Sigo mi proceso
en el silencio cotidiano de mi presencia ante lo racional.
Cuando llevo a
término mi misión, hablo como siento, y siento la pureza de los sentimientos
más álgidos procedentes de la divinidad en mi. Mi ser deja de ser yo para dar
paso a aquel quien en verdad soy.
Luego retorno
nuevamente a mi hogar terrenal y siento el distanciamiento de aquellos que me
rodean. Siento su amor, su respeto y su apoyo hacia mi ser, pero las palabras
no tienen sentido ante ellos. Mi presencia los anima, les da coraje y, sobre
todo, tranquilidad, sabiendo que estoy con ellos. Soy El gran desconocido amado.
Siento mi
máxima manifestación de saber que aquello que estoy sintiendo no sale de mi ser
físico, sino de mi esencia procedente del Hogar. Yo Soy parte del Hogar, de
donde procedemos, y el Hogar, con todos mis hermanos de la Luz, son parte de
mi. Siento sus presencias junto a mí, su amor y sus energías en cada rincón de
mi interior. Todo mi ser se une con ellos, creando una plena y absoluta
Unicidad, y a la vez, con todo lo existente.
Cuando sientes
la pureza del Amor en ti,…... (Pausa), lo siento, a veces me cuesta expresar la
plenitud de lo que siento.
Cuando sientes
la pureza del Amor en ti, tú dejas de ser tú para ser energía sutil de más alta
vibración que existe como base de todo el universo y creado a lo largo de todo
el firmamento. Esta sensación te libera de todo lo que tú no eres pero llevas a
cuestas en tu conciencia racional, relantizándote en tu camino aunque tus
anhelos sean llegar allí donde sientes.
Conozco a Dios.
Siento a Dios en mí, y este sentir me permite llegar a ser Uno con él y sentir
su esencia, mi esencia en el sentido más amplio que podáis llegar a imaginaros.
Más allá de los estados de paz interior, calma y sosiego, hay un sendero más
profundo que os puede llevar a la esencia de vuestro ser. Sentir estos estados
nombrados os permitirán abrir las puertas para adentraros más allá de estos
primeros pasos. ¡Hay tanto Amor esperándoos! ¡Vosotros sois este Amor con los
brazos abiertos para recibiros a vosotros mismos! ¡Adentraos a quien sois!
¡Recordad quien sois! ¡Sentid quien sois! El sendero del recordar siempre ha
estado ante vosotros. Avanza por él y déjate llevar por los acontecimientos que
la vida te ofrezca, sintiendo en todo momento, pase lo que pase, que te estás
dirigiendo hacia tu mayor bien, hacia el mayor bienestar interior que hayas
podido nunca imaginar. Bueno, pues lo imaginado todavía queda por debajo de lo
que realmente es, porque lo que deseamos está basado desde el raciocinio y
según lo que hemos vivido hasta ahora y nos han inculcado desde nuestro
exterior. Amado ser, nuestro interior es mucho más amoroso y generoso hacia ti
de lo que puedas llegar a pensar.
Cuando te
adentras y te dejas acunar por la Voluntad Superior en ti, entonces verás como
las puertas se van abriendo sin necesidad de abrirlas, porque ellas mismas se
posarán ante ti y se abrirán con solo tu intencionalidad. Lo que sentirás no
será de este mundo que ahora vives, porque sentirás la elevación de tu alma y
todo tu ser hacia los más elevados deseos amorosos más allá de tu imaginación.
Cuando no quieras controlar tu proceso, entonces, es cuando más te elevarás.
Cuando avanzamos controlando nuestro avance, todo es lento y nuestra
preocupación se centra en nuestra mente. Cuando nos dejamos ir por el proceso,
entonces, es cuando podemos ir más allá de lo previsto inicialmente, según nuestra
mente. Al no haber mente en este dejarse ir y teniendo la certeza en todo
momento que estáis en el camino adecuado, entonces, vuestro corazón empezará a
abrirse y a sentir la plenitud y majestuosidad de la presencia de Dios en
vosotros. O mente o corazón, esta es la decisión que debéis de tomar debido a
vuestro libre albedrío.
