A veces,
sencillamente soy. Es un estado interior de inmensa plenitud y bienestar,
combinado con una gran sensación de un amor no terrenal, un amor puro e
incondicional absoluto, conjuntamente con una sensación de protección, comprensión,
sintiéndome integrado a algún lugar donde soy respetado, que se cuenta conmigo,
….¡inmenso! Son sensaciones mezcladas definiendo el Todo en una sola, pero que
si se empezase a desgranar encontraríamos la individualidad de cada una de las
características, sensaciones, emociones y sentimientos independientemente y no
acabaríamos de definirlos del todo por la gran cuantidad de ellos que hay en un
solo instante. Todos ellos, se agrupan en una palabra que los humanos
conocemos: AMOR en su estado más puro, sintiéndose todo nuestro ser y cuerpo
repercutidos por él, con todo lo que esto conlleva.
Este
sentir que nos pertenece por naturaleza es uno de los mayores regalos que nos
hayan podido hacer quienes nos crearon. Sentir nuestra esencia te hace liberar
todo aquello que no te pertenece como innato y permitiendo que puedas
deshacerte de la densidad terrenal en la que te has ido identificando. Cuando
así lo hacemos, la sensación de libertad, empoderamiento y servicio, se
magnifican. Tú te conviertes en la predisposición para que la Voluntad Divina
actúe en ti. Entonces, el camino se extenderá ante ti para iniciar la etapa de
tu realización.
Hay un
don que todos tenemos, y este es el SENTIR. Cuando nuestro ser siente algo,
hace que esté donde esté, empiece a venir a nosotros. Es el imán espiritual más grande que he
conocido. Cuando sentimos, atraemos aquella energía. Sea la que sea.
Sentir
nos abre las puertas de la cualidad de vida, la felicidad, el abrir las puertas
del Hogar y del ser multidimensional que somos. Todo se basa en el sentir.
Podemos pensar y decir. Podemos visualizar y expresar en voz alta, pero si no
sentimos, las contradicciones pueden ser grandes. Es como si te sentaras en un
coche. Mueves el volante, cambias las marchas y aprietas el pedal del freno
cuando quieres, pero si no tienes en coche en marca, no llegas allí donde debes
de llegar. O quizás decirlo de otra manera: aquello se va acercando a ti porque
estás haciendo servir las herramientas adecuadas para encontrarte o
conseguirlo.
Ahora
siento. Siento esta paz, armonía, orden, convencimiento como si todo lo
consiguiera o conseguiré, amor y calma en mí. Este estado no comporta solo una
sensación o sentimiento. Estar en el Hogar representa todo lo que tú eres como
esencia. Sentirnos amados, incluyendo por uno mismo, es el preludio de la
obertura de las grandes puertas de nuestro Hogar. Poder entrar en él, entonces
te das cuenta de quién eres en verdad. Conoces quiénes son tus hermanos, como
Uno contigo y tú Uno con ellos. No hay ninguna diferencia entre unos y otros.
Todos somos Uno a la vez. Sentimos las energías de los demás, y estas nos
activan las nuestras para que podamos sentirlas más nítidamente.
Todo
fluye. Todo es serenidad. Nuestro interior se convierte en el universo en
nosotros, con la energía existente en él, en cada uno de nosotros. No hay
diferencia.
Siento
mi corazón como os abraza a todos, con los brazos del amor de mi divinidad,
bendiciendo la tierra fértil de vuestro caminar. ¡Avanzad siendo conscientes de
lo que sentís a cada instante! Dejad que el Amor y la calma sean en vosotros,
porque os abrirán las puertas de un despertar que muchos ya lo habéis vivido.
Ser conscientes de lo qué sentimos con cada hecho y situación nos permitirá
sanar las resistencias de un pasado, a menudo insistentes, limitando la
manifestación de lo qué sentimos que debemos de hacer.
Sentir
es la conexión más directa de ti con la energía creadora de toda vida: DIOS.
No hay
mucho más que decir, solo que sentid porque os permitirá ir más allá de vuestra
comprensión actual. Entonces, la sabiduría es posible adquirirla por haberla experimentado.
Hoy el
escrito es un poco más corto que otras veces, porque aquello que se siente no
se necesitan palabras, y las que tenemos, no acaban de expresar lo sentido.
Buscad
la quietud, la calma y la paz dentro de vosotros. Buscad el silencio en vuestro
interior y encontrareis la melodía de quiénes sois en verdad y el Hogar.
Sentir
es un regalo y un don innato del ser humano en proceso de ascensión.
Lo que
experimentaréis y muchos de vosotros veréis, será aquello que sois,
reencontrándoos con el lugar de donde
pertenecéis.
Lo que
siento por todos vosotros es un gran y profundo amor por vuestra alma y vuestro
ser
Que el
Amor y la Paz sean en todos vosotros.
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