miércoles, 2 de diciembre de 2020

Momentos con el Gran Creador

 

 


Yendo un alma por uno de los senderos de la Tierra, llegó a un árbol, donde su copa le daba cobijo, protegiéndole de los rayos del sol. Dejó su macuto al suelo y se sentó apoyándose en el tronco de aquel árbol.

Había un silencio que abrazaba todo aquel lugar elevado debido a la cima que se encontraba. Este silencio, de repente, se vio acompañado por la melodía de los pájaros, como advirtiendo la llegada de aquel ser. El viento dejó ir una brisa que acarició la cara de aquella alma.

De repente, estando con los ojos cerrados oyó una voz que le decía:

-         Estoy en ti. ¡Siénteme!

Abrió los ojos y sintió en su interior una gran paz y sensación conforme él no se encontraba allí, como liberado de toda densidad y sintiendo un gran bienestar en todo él.

Se quedó unos momentos sintiendo todo este estado interior, cuando oyó nuevamente esta voz procedente de ningún lugar pero estando en él:

-         Yo Soy quien tú eres. Todo lo creado hasta ahora, ha sido consecuencia de tu plena entrega a mí.

-         Te siento como si yo fuera tú, pero a la vez, tú fueras yo – dijo el caminante.

-        

-         Ya sabes que me entregué a ti, y a pesar de lo vivido, sé que siempre te sentiré en mí. (Pausa). ¿Qué quieres decirme ahora? – le preguntó el ser encarnado.

-         Cuando se siente la esencia de uno, toda la vida se transforma en una mano para transcender lo humano y poder florecer el sentido que uno lleva en su interior. Yo estoy en cada uno de vosotros para llevar a término vuestra verdadera esencia innata. Aquel quien eres irradiará su Luz, y el sentido de tu presencia en este sendero existencial se magnificará para hacer de lo cotidiano, una elevación del proceso que cada uno está siguiendo.

-        

-         Yo Soy tú, y tú eres Yo. Nada de lo terrenal procede de vuestra fuente innata. Sólo es el camino para vuestra Ascensión. En este sendero dentro de la materia es donde iréis dándoos cuenta de quienes sois, y aprendiendo a la vez,  a Sentir para tomar las direcciones acordadas según el proceso de cada uno.

De repente aquella alma empezó a llorar, a deslizarse por sus mejillas unas lágrimas llenas de Amor y Corazón. Así estuvo durante un buen rato, hasta que apoyó nuevamente su espalda al tronco de aquel amado árbol, quedándose adormecido durante un tiempo.

Al despertarse se sintió diferente y descansado a la vez. Sintió que debía de continuar en el camino que se encontraba. Sentía en todo momento que no estaba solo y que aquello que había venido a hacer, así sería.

Se levantó. Cogió su macuto y se predispuso a seguir su camino, cuando expresó en voz alta y con pleno  convencimiento:

-         Gracias. ¡Que así sea!

Aquella alma empezó a dar nuevos pasos hacia el sentido de su presencia en esta vida. Se fue alejando de aquel lugar, pero en todo momento, haciendo una cálida sonrisa por lo que iba sintiendo dentro de él.

En los momentos más inesperados uno puede llegar a percibir o sentir la más alta vibración en su ser. Entonces, toda palabra sobra, abriendo su corazón y sintiendo todo su ser innato en él.

Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.  

No hay comentarios: