miércoles, 3 de junio de 2020

Tu propia Fuente





Lo que miráis, es parte de vosotros.
Aquello que puedes sentir no haciéndote sentir bien, la fuente no es el otro, sino tú mismo, atrayendo de tu entorno aquello que te permita ver claro tu situación y manera de ser.
El proceso que estás siguiendo, no lo haces solo. Diferentes seres celestiales están a tu lado, ayudándote, abriendo las puertas de la atracción para que puedas obtener todo aquello que te permita dar un nuevo paso para llegar a ser tú mismo.
No son los otros, sino tú.
Lo mismo sucede en tu mundo. Todo aquello que se vive es fruto de cómo son todos aquellos que se encuentran inmersos dentro de la situación.
La ley de la atracción actúa constantemente en el proceso individual de cada uno. Es uno mismo quien crea lo vivido, recibiendo todo lo que recibe. La calidad de estas situaciones depende del grado de conexión que tenga uno consigo mismo, actuando según el grado de conexión con su esencia.
No son los demás, los responsables de lo que vives, sino tu proceso acordado para tu alma.
Más allá de tu presente se encuentra la intemporalidad, a la cual perteneces. La creación de tu presente depende exclusivamente de ti. Tu actitud y tu visión de vida pueden transmutar toda situación en otra que te permita sentir el bienestar dentro de ti. Sintiéndolo harás que todo lo que puedas atraer a partir de entonces, te permita ascender en tu proceso evolutivo y hacer que tu mundo vaya cambiando también.
Vivir fuera del tiempo (pasado y futuro), hará que aprecies cada instante como el único existente en tu vida. Más allá de tu presente se encuentra la limitación de la preocupación, los miedos y las dudas.
El presente elevará tu ser y hará que los demás sean parte de ti, conscientemente. Una vez así es, solo puedes esperar lo mejor y el agradecimiento para saber de ti y el papel de todos aquellos que te rodean y de las situaciones vividas, porque cada una de ellas comporta un darse cuenta de algún aspecto para llegar a ser uno mismo en tu día a día.
Un enfado no tiene que ver con el otro, sino contigo.
Un mal humor no es debido a algo que has vivido, sino en no ser tu mismo.
El ver que las cosas no te salen como a ti te gustaría, no es una cuestión de los demás y del lugar donde vives, sino de la falta de honestidad contigo mismo en algún nivel.
No hay nada porqué sí. Todo lo que se vive que no nos hace sentir bien, es una puerta abierta a adentrarnos en nosotros mismos y darnos cuenta de qué manera no estamos siendo nosotros.
Cuando llega el momento que nos damos cuenta que todo tiene su sentido para nosotros, entonces, la visión de la vida cambia, dándonos cuenta de la bendición de vivir todo lo que estamos viviendo, tanto individual, como colectivamente.
Al ver la vida como una aliada nuestra, entonces, podemos llegar a entender el por qué de todo y la responsabilidad que hemos tenido al vivir aquella situación o con aquella persona los momentos que hemos vivido.
Tú eres el único responsable de todo lo que te pasa. No hay culpables ni nadie que nos quiera hacer daño.
Sé tú y solo lo mejor puedes esperar en tu proceso. La ley de la atracción está activada en todo momento para que te des cuenta de lo que tienes que darte cuenta y poder mostrarte aquel quien en verdad eres. Todos están esperando poder ver realmente quien eres. Necesitan de ti y de tu verdadera esencia.
Solo nos rodeamos de los recursos para nuestro proceso evolutivo.
Siendo uno mismo, podemos entender la vida y sentir el amor, la paz y la felicidad a cada instante de nuestro proceso. ´
La vida no son los demás, sino tú mismo. Eres tú quien crea tu vida, dando una mano a la de los demás, por lo tanto, sé tú y siente tu esencia para ayudar a los otros y al planeta.
Elevando tus vibraciones, elevamos el planeta Tierra y a toda la humanidad.
Entonces, solo podemos esperar el acercamiento y la unión entre todos.  
Más allá de lo que sentimos y no queremos, estamos nosotros para podernos ayudar.

Tú eres la Fuente de tu vida repercutiendo en la de los demás y al planeta.

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