jueves, 5 de junio de 2014

Sintiendo la paz en el curso del Amor

Y las aguas continúan su curso por la pendiente del cauce. Siguen el impulso que les llevan al descanso eterno del mar.
El río tiene el sentido de acoger cada gota existente como una madre recoge, dirige y nutre a su hijo.
Todo es armonía. Todo es paz y belleza. Por allí donde paso veo la belleza de la creación alineada, ante mí, para entender mi sentido en este espacio y mi propia existencia en mi vida. Una simbiosis llena de ternura y amor. Mi corazón percibe esta amorosidad y calidez de ser acompañado, guiado y protegido en todo momento, dándome cuenta que mi presencia nutre, también, a mi entorno.
Como la gota en medio de una inmensidad en movimiento, así me siento, pero a la vez, comprendido, respetado y amado.
Me dejo llevar por lo que siento en mi corazón, donde la serenidad, la entrega absoluta en las manos del caudal donde me encuentro y el sentido de agradecimiento, a la vez, hacen que mi mente ya no tenga el protagonismo de tiempos pasados. Cuando la mente reposa la paz se manifiesta cuando el pensar deja de ser el eje de mi camino, la intuición crea los caminos hacia la resolución mucho antes que una planificación. Todo es intuitivo.
Me dejo llevar hacia la plena realización de lo qué he venido a hacer. Mi alma se expande y se libera, elevándose hasta dejar atrás las nubes que no me permitían ver el Hogar de donde procedo. 
Soy agua cristalina en estos instantes, donde el fluir de mi paso está dirigido  por la guía de mi corazón.
Vivir sintiendo la plenitud de ser de una dimensión que no se corresponde con la actual y sentir con toda su majestuosidad aquel quien eres, hace que el hecho de encontrarte encarnado puedas deleitarte de la sabiduría de recordar quién eres, entendiendo el sentido de mi existencia aquí donde me encuentro.
Como las aguas de un río, que saben que por donde allí pasan no es permanente, así mi estancia aquí donde estoy, ahora y aquí, también es temporal y efímera. El caudal continua su curso, así nosotros también vamos atravesando el paisaje de liberación de nuestro pasado para sentir la divinidad que somos encada una de nuestras células.
Todas las gotas del pequeño río, dan belleza al entorno. Así mi alma encarnada sostiene el espacio donde ahora me encuentro. Como las ondas de una piedra que cae en un lago de aguas tranquilas, así nuestra esencia actúa más allá de donde nos encontramos. Nuestras vibraciones crean los fundamentos de este mundo donde vivimos y la humanidad que nos hermana.
Placidez en el transcurso de mi proceso inundan de paz y serenidad todo mi ser.
Las influencias del exterior quedaron atrás, sintiendo la fuerza de aquel quien soy en mí. Siento en todo momento qué hacer, y cuando en algún momento he habido de ir a mi interior para encontrar la decisión más adecuada, tanto para mí como para todos, entonces, en este estado de silencio y apertura interior, la Luz del Hogar ha hecho que pueda ver claro.
Calma absoluta en el transcurso del proceso. Dejarse ir al curso de la existencia superior a la cual pertenecemos. Amor. Sencillamente Amor. Totalmente Amor. Simplicidad, sencillez y armonía absolutas cuando nos liberamos a las manos de  Fuente, de nuestro Creador somos parte de él. Somos Divinidad de una Divinidad Superior. Somos parte de ella, y cuando así lo permitimos debido a nuestra consciencia, todo fluye. Todo está en perfecto orden. Todo es. Todo lo tenemos. Nosotros somos. Cuando somos, la aceptación de nuestro presente nos eleva y nos permite sentir a Dios, la divinidad que somos. Nuestra esencia es divina. Todo lo que no sea puro y cristalino, es aprendizaje. Al obtenerlo, vamos recordando quiénes somos y cuando más lo hacemos, más nos dejamos ir y vivimos desde el corazón, porque es a ravés de él que podremos llegar a nosotros.
 
Las aguas continúan su curso. Seres de luz nos acompañan a lo largo de todo el trayecto.
Disfrutad de vuestro presente, sintiendo la naturaleza que sois.
No hay nada en vosotros que no haya sido creado por el amor de vuestra esencia. ¡Aceptad! Sentid el Amor en vuestro interior y dejad que vuestra mente tome el lugar que le corresponde, no el que hasta ahora ha tenido en vuestra vida.
Vuestro corazón está esperando el momento para llevaros a la realización de vuestra Voluntad. Vuestros anhelos son luz en vuestro camino, no vuestras organizaciones, estructuras y preocupaciones.
Nada de esto existe cuando sientes la fuerza del río en ti, siendo gota, y a la vez, parte importante del curso al cual perteneces. Todo el río está representado en ti. El Todo está en ti. Eres la esencia del Todo, del Universo, el cual está esperando tu despertar y la apertura de puertas de tu interior para que él pueda manifestarse a través de ti.
Deja que el curso continúe. Confía y ten la Fe necesaria que aquello que vives te llevará a ti.
Este río, con el tiempo cambiará, porque en la forma, no hay nada permanente. Ahora estás dibujando la belleza tal como eres en este entorno. Deja que todo siga su curso, para modificar y mostrar la belleza en todo momento, sea cual sea el decorado.
Solo Amor existe en nosotros.
Solo Amor podemos esperar e irradiar.
 
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.
 

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