El movimiento de mis pasos
crea el silencio en mi interior. Sin necesidad de palabras, siento el susurro
de mi corazón haciéndome sentir la esencia del universo en mí.
Siento la fuerza del silencio
que nutre cada instante de mi existencia. Sencillamente soy, con grandes
comunicaciones interiores con todos aquellos seres procedentes del Hogar del
cual procedo.
Siento la Familia en mí y
conmigo.
A veces, prefiero la soledad
que el estar rodeado de otros seres que siguen su proceso, muchos de ellos
todavía apegados a tiempos pasados y a una visión mental de la vida. Entonces,
prefiero sentir mi esencia y permitir que la fuerza de mi presencia actúe sin
más. Sin omisiones. El silencio puede llegar a llenar todo el espacio
compartido con otras almas que siguen su curso.
Cuando sientes la expansión
de tu universo interior, solo queda el aquietarse y sentir y sentir esta
dilatación amorosa dentro de ti. Sobran las palabras, dando la fuerza a tu presencia y valorando el poder del
silencio en uno mismo.
Mi misión hace que tenga que
estar con otras almas para poder realizar mi Plan Divino. Estoy emocionado e
ilusionado con él. Lo acepto con todas mis fuerzas y anhelos. Es aquello que he
venido a hacer y quiero realizarlo, siendo yo el primero en aceptarlo y dar los
pasos pertinentes para que su realización sea con total plenitud.
He andado por diferentes
caminos en mi vida, he vivido diferentes situaciones, y llega un momento donde la vida ya no es como
la veías o pensabas, tus intenciones dejan de existir para adaptarte al
presente y a la guía de tu corazón.
Llevo tiempo siguiendo los
pasos de mi interior. Hace tiempo, y cada vez más, mis hermanos de la Luz y el
Hogar están conmigo para dirigirnos juntos hacia el sentido por el cual
encarné. Nuestras presencias son intensas, amorosas y llenas de sabiduría,
donde la respuesta a mis comunicaciones que pueda llegar a plantear o
consultar, aparece en el instante ante mí.
En su momento supe de ellos,
y ahora, con los años, ya estoy con ellos. Mi vida no tendría sentido sin sus
presencias. Ellos y yo formamos una unicidad al servicio de la humanidad y el
planeta. A veces tengo la sensación que incluso para más allá de nuestra
dimensión.
Vivo en este plano terrenal,
de la materia, y mi interior, todo mi ser, ya hace tiempo que no se identifica
con lo establecido.
Ya no tolero la banalidad, la
superficialidad de este mundo distorsionado por la visión de lo físico. Muchas
veces ya no respondo a todo aquello procedente de lo banal. Mi silencio
responde a todo ello.
Me encuentro viviendo mi
proceso sintiendo, no pensando. Sentir me libera y me hace discernir el camino
a seguir y la dirección a tomar.
Llega un momento que necesito
estar conmigo para poder ver claro. Es en mi interior donde siento la paz, el
sosiego, la serenidad y el amor para seguir llevando a término aquello que he
venido a hacer. Procedo de una familia celestial, y ésta es la que me ha dado
sustento a lo largo de estos años para poder llegar a todos aquellos de mi
entorno que pueden llegar a necesitar una mano para volver a conectar con ellos
mismos.
¡Gracias Hermanos por vuestra
presencia en mi vida!
Es yendo a mi interior donde
encuentro la puerta de mi ser y mi esencia. Yendo a mi interior conecto con la
sabiduría del Hogar y la existencia albergada en mí.
Mis pasos me han llevado a
este presente rebosando gratitud, serenidad y amor. He aprendido mucho sobre mí
y sobre todo ser encarnado: su sentido, sus acciones, sus expresiones, su
actitud y sobre el gran corazón que todos tenemos. Hay un gran amor en cada uno
esperando ser manifestado libremente y con todo su potencial. Somos almas
completas y radiantes, a la espera de ser reconocidas por nosotros mismos. El
camino nos lleva a cada uno, al encuentro del verdadero ser que somos, de la
Divinidad que somos.
