jueves, 9 de febrero de 2023

La hora de nuestra Divinidad

 

 

Este año es el inicio de la manifestación de aquel quien uno es.

Son tiempos de grandes cambios, y éstos provienen de los cambios interiores que uno puede llegar a hacer. La vida no es como la que se ve en este mundo donde se habita.

Uno puede llegar a un punto de elevación, de consciencia y de conexión espiritual impensable. Algunos ya lo están viviendo de una manera muy intensa, constante y amorosa.

Este año es como si os quitasen todos los envoltorios que envolvían a vuestro ser. Uno puede llegar a sentirse libre del todo. Liberado de cualquier influencia de este mundo, siendo consciente a la vez, de todo lo que ha vivido en él.  

Cuando alguien llega a mostrar la Divinidad que hay en él, su presencia es muy cercana a todos los que le rodean. Viven sin miedo ni dudas en su vida. No temen a nada, porque saben del sentido de su vida y todo lo que representa para él. Saben del proceso de la existencia y de la misión por la cual encarnaron. Entonces, su vida es como si perteneciese a un sistema de vida superior, aunque se encuentre aquí en esta dimensión.

Cuando alguien ha conectado con su Divinidad mira la manera de poder transmitir su Esencia para que todos puedan elevar su ser y poder, también, manifestar aquel quien es: su Divinidad. 

Este planeta se encuentra en momentos álgidos para poder realizar estos cambios tan anhelados y poder hacer que todas las almas que habitan este sistema de vida donde se encuentran, puedan elevarse, y así hacer que la vibración se eleve hasta convertir este mundo terrenal en uno donde la Divinidad sea en él.

¿Qué sucede cuando uno está siendo él mismo a nivel espiritual? Pues que el amor es el fundamento de todo lo que pueda hacer. Los resultados y transmisiones que pueda hacer estarán, siempre, destinadas al mayor bien de todos.

Gaia ya está notando estas vibraciones que hay en ella. Son muy diferentes a las del siglo pasado. Se están produciendo grandes cambios debido a la nueva vibración energética existente en este mundo.

Puede parecer que uno puede llegar a sentirse como si estuviera en medio del Cielo. Se siente como si estuviera en medio del universo, siendo parte de él y con todo lo que esto representa: serenidad, paz, sintiéndose acompañado conforme no está solo, amado, apoyado y teniendo la sensación que todo lo que necesite lo tendrá, y lo tiene.

Dentro de esta terrenalidad, debido a la Divinidad manifestada por el ser, esta alma emite un respeto hacia todo aquel que le rodea, sin tener intereses personales, ni creencias, ni deseos, ni tener en cuenta el tiempo lineal existente. Estos seres viven fuera del tiempo y el espacio. Sencillamente son e irradian su Luz allí donde se encuentran.

No tienen presente las situaciones que pueden estar viviendo, supuestamente adversas, porque para ellos no existe la adversidad, ni lo que se entiende como que la vida le da la espalda a uno. Nada de eso es en ellos. Sencillamente son, sabiendo qué hacer a cada momento según su voz interior, la voz de su Yo Superior, de su Divinidad.

Saben cómo ayudar a alguien y qué necesitan según la situación que tienen y viven. Tienen una luminosidad consciencial que permite esclarecer y ver la Verdad de los momentos que se viven para tenerla en cuenta y aprender de ellos mismos.

Son seres de pocas palabras. Sólo hablan cuando así lo sienten o la situación lo requiere, pero poco expresan porque no siempre lo que pueden llegar a decir será escuchado y aceptado. Saben cuando hablar.

Ellos aceptan las diferencias y entienden sus presencias. Saben que todo tiene un sentido y es una bendición para todo aquel que las viven.

Estos seres ascendidos encarnados, son muy cercanos a todos los que les rodean. Los aceptan y los respetan, sabiendo de su papel en este mundo.

