Lo que miráis,
es parte de vosotros.
Aquello que
puedes sentir no haciéndote sentir bien, la fuente no es el otro, sino tú
mismo, atrayendo de tu entorno aquello que te permita ver claro tu situación y
manera de ser.
El proceso que
estás siguiendo, no lo haces solo. Diferentes seres celestiales están a tu
lado, ayudándote, abriendo las puertas de la atracción para que puedas obtener
todo aquello que te permita dar un nuevo paso para llegar a ser tú mismo.
No son los
otros, sino tú.
Lo mismo sucede
en tu mundo. Todo aquello que se vive es fruto de cómo son todos aquellos que
se encuentran inmersos dentro de la situación.
La ley de la
atracción actúa constantemente en el proceso individual de cada uno. Es uno
mismo quien crea lo vivido, recibiendo todo lo que recibe. La calidad de estas
situaciones depende del grado de conexión que tenga uno consigo mismo, actuando
según el grado de conexión con su esencia.
No son los
demás, los responsables de lo que vives, sino tu proceso acordado para tu alma.
Más allá de tu
presente se encuentra la intemporalidad, a la cual perteneces. La creación de
tu presente depende exclusivamente de ti. Tu actitud y tu visión de vida pueden
transmutar toda situación en otra que te permita sentir el bienestar dentro de
ti. Sintiéndolo harás que todo lo que puedas atraer a partir de entonces, te
permita ascender en tu proceso evolutivo y hacer que tu mundo vaya cambiando
también.
Vivir fuera del
tiempo (pasado y futuro), hará que aprecies cada instante como el único
existente en tu vida. Más allá de tu presente se encuentra la limitación de la
preocupación, los miedos y las dudas.
El presente
elevará tu ser y hará que los demás sean parte de ti, conscientemente. Una vez
así es, solo puedes esperar lo mejor y el agradecimiento para saber de ti y el
papel de todos aquellos que te rodean y de las situaciones vividas, porque cada
una de ellas comporta un darse cuenta de algún aspecto para llegar a ser uno
mismo en tu día a día.
Un enfado no
tiene que ver con el otro, sino contigo.
Un mal humor no
es debido a algo que has vivido, sino en no ser tu mismo.
El ver que las
cosas no te salen como a ti te gustaría, no es una cuestión de los demás y del
lugar donde vives, sino de la falta de honestidad contigo mismo en algún nivel.
No hay nada
porqué sí. Todo lo que se vive que no nos hace sentir bien, es una puerta
abierta a adentrarnos en nosotros mismos y darnos cuenta de qué manera no
estamos siendo nosotros.
Cuando llega el
momento que nos damos cuenta que todo tiene su sentido para nosotros, entonces,
la visión de la vida cambia, dándonos cuenta de la bendición de vivir todo lo
que estamos viviendo, tanto individual, como colectivamente.
Al ver la vida
como una aliada nuestra, entonces, podemos llegar a entender el por qué de todo
y la responsabilidad que hemos tenido al vivir aquella situación o con aquella
persona los momentos que hemos vivido.
Tú eres el único
responsable de todo lo que te pasa. No hay culpables ni nadie que nos quiera
hacer daño.
Sé tú y solo lo
mejor puedes esperar en tu proceso. La ley de la atracción está activada en
todo momento para que te des cuenta de lo que tienes que darte cuenta y poder
mostrarte aquel quien en verdad eres. Todos están esperando poder ver realmente
quien eres. Necesitan de ti y de tu verdadera esencia.
Solo nos
rodeamos de los recursos para nuestro proceso evolutivo.
Siendo uno
mismo, podemos entender la vida y sentir el amor, la paz y la felicidad a cada
instante de nuestro proceso. ´
La vida no son
los demás, sino tú mismo. Eres tú quien crea tu vida, dando una mano a la de
los demás, por lo tanto, sé tú y siente tu esencia para ayudar a los otros y al
planeta.
Elevando tus
vibraciones, elevamos el planeta Tierra y a toda la humanidad.
Entonces, solo
podemos esperar el acercamiento y la unión entre todos.
Más allá de lo
que sentimos y no queremos, estamos nosotros para podernos ayudar.
Tú eres la
Fuente de tu vida repercutiendo en la de los demás y al planeta.
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