Sigo avanzando entre la
aceptación de la Voluntad Superior en mí, y para esto, a veces tengo la
necesidad de no perder tiempo ni energía en las banalidades que sustentan mi
entorno. Puede parecer que me aleje de todos ellos, pero lo que estoy haciendo,
con toda humildad y fortaleza, es mostrar un gesto para que aquel que esté
preparado, pueda aprender de él y darse cuenta de lo que es importante en la
vida, y lo que no.
Tengo que decir que no me
siento de este mundo, aunque esté en él. Soy parte de él por la misión a
realizar, pero no mi esencia. Tengo la materia para expresar mi Divinidad en
esta dimensión de lo físico, pero solo es temporal, porque aquel quien yo soy,
somos, no pertenece a este mundo.
Sé que alguno de vosotros
puede sentirse reflejado en algún aspecto comentado. El proceso continúa, y
todos, absolutamente todos, llegaremos al día que sabremos de nosotros mismos y
habremos conectado con aquel quien en verdad somos: nuestra Divinidad, Dios.
Escucha a tu corazón. Desde
él sabrás lo que es importante y lo que no en tu camino. Hay la base, los
pilares, y luego, todos los complementos para
llenar este viaje que cada uno está realizando.
Aprender a discernir qué es
lo que realmente es primordial en nuestro avance y lo que no, os ayudará a
vivir desde la armonía del Hogar del cual todos procedemos.
En estos momentos, lo más
importante es el alma y todo aquello que te haga llegar al conocimiento de ti
mismo. Cuando más lleguéis a él, más bienestar habitará en vuestro interior y
más podréis llegar a sentir el Amor en todo vuestro ser, tal como es, no como
se interpreta en este mundo de visión mental y racional. Nada tiene que ver con
la realidad.
Vivo agradecido por todo lo
que me llega y se me da. Acepto cada una de estas bendiciones. Cada situación
vivida tiene su sentido para la elevación del alma, por lo tanto, aceptad
vuestro presente con el corazón abierto porque os llevará a vosotros y al
entendimiento del por qué de lo que vivís.
Uno de los aspectos más
importantes para llegar a uno mismo es el poner vuestra vida a las manos de
vuestra Divinidad. Ella os guiará, os prevendrá cuando sea necesario y os
protegerá, aunque la protección ya será en vosotros en todo momento por el
hecho de iros conociendo, yendo a vuestro interior.
No hay mayor gozo y alegría
que sentir vuestra verdadera esencia y el Hogar de donde procedéis. Vuestras
almas están aquí temporalmente con una misión. En su momento volveréis al Hogar
y allí sentiréis con toda vuestra plenitud, quiénes sois.
En estos instantes de gran
evolución espiritual en este planeta que nos encontramos, dejo de poner mi
atención a todo aquello que no se relacione con el alma. Son momentos que no
nos podemos distraer porque la vibración planetaria va aumentando
aceleradamente, y todos los seres encarnados que lo habitan, no pueden
distraerse, perdiendo el tiempo en otros aspectos que no ayuden a elevar el
alma.
Cada vez hay más almas que
también van sintiendo su interior conectado con quienes son en verdad. Esto me
alegra y me satisface porque veo como el Gran Plan Divino se está llevando a
término.
Para finalizar estas palabras
solo quiero dar las gracias a todos vosotros por ser y estar y alentaros a
continuar con vuestro proceso para llegar a conectar con vuestra verdadera
esencia, y así poder abrir una puerta del Cielo aquí en la Tierra. Todos somos
seres amorosos y capaces de llevar la estabilidad y la armonía en cada rincón
de nuestra vida y la de los demás.
Siendo tú, ayudarás a los
demás.
Sintiéndote, irradiarás la
energía necesaria para ayudar a aquellos que puedan necesitarla, estando cerca
de ti o en la lejanía.
Gracias por todo, por todos y
por mí.
Que el Amor y la Paz sean en
cada uno de vosotros.
2 comentarios:
Gracias amado Jordi por hablar desde el alma, desde la realidad interna y compartir tus medios de reconocimiento y contemplación.
Me aclaras, reconfortas y pones palabras en mi boca sintonizándose en sentires similares.
Te abrazo, honro y bendigo a la distancia.
Gracias por tu presencia y esencia.
Namasté
Gracias ettorillo. Gracias por tus palabras. Desde mi corazón, un abrazo también para ti.
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