miércoles, 18 de mayo de 2022

Cuando el querer no se materializa en tu vida

 


El interior de cada uno es una fuente constante de creación para llevar a término aquello que uno siente dentro de él.

A lo largo de la vida, el ser puede vivir diferentes situaciones que vienen a ser como negaciones que se le hacen para conseguir aquello que pretende obtener. No hay una puerta cerrada para salir adelante en estos momentos vividos, sino que siempre se puede superar estas escaseces o supuestas adversidades presentadas en su entorno donde uno se encuentra incluido o influenciado. Siempre, si uno está preparado interiormente, puede llegar a superar estos momentos que vive. Al final, si uno está abierto de corazón, comporta un aprendizaje de lo vivido para darse cuenta de lo qué representa el no conseguir, no tener o no poder hacer aquello que siente intensamente dentro de él.

Cuando así es, es como una bendición  del universo hacia tu ser, donde tu alma se dispone a darle sentido a todo lo que uno pueda vivir, en un sentido u otro.

Uno puede no seguir un camino querido, pero en cambio, encuentra otros senderos que le permiten llegar allí donde ha de llegar. Otros, en medio de este único camino inicial que ha encontrado, se da cuenta que no hay otra opción que le pueda llevar hacia aquello que siente en aquellos momentos dentro de él. No encuentra ninguna otra salida a tomar, ninguna otra opción, sólo la que vive y no siempre es lo que uno querría inicialmente.

Es vivir en un sistema de vida donde todo debe de ser según uno quiere: “yo quiero esto, yo quiero lo otro, yo no quiero seguir así como ahora, sino de otra manera,….etc.” Todo es un querer y querer según uno quiere mentalmente. El raciocinio hace que el ser lleve a término, en todo momento, aquello que está establecido en su entorno, decidle familia, sociedad, tradiciones, religiones, entidades sociales, políticas o de otro tipo. Todo querer comporta unas ideas establecidas y unos hábitos a seguir según lo inculcado desde la infancia que uno haya podido vivir. La mayoría de ellas están basadas en las creencias de aquellos que establecen lo que hacer y el cómo hacerlo.

El querer en este mundo procede del raciocinio, de la parte mental. Esto les hace dar pasos para mantener una imagen y para potenciar los miedos en ellos a lo largo de sus vidas. Cuando uno no quiere, su entorno le puede señalar como alguien que vive en un mundo ficticio, irreal e imaginario. Representa que no vive en un mundo real, donde lo que se debe de hacer para vivir es todo aquello que está establecido, cuando la normativa, leyes y reglamentaciones, se basan en la parte mental y no en la verdadera esencia del individuo. No está basado para el mayor bien de todos, la igualdad y el respeto para todos.

Cuando alguien ya es consciente de este hecho y ha empezado a vivir desde su interior, desde lo que su corazón le dice y le hace sentir para poder actuar, se da cuenta que su voz interior no coincide con el cómo se vive o cómo está todo establecido. Con el tiempo, uno aprende a vivir según su interior y no según el exterior que le rodea. Esto hace que, a veces, seas un marginado porque nadie te tiene en cuenta, rechazando o negándote todo aquello que te pertenece por naturaleza, debido que no has hecho, o estás haciendo aquello que todos hacen. Uno puede llegar a tener experiencias de este tipo, y con el tiempo, su presencia no siempre encaja dentro del mundo “no real” que se está viviendo en este planeta de una sola luna.

El querer no es el camino a seguir. Entonces alguien puede preguntarse:

-         ¿Y cuál es el camino a seguir, pues?

-         El del Sentir.

