miércoles, 28 de junio de 2023

La hora del adiós chamánico

 


El tema que hoy os quiero transmitir está relacionado con un aspecto que en su momento ayudó a la humanidad a empezar a tomar consciencia o saber que, a parte del mundo donde uno vivía, existía otro más allá de lo físico.

Para mostrarlo y poder ayudar a los demás, seres con unos denominados dones ejercían denominándose gurús, chamanes, wicas, y otros nombres que según donde se encontraban se les conocía según las creencias y tradiciones de aquellas tierras donde habitaban.

Fue una manera de empezar a transmitir que había una vida diferente a la que uno se encontraba, dentro de las energías de baja vibración que se hallaban en aquellos tiempos en este planeta.

El tema de hoy tuvo su papel para el despertar espiritual y el abrir la puerta de una vida existente más allá de este mundo, de la cual todos procedemos.  Me refiero a la Espiritualidad. Con el tiempo, cada vez hubo más seres que empezaron a sentir su verdadera esencia. Debido a esto, nuestro mundo actual está viviendo momentos de grandes cambios, los cuales, cada vez irán a más debido a los despertares de la consciencia masivos que se irán produciendo a lo largo de su proceso. El planeta Tierra está evolucionando más de lo que viviendo en la terrenalidad uno puede llegar a darse cuenta y ver.

Las palabras de hoy están relacionadas con el chamanismo, la energía chamánica.

Antes ya he dicho que tuvo su papel en este sistema de vida, pero teniendo presente la energía existente actual en nuestro mundo, ya no tiene su función como lo había tenido anteriormente.

¿Por qué ya no tiene su función como la que tenía?

 Esto es lo que hoy quiero transmitiros. Las palabras que ahora leeréis proceden, también, de nuestros hermanos celestiales que siempre han estado con nosotros, y que ahora, cada vez más, hay almas encarnadas que empiezan a darse cuenta de ellos y los aceptan en sus vidas.

En sus momentos, el chamanismo era una manera de interpretar la vida más allá de la forma, debido que lo que representaba eran unos resultados no procedentes de la visión de la vida que se tenía y las creencias establecidas.

El chamanismo, no tiene una energía que se corresponde con la que empieza a establecerse en estos momentos que vivimos. Los chamanes, o magos como se conocían en algunos ambientes, representaban que eran seres conectados con un mundo superior, con el universo y el planeta Tierra. Para sus actos utilizaban toda una serie de elementos ajenos a ellos, aunque procedentes de nuestra naturaleza para conseguir liberar a alguien de momentos considerados adversos, tristes, de dominio, abusos, etc.….que uno podía llegar a vivir; así como también realizaban rituales, u otros aspectos, dándoles la fuerza y el poder para poder ayudar a alguien con lo que le venía para hacerle sentir bien.  Con el tiempo, muchos chamanes aplicaban estos hechos para conseguir lo que se les decía aquellos que iban a ellos, aunque lo que uno podía llegar a sentir o experimentar en su vida, no era lo adecuado para que se produjese.

Estas palabras las digo, también, por mi propia experiencia, según momentos vividos en mi proceso.

El chamanismo se basa teniendo presente elementos externos a uno, haciendo que los rituales o actos que se realicen, dependan de algo material como gemas, palos, hierbas, piedras, animales,…. haciendo a menudo, un ritual con ellos para conseguir lo que la persona podía pedir o necesitar.

El chamanismo era una dependencia con unos elementos que no son innatos al ser que las realiza. También se utilizaban unas vestimentas concretas, hogueras, instrumentos de música o decorados, por ejemplo, que han llegado a utilizarse para que todo sea.

¿Realmente se necesitan elementos externos a uno mismo para llegar al bienestar y a ser él mismo? La respuesta es NO. La imagen no es manera de vivir en nuestros tiempos, sino desde el fondo de nuestro ser.

La evolución de nuestro planeta ha hecho que una nueva energía empiece a establecerse, como ahora ya es, en este mundo donde vivimos. Esta energía es la que se conoce como la Energía Crística. Ésta es la que cada uno lleva en su interior de una manera innata, aunque no todos han conectado con ella y han permitido irradiarla como algo natural en la existencia de uno.

La Energía Crística es aquella que nos es innata como seres espirituales que somos. Es la pureza de nuestro ser. Cuando uno va a su interior y empieza a vivir desde su interior, no desde su mundo exterior, es cuando cada vez más, ésta se va expandiendo a través del individuo para ser irradiada en su entorno, allí donde se encuentre. El despertar de la consciencia activa esta energía innata que todos poseen en su interior, sólo es cuestión que se adentren en ellos mismos, abran la puerta de su interior y empiecen a sentir todo lo que su potencial innato les empieza a transmitir.

