Durante años hasta nuestro presente actual han ido
apareciendo comunicaciones de seres procedentes de la Luz , de las dimensiones
superiores, llenas de un mensaje concreto para los nuevos tiempos que vendrían
y nos encontramos.
Desde hace, sobre todo, 25 años atrás hasta
nuestros días, las intervenciones procedentes de nuestro Hogar han ido
prodigando a lo largo de todas las redes sociales, así como en sesiones
grupales. Durante años seres llenos de Luz, Maestros Ascendidos, Ángeles,
Arcángeles y seres iluminados encarnados nos han ido transmitiendo mensajes
llenos de sabiduría, esperanza, ánimos y amor, mucho amor.
El ser humano ha ido sintiendo cómo una serie de
inquietudes espirituales iban despertando en su interior y pidiendo paso para
ser resueltas y expresadas. Durante este período, junto a los movimientos
energéticos de nuestro planeta, les consciencias iban activándose para ser
despertadas y alimentadas con la sabiduría del Hogar y el recordar, cada ser,
quién era en verdad y su inmenso potencial espiritual que había en él que le
permitiría abrirse paso entre la terrenalidad.
Por eso, durante, sobre todo, estos últimos 25 años han ido apareciendo
diferentes mensajes del Hogar para entender por qué estábamos sintiendo todo lo
que sentíamos y anunciándonos, a la vez, los nuevos tiempos que se avecinaban.
Durante muchos años hemos estado recibiendo
palabras llenas de júbilo, alegría y tolerancia hacia todos aquellos que
estábamos encarnados en estos tiempos. Nos facilitaban una comprensión hacia
donde se dirigía la humanidad y el planeta Tierra. Nos han transmitido
detalladamente el proceso que estábamos viviendo y el actual, así como el
camino a seguir y lo que podría llegar a suceder según nuestras decisiones y libre
albedrío.
Constantemente hemos leído una y otra vez palabras
similares, pero con diferente lenguaje. Fuese quien fuese quien nos comunicaba,
lo hacía con un léxico concreto y unas expresiones más o menos entendedoras
según la cultura de cada uno. Todo y así, todos coincidían en un punto claro:
Un gran cambio se produciría en nosotros y nuestra amada Gaia. Nos
encontraríamos en encrucijadas, pero sólo el Amor podría conducirnos en la
dirección correcta, produciendo sanaciones y milagros en nuestras vidas. Sólo
el Amor abriría las puertas para la
Unicidad hacia todos y todo. Otro de los puntos clave de
estas comunicaciones era que no deberíamos de temer dar los pasos según nos
dictase nuestro corazón, porque en todo momento estaríamos protegidos. No
estaríamos solos.
Con el cambio del milenio, estos mensajes fueron
en aumento, y fueron apareciendo (siendo conocidos) nuevos seres de Luz que nos
confirmaban y continuaban transmitiendo lo que ya empezó hace unos 25 años
atrás, sobre todo.
El mensaje era siempre el mismo: “¡Conócete!
¡Ámate! ¡No temas! Todo va bien. ¡Sé tú en todo momento! y piensa que nosotros
(los hermanos de la Luz )
estamos contigo.”
A medida que nos aproximábamos al cambio de
milenio, canalizaciones de Jesús, por ejemplo, fueron en aumento. Había llegado
la hora que él volviera a nosotros. Ya lo dijo en su momento cuando se apareció
a sus apóstoles y discípulos después de su resurrección: “Me iré, pero
volveré, pero no me busquéis en la carne”.
Nos encontramos en tiempos donde la energía que
nos rodea nos permite conectar con nuestra esencia crística, y poder manifestar
plenamente nuestra Divinidad radiante y majestuosamente. Todo esto ya nos fue
anunciado hace tiempo y continuamos recibiendo mensajes en este sentido.
Nuestro Hogar nos ha ido advirtiendo, aconsejando
y velando todos estos años porque iba viendo que nuestras almas iban
evolucionando y siguiendo su camino de Ascensión de una manera asombrosa
partiendo de nuestro libre albedrío.
Cada vez hay más grupos, webs y blogs que muestran
canalizaciones poniendo luz en nuestros caminos humanos, una y otra vez,
insistiendo y reiterando el mensaje amoroso para nuestra verdadera esencia.
Muchos escucharon estas palabras y comunicaciones
personales mientras dormía, meditaba o paseaba en silencio, poniéndose manos a
la obra para llevar a término aquello que se nos transmitía.
Parte de la humanidad continúa queriendo escuchar
una y otra vez estas comunicaciones.
