Cuando nuestro
ser empieza a recordar, cada vez más, su naturaleza y cuál es su verdadera
esencia, dentro de su proceso empieza a cruzar el umbral de la liberación de su
parte humana para ir sintiendo y aplicando la divinidad que es. Dejamos el
camino de lo humano para adentrarnos en la manifestación de aquel quien en
verdad somos. La Divinidad que cada uno es empieza a activarse en la
composición molecular de cada uno para activar y abrir las puertas de par en
par de “Dios en nosotros”.
Nuestra
densidad es el vehículo para trascender nuestra alma y liberarla de nuestra mente. Nuestro cuerpo es el canal por el cual
nosotros podemos tener el mayor aprendizaje posible para ensalzar nuestro
verdadero ser y manifestar, con todo su resplandor, la Gran Voluntad Superior,
motivo por el cual encarnamos por primera vez.
Estos son los
tiempos anunciados de nuestra liberación.
Estos son los
únicos instantes de nuestra vida actual para deshacernos de todo equipaje que
no nos pertenece por naturaleza. Ha finalizado el tiempo de llevar a cuestas lo
que no era innato en nosotros. Ha llegado la hora de despojarnos de todo
aquello que hemos ido acumulando a través de nuestro exterior (cultura,
religión, creencias,…) para volver a conectar con el verdadero ser que somos.
¿Qué no te acuerdas que eres Dios? Fuiste creado desde la inmortalidad y el
pleno empoderamiento amoroso de más alta vibración que puede ser creado. Tu
humanidad te desconcertó. Tu cuerpo te hizo desviar la atención de lo que era
verdaderamente importante en tu encarnación actual. Nos identificamos con lo
que nos transmitía nuestro exterior, alejando nuestra atención de nuestro
interior para satisfacer las normas y reglamentos establecidos desde nuestro
entorno. Éste, fue importante para ti, para dar los primeros pasos hacia ti
mismo.
Lo que sientes
ahora, los pasos dados para encontrar el bienestar y el sosiego en ti, es fruto
de la liberación de quien fuiste para mostrarte tal como eres. Tu nueva energía
interior se rebela, y parece confundirse, según como, porque parece haber una
gran lucha interior en ti, sobre si apegarte a lo conocido, o adentrarte en
este camino nuevo, esperanzador y anhelado en tus sueños. Puedes dar pasos,
pero el pasado insiste en que no hagas ningún cambio en ti porque no
conseguirás nada nuevo, y no sabes lo que en el fondo te espera. Estas
sensaciones procedentes de tu mente racional pueden frenar el avance hacia ti.
Cuando damos
pasos y abrirnos la puerta de nuestra liberación, todo lo que hasta ahora nos
ha tenido atados y frenados, parece protestar para que no continúes tu camino,
para que tu mente pueda continuar controlando tu vida, pero tu corazón te esté
hablando que ha llegado la hora que seas feliz y, estos momentos de aparente
duda, desconcierto o estancamiento, solo es la debilidad de lo que hasta ahora
te ha ido limitando. Quiere decir que lo que has hecho, para ti, está tomando fuerza
y reafirmándote para continuar el camino. El hilo entre lo humano y lo divino
se está tensando hasta tal punto, que tienes toda la fuerza y coraje para que
se rompa de una vez y puedas avanzar, de una manera libre y majestuosa hacia la
Luz que se encuentra ante ti, guiándote hacia el verdadero ser que eres.
Ahora es la
hora. Ahora es el momento donde tu voluntad tiene que sobreponerse y
manifestarse. Por eso sientes lo que sientes. Por eso te encuentras en la
situación que vives.
Nada es porque
sí. Aquello que experimentamos nos lleva a elevarnos, subir nuevos escalones de
este camino de Ascensión. Honramos todo lo que estás haciendo. Tienes todo el
tiempo a tu favor, y tu voluntad. No temas, amada alma, porque, aunque lo nuevo
pueda hacerte dudar, solo es fruto que te estás adentrando hacia la conexión
con tu alma, nuevamente. La desconexión duró siglos, pero estos tiempos que
vivimos nos presentan un camino liberado para que nosotros podamos
manifestarnos tal como somos.
Sientes que
debes de ser tú. Sientes que ha llegado la hora de cambiar de vida. Pues bien,
todos estos pensamientos, anhelos y sentimientos no son, sino, tu fuerza
interior que te empuja a cruzar este umbral hacia la Luz y el Amor que eres.
Todos nos
alegramos por los momentos que vives, que aunque puedan parecer supuestas
adversidades o limitaciones, solo son oportunidades para que las aceptes en tu
vida y te adentres en ellas siendo tú. No temas porque lo peor de tu
existencia, ya ha pasado. Solo lo mejor puedes esperar. ¿Seguro que no quieres
aprovechar esta oportunidad?
Multitudes se
adentran a la nueva energía, integrándola en ellos y activando su ADN. Esto
desechará de vuestro camino todo aquello que no os permita ser vosotros. Habéis
venido con una finalidad muy concreta, con un sentido amoroso en esta
dimensión. Ahora todo el planeta y sus habitantes están elevando sus energías
para ir trascendiendo a nuevas vibraciones más amorosas. Tú eres parte de esta
alegría universal, de estas almas que se han ofrecido voluntarias para
materializar el Gran Plan Divino. Eres honrada, amada y protegida. Nada debes
de temer. Tu presencia empuja a otros a seguir el curso del Amor. Tú eres Amor.
Tú eres Luz y Amor. ¿Empiezas a recordar ahora? Claro que sí, por eso quieres
lo mejor para ti y empiezas a escuchar a tu corazón. Ya no hay karma, pasado
que nos limite. Tu voluntad puede con toda resistencia o energía de baja
vibración, como son los miedos, las dudas y las indecisiones que puedan llegar
a aparecer en ti. Tú puedes superarlas, porque tú eres un ser amoroso y lleno
de coraje divino. No estás solo. El Hogar está contigo.
Siente el
silencio de tu corazón y sentirás y te darás cuenta de la veracidad de estas
palabras. Tu vida, ahora sí, solo depende de ti. El camino ha sido limpiado y
arreglado para que tu andar por este camino luminoso te alce hasta el recordar
que aquel quien eres puede manifestarse y mostrarse con toda su majestuosidad
para crear el Cielo en la Tierra.
Eres parte, ya
no de un despertar, sino de una liberación de todo lo humano para mostrar lo
divino en cada uno.
El cielo se
está instaurando aquí en la Tierra, y tú eres parte de este cielo. No has
venido para sufrir y no poder ser tú. Nada más lejos de la realidad. Tú has
venido a mostrarte libremente y con todo tu resplandor para hacer un mundo
mejor y permitir que la humanidad dé nuevos pasos hacia su camino de Ascensión.
Siente la
fuerza de tu quietud y la melodía del sosiego te traerá la paz, la armonía, y
te permitirá sentir el Amor que eres.
Gracias por ser
y estar en estos momentos con todos nosotros, aportando tu luz e irradiando tu
amor a todo tu entorno.
Todos nos
beneficiamos.
Recuerda: No
estás sola, amada alma. Lo humano está alejándose para dar paso a lo divino.
Que el Amor y
la Paz sean en todos vosotros.
2 comentarios:
Que hermoso.
Llego el momento de lo que ha sido tan anhelado.
Que bonito y que duro Jordi...parece que lo e leido en el momento justo.
un abrazo.
soy Marco Garcia
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