No piensan ni le dan vueltas a las cuestiones que pueden vivir. No aplican la mente racional, porque la han liberado de su papel que se da en este mundo. Tienen una mente divina, la cual les hace ver qué hacer en todo momento y el cómo hacerlo, si así ha de ser. Son seres centrados en su espiritualidad, dándose cuenta que ésta, permitirá que cada uno pueda llegar a ser aquel quien en verdad es. Viven en esta dimensión sabiendo de su papel y presencia en la vida en la cual se encuentran.

Son seres con una gran capacidad sanadora, armonizadora y creadora de todo aquello que nos es innato, ofreciendo la llave maestra para abrir todas las puertas del bienestar interior y la materialización de lo que han venido a hacer para poder ayudar a los demás, así como el poder hacer sentir dentro de ellos la Esencia innata que todos tienen; siendo el Amor, la energía de más alta vibración existente en el universo y en ellos, como parte del universo que son.

Los tiempos que vivimos, permiten empezar a despertar el proceso de autoconocimiento y las consciencias para poder darse cuenta del sentido de las presencias de todas las almas existentes en este planeta. Éste, irá evolucionando cada vez más, aunque aparentemente pueda parecer que este mundo no está yendo bien. Todo tiene un sentido para la evolución. Todo es una bendición para todo aquel que lo vive y toda la humanidad. Ésta se irá elevando y ya no se puede detener el proceso que ha iniciado para la elevación vibracional de su energía. Cada vez irá a más y se irán viendo muestras de este cambio en la sociedad que uno vive y a nivel mundial.

Los despertares conscienciales irán a más. Serán masivos, con lo que esto representará. Estos seres elevados que se encuentran entre nosotros serán quienes habrán permitido esta nueva vida y la nueva humanidad. Ellos habrán sido los activadores del inicio de este proceso, pero será cada uno quien dará el paso hacia la conexión con su esencia innata.

No hay vuelta atrás. Ya no se puede volver a tiempos pasados, porque vuestro presente ha elevado las energías de este sistema de vida, pasando de la tercera dimensión a la cuarta, habiendo quien ya vive desde la quinta.

Cuando más uno sea según su Divinidad, más uno se elevará a dimensiones superiores de vivir. Cada una de ellas, permitirá sentir más aquel quien cada uno es. Las sensaciones que se tendrán serán mucho más elevadas, no siendo en dimensiones inferiores como la tercera.

Son tiempos de grandes cambios, donde la Divinidad permitirá un ilimitado bienestar interior, unas sensaciones no tenidas hasta entonces, y percibir la vida más allá de cómo se transmite en el entorno de uno.

La vida se encuentra en tu interior. Todo lo que uno puede llegar a necesitar se encuentra dentro de él. Allí encontrará todas las herramientas que pueda llegar a necesitar para llevar a término lo que ha venido a hacer, así como las respuestas de su proceso y el tener la total fe conforme todo lo tendrá para llevar a término la Voluntad Divina a través de él.

Cuando alguien ha llegado a conectar con su Divinidad, es un ser libre, feliz y una fuente de Luz, Amor, Comprensión, Ternura, Esperanza y Ayuda para todos aquellos que lo puedan llegar a necesitar. Sólo dejan, que todo lo que hayan de hacer, les llegue, porque su misión ya no es buscar algún lugar donde estar o llevar a término su actividad, sino que, si así ha de ser, les vendrá por sí solo. Solo será necesario que abran sus brazos para recibirlo y llevar a término aquello que han venido a hacer. Siendo uno mismo, todo lo que necesiten, les será dado.

A los grandes maestros, se les da todo lo que puedan llegar a necesitar sin buscarlo porque sus energías ya atraen el cubrir sus necesidades, del tipo que sean. Energías iguales se atraen. En ellos, el tiempo, el espacio y su entorno, no son presentes en su día a día, sólo la voz de su Esencia innata: su Divinidad.

 

Así es.

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