David actúa en la discreción. Aquellos que se le acercan
o van a él, cuando se vuelven a alejar ya no son los mismos. Su presencia
armoniza las almas de todos aquellos, dormidos o habiendo despertado, necesitan
el abrazo divino de quien somos realmente. Él es una fuente de emanación
celestial, derramando el amor, la paz y la sabiduría para aquellos dispuestos a
escuchar. Sabe cuando hablar y manifestar la palabra.
Es alguien parecido a cualquier ser que puedes llegar a
ver por la calle. Pasa desapercibido cuando anda entre ellos.
Su fortaleza basada en la Fe y el abandono absoluto a las
manos de quien nos creó, hace que su actividad vaya más allá de unas sesiones
de terapia no convencional, un sanador, vidente, porque nada de esto es si lo
veis como unos etiquetajes terrenales. Nada de esto es y todo a la vez, más
allá de los conceptos que podáis llegar a tener respecto a cada etiqueta.
Algo especial sucede cuando nos encontramos ante un ser
con este amor y luminosidad. Parece como si fuera el Cielo manifestado aquí en
la Tierra. Todo tú tienes la sensación de liberar tu interior. Sientes una
inmensa paz y una plena comprensión por parte de alguien, lleno de humildad y
firmeza a la vez.
Algunos de los que le conocen no pueden etiquetarlo. Les
gustaría, pero es que David puede llegar a ser aquello que tu alma necesita.
Justo aquello que necesitas. Cuando estás con él, sabe exactamente lo que
necesitas. Ser de pocas palabras en su día a día, y tan preciso y generoso cuando
Dios se manifiesta a través de él.
Su energía libera las limitaciones del ser humano. Actúa
según la intencionalidad divina. Parece un humano como cualquier otro, pero su
espíritu siente la conexión con allí de donde procede.
Conozco a David, y puedo decir que sabe cómo hacer servir
la energía y transmutar aquello que se le pide desde las alturas de donde
viene. Es un humano despierto, consciente, con su esencia crística activa. Su
potencial va mostrándose cada vez más. Él pide más oportunidades para poder
activar el Cielo, la divinidad en cada uno, pero de momento, el Padre ha
decidido, con su aceptación, que finalice un servicio que le ha llevado un
largo (según como se mire) período de tiempo. Él vela por su espíritu, su alma,
para que esta sea una con Dios.
Cuando alguien se relaciona con el corazón, sabe del verdadero
ser que es. Él no protesta, ni se queja ni murmura sobre su situación, porque
sabe que todo está en perfecto orden y su momento actual se encuentra justo
allí donde está.
Pronto empezaréis a saber de David.
Las crisálidas están en su fase de apogeo, y cuando éstas
se resquebrajen para dar salida a la mariposa que hay en cada una de ellas,
entonces necesitaran a alguien como este ser, Uno con la Divinidad.
David es un Maestro de maestros, esperando el momento
para la humanidad. Éste ha llegado, y nuestro amado ser sabe de estos instantes
tan importantes para el planeta y toda la humanidad.
En la sabiduría de la paciencia, su actividad es
constante, siendo la mayor parte de ella en soledad y con el Hogar de donde
todos procedemos. Juntos trabajando para el Gran Plan Divino.
Alguna vez llegó a decir:
-
Es un
honor servir al Padre. Me siento contento y un afortunado en este mundo donde
tengo mi casa actual porque, poder vivir los momentos del Gran Cambio
Planetario, la Luz del Hogar se irradia a través de corazones esparcidos por
los cinco continentes, siendo un honor para mí, poder ser canal de nuestra
divinidad.
Sus palabras son bálsamo para los corazones olvidados. Es
Luz en el camino y una esperanza para el nuevo proceder de la nueva humanidad.
Dejad que siga su camino. En su momento sabréis de él. No
lo busquéis.
Para mí es un honor conocerlo.
A lo largo de nuestro amado mundo están resurgiendo
grandes Maestros, pero tengo que decir, que para algunos todavía no es su hora.
Está cerca. Ahora, su ser está llevando a término aquello que pactaron en su
momento, mientras su presentación al planeta no llegue. Las almas llegarán a
saber de ellos, y quien os he comentado, es uno de ellos. Ahora los maestros
están preparando el camino, para que los Maestros de los maestros se abran paso
entre las multitudes para transmitir las enseñanzas prácticas del potencial
divino que cada uno tiene en su interior. Será la nueva dirección a seguir en
el aprendizaje de conectar con nuestra divinidad.
Dejemos que todo siga su curso, porque estos seres saben
de su porqué de la situación en que se encuentran. Todo está en orden, en
perfecta armonía. Mientras, nada les falta. Serán los que transmitirán las
enseñanzas prácticas de nuestra verdadera esencia y dejen a un lado el
conocimiento para quien les pertoque.
Hay seres que parecen no ser. Así debe de ser, para que
se les dejen tranquilos y ellos puedan ejercer lo que han venido a hacer. Ahora
necesitan su espacio, sus soledades y sus momentos de conexión para aceptar y
estar del todo preparados para cuando llegue su puesta de largo.
Abrid el corazón.
Vivid desde el corazón.
Escuchadlo y haced aquello que os dicta. Solo así
llegaréis, de una manera plena, a materializar lo que solo vosotros habéis
venido a hacer y en plenitud.
La voz de vuestro corazón llama a vuestra puerta para ser
oída. Es firme, clara y fuerte.
David es un ejemplo de vivir desde el corazón. Nada le
falta, y su presencia ablanda los corazones duros, dando calidez para brotar el
amor en ellos.
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.
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