jueves, 8 de agosto de 2024

La Luz del Ser

 

 Había una vez un alma que, en su momento, llegó a vivir una situación como si la parte material de su vida, le hubiese dado la espalda, al quedarse sin dinero y sin posibilidad de rehacer su vida.

Este ser veía como toda su familia se inquietaba por su situación al haber de dejar el domicilio que se encontraba y no tener unos ingresos que le pudiesen ayudar a encontrar un nuevo hogar.

Su familia se preocupaba por su situación. Él, este ser mostraba su bienestar, su serenidad, su alegría y su actitud de felicidad que irradiaba a su entorno. Sus familiares no entendían como este ser parecía encontrarse bien, cuando lo más importante para ellos era el dinero y él no tenía.

Su andar era tranquilo, y su relación con otros miembros de su vecindario, era como si fuera la persona más feliz que había. Su expresión era serena, de tranquilidad y paz, encontrándose uno bien a su lado.

¿Cómo era posible que alguien que estuviera viviendo una situación de haber de dejar el lugar donde vivía y el no tener unos ingresos que le permitieran cubrir sus necesidades básicas, y según como, no tan básicas, tuviera esta actitud ante la vida?

Todos quedaron asombrados al verlo sin alterarse ni estar triste.

De cuando en cuando salía a pasear solo, adentrándose en el bosque que rodeaba su población, o bien se sentaba en un banco tranquilo, solo, en medio de un parque lleno de árboles. ¡Desprendía tanta paz su interior!

Su padre estaba preocupado por la situación que podía llegar a vivir su hijo, y parte de su familia por no tener un lugar seguro cuando tenga que irse de allí.

La visión que uno puede llegar a tener de la vida, hace que ésta pueda llegar a ser movida, o tranquila.

Este Ser irradiaba una luz allí donde se encontraba. Su presencia llamaba la atención de los niños con los que se cruzaba. Ellos le miraban, y él,  los saludaba o les sonreía constantemente.

Era un alma pura, siendo consciente de su esencia y de quien en verdad era.

Una vez, encontrándose con algún familiar que estaba muy inquieto, preocupado y nervioso, pensando que había de dar unos pasos para poder salir adelante, le respondió:

-         La Felicidad de la vida no depende de lo que uno pueda llegar a tener o a no tener. No depende de donde se encuentre, porque lo importante en la vida es el sentir tu interior, aquel quien en verdad uno es. Sintiéndolo, te hace ver la vida de otra manera. No depende de si tienes mucho o poco, sino de si uno siente su interior, aquel quien uno es. Entonces, sentirás el Amor y la Paz. La vida no es el tener, sino el Sentir aquel quien eres. Solo así podrás vivir la Vida desde la Verdad.

Quienes le escucharon no acabaron de entender lo que este Ser les decía. Depender de vuestro entorno, llevará vuestra vida a no deleitarte en ella y a estar pendiente siempre de lo que hacer, cuando el sentido de nuestra presencia en esta vida es el de fluir e ir a tu interior. Entonces las aguas de la vida te llevarán allí donde acordaste para tu proceso.


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