- Espera – oyó que le decían. ¿Por qué quieres subir? – le preguntó el ángel guardián de aquella espiral existencial.
- Estoy cansado de no poder hacer lo que siento dentro de mí – le respondió.
- Hay una condición para subir esta escalera en espiral.
- ¿Cuál? – preguntó aquel ser.
- Una vez empiezas a subir ya no volverás atrás. Si estás dispuesto, adelante, sino, vale más que no lo intentes, porque todo lo que vas a encontrarte a lo largo de la subida te hará recapacitar y no siempre será agradable lo que vivas.
- Pero, ¿podré continuar adelante, verdad?
- Sí, y todo aquel que lo consigue, su vida empieza a identificarse con todo aquello que ha sentido en su interior para sentirse bien.
De repente, ven a alguien que está bajando la escalera y quiere salir de ella.
- No puedo más. ¡Estoy harto! – se oyó que decía en voz alta.
Entonces, el ángel guardián de la espiral existencial se interpuso ante él y no le permitió bajarse del todo de aquella escalera. Vi que hablaban entre ellos y el ángel le transmitía algo que yo no podía oír. Finalmente aquel ser pareció como si aceptase las palabras del ángel y empezó a subir nuevamente, alejándose de nosotros.
A continuación aquel ser de Luz me dijo:
- Si quieres, adelante, pero te recuerdo que ya no volverás hacia atrás.
- Entonces, ¿por qué aquel ser – señalando la espiral hacia arriba -, quería salir de la ascensión?
- Cuando uno empieza a liberar sus miedos y sólo siente el seguir y manifestar aquello que siente dentro de sí, entonces, la ascensión se acelera, pero cuando alguien quiere que todo sea como él quiere según sus creencias, entonces se da cuenta que el proceso, según él, sólo es un obstáculo para seguir su vida, cuando lo que sucede es que se le da la oportunidad, la bendición de aprender de su situación y permitir aceptar todo aquello que le puede ayudar en su ascensión. (Pausa). Todos, en su momento, empiezan a ser conscientes de todo lo que representa lo que viven y el sentido que tiene para su ascensión.
En este momento, el ser miró hacia arriba de la espiral, y no vio su final, y sí, como mucha gente subía y alguna sonriendo, e incluso también alguna riendo. Lo que sintió al verlas, es una gran alegría y bendición por estar donde estaban, habiendo subido ya una gran cantidad de peldaños, los cuales les ayudaban en su proceso individual.
- ¿Al final te decides a subir? – le preguntó el ángel guardián.
- Sí, porque la vida que ahora llevo, no me lleva a ningún lugar y me siento privado de poder hacer aquello que siento.
- Adelante, pues. Bienvenido seas en esta nueva vida – le dijo aquella Luz.
- Sólo una pregunta – dijo aquel ser a punto de subir. ¿Hasta cuándo tendré que subir? Tendré que llegar al final de esta escalera en espiral que no lo veo desde aquí?
- Esto depende de cada uno – le respondió el ángel. Hay quien debe de subir más peldaños que otros. Hay, también, quien empieza a subir, y de repente se encuentra al final de la ascensión viendo como todos los demás están subiendo siguiendo su proceso.
- ¿Y? – le preguntó aquel ser humano.
- La duración del ascenso depende de cada uno.
- Pero todos llegan en algún momento, ¿verdad?
El ángel guardián le sonrió asintiendo con la cabeza.
Entonces el ser empezó a subir los primeros peldaños sintiéndose dispuesto a empezar una nueva vida y a poder realizarse según quien él era. Subía los peldaños mientras sonreía, mirando hacia arriba viendo como otros seres se encontraban delante de él, y dándose cuenta como otros se encontraban al pie de la escalera junto al ángel guardián para empezar a subir, también, la espiral.
Pasó un tiempo, y aquel ser continuaba subiendo. De cuando en cuando debía de detenerse porque sentía que había de esclarecer ciertos aspectos de su vida, y cuando lo hacía, la pendiente de aquellos escalones se parecía como si perdiera verticalidad, y sin grandes esfuerzos, podía superar los momentos que se le presentaron. Al final aprendía de ellos y los liberaba de su vida. Entonces era cuando se sentía como si no pesara nada y la ascensión se realizaba sin ningún esfuerzo.
A medida que iba subiendo, podía ir percibiendo cada vez con más claridad el sentido de su existencia, de su vida actual, y todo aquello que se le presentaba. Él sentía las bendiciones que le aportaban el poder vivir cada situación que atraía en su vida.
Con el tiempo, se encontró con un rellano y una puerta, como si fuera el final de aquella escalera en espiral. Se acercó a ella y vio mucha Luz al otro lado. La puerta estaba abierta. Aquel ser la cruzó y se vio junto a seres de una gran e intensa Luz que irradiaban desde su esencia hacia él.
Siguió una especie de camino, como si le indicaran que debía seguir hasta llegar a un lugar donde vio toda su vida, como si fuera una grabación que se le hubiera hecho, dándose cuenta de todo su pasado y del aprendizaje que le llevó a realizar en él. Sintió un gran agradecimiento por todo lo vivido, entendiendo el por qué de todo lo que tuvo que vivir. Todo tenía su sentido. Entonces es cuando se dio cuenta de una manera muy clara que la vida que cada uno sigue no tiene una finalidad terrenal, sino para la esencia innata de cada ser. Hizo como una especie de suspiro expresando:
- ¡Ahora lo entiendo!
Sintió como si no tuviera cuerpo. Entonces vio al ángel guardián del principio de la espiral y le preguntó:
- ¿Dónde estoy? ¿Y ahora qué?
El ángel se acercó un poco más a él, y el ser sintió su amor y respeto hacia su ser.
- Todo lo que has aprendido serán los fundamentos para la próxima vez que vuelvas a una vida en este mundo que te ha permitido llegar hasta aquí. Encontrarás la escalera de ascensión mucho antes de cuando la has encontrado en la vida que ya has finalizado. Todo será mucho más fácil y con más facilidad encontrarás los peldaños para llegar a nuevos niveles de ascensión en ti. Los que aquí nos encontramos estamos contentos con tu proceso y por tus momentos de estar contigo para poder continuar elevando tu ser.
De repente, aquel ser que había finalizado una vida, vio como debía de seguir, junto con todos aquellos que como él habían llegado hasta allí, a un ser de una gran Luz que les ayudaría a dar nuevos pasos en su proceso en este estado que ahora se encontraban. Llegaría el momento, que tendrían que volver al mundo terrenal del cual habían venido y que ya habían vivido diferentes vidas, donde en cada una tenía su sentido para poder haber llegado hasta este punto donde cada uno ahora sentía y se encontraba.
Todos aquellos seres fueron envueltos con una gran Luz y desaparecieron de aquel lugar para poder dar lugar a un espacio donde nuevos seres ya habían llegado hasta aquel punto de la ascensión y habían cruzado la puerta de la Luz.
Nunca estáis solos.
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