Las preocupaciones del Ser

 

Nos encontramos en unos momentos donde vamos avanzando para cerrar un círculo donde la interpretación y la actitud ante la vida, que actualmente predominan, irán liberándose en relación a cómo ha ido siendo hasta ahora. El círculo, cada vez irá cerrándose más para empezar una nueva etapa.  

Dentro de este círculo se encuentra la expresión de la preocupación por parte de aquellos seres que han vivido su vida hasta estos momentos según lo establecido en su exterior.

Las preocupaciones son manifestaciones de la mente del ser, habiendo aplicado su proceso según lo establecido, y por lo tanto, según lo que uno está viendo en su vida y no se corresponde con lo que él querría. Toda preocupación está basada en el predominio de la mente del individuo. Lo racional lleva a unas limitaciones del bienestar de uno que lo  lleva en momentos concretos a activar su sistema nervioso y a preocuparse, a no querer que alguien o una situación viva lo que está viviendo o está sucediendo.

Las preocupaciones sólo existen cuando el ser no está siendo él mismo. Es cuando el ser quiere que las cosas siempre salgan como a él le gustaría o querría. En esta actitud de inquietud muestra como el individuo no está siendo él mismo. Cuanto más preocupación tenga uno, indica que menos está siendo él.

Toda preocupación conlleva una no aceptación de lo que le pueda llegar a suceder en uno. Esta no aceptación es fruto de la ignorancia del autoconocimiento del ser.

Para entender y aceptar lo que se entiende como “pre-ocupación”, hay que tener en cuenta el sentido de vuestra presencia en esta vida y lo que conlleva en cada uno el aprender de lo sucesivo.

La “pre-ocupación” indica el ocuparse de uno mismo antes de dar el paso hacia el motivo de la situación o la persona. Este paso de ir al interior de cada uno, les llevará a entender el significado de lo vivido de la actitud de inquietud manifestada en él. Esto indica la falta de conocimiento y respeto hacia aquel que está sufriendo por el motivo que sea. Por lo  tanto, el “ocuparse” antes de lo que uno quiere, hace que el “pre” de la ocupación, quede anulado por no ir a su interior. Este sería el primer paso, el ir al interior de uno mismo. Por lo tanto, uno primero tiene que dedicarse a él para conseguir el objetivo de su proceso.

Las preocupaciones son manifestaciones creadas por la aceptación de lo establecido en su entorno, en su ambiente social donde se encuentre. Este, el ambiente social, conlleva una activación de la mente racional para que se establezca lo integrado en uno basado en lo implantado en su entorno. Cuando se vive desde el mundo exterior y no desde el mundo interior de uno, entonces, es cuando aparecen los síntomas no innatos, establecidos por su mundo exterior.

¿Realmente uno puede vivir sin preocuparse en la vida?

La respuesta es sí. Cuando el ser ha conectado con su esencia interior y ha empezado a vivir desde aquel quien en verdad es, entonces, lo que se entiende como preocupaciones, dejan de manifestarse cada vez más.

Los seres de alta consciencia, de alta vibración, no muestran los estados de preocupación, ni dudas, temores, tristeza, inquietudes o miedos, porque ellos están siendo ellos mismos, y cuando uno está siendo él mismo, entonces el Amor, la Paz, la Serenidad, la Comprensión de lo vivido y el respeto hacia todos aquellos que le rodean, hacen presencia en su vida. Así fue y está siendo con lo que se denomina como maestros espirituales  que ha tenido este planeta donde nos encontramos. A nivel Celestial serían los Maestros Ascendidos, regando las semillas de este planeta para poder evolucionar y hacer brotar una nueva vida.

La preocupación nos indica el no ser uno mismo. Uno puede querer y desear lo mejor para todos aquellos seres cercanos a él, como los miembros de su familia, pero al manifestar la preocupación indica que no está aceptando lo que uno puede llegar a vivir, debido a la falta de conocimiento conforme cada uno ha venido a esta vida para llevar a término una misión, y ésta tiene que ver con el proceso evolutivo que debe de seguir para llegar a materializar el sentido de su presencia encarnada.

Cuando más uno sea uno mismo, menos preocupaciones y más felicidad sentirá en él. Esto, a la vez, ayudará a poder avanzar a todos aquellos que puedan encontrarse en estados no queridos. Será la actitud adecuada, porque este ser se sentirá como comprendido y acompañado, y si es en uno mismo, será como el hecho de tener la sensación que lo podrá superar, abriendo la puerta de poder llegar a aprender de lo que representa para él y su proceso.

Las inquietudes son terrenales, no elementos de la verdadera vida.

La verdadera vida no contiene preocupación ni inquietudes.

La verdadera vida conlleva la sensación de estar acompañado constantemente por nuestro verdadero Hogar y conforme todo lo vivido en uno le llevará a su Ascensión y Bienestar. Entonces, la Felicidad, la Libertad, la Alegría y el Amor le acompañarán a lo largo de todo su proceso espiritual, siendo un ejemplo para todos aquellos que le rodeen y estén abiertos de corazón.

Todos somos Amor, y cada uno es la Fuente Amorosa, de Bienestar en su Vida.

Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.