La Fuerza de la Luz

 

Hoy quiero hablaros de la Luz.

Aunque para transmitir el mensaje que hoy quiero daros, he debido de hacer referencia a alguna situación vivida por mi alma, lo hago desde la humildad de mi ser como conducto de la Divinidad Superior, el AMOR.

Quiero antes que nada, decir que lo expuesto no es ficticio ni producto de mi imaginación. En mi vida de servicio voy encontrándome con situaciones que me hacen adentrar y conocer cada vez más las energías de diferentes niveles de vibración. Las de más baja vibración, o entidades de la oscuridad,  hacen también su papel en la evolución del ser humano que se dirige hacia su divinidad.

Son momentos cruciales, dando el planeta Tierra un salto cuántico repercutiendo a todos los seres que en él habitan. Estos seres de condición humana, nosotros, estamos también influenciados por las energías que nos rodean. Nos encontramos a gusto cuando estamos en un ambiente de cordialidad, comprensión y respeto. Nos sentimos mal en ambientes tensos donde predomina la imposición, el ego y los intereses individuales ante los del conjunto.

Todo es energía, así como nosotros también lo somos. Las energías se entrecruzan y mezclan, predominando según el estado que se encuentre el individuo.

No hay ninguna que nos puede llegar a influenciar y a tener poder sobre nosotros si estamos equilibrados o conectados.

He dicho que quiero hablaros de la Luz, y así lo voy a hacer, pero es importante tener presente que todo lo existente es energía y depende del nivel de vibración que nosotros tengamos, permitiremos unas energías u otras en nuestro ser y campo energético.

Nada puede ante la LUZ.

Nada puede alterar al ser que vibra como la LUZ.

La pureza de nuestro ser depende del grado de DESPERTAR que hayamos tenido y la liberación que hayamos hecho con nuestro pasado.

Un ser libre es aquel que se ha liberado completamente de lo que fue y siente la voz de su corazón con fuerza, claridad y firmeza. Cuanto más nos acerquemos a quien somos en realidad, más brillo, intensidad y pureza  será nuestra Luz.

Los grandes Maestros predecesores irradiaban su luminosidad, debido a su consciencia abierta y despierta. A mayor consciencia, mayor luz.

La oscuridad no puede con la Luz, y sí la Luz con las tinieblas. Podemos poner Luz en un lugar o situación de oscuridad, pero ésta no la podemos poner en un espacio de Luz.

Somos LUZ, y es de esta luz la que os quiero hablar.

Conozco el mundo de la no-luz. También el que representa el ser Uno con el Hogar y brillar como ellos. La unicidad es absoluta y total. Sientes aquel quien eres y notas como tu energía luminosa va más allá de la materia que te encuentras.

Nada debéis de temer.

Aquel quien sois manifestado alejará de vosotros a toda vibración que no concuerde la vuestra. La verdadera protección es ser uno mismo, dejar que la naturaleza divina, vuestra esencia espiritual activada se manifieste. Cuando irradiamos la Luz que somos, el Hogar y el Universo creador de Vida acude a vosotros para ser Uno, magnificando la Divinidad Universal.

¿Sentís vuestra Luz? ¿La podéis percibir o ver? En algunos así es, pero para los que todavía no habéis llegado a este punto de vuestro proceso, empezad a sentir el Amor en vosotros y abriros a vuestros Hermanos Angelicales para que os den una mano en vuestro Despertar o Avance hacia vosotros mismos.

He vivido situaciones que me han anclado todavía más en mi esencia, hechos que me han fortalecido y me han permitido conocer más a la polaridad del otro lado de la Luz. En momentos me he sentido invadido y amenazado por los seres que habitan en lo más profundo de la oscuridad. He conocido grandes poderes de la oscuridad y en algún momento, a los ojos humanos, podía parecer que mi vida estaba en peligro. Pero os tengo que decir, que nada puede con la Luz del Amor. Dios se manifiesta, y las más radicales criaturas o seres espirituales de la oscuridad no pueden ante la magnificencia y pureza de aquel que nos creó en cada uno. Con la sola presencia de quien eres, y apoyado por los hermanos luminosos de diferentes dimensiones, la oscuridad y los seres que la habitan, nada pueden hacer.

Hace muchos años, en mis inicios, cuando todavía no tenía la consciencia que ahora tengo, fui objeto de un fuerte amarre (magia negra); posteriormente, practicando en mi proceso, fui poseído por alguna que otra entidad de muy baja vibración. Fue todo un aprendizaje para mi alma. Al final, aprendí.

(Me cuesta explicar estos sucesos, porque mi humildad se siente insegura en estos instantes. No lo hago para vanagloriarme, sino por transmitir el mensaje de hoy. Lo hago desde la más profunda humildad de un servidor de la Fuente Creadora de toda Vida). Siento hoy, que debo de hablaros de la Luz, y para que la podáis entender, por eso debo de exponer algunas situaciones (sin detallar en demasía) vividas personalmente.

Os puedo asegurar que nada temo, porque siento la divinidad en mí. Tengo Fe en aquel quien yo soy. Su fuerza es la mía, y juntos, ayudamos que el amado planeta y la humanidad vayan subiendo nuevos peldaños a nivel vibracional. Cuanta más pura sea Gaia, más poder tendrá para alejar toda vibración que no se corresponda con la Voluntad Divina en estos momentos del proceso de Ascensión del planeta y la humanidad, pudiendo alimentar a sus hijos en estado de evolución (nosotros).

No temáis porque no sois aquel quien os pensáis quien sois.

Decís que Dios lo puede todo, entonces….. ¿Qué es lo que no podéis hacer vosotros? ¡Sois Divinidad!, y a medida que vayáis recordando, la oscuridad se alejará de vuestras vidas, vuestro entorno, vuestro planeta.

No temáis porque la fuerza de la LUZ va más allá de vuestras percepciones o razonamientos. Sencillamente, ella sabe lo que hacer. Tú eres un vehículo, un canal donde puede crecer y manifestarse la semilla divina que lleváis en vuestro interior.

¡Todos sois Luz! Vuestra protección se encuentra en vuestra Luz. Ella os protegerá de toda baja vibración o inferior a la vuestra. Todo y así, de nada os debéis de proteger, porque aquello que no os pertenece, no puede con vosotros, a menos que dejéis de SER quienes sois.

La mayor integridad, majestuosidad manifestada de vuestro ser, es SER VOSOTROS MISMOS.

La LUZ se manifestará y os protegerá.

Agosto es un gran mes para la LUZ.

 

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.