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Padre, háblame de la pureza.
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La pureza eres tú, hijo. No la
busques en tu entorno, porque tú, y cada uno de vosotros habéis estado creados
de Mí.
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Cuando os mostráis tal como sois,
entonces la pureza se manifiesta, fruto del amor que sentís e irradiáis. No es
un don más allá de vuestra esencia, sino, vosotros sois la pureza al ser
vosotros. Yo estoy con vosotros y cuando me dejáis manifestar a través vuestro,
entonces, sentís la pureza de quiénes sois y al Padre.
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...
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Ya sois puros de naturaleza sois
semilla de aquel quien os ha creado. Al igual que un árbol, si dejáis que
vuestras raíces se adentren y se extiendan bajo tierra a su aire, haréis que aquel
quienes sois brote y cree un robusto tronco para sostener todo el proceso para
llegar a Mí a través de la Consciencia. A medida que vayáis avanzando y
recordando, iréis obteniendo la sabiduría de la Fuente que os ha creado. Vuestros
frutos serán generosos, pudiendo alimentar a todos aquellos que lo necesiten.
Entonces, será el Padre en vosotros quien se mostrará. Seréis Uno conmigo y yo
Uno con vosotros.
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...
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La pureza es la manifestación de
vuestra divinidad. No esperéis obtenerla porque ya está en vosotros.
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Gracias Padre. Que se haga tu
Voluntad en mí.
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Así está siendo, hijo. Así está
siendo
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