Hoy me gustaría escribir unas palabras sobre un aspecto
relacionado con los ángeles: la Fe.
Cuando hablamos de fe, las mentes más racionales suponen
que aquello que existe debe de verse a primera vista, por lo tanto, la fe es
como una llave del mundo de la ilusión, imaginativo, para argumentar un estado
temporal de bienestar. La realidad, pero
– continúan diciendo -, es otra.
Conozco personas muy religiosas, practicantes diarias,
que a pesar de que la Biblia habla de ángeles, ellos no creen en ellos,
argumentando que solo existe Dios, que si quieren algo, le piden a Dios
directamente.
¡Hay tantas cosas no visibles a los ojos físicos, y en
cambio, existen y son bien reales!
Los ángeles existen. Personalmente los siento y los puedo
ver, y mi experiencia con ellos, después de años de apertura personal, pude
conocerlos y ser parte de ellos.
Hay aspectos en nuestra vida cotidiana que para llegar a
ellos hemos tenido que abrir, antes, una serie de puertas para conseguir lo que
queríamos. Inicialmente teníamos una idea de la dirección a seguir, y a medida
que nos íbamos adentrando en la dirección señalada, o que sentíamos en nuestro
interior, al final, pudimos conseguir o ser aquello justo que anhelábamos
tiempo atrás.
Un árbol, no aparece siendo un árbol desde el primer día.
Toda la esencia se encuentra en una semilla, y a través de un cuidado hacia
ella y su entorno (la tierra), al final conseguirmos una belleza y unos frutos,
a menudo, superiores a los imaginados. Una puerta te lleva a otra hasta llegar
allí donde queremos.
La Fe es la llave que abre todas las puertas del proceso.
Es una de las llaves. Hay otra que nos permite mantenernos firmes, íntegros y
potenciando la capacidad de atracción y materialización, que es el Amor, la
semilla de todo ser humano.
Cuando sentimos el amor dentro de nosotros y tenemos la
plena fe de la existencia de los ángeles, estos seres luminosos y llenos de
Amor hacia nosotros y el servicio que están haciendo, podéis tener presente que
al final, “os encontraréis”.
Hay varias dimensiones compartiendo el mismo espacio del
planeta Tierra. Podemos ver todo lo que hay en la nuestra (aunque algunos ni
eso), en cambio, entre nosotros hay vida existencial a otros niveles. Hay amor
y muchos seres, legiones, que están dispuestos a ayudarnos. La Fe es la llave
que puede abrir una puerta entre una dimensión y otra. Cuando creemos
firmemente en sus existencias, abrimos de par en par la entrada de ellos en
nuestra vida.
No es irreal. ¡Son bien reales! Mi experiencia, como la
de muchos otros, así lo demuestra. Cuando más fe tengamos, más predispuestos
estaremos a recibirlos en nuestra vida, y ellos más intervendrán en nosotros.
Lo que es importante es el Sentir, siendo uno de los
síntomas que nos hacen notar cuando están con nosotros. Si pusiésemos atención
a lo que sentimos cuando estamos tranquilos, y sabiendo que “no estamos solos”,
ellos, es probable que nos abracen, y sus abrazos no se olvidan,….’quedan
impregnados en nuestra memoria!
Cuando alguien entra en contacto con ellos de una manera
consciente, entonces su vida cambia, porque tu fe se fortalece y se potencia a
niveles superiores hasta llegar a tener, sencillamente, el convencimiento de
sus presencias, sintiéndolos allí donde estés, independientemente del lugar
donde te encuentres. Sabes que allí están. Sabes que así está siendo, como que
tú estás leyendo estas palabras. Lo sabes, y esto es un hecho real, pues lo
mismo con nuestros acompañantes de la Luz.
Tener fe no es un síntoma interesado y partidista para
conseguir algo, sino el hecho de ir más allá de tu mente para abrir puertas de
tu verdadero Hogar.
Pertenecemos de un lugar más allá de nuestra dimensión, y
nuestro corazón, nuestro ADN esto lo sabe, por eso sentimos, a veces, lo que
sentimos.
La Fe es llamar a la puerta de quienes somos, y entonces,
quizás seres la abrirán para hablarte de ti y ayudarte a despertar tu
consciencia, así como darte una mano para llevar a término lo que has venido a
hacer.
Te hablarán, probablemente de tu vida y como conseguir lo
que quieres. Te informarán del por qué estás aquí i de tu proceso actual.
Parecerá como si lo supiesen todo de ti, y tú, te
emocionarás por lo que recibirás de su parte. Serán los Ángeles.
Están aquí. Es una realidad para quienes quieran sacarse
la venda de los ojos y ver claro la verdad de su vida.
No son imaginarios o seres de cuentos o leyendas, sino de
historias bien reales explicadas por muchos, como yo, que se han encontrado con ellos.
Abrid vuestro corazón y habladles desde el corazón,
porque este es el único lenguaje que entienden. Es a través de él que podremos
contactar.
Ten fe, y desea con todas tus fuerzas que se manifiesten
en ti, y te des cuenta cuando lo hagan.
Habla con ellos y no esperes, solo “siente aquello que te
quieren decirte”.
Cuando lleguéis a andar de la mano con ellos, serán tus
grandes aliados, amigos, protectores y guías. Nada debes de temer.
Ellos están relacionados con el Amor, el Corazón, la Fe y
el Apoyo en momentos que necesites un estímulo para continuar andando.
Me siento un afortunado de ser Uno con Ellos, porque
aquello que necesito ellos hacen todo lo posible para que así sea.
Sus presencias son un bálsamo para los seres que se han
abierto a ellos, que creen y cuentan con ellos en su vida.
Cuando estás con ellos, sientes una inmensa paz, calma,
amor, serenidad y la armonía del verdadero Hogar que perteneces.
Creed en ellos porque desean que los sintáis. Son parte
de vosotros.
Cuando conectáis, sabréis más cual es vuestra esencia y
la capacidad de vivir y realización según vuestra Voluntad salida del Corazón.
Que el Amor, la Paz y los Ángeles sean conscientes en
todos vosotros.
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