Vivir desde la Esencia Crística, permite que esta alma pueda manifestarse con todo su resplandor y ayudar a elevar a este mundo y a todo el entorno que le rodee. Debido que ya ha habido seres que se han adentrado dentro de ellos, en su cueva celestial interior, entonces ya han podido sentir y darse cuenta de quienes son en verdad y que toda ayuda que puedan realizar con alguien sea desde la pureza y el Amor, no desde unos rituales o teniendo presente unos elementos externos para que así sea. Nada de esto es actualmente. Ahora, desde la Energía Crística, uno puede materializar su vida y ayudar a alguien según quien en verdad es, según su verdadera naturaleza. Ya no se requiere depender de algo, porque aquel quien en verdad somos, ya nos abre las puertas de la consciencia y el darnos cuenta del sentido de nuestra vida.

Querría comentaros un ejemplo de mi experiencia en una época de mi proceso.

Empecé ayudando, hace muchos años atrás, haciendo consultas con el tarot, entre otros aspectos. Así estuve un tiempo no muy largo hasta que, nuestros hermanos celestiales me hicieron ver y darme cuenta que todo aquello que transmitía partiendo de unas cartas, ya lo sentía yo en mi interior sin utilizar los naipes. Ya me daba cuenta del resultado de aquel que me venía y me consultaba. Debido que la sesión acordada era de tarot, exponía las cartas sobre la mesa que teníamos delante y le transmitía los resultados que representaban cada carta, sintiendo en mi interior todo lo que mis palabras comentaban.

Llegó el momento que dejé el tarot y escuché a mi interior para saber cómo ayudar a aquel que asistía en mi consulta. Decidí dejar el tarot y todo lo complementario procedente de nuestro exterior para ayudar a los demás. Con el tiempo me di cuenta que los resultados obtenidos eran muy superiores que anteriormente.

El chamanismo ya no tiene el lugar que tenía años y siglos atrás. Ahora todo procede del interior de cada uno, no de unos rituales o de unos elementos externos. Si aquel que utiliza la energía chamánica la deja de lado, queriendo sentir todo lo que sentía con su material físico, se dará cuenta que lo que uno necesita saber ya lo tiene en su interior, sólo es cuestión de ir dentro de sí y sentir su verdadera esencia, su energía innata: su Divinidad. Todos somos seres divinos. Sólo es cuestión que uno esté dispuesto y quiera llegar a conocerse y saber quién es en verdad. No hay necesidad de crear una dependencia con elementos ajenos a nuestro ser interior.

Todo bienestar y aprendizaje se encuentra dentro de uno mismo.

Llegué a aprender a niveles muy altos el cómo ayudar a los demás para que puedan llegar a sentir quiénes son y el poder sentir la felicidad, el amor, la alegría, la paz y el equilibrio en uno mismo. Entonces, sus vidas cambian totalmente, no llegando a depender, cuanto más evolución haya en él, de todo lo que le rodea.

El chamanismo ya no tiene lugar en nuestro mundo. Lo tuvo en su momento, pero ya no. Sencillamente es una tradición pero no un instrumento, un elemento para ayudar a los demás. Las nuevas energías, nos llevan a la manifestación de nuestro ser. Nuestro Hogar Celestial, así nos lo transmite. Estamos en un proceso existencial donde la pureza, lo innato y nuestro verdadero ser, nuestra Divinidad sea establecida aquí en este mundo para  que el Cielo sea en la Tierra.

Nos encontramos en tiempos de grandes cambios, donde la Energía Crística está estableciéndose en este mundo donde nos encontramos. Esta energía hace que se active nuestra esencia innata. Cuando así es, aquel quien uno era, desaparece de su vida, y siente como si fuera otro, pero con una gran sensación amorosa, con una absoluta despreocupación, y con una absoluta Fe conforme todo lo que uno tenga que vivir, lo vivirá, llegando a materializar de una manera total, el sentido por el cual encarnó.

 

Toda dependencia limita. Somos seres libres.

Todo el poder que se necesita se encuentra dentro de uno mismo, por eso, la sanación ya no depende de los demás, sino de cada uno. Alguien le puede ayudar, dar una mano, pero quien debe de sanarse es uno mismo. En su interior se encuentran los grandes cambios en su vida y aquel quien en verdad es.

Nuestra puerta interior está abierta, iluminando su Luz para poder sentir la dirección del sentido por el cual uno se encuentra en este proceso evolutivo actual, en un sistema de vida como el que vive. ¡Adelante! Os invito a cruzarla para crear esta nueva vida ya anunciada y sentir la paz, la serenidad y el amor dentro de cada uno.

 

 

Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.

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