y la Paz sean en
todos vosotros e iluminen vuestro camino.
2 comentarios:
Amém, Gracias por tan hermoso mensaje.
Gracias Gabriel por tus palabras, y permitir que resuene en tu corazón. Un abrazo.
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