Esperándola desde hace mucho
tiempo, llegó el día donde se dio la salida para acoger y empezar a dar los
pasos hacia la llamada de nuestra existencia.
Los buscadores empezaron su
sendero para llegar allí donde su corazón les dictaba. En un principio solo
fueron algunos, pero con el tiempo, la senda existencial empezó a llenarse de
almas que buscaban el camino hacia su realización y el sentido de su vida actual.
De todos los continentes
empezaron a moverse la energía. Algunos dejaron su hogar terrenal para
dirigirse a otras latitudes donde poder sentir sus raíces álmicas.
Han pasado unos años, y cada
vez hay un mayor despertar de las consciencias donde, a todos aquellos que han
empezado a recordar su esencia, se les ha facilitado la sincronicidad para
poder llegar allí donde sus corazones les guiaban.
Buscadores de los nuevos
tiempos.
Buscan lo no conseguido y
obtenido.
Buscan lo que sus presentes
no les daban.
No aceptaron lo que vivían y
de la manera que lo hacían, queriendo dejar atrás aquel quien fueron para
rencontrar al verdadero ser que eran.
Una búsqueda es fruto de un
descontento de lo que se vive, y normalmente, al cabo de los años, uno decide
no continuar con lo que estaba haciendo, con quien se relacionaba o con lo que
sentía, de manera que llegó el día que dejaron su vida tal como estaba siendo,
o parte de ella, y emprendieron el viaje hacia la Verdad de su existencia.
Cada vez son más los que
sienten esta llamada, y en los tiempos actuales, después de muchas almas ya
transitar por el proceso, dejaron un camino más disponible para aquellos que
empiezan o iniciarán su cabalgadura iniciática.
No tan solo buscan para
encontrar “algo nuevo más en acorde a lo que sienten”, sino que rechazan su
presente, porque este no les llevaba a ninguna parte, según ellos.
Buscar y buscar.
Cuando la búsqueda procede
del corazón, se encuentra el camino a seguir. Cuando la fuente es mental, más
dolor brota en sus vidas por no abrir su corazón y no aceptar lo vivido para
subir nuevos peldaños en su proceso.
El buscar no siempre procede
de lo adecuado para llegar a nosotros mismos. Cuando se niega el presente, sin
más, dejamos de valorar lo que la vida nos da para nuestro mayor bien. Cuando,
habiendo abierto el corazón sientes el empuje hacia nuevos pasos, entonces,
será la hora para que tu vida se ilumine. Habrá llegado la hora de manifestar
al verdadero ser que eres. Tu alma se beneficiará y ascenderá a lo largo del
nuevo camino. No así cuando queremos evitar una situación sin más. Cuando
huimos, atraemos más de lo mismo para darnos cuenta que la verdad de nuestra
vida no se encuentra en otros lugares o seres, sino en nosotros, en lo que
estamos viviendo, y por más pasos que demos para encontrar lo que no
encontramos, podremos llegar a sentir el desconcierto en nuestra vida y la
oscuridad que nos abraza.
El alma despierta y conectada
con su esencia, no busca, solo siente en su interior aquel quien en verdad es.
Sintiendo su esencia y naturaleza, se encuentra con la verdad y las posibles
respuestas a todas las posibles preguntas que uno puede llegarse a realizar, e
incluso, que todavía no se ha planteado.
Buscar en el exterior es
alargar el camino, porque lo importante en nuestro proceso, no se encuentra
fuera de nosotros, sino en un lugar seguro, guardado más allá de toda
influencia externa: nuestro interior, abriendo las puertas de nuestro corazón.
Cuando él siente que giras la llave de tu consciencia, se abre de par en par,
como las puertas de un gran castillo para darte la bienvenida y mostrarte todos
los supuestos tesoros ocultos a tu raciocinio para llegar a la gran sala de la
sabiduría.
El buscador consciente poco
movimiento hace en la materia, porque sabe que el camino no se encuentra
“fuera”, sino en su interior. Siempre allí se ha albergado para cuando
despierte.
