Me doy cuenta que hay muchas cosas que todavía no sé y no las tengo integradas en mí. Puedo saber y tener conocimiento de quién fui o de dónde procedo. Puedo tener conocimiento de parte de mi existencia, aunque, sabiéndolo, me doy cuenta que no todo está integrado en mí. Todo y así puedo decir, desde el altavoz de mi corazón, que sé quién soy.
He seguido un proceso de instrucción por parte de las
altas esferas de la Luz, de Maestros de otras dimensiones, e incluso, de todavía
encarnados. Éstos fueron apareciendo a medida que yo me encontraba dispuesto a
abrir una nueva puerta en mi camino. Cuando expresaba este interés emanado de
mi interior, entonces se activaba un proceso que me llevaba a encontrar a un
ser que sería una puerta para subir un nuevo peldaño en mi escalera personal de
Ascensión.
Han ido pasando los años, y me he dado cuenta que mi
biblioteca de sabiduría existencial iba ampliándose. Muchos de los
conocimientos iban integrándose en mi ser, siendo yo, parte de esta sabiduría
transmitida, sobre todo en los últimos años, des del Hogar de dónde todos
procedemos.
He aprendido con diferentes seres, y cada uno con su
lección preparada para mí. Todos fueron parte de lo que ahora soy. Gracias a
ellos he llegado a mi presente. A todos gracias.
Me daba cuenta que muchos otros, esparcidos a lo largo de
mi amado planeta transmitían, de alguna manera la dirección a seguir en nuestro
proceso. Empecé a preguntarme qué transmitía yo de diferente en relación a
ellos. ¿Qué era aquello único que yo podía transmitir y no los demás? ¿En qué
me diferenciaba, como transmisor, a los demás? ¿Qué es lo que yo añadía de
nuevo en mi amado planeta y no los demás, y cuál era mi camino?, porque parecía
que lo que yo transmitía, era igual o parecido a lo que muchos y muchos otros
hermanos a lo largo de mi amado mundo también transmitían. ¿Estaba aquí para
decir lo mismo que los demás? Sabía que no estaba en la Tierra para decir lo
mismo que tantos otros a lo largo de los cinco continentes también estaban
ofreciendo. ¿Qué es lo que yo tenía que ofrecer que fuera distinto a los demás?
¿Qué era aquello por lo que mi ser había encarnado nuevamente para transmitir a
la humanidad y colaborar con el planeta?
Esto me llegué a preguntar en alguna vez. Mi interés y
conexión con mi ser para encontrar la respuesta, hizo que a su tiempo se me fuera
revelado. Entonces entendí el porqué, de una manera extensa y absoluta, mi
presencia en esta vida. Ahora sabía el motivo por el cual, inmerso en el Gran
Plan Divino, pactamos una nueva venida en la materia para dar un salto cuántico
a mi ser y ayudar a los demás que también lo hagan.
Aquí estoy.
Viví situaciones que para otro podrían parecer que la
vida me dio la espalda.
Conocí personas que parecían ignorar mi presencia y
tensar el hilo de mi postura y actitud de aquellos tiempos ante la vida.
Todos, absolutamente todos los seres humanos que me encontré en esta vida me llevaron a mi interior y,
con mi predisposición, a un aprendizaje que me llevaría a entender el por qué
de todos ellos en mi vida. Con algunos tuve que hacer las paces en relación a
otros encuentros de otros tiempos, bien
por mi parte, como de la suya. Con otros me llevaron a una mayor autoestima,
necesaria para abrir nuevas puertas en mi camino hacia el verdadero ser que
soy.
Aprendí a ser paciente y a confiar.
Ahora, sabiendo mi camino, especificado y claro, he
podido centrarme en aquello que yo puedo ofrecer de la manera que solo yo puedo
hacerlo. Cuando más he ido escuchando a mi corazón, más he podido adentrarme en
la realización en esta vida. Fue importante para mí, saber qué era aquello que
yo, y solo yo podía hacer, de diferente, en relación a los demás. Esto me dio
renovadas fuerzas para seguir mi camino, y esta vez, sin ningún posible titubeo
y con firmeza. Cuando más he sabido desde el corazón, más me he dejado ir, y
cuanto más me he entregado a las manos de quien
me creó, mi vida tomaba más fuerza y sentido.
Ahora veo muchos maestros que empiezan a manifestarse y
todos ellos tienen algo en especial que solo ellos por su experiencia pueden
transmitir con sus palabras y serenidad al respecto. Hay diferencias entre
ellos, como los profesores de un Instituto, donde predominan los de historia,
física, química, prácticas,…Todos tienen su especialidad,
teniendo integrados aquello por lo cual se han preparado. Así en el mundo de la
Ascensión, del camino espiritual, sucede. Hay seres que transmiten más un tipo
de temas que otros, y todos son necesarios para la sabiduría completa. Unos son
más historiadores que otros, más prácticos que otros, más teóricos que los
demás. Unos nos hablan de donde procedemos, otros de quienes somos, otros de
diferentes técnicas y otros están enfocados más a la conexión divina de cada
uno. Todos tienen su razón de ser, pero al igual que sucede a nivel
Universitario, por ejemplo, hay o habrá especialidades que deberán de ser
retocadas y actualizadas.
A medida que el ser humano vaya predisponiéndose a la
aceptación de su camino, responsabilizándose de él, deberá de ir conociendo su
potencial, conectar con él y saber cómo hacerlo servir.
Tengo mi lugar en este mundo lleno de grandes nombres,
pero no para obtener uno de ellos, sino para llegar de manera diferente, como
una especialidad nueva y necesaria para los tiempos que vivimos.
¡Al final supe porqué había nacido en una biología esta
vez!
Sigo mi camino. Éste, ahora, no es el mío, sino el de
quién me creó. A través de mí, estoy siendo llevado, protegido, guiado y amado
por el Hogar del cual, cada uno de nosotros procede.
Siento en mi corazón la fuerza de quién soy y lo que he
venido a hacer.
Ahora, pasado un tiempo, sigo mi camino en el silencio,
la humildad y la guía de mi corazón.
Cuando nos dejamos llevar por él, la vida toma otro
matiz. Se respira diferente. Se vive diferente y se mira y percibe diferente,
porque ya no eres tú quien lo hace, sino la divinidad que hay en ti
manifestándose cada vez más a través de tu intencionalidad y tu vehículo.
Sencillez, naturalidad, humildad y fe, son los pilares de
una manifestación de tu ser al mundo.
Me siento agradecido por toda la instrucción de más allá
de mi dimensión y a todos los seres que me han acompañado a lo largo de toda mi
existencia.
A todos, gracias.
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.
2 comentarios:
Muchas GRACIAS! muy hermoso tu relato, hermosísimo.
Muchas GRACIAS JORDI, muy hermoso tu relato, realmente desde el corazón.
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