Las palabras que ahora leeréis son
consecuencia de los resultados de mi proceso, de mi experiencia a lo largo de
los años y de la relación, tanto con el mundo de la Luz, como del denominado oscuridad.
En el universo hay las energías
adecuadas para que cada uno pueda elegir la que más necesite en aquellos
momentos para dar nuevos pasos en su proceso del despertar su consciencia.
Hay energías más amorosas, pero
también energías de baja vibración. Cuando empezamos a recordar quienes somos,
nuestra energía empieza un proceso de elevación. Nuestras energías se elevan a
medida que vamos aceptando, integrando nuestra verdadera esencia. Cuanto más
somos nosotros, más nos acercamos a la Divinidad que somos y la vamos
manifestando, nuestras energías se van elevando, con todo lo que esto conlleva,
tanto para nosotros mismos, como para aquellos que nos rodean, como para el
planeta, así como para el universo que nos encontramos. Ayudamos a elevar la
vibración de nuestro universo, ensalzando la esencia que en él habita: el Amor.
Como decía, hay nuestro estado
natural, que es cuando vibramos según nosotros somos en verdad. Cuando no
estamos siendo aquel quien somos, entonces es cuando nuestras energías se
debilitan y empiezan a crear de más densas.
Hay una ley espiritual donde nos
recuerda que somos imanes en nuestra existencia y que atraemos según vibramos.
Cuanto más vivamos desde la mente, más densidad creamos en nuestra vida. Cuanto
más conscientes seamos de nuestro ser, más iremos elevando nuestra vibración. A
más alta vibración, más amorosos somos e irradiamos esta energía, tan
necesitada en nuestro planeta para su Ascensión, incluyendo a toda la hermandad
de la humanidad.
Hay una energía de baja vibración,
creada por los tiempos de existencia del ser encarnado alejado de su verdadera
naturaleza, que cohabita en nuestro espacio planetario. Cuando alguien vibra
bajo, atrae energías de baja vibración. Parte de estas energías tienen también
consciencia. ¿Habéis oído hablar del ángel
caído que en la biblia se nombra? ¿Habéis oído hablar del infierno, de Lucifer o Satanás? No son seres maléficos, siendo yo
consciente que esta expresión puede alarmar a muchos.
Cuando el ser en proceso de activar
su consciencia no está siendo él, activa la atracción en su vida de energías
iguales (las energías iguales o similares se atraen). A menos consciencia, más
nos alejamos de quien somos. Cuanto más recordamos quien somos, más bienestar
creamos en nuestra vida, y un mayor entendimiento de nuestra presencia en este
mundo, así como una comprensión del universo. Dentro de este saber, se
encuentra el aspecto que hoy quiero transmitiros:
Las entidades de baja vibración, su
presencia y su existencia tienen un sentido amoroso.
Pero Jordi, ¿cómo puedes decir esto,
después de yo haber sido poseído por seres de la oscuridad? – puede alguien
expresar en estos momentos.
Antes que nada, tengo que deciros
que conozco el mundo de lo que se conoce como oscuridad. Su presencia tiene un
sentido espiritual para todos aquellos que en algún momento han podido tener
experiencias con seres de estas bajas vibraciones.
También tengo que deciros, que cada
vez hay menos almas poseídas por ellos debido al grado de Ascensión que vamos
adquiriendo en este mundo, en este plano Tierra. Algunas de estas entidades ya
se han alejado de nuestro planeta. Se han dado cuenta que con la nueva energía
su presencia no tiene nada que hacer aquí en este espacio habitado del
universo. Una gran parte de lo que se conoce como Lucifer, Satanás, el diablo, el demonio, son conscientes de nuestro
proceso, y cada vez tienen que seleccionar más a aquellos seres humanos para
poder utilizar su energía e influenciar, o incluso poseer a quien eligen. Cada
vez hay un mayor despertar, y ellos son conscientes de este hecho.
Años atrás me encontraba con ellos y
realizaba lo que yo denomino limpiezas energéticas, es decir, liberar las
energías que no pertenecen a uno mismo. A veces también se conoce a estas obras:
liberar al ser de su posesión.
El mundo de la oscuridad y yo nos
conocemos. He podido comunicarme y establecer una comunicación con los
dirigentes de estas entidades, con lo que se conoce con el nombre de Lucifer o
Satanás. No siempre actúan de la misma manera, y tengo que deciros que tienen
muchos recursos para poder engañar a alguien que quiera eliminarlos. Lo he
experimentado en mi propia vida, en mi misión en relación a ellos.
Al igual que no quiero que nadie
padezca porque sí, y que viva en el dolor, igualmente no quiero que nadie sea
dirigido, poseído o guiado por una entidad de baja vibración. En mi vida me he
encontrado con muchas de ellas, y muy diferente. No todas son iguales. He
conocido su poder, y su manera de actuar. He podido experimentar su relación
con la persona afectada y el cómo actúan con ella y con todo aquel que quiere
despojarlos del ser que han poseído.
Solo quiero deciros, que ellos
empiezan, también, a ser conscientes que hay seres iluminados encarnados, (por la luz que desprenden, por su Divinidad
manifestándose) que empiezan a comprender de su presencia en esta dimensión que
nos encontramos para, a su manera, ayudar a parte de la humanidad. Os recuerdo
años atrás, en el siglo pasado hacia atrás, las posesiones eran constantes y en gran cantidad de seres humanos.
Actualmente todavía hay situaciones para hacer una limpieza, y de esta manera,
abrir una oportunidad para que la persona implicada pueda aprender y dar nuevos
pasos hacia su recordar, abriendo su corazón y poder llegar a sentir su
verdadera esencia, el amor que es.
