Y las aguas
continúan su curso por la pendiente del cauce. Siguen el impulso que les llevan
al descanso eterno del mar.
El río tiene el
sentido de acoger cada gota existente como una madre recoge, dirige y nutre a
su hijo.
Todo es
armonía. Todo es paz y belleza. Por allí donde paso veo la belleza de la
creación alineada, ante mí, para entender mi sentido en este espacio y mi
propia existencia en mi vida. Una simbiosis llena de ternura y amor. Mi corazón
percibe esta amorosidad y calidez de ser acompañado, guiado y protegido en todo
momento, dándome cuenta que mi presencia nutre, también, a mi entorno.
Como la gota en
medio de una inmensidad en movimiento, así me siento, pero a la vez,
comprendido, respetado y amado.
Me dejo llevar
por lo que siento en mi corazón, donde la serenidad, la entrega absoluta en las
manos del caudal donde me encuentro y el sentido de agradecimiento, a la vez,
hacen que mi mente ya no tenga el protagonismo de tiempos pasados. Cuando la
mente reposa la paz se manifiesta cuando el pensar deja de ser el eje de mi
camino, la intuición crea los caminos hacia la resolución mucho antes que una
planificación. Todo es intuitivo.
Me dejo llevar
hacia la plena realización de lo qué he venido a hacer. Mi alma se expande y se
libera, elevándose hasta dejar atrás las nubes que no me permitían ver el Hogar
de donde procedo.
Soy agua
cristalina en estos instantes, donde el fluir de mi paso está dirigido por la guía de mi corazón.
Vivir sintiendo
la plenitud de ser de una dimensión que no se corresponde con la actual y
sentir con toda su majestuosidad aquel quien eres, hace que el hecho de
encontrarte encarnado puedas deleitarte de la sabiduría de recordar quién eres,
entendiendo el sentido de mi existencia aquí donde me encuentro.
Como las aguas
de un río, que saben que por donde allí pasan no es permanente, así mi estancia
aquí donde estoy, ahora y aquí, también es temporal y efímera. El caudal
continua su curso, así nosotros también vamos atravesando el paisaje de
liberación de nuestro pasado para sentir la divinidad que somos encada una de
nuestras células.
Todas las gotas
del pequeño río, dan belleza al entorno. Así mi alma encarnada sostiene el
espacio donde ahora me encuentro. Como las ondas de una piedra que cae en un
lago de aguas tranquilas, así nuestra esencia actúa más allá de donde nos
encontramos. Nuestras vibraciones crean los fundamentos de este mundo donde
vivimos y la humanidad que nos hermana.
Placidez en el
transcurso de mi proceso inundan de paz y serenidad todo mi ser.
Las influencias
del exterior quedaron atrás, sintiendo la fuerza de aquel quien soy en mí.
Siento en todo momento qué hacer, y cuando en algún momento he habido de ir a
mi interior para encontrar la decisión más adecuada, tanto para mí como para
todos, entonces, en este estado de silencio y apertura interior, la Luz del
Hogar ha hecho que pueda ver claro.
Calma absoluta
en el transcurso del proceso. Dejarse ir al curso de la existencia superior a
la cual pertenecemos. Amor. Sencillamente Amor. Totalmente Amor. Simplicidad,
sencillez y armonía absolutas cuando nos liberamos a las manos de Fuente, de nuestro Creador somos parte de él.
Somos Divinidad de una Divinidad Superior. Somos parte de ella, y cuando así lo
permitimos debido a nuestra consciencia, todo fluye. Todo está en perfecto
orden. Todo es. Todo lo tenemos. Nosotros somos. Cuando somos, la aceptación de
nuestro presente nos eleva y nos permite sentir a Dios, la divinidad que somos.
Nuestra esencia es divina. Todo lo que no sea puro y cristalino, es
aprendizaje. Al obtenerlo, vamos recordando quiénes somos y cuando más lo
hacemos, más nos dejamos ir y vivimos desde el corazón, porque es a ravés de él
que podremos llegar a nosotros.
Las aguas
continúan su curso. Seres de luz nos acompañan a lo largo de todo el trayecto.
Disfrutad de
vuestro presente, sintiendo la naturaleza que sois.
No hay nada en
vosotros que no haya sido creado por el amor de vuestra esencia. ¡Aceptad!
Sentid el Amor en vuestro interior y dejad que vuestra mente tome el lugar que
le corresponde, no el que hasta ahora ha tenido en vuestra vida.
Vuestro corazón
está esperando el momento para llevaros a la realización de vuestra Voluntad.
Vuestros anhelos son luz en vuestro camino, no vuestras organizaciones,
estructuras y preocupaciones.
Nada de esto
existe cuando sientes la fuerza del río en ti, siendo gota, y a la vez, parte
importante del curso al cual perteneces. Todo el río está representado en ti.
El Todo está en ti. Eres la esencia del Todo, del Universo, el cual está
esperando tu despertar y la apertura de puertas de tu interior para que él
pueda manifestarse a través de ti.
Deja que el
curso continúe. Confía y ten la Fe necesaria que aquello que vives te llevará a
ti.
Este río, con
el tiempo cambiará, porque en la forma, no hay nada permanente. Ahora estás
dibujando la belleza tal como eres en este entorno. Deja que todo siga su
curso, para modificar y mostrar la belleza en todo momento, sea cual sea el
decorado.
Solo Amor
existe en nosotros.
Solo Amor
podemos esperar e irradiar.
Que el Amor y
la Paz sean en todos vosotros.
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