Hoy
querría dar respuesta a una consulta realizada por Jesús desde Méjico. Alguna
que otra vez ya he escrito sobre las consultas que voy recibiendo de todos
vosotros. Antes que nada, gracias por vuestro seguimiento y vuestras palabras de bendición y
agradecimiento hacia mi ser. Es recíproco. Sin vosotros, el mensaje transmitido
no tendría sentido. A todos, Gracias nuevamente.
Jesús
me comentaba lo siguiente:
“Tal vez en algún
momento, si es que cabe la posibilidad, puedas hablarnos de cómo separar los
pensamientos del ego de los pensamientos del alma o yo superior, ya que me ha
costado mucho trabajo saber discernir entre ambos y también cómo saber cuándo estás
haciendo contacto con lo divino cuando haces meditación o te mantienes en
silencio, me esfuerzo en hacerlo pero me decepciono al no lograr nada desde
hace un año y medio. La verdad siento como si algo fallara en mi o que no lo
hago de forma constante.”
Personalmente, en su momento,
tuve que aprender a controlar mi mente. Con los años conseguí que así fuera, no
sin antes, ser consciente cada día de las apariciones de ella en cada instante,
cuando quería intervenir, y cuándo era yo quien la controlaba. Hay que ser un
observador de nosotros mismos y de cuando nuestra mente, programada desde
nuestra infancia para que actúe según el permiso que nosotros le dimos en su
momento de nuestra vida.
Los pensamientos del ego, como
dices, se notan porque siempre están basados en unas creencias del pasado y te
aportan malestar o están inducidos por el miedo. Con la práctica se percibe
este estado con mucha notoriedad. Cuando aquello que pensamos o le damos vuelta
a la cabeza nos aporta malestar, del tipo que sea, quiere decir que proviene de
la mente, del ego, de nuestra identificación con nuestro pasado. En cambio,
cuando los pensamientos o sensaciones que tenemos nos aportan bienestar, paz,
tranquilidad y seguridad, por ejemplo, éstas proceden de nuestro corazón, de
nuestro verdadero ser. Es fácil de discernir. ¿Qué sientes, amor o paz, o inquietud o miedo? Lo primero procede del
corazón, lo segundo de tu mente, de tus miedos.
Referente a la siguiente
cuestión que formulas, te diría que ahora, ya no es necesario que meditemos
como en antaño. Ya no. Las energías en el planeta han cambiado, y la manera de
meditar ya no tiene que ser como antes. Ya no es necesario meditar en posición
de loto o sentado. Podemos meditar en cualquier momento, cuando tú quieras o en
cualquier lugar.
Por otro lado, cuando estamos
en este estado de interiorización, de silencio y quietud interior, es cuando
podemos abrir las puertas del más allá de nuestro presente y de la condición
humana. Para esto debemos estar calmados, tranquilos y no crear ninguna
expectativa o querer forzar sentir algo, porque cuando más lo provoquemos, más
bloquearemos el proceso para llegar hasta allí donde tengamos que llegar en
nuestro proceso. No esperemos. No nos creamos ninguna expectativa,
sencillamente siente la paz y el amor en ti. A partir de aquí, todo podrá ser,…..sin
más. La conexión con el Hogar o con nuestra verdadera esencia parte del
no-hacer, no-esperar, no-estar-atento-a-ver-qué. Nada de esto, sencillamente:
¡SÉ TÚ! Libérate de todo aquello que no te deja ser tú, y abandónate a las
manos de lo que tenga que ser, sin esperar nada. Así, llegarás muy lejos, amado
Jesús, y todos aquellos que leáis estas palabras. Así de sencillo. No se
necesitan grandes técnicas, solo apaciguarte y sentir aquel quien eres. Siente
la calma y la armonía en ti, y lo que tenga que ser,…..será.
¿Queréis sentir que Dios y el
Hogar, vuestros hermanos de la Luz están con vosotros, o recibir información
más allá de lo racional? Bueno, pues no hagas nada. Déjate llevar por este
estado de quietud y bienestar interior. No tengas prisa. No lo hagas para
forzar la situación o así llegarás antes a conectar con ellos. Primero tienes
que conectar contigo mismo y amarte y acostumbrarte a este estado.
¡SÉ TÚ!, y piensa que aquello
que deseamos conseguir, ya lo tenemos, solo debemos de ser nosotros, y todo se
mostrará ante nosotros.
¿Qué te parece ir a pasear por
el monte o el bosque y apreciar lo que ves? Esto es meditación.
¿Qué te parece escuchar a los
pájaros con los ojos cerrados, por ejemplo? Esto es meditación.
¿Qué te parece ser consciente
al planchar la ropa o cocinar y dejarte llevar por lo que sientes en aquel
momento? Esto es meditación.
Cuando tú te sientes bien y
eres consciente del estado interior de bienestar, plenitud,…..esto es
meditación, porque DIOS se está manifestando en ti.
Meditación no es nada
metafísico, ritualístico, esotérico o sagrado. Meditar es ser tú mismo para
sentir aquel quien eres. Solo te aportará bienestar.
A veces, para sentir a quienes
nos rodean del mundo de la Luz, necesitamos saber estar con nosotros, sintiendo
aquel quien somos, notando como el amor, la paz y la tranquilidad, sin más,
habita en nosotros. NOSOTROS SOMOS AMOR, PAZ Y SERENIDAD. Todo lo que no sea
esto, es nuestra mente que está interviniendo.
Un abrazo Jesús, y ¡ánimos!
Que el Amor y la Paz sean en
todos vosotros, amados pilares de mi camino.
2 comentarios:
Muchas Gracias Jordi Morella!!
Con esta respuesta me dejas claro como meditar, pues solo me esforzaba en callar mi mente y en buscar sentir algo que creía que no estaba en mi sino fuera de mí.
Aprendo ahora que no hay que buscar sentir o tener una expectativa. Entiendo que soy paz y tranquilidad sin esperar nada.
Ahora entiendo más el significado YO SOY.
Nuevamente MUCHAS GRACIAS!!
Te envío un abrazo desde este lado del Atlántico.
Jesús FG.
Me alegro Jesús. Todo es más sencillo de lo que nos pensamos. Deseando lo mejor para ti, un abrazo.
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