Cada vez hay más seres
encarnados que sienten la llamada de volver a conectar con ellos mismos, tal
como fue en otras épocas no encarnadas.
El buscador consciente sabe
de la llave de toda manifestación. Conoce la llave maestra de la Verdad para
dejar que la Luz y el Amor hagan presencia en su vida. Cuando conecta con su
esencia y siente su verdadera naturaleza, entonces, deja de buscar, porque vive
el presente intensamente, debido que, a partir de entonces, lo acepta sea como
sea, debido que su experiencia tiene un sentido superior para él y los que le
rodean.
Cuando sentimos la fuerza y
sabiduría de nuestro corazón, dejamos de buscar porque todo se encuentra en
nosotros, tanto el Camino, la Verdad como la Vida. ¡Tanto tiempo dirigiéndonos
a nuestro exterior, que, cansados de la búsqueda, dejamos de perder el tiempo,
la energía, y nos abandonamos a lo “que tenga que ser para nosotros”! Para muchos
fue la mejor decisión tomada a lo largo de sus años terrenales. Fue entonces,
como cerraron las puertas de su exterior como soporte de sus vidas y empezaron
a aceptarse tal como eran y a sentirse bien con ellos mismos.
Somos imanes de lo que
sentimos.
El alma despierta y
consciente, solo siente. Solo siente su esencia y deja que su vibración atraiga
a su vida todo aquello que puede llegar a necesitar. Ya no pide. Ya no
“quiere”, porque sabe que lo que necesita ya se le está dando y dará.
Aquel que busca y busca
constantemente, quizás esté buscando en la dirección equivocada. El camino se
encuentra en el interior de cada uno, y es este sendero el que te lleva a la
Ascensión de tu alma, de todo tu ser crístico.
Cuando se busca
incansablemente, y durante mucho tiempo sin obtener lo deseado, hay
resistencias a un nuevo cambio, y haciéndote ver el universo que esta no es la
dirección a seguir. Solo debemos de ir a nuestro interior y sentir aquel quienes
somos. Dejaremos, entonces, el cansamiento a un lado, así como las
preocupaciones y las tensiones, porque en nuestro interior, solo encontraremos
el sosiego, la paz y la serenidad para abrir las otras puertas que nos van a
llevar a la realización de lo que hemos venido a hacer en esta encarnación,
según cada uno.
Cuando estamos dispuestos a
dejar de ser quiénes éramos y nos disponemos con todas nuestras fuerzas a ser
nosotros, la felicidad, la realización, la alegría y el Amor, llamarán a
nuestra puerta para que andemos a lo largo de la pasarela del tiempo, para
alejarnos de él, y empezar a vivir desde el presente. Será en el presente donde
encontraremos la paz, la comprensión y el sentido de nuestra vida.
Muchos continuáis buscando y
buscando, esperando que alguien o algo de vuestro exterior os dé una mano y os
saque de la situación que estáis viviendo. Puede ser que alguna Luz que os
acompañe pueda dirigiros hacia un ser despierto y consciente de vuestro
entorno, pero recordar, que el verdadero camino hacia la integridad, la
felicidad y la sabiduría se encuentra en vuestro interior.
Estamos llegando al fin de
los buscadores, porque lo que buscáis no se encuentra más allá de vosotros,
sino en vuestro interior.
Cuando lo encontréis, todo se
sincronizará para que sepáis como utilizar lo que encontraréis dentro de
vosotros y cómo entender todo lo que podáis llegar a sentir.
La quietud y el silencio son
los primeros pasos para llegar a quien en verdad sois.
En el exterior el camino es
ilimitado, cansado y desesperanzado por momentos.
En vuestro interior el camino
es directo, claro, alto y con la presencia del coraje y la esperanza para
realizar aquello que sintáis.
El buscador externo pierde el
empoderamiento al valorar su entorno más que su alma y su divinidad.
El buscador interno recupera
su fuerza y su energía para materializar aquello que ha venido a hacer, y deja
de buscar porque sabe que lo que necesita ya lo tiene en su interior para ser
manifestado en la materia.
Que el Amor y la Paz, sean en
ti, amada alma de la Luz.
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