Tiempos atrás, el chamán, la wicca o
cualquier persona que estuviera conectado con la tierra o el cielo, a través de
unos rituales, podía llegar a liberar y hacer una limpieza energética a todo
aquel que lo necesitara. Lo hacía sin más, yendo, como se dice, al grano y
extrayendo a la entidad de la oscuridad de aquel ser que estaba siendo poseído
por ella. Era empezar el ritual y, sin miramientos, sacarla fuera de aquel ser
que padecía sus efectos.
He conocido seres que hacen estas
limpiezas, y también puedo deciros que no siempre las entidades de baja
vibración eran enviadas a la Luz, sencillamente se sacaban del interior de
aquella persona y ya está. Esto conllevaba que podían volver a la misma o
buscar otro ser que no vibrara tal como su potencial le permitía.
Siempre que realizo una limpieza de
este tipo, y digo limpieza, porque en el fondo son como “okupas” que habitan en
un cuerpo que no les corresponde. Como decía, siempre que libero al ser de sus
densidades, éstas las envío a la Luz para que puedan transcender sus
vibraciones, y a veces pueden ser almas atrapadas en la energía de la Tierra
que necesitan ser liberadas.
Cuando se realizan estos encuentros
de alguien para ayudar a otro a quedar “limpio, energéticamente hablando”, no
tienen en cuenta que estas entidades también tienen una consciencia y un
sentido de existir para la elevación de este planeta. Entonces, ¿por qué no nos
abrimos a entender el por qué hacen lo que hacen, o actúan de la manera que lo
realizan?
A lo largo de mi experiencia he
estado en su “guarida/hogar”, me he comunicado con ellos, y ellos se han
presentado ante mí para entender otros aspectos básicos de toda existencia y de
sus presencias con nosotros o en mi vida. También yo, en su momento, en mis
inicios en esta dirección con ellos, que atraje alguna entidad de baja
vibración. Mi atrevimiento a dar estos pasos y al no tener un conocimiento
adecuado sobre ellos, realicé actos que no fueron los adecuados. No es que los
atraje, sino que dejé que entraran en mí. Al final, con la experiencia y la
ayuda de mis hermanos de la Luz supe cómo realizar una sesión de este tipo de
la manera adecuada y correcta.
Estas entidades, me merecen todo su
respeto. Ahora las entiendo y sé de su papel. Ahora, aunque todavía por muy pocos
seres en este planeta, empiezan a verlos y a tratarlos con respeto por su papel
en la persona “ocupada”.
En los últimos años de mi presente
he podido comunicar-me con ellos, de tú a tú, respectándoles y haciéndoles ver
con mi presencia que este no era su lugar, y que debían de ir hacia la Luz.
Tengo que decir que alguno ha dudado de lo que les transmitía y se ha resistido
en dejar aquel cuerpo. En estos casos, el Amor lo puede todo, y hemos tenido que atraparle y llevarle
hacia la Luz. No tienen escapatoria.
Ellos me conocen. Saben quién soy y
me respetan como yo a ellos. Sabiéndolo, procuran no cruzarse en mi camino
porque saben cómo se resolverá la situación.
Cuando alguien los trata con respeto
pero con firmeza y desprendiendo su Amor y su Luz, ellos no tienen nada que
hacer y procuran evitarte.
Hablo con toda la humildad y la
firmeza de haber obtenido a lo largo de los años, una experiencia sobre el
mundo de las entidades de baja vibración, conocido también, como “la
oscuridad”. Por cierto, “vivir en el infierno” es vivir no siendo uno mismo. Os
recuerdo que no siendo uno mismo, es cuando estamos abriendo las puertas para
llamar la atención de cualquier tipo de densidad que pueda rodearnos y de
entidades que busquen seres alejados de su verdadera esencia.
Nosotros somos Amor. Somos Divinidad
y sintiendo este Amor en nosotros, no será necesario que nos protejamos de
nada, porque este Amor ya será la protección de nuestro ser. Solo debemos de
amarnos y de sentir el Amor en nuestro interior. Cuanto más pongamos nuestra
atención en protegernos y tener elementos que nosotros le damos una importancia
conforme nos va a proteger de cualquier mal, ….más atraeremos a la energía de
baja vibración. Aquello que temáis, más lo atraeréis a vuestra vida. No debéis
de temer nada porque nada ni nadie podrá con vosotros si vosotros no le dais
vuestro permiso para que así sea, y este permiso es el no ser vosotros mismos.
Lo que se conoce como mundo y seres
de la oscuridad, tienen una función
amorosa para que nosotros reaccionemos y no pongamos nuestra vida a las
manos de nuestro entorno, de los demás, sino que empecemos a responsabilizarnos
de nosotros mismos y a escuchar a nuestro corazón para seguir sus directrices.
Si así avanzamos en nuestro proceso, obtendréis el bienestar y sentiréis el
Amor que sois de quienes os acompañan del mundo de la Luz, de vuestro verdadero
Hogar, llegando a vuestra realización aquí en la Tierra.
Un ser de Luz puede más que mil en la oscuridad. No pueden con él.
Nada puede con el Amor, con el Dios
que sois.
Sed vosotros, y ayudaréis a vuestro
amado mundo, a todos aquellos que puedan necesitar una ayuda y a la liberación
de toda densidad que pueda haber, tanto en vuestra vida, como en vuestro
entorno o en allí donde estéis.
No debéis de temer porque todo tiene
su sentido amoroso. Todo lo que vivís, sea del tipo que sea, es para vuestro
aprendizaje, y éste os llevará a daros cuenta que vosotros sois los únicos
responsables de vuestra vida. Sois Divinidad.
Que el Amor y la Paz sean en cada
uno de vosotros.
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