Una vez un maestro
preguntó a sus discípulos, después de un tiempo trabajándose interiormente y
viendo unos resultados en todos aquellos que con él se encontraban:
-
¿Qué diríais
sobre vuestro interior?
Entonces, uno de ellos le
dijo:
-
Maestro, yo
me he dado cuenta que realmente tengo todo lo que necesito para mi vida actual.
Siento la felicidad, el amor, el bienestar y el convencimiento absoluto
conforme en todo momento estoy haciendo lo que debo de hacer.
A continuación otro discípulo
le dijo:
-
Yo siento la
liberación y el desapego con todo lo que me rodea. Siento una sensación de
expansión interior conforme cual ha de ser mi actitud en cada presente que
vivo.
El maestro, mirándolos y
habiendo escuchado lo que aquel segundo joven había dicho, les hizo una sonrisa, haciendo un
gesto de afirmación con la cabeza.
Nuestro interior contiene
todo lo que uno necesita, y a raíz de aquí, cuando conecta con aquel quien en
verdad uno es, entonces, todas las puertas que se hayan de abrir,…..se abrirán,
recibiendo esta alma, este ser, todo lo que necesita para seguir su proceso y
materializar el sentido por el cual se encuentra aquí encarnado.