Cuando decidís
la mente, vuestras limitaciones adquiridas, vuestro pasado, ralentiza lo que
vuestra voluntad quiere. Vosotros sois la nave que se deja llevar por las
inclemencias del tiempo. Vuestro camino se basa en el control, los miedos y las
influencias externas que os puedan hacer alterar el rumbo de vuestra vida.
Cuando decidís
el corazón, no sois vosotros quienes dirigís vuestra vida, sino que es vuestra
divinidad quien la guía, protege y realiza. Vosotros sois la esencia que regula
el tiempo para que todo sea apacible y haya aguas tranquilas. Hay una brújula
bien visible en vuestro interior: el camino del Amor. No hay temor, solo
placidez, dejándote llevar por lo que tu corazón te guía. Todo parece
acelerarse y tu calidad de vida ves cómo va mejorando cada vez más.
No tan solo es
necesario saber de Dios, de tu Yo Superior, de la Energía Universal, de Alá, o
del nombre que le queráis denominar, sino de SENTIRLO. Cuando sentís entonces
habéis abierto la puerta hacia vuestra manifestación divina.
Sentir a Dios
en vosotros es entender el sentido de la existencia, el no inmutarse ante los
acontecimientos y sentir la compasión y misericordia de lo que vuestros ojos
pueden ver y vuestros oídos, oír. Es sentir la Unicidad con todo lo existente y
toda una serie de sentimientos de alta vibración en vosotros, algunos de ellos
tan sutiles que se mezclan con los que ya conocemos.
¡Sientes la
grandeza de tu ser en la humildad y sencillez de tu vida! ¡Te das cuenta de la
simplicidad de lo creado y nuestra capacidad de crear armonía y sosiego en cada
corazón que nos rodea! Esta Divinidad que eres, liberará las almas de tus
hermanos encarnados, sencillamente siendo tú, amada alma.
Mis palabras
pretenden mostrar el camino y lo que uno siente cuando deja que su divinidad se
manifieste a través de él, pero puedo deciros que solo son un intento de
mostraros la magnitud de la intensidad del Amor y la plenitud que podéis llegar
a sentir.
Solo vosotros
podréis llegar a aquel quien sois.
Todos somos la esencia que unifica, sana, alegra, da sosiego y te hace sentir
el Amor más allá de lo conocido.
Mi Amor está
con todos vosotros, hermanos. A veces dejo de escribir porque me doy cuenta que
el único camino para que lleguéis a entender lo que os escribo, es SINTIENDO,
abriendo vuestro corazón. Entonces entenderéis lo leído.
Mis palabras no
sé si dejarán algún día de escribirse, porque lo que se podía llegar a decir en
palabras, ya está dicho. A lo largo de mis años, os he ido mostrando cierta luz
para saber del camino hacia uno mismo. Ahora, en estos tiempos, ya no es tanto
leer, sino que cada uno ponga su parte para llegar a él. Ha llegado la hora de
dejar de seguir a otros para seguirse uno mismo escuchando su corazón. Ésta
será vuestra verdadera guía a partir de ahora. Ahora el camino es vuestro. Sois
vosotros quienes lo debéis de seguir. Al hacerlo, también os tengo que decir
que no estáis solos. Mi Amor estará con todos vosotros, así como vuestros
hermanos de la Luz que siempre con vosotros han estado y, a partir de ahora, es
el momento que contéis con ellos. Os ayudarán. No estáis solos y nunca lo
habéis estado. Abrid vuestro corazón y los sentiréis.
Solo desde el
corazón podréis saber con exactitud de DIOS, del Dios que sois.
Estos son los
tiempos de abrir las puertas de vosotros mismos de par en par. Totalmente, para
que todo lo bueno que la vida os depara pueda llegar a vosotros. ¿Sabéis qué?
Todo es bueno, porque todo lo que vivís contiene el Amor para vuestro mayor
bien. Sois unos afortunados por vivir lo que vivís, por vivir los tiempos
actuales, debido que sois los creadores de una nueva vida, una nueva humanidad
y un amado planeta donde todos los que en él nos encontremos podamos vivir en
armonía, paz, respeto y AMOR.
Gracias por ser
y estar.
Que el Amor y
la Paz sean en cada uno de vosotros.
2 comentarios:
Amen. Amen. Gracias!
Gracias a ti, Tania. Un abrazo.
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