miércoles, 28 de enero de 2015

Meciendo mi alma

Siento una melodía angelical de fondo, resonando en mis células y elevando mi espíritu. Inspiro. Expiro. El flujo de la respiración expande mi interior y permite ir liberando la gravidez de mi cuerpo. Inspiro. Expiro, dejándome llevar por el flujo del aire en contacto con mi exterior y volver a la naturaleza de mi entorno.
Placidez en su estado más álgido haciéndote sentir tu naturaleza divina al permitir que solo tu esencia tenga cabida en estos instantes de plena conexión con tu verdadero ser.
La música eleva mi alma, melodía angelical que ensalza mi ser, dándome claridad y nitidez para sentir aquel quien yo soy. Todo expansión. Todo amor en mí, en pleno universo expansivo y con una majestuosa esencia amorosa abrazando toda alma habitada en él.
Siento la Unicidad de los seres conscientes con el corazón abierto y la consciencia despierta. Todos estamos en medio de la Nada Universal, porque nosotros somos parte de esta Nada, este Vacío impregnado con la más alta vibración amorosa de la Fuente de la cual todos procedemos. Somos este universo acogiendo a todas las almas y el Gran Plan Divino en el cual estamos inmersos.
Ingravidez y una sensación de hermandad, estar protegido, amado y acompañado en todo momento por otros seres, hermanos de la Luz, al igual que tú, creando la plena armonía en este vacio universal y tan lleno a la vez. Todos tienen su espacio y seres que los acompañan. Todos pertenecen a una misma Familia. Todos somos la Familia que sirve al Amor a instaurarse en todos los rincones del universo, incluyendo nuestros corazones. Somos Amor, y es la activación de la consciencia que permite llegar a darnos cuenta que nuestra esencia no es materia, sino energía amorosa, como parte de la energía universal, creadora de toda vida, orden, armonía, claridad y sanación.
Habitantes más allá de nuestro planeta van acercándose a contemplar la luz que irradiamos debido a nuestro libre albedrío. Ellos están interesados en nuestra capacidad de discernir y decidir. Sienten atracción por nuestro libre albedrío, y algunos por nuestra capacidad de sentir como lo hacemos. Nuestros sentimientos atraen a seres de otras dimensiones, o con cuerpo propio, al ver nuestra capacidad de poder sentir y experimentar desde nuestro interior. Poseedores del libre albedrío, hemos sido capaces de activar nuestro ADN y, no tan solo despertar, sino elevar nuestra consciencia hasta un punto elevado de toda evolución espiritual.
Seguimos un camino de Ascensión que ha hecho que otros sistemas de vida se sientan atraídos hacia nosotros para ver nuestras capacidades y cómo vamos evolucionando cada vez más hacia el sentido amoroso de toda existencia.
Abrazados por una energía de plena calidez, y ternura a la vez, nuestra alma siente el confort del Hogar, del verdadero Hogar del cual procedemos. Todo lo vivido es un escenario, pero luego, todo protagonista vuelve a su verdadero Hogar.
Siento mi ingravidez rodeado de familiaridad y con la sensación de no estar solo, aunque no podamos percibir, por momentos, a los hermanos de la Luz.
No hay palabras cuando estamos en el Hogar. No existen los sonidos orales. Todo es corazón. Es a través del Sentir que nos comunicamos y sabemos los unos de los otros. Así es nuestra comunicación, una relación basada en el corazón. Estamos. Somos. Solo estamos y somos. Irradiamos nuestra Luz y nuestras energías, contenidas de toda nuestra información existencial. Energía llena de información, de consciencia. Somos Divinidad manifestada cuando elevamos nuestra alma y liberamos todo lo relativo a lo dual, a lo terrenal. Entonces, aparece el Dios que eres. Eres el universo, parte de él y Uno con todos los seres que lo habitan. La Luz se une. El Amor se atrae, creando una sola presencia irradiando la plenitud de esta energía hacia todas las direcciones posibles de nuestro amado firmamento.
La melodía continúa y siento la ausencia de todo aspecto humano en mí. Siento la pureza, el acercamiento y Unicidad con todo y todos. Siento un Amor más allá de lo conocido en este planeta donde mi alma ha decidido ejercer de participando de un Plan Superior para el mayor bien de todo el Universo. Como parte de este proceso, me libero a las manos de la Fuente de la cual procedo. Cuando tu ser, consciente y a voluntad es mecido por la presencia superior en ti, entonces, ya no hay caminos a seguir, pasos a programar, reflexiones a hacer, porque todo lo necesario para tu ser es intuido al instante en tu interior, viendo la luz y la certeza que así es y debe de ser. No hay duda, ninguna duda al respecto, ni menos, resistencias, porque tu entrega es absoluta al flujo de la creación existencial a lo largo de todo el firmamento. Más de un universo. Otros sistemas de vida. Diferentes dimensiones en un mismo plano. Todo se complementa para que cada ser pueda llegar  a su máxima plenitud, que no es otra que sentir y convertirse en parte de la esencia existencial que permite que lo humano se convierta en divino, la oscuridad en luz, la inquietud en calma y serenidad, y los bloqueos causados por la desconexión, en fluidez serena al servicio de todos.
Diferentes causas  en diferentes niveles de vida. Un sentido diferente para cada una de ellas. Cada alma elige su lugar según su estado vibracional. Algunas muy alejadas de las otras, pero sirviendo y colaborando para que todas, absolutamente todas puedan dar nuevos pasos hacia su plena realización y ascensión.
Son estos momentos donde mi esencia se expande y siente la gratitud de haber llegado hasta aquí y la levedad del camino a partir de ahora. El camino se eleva y mi ser siente la emoción de cada tramo hacia la Ascensión.
Escucho el agua de Fuente emanar de mi interior. Relaja mi espíritu y mi alma reposa en los brazos de mi divinidad.
La nana de la Madre Celestial acuna y serena cada ser que ha elevado los brazos al cielo y expresado:
-         Aquí estoy. ¡Que se haga tu Voluntad en mí!



Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

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