Cuando sientes que todo ya ha pasado, en tu interior se
expande la sensación de “¡por fin!”,
a la vez de una gran paz, y sobre todo, de libertad.
Te sientes inmerso en una gran luz de expansión y de dejar
atrás una vida, una manera de ser y un episodio en tu vida que no te permitía
llegar a ser tú y manifestarte con todo tu resplandor. La sensación de una gran
tranquilidad, paz y soledad a la vez hacen que tengas la sensación de encontrarte
en una nube con una luz cálida, suave y de una inmensa paz donde el amor rodea
toda tu presencia viendo como nuestros hermanos celestiales se van acercando
cada vez más a nosotros.
Cuando llegas a liberarte de momentos vividos donde tu
presencia no se manifiesta con todo su resplandor, el agradecimiento por haber
cruzado el umbral de lo que tu corazón te hacía sentir de un tiempo hacia aquí,
va más allá de lo humano. Es una conexión y un entendimiento del por qué lo
vivido tal como ha ido.
Tu cuerpo físico también nota las diferencias de un antes y el después.
Aceptar el presente que nos encontramos, sea el que sea, nos
lleva a un aprendizaje y a una liberación posterior que hace elevar a todo
nuestro ser. La aceptación, no conforme que yo no puedo hacer nada y me
resigno, sino en el sentido de saber que lo que vivimos es temporal y cuanto
menos resistencias tengamos para afrontar el hecho, más nos predispondremos a
sentir en nuestro interior lo aportado por la vivencia, sabiendo a la vez, que
esta experiencia la hemos atraído nosotros en nuestra vida para nuestro proceso
de evolución. Todo tiene un sentido. Más
allá de la forma se encuentra un fondo que nos permite darnos cuenta, si nos
abrimos a él, a entender el sentido de su presencia en nuestra vida.
Para poder sentir la verdad de nuestro proceso, debemos de
empezar a ir a nuestro interior, a aprender a sentir y a vivir el presente,
cada presente con toda su plenitud. Sintamos lo que cada instante nos aporta y
conectaremos con el verdadero ser que somos y la dirección a seguir en nuestra
vida.
Nuestro interior será nuestra guía, nuestra brújula para
dirigirnos hacia nuestra plena realización y el recordar de quienes somos en
verdad.
Aceptemos los sentimientos, las sensaciones y todo aquello
que provenga de nuestro interior. Más allá de lo que vemos que sucede en
nuestra vida y en nuestro mundo, nos muestra la verdad del sentido de todo lo
vivido y de lo que está sucediendo. Más allá de la forma se encuentra el fondo
asociado a un Sentido Superior para todos los que vivimos en este mundo y para
el planeta en concreto, con todos los seres que en él habitan.
Siente tu liberación interior y deja que tu esencia en
estado de expansión dentro de ti, te haga sentir el universo y el amor que tú
eres por naturaleza. Siente este amor irradiándose a través de los poros de tu
piel, de tu mente y de tu corazón para mostrar a todos aquellos que contigo
estén, la esencia de sus naturalezas.
Al ver y sentir tu Luz, ellos podrán ver y saber qué sendero
seguir para la Ascensión de su inmenso ser.
Cruza la línea de lo que fue para dar el paso hacia quien
eres. Entonces, será cuando puedas empezar a darte cuenta del verdadero ser que
eres y del por qué de todo lo vivido para llegar a tu presente actual. No hay
nada arbitrario. No existe el azar. Todo tiene su sentido basado para nuestro
mayor bien.
Cruza el umbral de quien eres, para desprenderte de aquel
quien no eras y lo has ido alimentando a lo largo de los años. No eres quien te
hicieron, sino aquel quien sientes que te hace sentir en paz y el bienestar de
tu verdadera esencia.
Cuando llega el momento que ya te has liberado de todo lo
que no te pertenecía, entonces es cuando sientes un alivio por haberte
desprendido de todo el lastre adquirido a lo largo de los años. Tú no eres
según ellos. Eres según sientes en tu interior que te lleva a la calma, la
serenidad y la sensación de dejadez conforme todo está en perfecto orden y
estás siendo llevada, amada alma, hacia tu mayor bien. En este estado no hay
control, ni dolor ni preocupación. Todo fluye y te sientes amparado por todos
los seres del Hogar que te acompañan
más allá de lo terrenal.
¡Basta! Lo que fue ya no tiene cabida en tu presente. Lo que
sientes y anhelas con todas tus fuerzas, serán a partir de este momento, lo que
te impulsará hacia su realización. Deja que todo será y avanza hacia lo que
sientes para tu mayor bien.
Vivimos juntos, en un planeta de una sola luna en medio de
un universo. Estamos juntos y nos relacionamos, pero cada uno es una luz para
el otro, y así, todos para todos, aunque cada uno siga su proceso, a veces,
bien distinto del que tiene a su lado. No importa el motivo por el cual cada
uno ha encarnado, sino el hecho de ser consciente que todos son parte de uno
mismo y, uno mismo, es parte esencial del otro y de todos aquellos con los que
se relaciona. Es como ser una pieza de un puzle, donde cada uno se complementa
con la otra pieza, y todas, creamos el contenido de la imagen de este sentido
por el cual nacimos.
Siente en tu interior la esencia que se alberga en ti y da
sentido a tu existencia permitiendo mostrarte con todo tu resplandor y
manifestar aquel quien en verdad eres.
Siente el sosiego y la paz dentro de ti. Con ella abrirás
las puertas que se hayan podido encontrar cerradas o bloqueadas hasta entonces.
Siente quien eres y deja que tu presente te lleve hasta la cima de tu
realización.
Tu presencia tiene un sentido en esta vida y está llamando a
tu puerta para que la abras y pueda ser manifestada. Los que te rodean están
esperando que tú seas tú para poder ver la luz en sus vidas y saber qué camino
tomar a partir de aquellos momentos.
Eres un ángel, amada alma, procedente del Hogar en este
plano Tierra donde tu esencia toma la forma para transmitir el fondo de tu
procedencia.
Eres el Amor procedente de la Fuente de la cual todos
procedemos. Deja que tu Fuente vierta tu Luz y tu esencia para elevar este
mundo en el cual vivimos y llevar a término la Voluntad Superior que tienes
gravada en tu ADN para ser transmitida y ayudar a tu amado mundo hacia su
despertar y su proceso de Ascensión.
Gracias por estar y estar.
Siente y sentirás a la DIVINIDAD que hay en ti y siempre has
sido.
Que el Amor y la Paz sean en ti.
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