Hace poco, alguien me comentó que yendo a un canal
humano, las respuestas que daba en relación a las preguntas formuladas por los
asistentes, eran siempre las mismas. No podía ser de otra manera: las preguntas
siempre son las mismas, por lo tanto, nuestros amados hermanos de la Luz continúan dándonos las
mismas respuestas y siempre las mismas, porque el ser humano pregunta lo mismo,
en diferentes idiomas o expresiones. No hay novedad en lo que se nos transmite,
porque todo lo que habíamos de saber, ya ha sido transmitido a lo largo de
estos años, que eran años de anunciación. Ésta es temporal, porque no se
anuncia eternamente, y permitidme esta expresión, sino que las anunciaciones
son temporales para que luego nosotros actuemos y realicemos nuestra parte.
No hay comunicaciones nuevas desde el Hogar. Las
almas necesitan llevar a la práctica todo lo que se nos ha transmitido durante
todos estos años. No todos han entendido las palabras de Luz recibidas. Muchos
necesitan todavía oír una y otra vez, y si puede ser, de fuentes diferentes
para empezar a abrir este interruptor que les permita hacer ¡clic! y llegar a
despertar su consciencia, dándose cuenta que las palabras son la dirección a
seguir, pero luego hemos de ser nosotros los que nos adentremos en los caminos
respectivos, según cada uno y basados en el Amor y el Corazón. No basta escuchar.
No hay más novedades. Siempre es lo mismo. En un
principio nos parecía todo nuevo, pero el mensaje es sencillo: “¡Escucha a
tu corazón y sabrás de ti y el Hogar! ¡Ama! ¡Tú eres Dios aquí en la Tierra !” Si ya os
habéis dado cuenta que las comunicaciones siempre son las mismas, es porque
hasta ahora no habíamos despertado. Si todavía crees que necesitas de estos
mensajes, piensa que ha llegado la hora de entrar en acción y materializar.
Los tiempos de Anunciación para la humanidad, han
finalizado. Ha llegado el tiempo que cada ser humano dé los pasos necesarios
para llegar a la esencia de estas comunicaciones, al Amor. No hay novedades. Se
os ha dicho una y otra vez, con
diferentes fuentes, pero todo y así, todavía continuáis esperando y esperando
escuchar algo que hace mucho tiempo os venimos diciendo. No esperéis, ¡actuad!
Ha llegado la hora que vosotros seáis vosotros. ¡Ahora vosotros podéis!
Nos encontramos en tiempos del Gran Despertar, de
la aceleración de llevar a término el Gran Plan Divino. Muchos de vosotros ya
sois conscientes de este hecho, y la gran mayoría, todavía, sólo habéis
recibido la forma sin la consciencia del fondo. Tu corazón ya sabe lo que
tienes que hacer a partir de ahora. Lo que nosotros, desde el Hogar podamos
llegar a decirte ya reside en tu corazón. Escúchalo. Responsabilízate de tu
caminar porque el Amor está en ti. La sabiduría del Universo se encuentra en
ti, en cada célula de tu biología, en tu ADN. No temas porque nosotros estamos
contigo.
Los tiempos de las comunicaciones (nuevas) han
finalizado. ¡Quedaos con sus esencias, no con las palabras, la forma!
El tiempo de la realización ha llegado. Ahora sois
vosotros quienes debéis de seguir aquello que os hemos estado diciendo desde
que vimos que la humanidad quería responsabilizarse de las energías de vuestro
mundo. Os hemos guiado, velado, protegido y amado. No necesitáis más palabras,
porque las anunciadas, aunque no las hayáis escuchado o leído, se han albergado
en vuestro corazón, por el solo hecho de haber aceptado vuestro papel en la
evolución del universo, y al encontraros sumergidos en la consciencia colectiva.
Ha llegado la hora de que seáis vosotros quienes
deis los pasos y abráis el camino para que otros que os siguen puedan abrir más
la puerta de la plena divinidad manifestada, y así, el Cielo sea en la Tierra.
Os amamos y en todo momento estaremos con
vosotros. Sentid el Amor en vuestro corazón. Sentid el Amor en todo vuestro
cuerpo y dejad que los sentimientos más elevados puedan ser manifestados
libremente, para que otros puedan también, perder los miedos, acallar sus
mentes y abrir sus corazones, y así, poder sentir al Padre en sus interiores.
Esto solo será la resonancia del Dios que ya ellos son.
Cuando abrimos las puertas de nuestro interior y
nuestra actitud hacia nuestro entorno es de tolerancia, amor, comprensión,
serenidad y entrega, entonces Dios se manifiesta en vosotros. Tú ya no eres tú.
Tú eres la Luz y
el Amor creadora de todo lo existente. ¡Tú eres Dios!
Que el Amor y la Paz sean en ti.
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