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Padre, ¿por qué no me dijiste quien era yo? ¿Por
qué no me dijiste en un principio quien era yo?
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Porque debías de conocer al Padre, y esto solo
cada uno tiene la voluntad para que así sea.
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Pero ya sabes que yo sí que quiero y he querido.
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Pero no eras consciente.
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¿Y por eso has permitido que viviera todo lo que
he vivido hasta hace poco?
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Por eso he dejado que tú decidieras el cruzar el
umbral que lleva al Padre. Tú lo has encontrado y has querido cruzarlo. Ahora
sabes del Padre.
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Si hubiera sabido quien era yo, ¿quieres decir
que no hubiera llegado a conocerte?
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En el momento que naciste y en la familia
adecuada, aquel quien ahora eres no lo serías, y la consciencia de tu presente
no se hubiera manifestado.
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Si no sabemos quiénes somos, ¿cómo quieres que
lleguemos a ti?
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La oruga no sabe que podrá volar, pero continúa
su proceso hasta que se da cuenta que yendo a su interior y convirtiéndose en
crisálida le permitirá volar en su momento. (Pausa). El hecho de avanzar por
vuestro camino os llevará a las bifurcaciones adecuadas para que os decidáis a
elegir desde el Corazón. El día que os deis cuenta que desde el Corazón llegáis
a sentir vuestra esencia, entonces estáis permitiendo que podáis llegar a
sentir quien Yo Soy.
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¿Pero ha sido necesario todo lo que he vivido?
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Cada vivencia ha sido un peldaño para llegar a
ti mismo y a aquel quien eres. Llegó el momento que encontraste unas “escaleras mecánicas” que te llevaban y
te elevaban, dejando que todo fuera. Cuanto más te has dejado, más te has
acercado al Padre y ha podido guiarte.
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...
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Yo, el Padre, no soy “exterior”. Yo Soy aquel
quien tú eres. Te has liberado de tu humanidad, cada vez más para manifestar al
Dios, como decís, que tú eres. Tu esencia es Divina, y haber llegado a saber
quién eres, ha elevado tu alma y te permitirá de una manera más extensa llevar
a término aquello que has venido a hacer
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Padre, ¿por qué no nos dijiste quiénes éramos?
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Hijo, obtener la sabiduría sin estar preparados
os hubiera alejado del camino hacia quienes sois.
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