Vosotros sois lo esperado

Vosotros sois lo esperado. No miréis al cielo esperando encontrar algún indicio sobre la venida anunciada. Lo que hasta hace poco tiempo de vuestro ser os ha ido comunicando no se encuentra en las alturas del firmamento, sino en vosotros, en el receptáculo interior de cada uno. Vuestro corazón os habla de ello. Cuando eleváis los ojos para encontrar algo nuevo acercándose a vuestra Tierra, miráis en la dirección incorrecta y no encontraréis lo anunciado.

¡No miréis! ¡Sentid y encontraréis!

Aquello que esperáis no es ajeno a vosotros, sino parte de vosotros.

Aquello que anheláis no se encuentra en el exterior, sino en el interior.

Vosotros sois el cambio, la resurrección de la nueva tierra.

¡No busquéis!, abriros y encontraréis  el camino hacia lo que habéis venido a materializar. No importa lo que sois ahora, ni los condicionamientos o aptitudes que podáis llegar a tener en estos momentos. Nada de esto importa en este instante que lees estas palabras. Lo importante es lo que haces ahora tú con tu ahora actual, tu presente. Este ahora te llevará al aprendizaje o a la Verdad, a la Luz de tu camino. Cuando la veas, ya no preguntarás ni querrás buscar, porque siempre se ha encontrado en ti aquello que necesitas en cada instante y la llave maestra que abre el baúl de la liberación y tu libertad para decidir el camino, la dirección a seguir. Eres poderosa, amada alma, con tu libre albedrío.

Tus ojos te han llevado a una distorsión de lo creado. Ciérralos y entonces verás. Crea el silencio y la quietud en ti, y sabrás del verdadero sentido de tu existencia y del paraíso. Éste se encuentra en tu interior. Siempre ha existido, aunque lo hubieras ignorado por la visión física que te ha llevado a identificarte con unas creencias ajenas a tu ser.

Bienvenida, amada alma, al desapego de lo que fue en ti para dar paso al nuevo ser pidiendo paso dentro de ti para manifestarse con todo su resplandor.

Durante siglos se os ha ido anunciando la venida de un nuevo mesías, una nueva energía superior a la que vivíamos en aquellos momentos. Bueno, pues este momento ha llegado, y a quien la humanidad está esperando es a TI. 

La Tierra parece despertar de su somnolencia. Despierta y bosteza con fuerza. Tú eres parte de ella y le das la mano para elevar sus energías y despertar la consciencia en cada uno. En el silencio escucharéis las voces de todos los corazones conscientes unificándose para avanzar juntos a través del sendero de la elevación de las almas. Corazones de diferentes razas de seres se liberan de sus etiquetas para crear una de sola: la de los Corazones Despiertos.

Ellos nos hablan, nos guían y nos acunan en momentos determinados cuando nuestro ser parece desfallecer. Justo cuando más lo necesitamos, una voz interior nos susurra para alentarnos a continuar nuestro camino hacia una dirección concreta, una pasarela que cruza del ayer al hoy, de lo que fue, a lo que somos. Otras almas se unen a nosotros para hacer un solo corazón en la Tierra y levantar la voz de la Paz, el Sosiego y el Amor.

Tú eres una de estas almas que el humano en proceso a su divinidad está anhelando. No esperéis que de fuera, algo venga a vosotros, porque lo de fuera solo es una manifestación de lo interior. Lo que buscas se encuentra en ti, amada alma. Cuando sientas la energía de lo nuevo en ti, entonces dejarás de buscar.

Tú eres la llave que abre la fuerza de tu ser. Tú eres el manantial deseado para beber el agua de la vida. Fuente que emana luminosidad y alimento eterno se alberga en tu interior para alimentar aquel quien tú en verdad eres.

¿No oyes la dulce melodía de la sabiduría que habita en tu ser?

¿Sientes tu corazón vibrar hasta elevar tus emociones hasta lo más alto de tu Divinidad? ¡Cuánto Amor hay en ti! ¡Cuánta dulzura derramándose por todo tu ser! Todos pueden beber y alimentarse de tu presencia porque tú eres el ser anunciado a lo largo de los tiempos. Aquel que nos anunció su nueva venida, ya se encuentra en cada uno que ha liberado su dualidad para mostrar la majestuosidad y belleza de su verdadero ser.

Abrid los corazones, amados hermanos, porque será el camino a seguir. Él os llevará a lo más alto de vuestro trayecto espiritual. Mirar al cielo os dará la conformidad de quien sois. Contemplar el firmamento os hará sentir la inmensidad que sois dentro de la humildad.

Hoy es un gran día porque tu corazón te ha hecho sentir al leer estas palabras. Siente y deja la puerta abierta para que tu humanidad se expanda y aquel quien eres pueda acunar lo humano de tu ser y transcender la densidad que todavía pueda haber en ti, en pleno Amor derramando hacia todos los rincones de nuestro amado planeta.

No esperéis un solo ser, porque los muchos se convertirán en uno solo, y tú eres parte de esta Unicidad engrandeciéndose para poder abrazar a todo el planeta y nuestra amada humanidad. Una humanidad que va avanzando hacia su divinidad.

 Siente quien eres, y aparecerá la ilimitación en ti. Verás tu camino expandirse y engrandecerse, donde los obstáculos desaparecerán para dar paso a la fluidez y el sentirte amado y acompañado por quienes son tus hermanos en verdad. No son unos, son todos aquellos que tu corazón puede percibir según el grado de consciencia que puedas tener en estos momentos.

 ¡Eres tan grande, amada alma!, que tu materia queda pequeña para albergar toda tu esencia. Tu Luz resplandece en cada amanecer, iluminando el camino a seguir. Tu Amor abate las murallas y separaciones puestas a lo largo de la no consciencia.

Nos encontramos en los tiempos anunciados. Tú eres parte de este proceso.

No esperéis, porque a quien esperas, es a ti.

Abre tu corazón, porque es la guía de tu nueva etapa en este proceso de Ascensión.

Tú eres el Camino y la Fuente de Vida de tu ser.

Tu alma galopa a los cuatro vientos, alejándose del sufrimiento y el dolor.

Cada uno de los pasos que deis desde ahora, harán regar las nuevas simientes plantadas de un tiempo hacia aquí, donde los frutos serán recogidos y lo inestable se convertirá en estable, la oscuridad desaparecerá y los nuevos seres que habitan este planeta empezarán a manifestarse, creando armonía y hermandad en la nueva Tierra.

Os honramos a todos por estar en estos momentos tan importantes para vuestro planeta.

Os amamos y os acompañamos en vuestra decisión de servir a la Fuente Superior.

El Cielo está en vosotros y os custodia en cada paso dado desde el corazón.

Sois bendecidos y amados.