Manantial de corriente celestial, tú que riegas mi interior en las más profundidades de mi ser, deja la puerta de mi corazón abierta para cuando quiera sentir mi divinidad, pueda adentrarme en él y ser abrazado por quien me creó y la familia de la Luz.
Flujo
procedente de más allá de mi dimensión, ilumina mi caminar y bríndame una cuna
para reposar en ella y ser balanceado suavemente por la mano que me dio a luz.
Deja que desde mi posición pueda elevar mi alma y sentir la pureza de la que
fui creado.
Gracias
por estos instantes donde mi proceso converge con el Hogar.
Gracias.
Que el
Amor y la Paz sea en todos vosotros.
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