 Todos nacemos dentro de un cuerpo. Venimos encarnados para vivir toda una serie de experiencias para evolucionar nuestro ser. Cuando algo no coincide con lo que uno vive, entonces, le lleva a reflexionar y a obtener un aprendizaje que se abre al sentido por el cual se ha vivido aquello. A menudo, gran parte de quienes viven unas experiencias no queridas, se desentienden de aquello creando una energía de victimismo, sufrimiento y de incapacidad para obtener aquello que quiere en la vida. Lo único que comportará a aquellos que tomen estas actitudes ante lo vivido, es el estancamiento, la crítica, el juzgar y los miedos intensificados que comporta el no ser uno mismo. No todo lo que se vive y es no querido, representa el sentido en nuestra vida. Todos, absolutamente todos, atraemos a nuestro proceso, aquello según la energía activada que llevamos dentro. Cuando más creencias se tengan, más uno se alejará de él mismo, y más incapaz estará para salirse de la situación vivida.

Uno de los cambios de la nueva vida, es el no querer, y activar más el sentir en uno mismo. Cuando más se haga lo que se siente, más se llegará a ser uno mismo, y se atraerá aquello que pueda llegar a necesitar realmente, dándose cuenta que le hace sentir bien. Cuando lo que atraes no te hace sentir bien, es que estás intentando conseguir aquello que quieres. Siendo así, querrá decir que tus creencias están predominando a lo largo de tu vida actual, y éste, no es el camino a seguir. Ten presente aquel quien tú eres. Escúchate, y entonces sentirás qué pasos dar en tu vida, sin querer conseguir, sencillamente materializar aquello que has venido a hacer en esta existencia de vida actual.

Los grandes maestros espirituales no deseaban nada material en la vida, sólo sentían el qué hacer y de qué manera llevar a término aquello por el cual encarnaron. Cuando uno actúa así ante la vida, todo lo que necesita se le es dado. Para eso hemos de ser conscientes de quienes somos realmente. No somos quienes nos dicen que somos. Solo uno es capaz de saber y sentir aquel quien realmente es. Entonces, todo es posible según lo qué ha venido a hacer en esta vida.

Este es uno de los aspectos a aplicar y a tener en cuenta en los tiempos que estamos viviendo actualmente. El mundo celestial, los seres de la Luz, nos están anunciando cada vez más, le hecho de no pensar o tener creencias, sino el hecho de sentir tu interior para saber qué hacer en todo momento, en tu proceso evolutivo actual.

El querer, pertenece a una energía de vivir en el pasado, donde la vida existente era de baja vibración. Se nos están abriendo unas puertas para crear una nueva vida más en acorde con quienes somos realmente. El querer no entra en juego en estos nuevos tiempos, sino el Sentir.

Cuando uno siente, sabe,….y obtiene.

 Cuando uno quiere, es porque se encuentra perdido y tiene miedo de no tener nada y no poder vivir. Entonces es cuando aparece el esfuerzo y la lucha constante para obtener.

Todos, absolutamente todos, tenemos lo que necesitamos. Y este necesitar, no es físico, material, sino espiritual. Lo físico te vendrá por sí solo. Cuando conseguimos activar nuestra espiritualidad, nuestra esencia innata, entonces iremos atrayendo en nuestra vida todo aquello que podamos llegar a necesitar para materializar aquello que hemos venido a hacer, que ha sido acordado, voluntariamente, por nosotros mismos, aceptando todo lo que viviremos en este mundo donde ahora nos encontramos.

Aprender a Sentir, nos liberará de toda limitación que en este mundo pueda haber. Permite, también, poderse expresar según uno es en verdad, perdiendo todo miedo y activando todo su potencial espiritual, contenido en su ADN, para poder traer el Cielo aquí en la Tierra; y realizar completamente, la Voluntad Divina que le corresponde según su proceso evolutivo.

Todo es y será.

El querer es una imposición que no depende de ti, sino de la mente racional basada en tu entorno.

El Sentir es abrir la puerta de tu plena realización en este mundo, el cual es un aliado de tu proceso. Siendo la voz de tu Corazón, de aquel quien en verdad tú eres.

 

Que el Amor y la Paz sean en ti.

 

 

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