Los días van pasando como el tren que sigue las
vías para llegar a la próxima estación. Cada día, cada fragmento del paisaje
que contemplo desde mi ventana pertenecen a mis recuerdos alejándose y a mis
anhelos acercándose para ser manifestados en un nuevo día.
A medida que he ido viviendo los “Ahoras” de cada presente, me doy cuenta
que no hay dos iguales. Doy pasos, impensables tiempo atrás, en cambio, me
siento atraído hacia ellos para llevarlos a término. Siento una fuerza surgida
de mi corazón que me empuja hacia una dirección concreta y pasar a través de
unas situaciones, que sé que tarde o temprano, me abrirán otras puertas de mi
proceso.
La visión de la vida no es como nos la han
enseñado. Toda va más allá de lo que sencillamente se ve. Cada día no pertenece
a la realidad terrenal. Cada instante y lo que hacemos en él, está al servicio
de un sentido, una intencionalidad más allá de nuestros sentidos físicos.
Nuestra mente no llega a comprender la materia que manifestamos. Nuestra vida
va más allá de todo razonamiento y de toda expectativa.
Me encuentro en el umbral de lo que va a ser y
será. Veo, siento y actúo desde más allá de nuestros tiempos, viéndome como si
fuera materia liberada y libre. Los ojos me ven como uno más de toda la
humanidad. Los corazones me ven y sienten como la divinidad que soy. Vivo en un
entorno donde las mentes, los egos y los miedos abrazan cualquier argumento de
limitación para justificar sus actuaciones y presencias. Yo me quedo quieto, en
la fuerza del silencio y el sentir amoroso de quien soy.
Los sueños me hablan y me muestran la verdad de mi
presente.
Nada pertenece a la materia. Todo procede de un
Plan Superior donde todos hemos accedido a venir para materializarlo.
Mi alma está sirviendo a esta Fuente Divina
Creadora de toda Vida. Hace tiempo dejé de identificarme con mi entorno y lo
que se me quiso inculcar de pequeño en esta dimensión. Con los años he ido
viendo los límites de cada transmisión familiar, social y religiosa.
Pertenecemos a un significado superior. Una motivación que nos libera de toda
animalidad para adentrarnos y poder conectar con la divinidad que somos. Este
proceso permite liberar a nuestra alma y abrir la puerta de la Ascensión de nuestro
ser.
Cuando te dejas llevar por el tren donde te
encuentras, conducido por nuestro corazón, entonces, nada debes de temer. Todo
fluye. Todo llega. Todo es,…y la satisfacción inmensa. Sentarse y confiar que
llegarás al lugar previsto, es dejarse llevar por la Voluntad Divina.
Aceptar cada instante, es aceptar la vida y crearte una cualidad de vida que te
permitirá irradiar la Luz
y el Amor que somos.
Si fuésemos árboles o vacas pasturando que
observasen pasar el tren, veríamos en una de las ventanas, una intensa Luz
radiando por todo el tren.
Sentirían la alegría de todas las Luces que
acompañan a aquel tren. Se darían cuenta que el tren y quien va en él son parte
de ellos o ellas. Toda va bien.
El camino continúa, y cada tren ilumina diferente.
Cada uno vibra diferente ante las oportunidades que la vida le ofrece. El
dejarse ir es total en aquellos que saben quiénes son. Hay quien quiere pero
sus raíces terrenales son fuertes. Hay quien sueña en una etapa mejor en su
vida, todo y así, las resistencias son grandes. Hay mucho despertar.
Hoy, estando solo en casa y sintiendo el bienestar
en mí, dejo que las buenas nuevas de este día me lleguen de diferentes fuentes.
Con el aprendizaje he aprendido a no pedir, no
obligar, no rechazar aquello que no se corresponde tal como uno quiere.
Aprendes a aceptar que las propuestas y bendiciones de tu existencia te vengan
de donde tengan que venir para tu mayor bien y los que te rodean. Tu corazón
sabe de ellas y de la mejor manera de recibirlas. Tu corazón sabe qué hacer a
cada instante para que todo sea en ti, tu voluntad sea Una con la Voluntad Divina y juntos, poder
materializar lo que has venido a hacer. Nada te falta ni te faltará. Sé tú y
deja que lo bueno que la vida te tiene preparado te venga. Tú eres el grifo de
esta prosperidad y tu actitud, la mano que la abre. Cuando la actitud, tu
voluntad y la predisposición sean las adecuadas, entonces, el grifo se abrirá y
lo que ha de ser te vendrá con creces.
Mi servicio al Padre me hace sentir y ver los
pasos dados hasta ahora y la esperanza y el convencimiento de lo que mi corazón
me dicta y las percepciones recibidas, realizadas.
Cuando se sirve al Amor, prepárate, porque aquello
que vivirás, probablemente no siempre será como te hubiese gustado que fuese,
pero tu presencia en aquel lugar con aquellas almas necesitadas de Luz, Amor y
Comprensión, serán iluminadas por la intencionalidad divina a través de ti.
La vida toma otro sentido y actúas desde una
perspectiva paralela a la convencional. No siempre eres comprendido ni
aceptado, todo y así, tu paso por aquella situación deja huella y recuerdo en
aquellos que la han vivido.
Llevarás a término lo que se conoce como tus
virtudes terrenales, pero lo que manifestarás será mucho más que tu potencial
aparente. Como ser completo actuarás en diferentes ámbitos de tu entorno,
algunos de ellos, probablemente no conocidos por ti para hacer lo que has
venido a hacer. ¡No importa! Allí donde seas llevado sabrás qué hacer y
ayudarás a todos aquellos que estén implicados. No importa tanto el lugar, el
ambiente donde estarás, porque tu corazón te indicará en todo momento lo qué
hacer. Estás siendo llevado, en este tren donde te encuentras, por el mejor
conductor que hayas podido elegir: tu corazón.
Los tiempos que vive la humanidad, el planeta y
nuestro sistema solar, están produciendo unos cambios en el interior de cada
uno. Están despertando la divinidad que cada uno es. Gran parte de los seres
humanos sienten como llama a su puerta, y muchos otros tienen la “televisión
tan alta” (miedos, resistencias, falta de autoestima,…) que no oyen las
llamadas de sus corazones para dar un paso más hacia el proceso evolutivo de
sus almas.
Nace un nuevo día y la serenidad del reposo te
hace abrir los ojos, dándote ánimos para levantarte y sentir los nuevos aires
que vienen a recibirte y guiarte en este primer día del resto de tu vida.
Sientes el convencimiento de llegar allí donde quieres desde el lugar donde te
encuentras. ¡Tanto da el punto donde te encuentres de tu proceso! Estás en el mejor
lugar donde podías estar para continuar con paso firme tu camino, a tu manera,
según necesitas para llegar a ti, al Dios que eres, a tu Divinidad manifestada.
Y todo,…a tu manera (“My way”), según necesites.
El camino ahora se ancha y la luz se intensifica.
Seres de Luz se te acercan y te rodean.
El camino nunca ha estado vacío. Nunca has estado
solo ni lo estarás.
En tu camino cada vez estarás más acompañado y
protegido.
Eres amado y siempre lo has estado y lo
estarás.
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