lunes, 26 de diciembre de 2016

Momentos de interiorización

¡Hola amada familia! Nos encontramos a finales de este año 2016.
Llevo un tiempo donde mis Hermanos Celestiales, ya no solo me acompañan, sino que llevamos alguna que otra época en contacto continuo, sintiendo su amor, y recibiendo sus mensajes, llegando a mi corazón y a la activación de mis emociones más elevadas.
Después de todo este año 2016, he tenido la necesidad de ir a mi interior cada vez más para transcender mi humanidad y poder percibir mi esencia multidimensional.
Son momentos de interiorización aunque nuestra cultura nos lleve a celebrar unas tradiciones de apertura y fiesta. Cojamos la esencia de lo que se celebra e integrarla en vuestro interior para acabar de dar el paso que cada uno necesita dar.
Mi situación me lleva a tomarme mi tiempo para lo que me acontece. Estas navidades mi corazón me ha llevado a la dedicación de todo mi tiempo para los demás, y ahora, necesito tener mi espacio para poner un poco más de orden, silencio y luz en mis momentos actuales para mi misión en esta vida.
Como ya he dicho, me tomaré unos días, y es probable que hasta el inicio del próximo año no encontréis ningún escrito mío en las redes sociales, a no ser que el Hogar así lo quisiera. Necesito unos días de estar con mis Hermanos Celestiales, y con ellos, recibir su amor y sus comunicaciones para poder llevar de la manera más adecuada el motivo por el cual me encuentro en esta dimensión y en estos tiempos álgidos de la evolución del planeta Tierra.
Aquellos que me acompañan del Hogar, como Maestros Ascendidos o del mundo Angelical me han hecho ver la necesidad de tomarme un tiempo para estar conmigo y sus presencias.
Mi corazón me hará saber del momento de mi retorno.
Desde mi corazón, quiero daros un fuerte abrazo, abrazando a cada una de vuestras almas y diciéndoos que os amo y os estoy muy agradecido por vuestra presencia en mi vida.
Gracias y que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.


¡FELIZ 2017!

domingo, 18 de diciembre de 2016

¡Gracias!

Gracias a todos. Sinceramente muchas gracias por vuestra presencia en mi vida.
Mi corazón se ha ensanchado con cada una de vuestras intenciones hacia mi ser. Me he sentido amado por vosotros, aunque con la mayoría estemos a miles de quilómetros.  Hemos acortado esta distancia, sintiéndoos en mi presente esté donde esté.
Agradezco, con todo mi corazón, vuestros  mensajes de buenas intenciones, luz y amor hacia mi alma. Me siento muy afortunado por recibir constantemente palabras de agradecimiento, emanadas de vuestros corazones abiertos, recibiendo y aceptando los mensajes y escritos transmitidos a lo largo de este año.
¡He recibido tantas bendiciones de vosotros!,… que solo agradecimiento puedo sentir ante la vida, sintiéndome apoyado y protegido por este amor, no tan solo vuestro, sino unido al de nuestros hermanos de la Luz. Ahora puedo entender porque este año, aunque haya sido de mucho movimiento, y por momentos habiendo de poner todo lo habido por mi parte, he podido estar centrado en mí, sintiendo la Paz y el Amor en mi interior, así como mi esencia en cada instante de los presentes vividos.
Me siento a rebosar de vuestro amor hacia mí.
 ¡GRACIAS! ¡GRACIAS! ¡GRACIAS!
Mi Amor también está en cada uno de vosotros, y os abrazo con él para que vuestra alma pueda sentir la calidez del Hogar y mi esencia y proseguir con vuestro proceso hacia la plena felicidad y realización en vuestra vida. Así lo deseo para todos vosotros con todo mi corazón y mis buenos deseos para cada uno de vosotros.  
Me habéis enviado muchos comentarios y opiniones a lo largo de este año. A la mayoría no os he respondido, pero quiero deciros que todos, absolutamente todos los comentarios que me habéis hecho llegar han sido leídos por mí y sintiéndolos en mi corazón. No ha habido uno que haya sido descartado. Todos los recibidos han sido leídos con todo mi respeto.
Nos vamos acercando cada vez más, los unos a los otros. Nos vamos uniendo, haciendo que las distancias vayan desapareciendo y haciéndolas más cortas debido a nuestra consciencia y evolución. Mi agenda cada vez está más llena debido a vuestra presencia. Agradezco todas vuestras amistades para hacer de este mundo, un lugar donde poder vivir según nuestros corazones y donde el Cielo tenga un lugar aquí en la Tierra. Así es y siempre.

A todos ¡Gracias!, y que el AMOR y la PAZ sean en cada uno de vosotros.




viernes, 16 de diciembre de 2016

jueves, 8 de diciembre de 2016

El hombre de la sonrisa

Paseando por un pequeño pueblo me encontré sentado en una silla, a un hombre que sonreía a todo aquel que pasaba ante él. La reacción de los paseantes era diversa según cada uno. Cuando yo pasé ante él, me hizo una sonrisa y yo le devolví, haciendo un gesto de consentimiento con la cabeza.
Al cabo de pocas horas, volví a pasar justo por donde se encontraba aquel hombre y al cruzarme ante él, me volvió a hacer una nueva sonrisa. Yo le devolví acercándome donde estaba.         
-         Buenas tardes, buen hombre – le dije. ¿Me permite ponerme a su lado y también sonreír a la gente?
Él, encantado, me hizo un lugar a su lado, entrando en su casa y trayéndome una silla para ponerla a su derecha. Era media tarde, y juntos, sonreíamos a todos aquellos que pasaban ante nosotros. Algunos nos devolvían la sonrisa y otros nos miraban como si estuviéramos locos y quisiésemos reírnos de ellos. Hubo, incluso, quien se molestó por nuestros gestos. Hubieron, también, quienes giraban la cabeza al pasar por delante nuestro para no recibir nuestro pequeño regalo.
Al día siguiente quise volver donde se encontraba aquel buen hombre, y la sorpresa que tuve, fue al darme cuenta que había cuatro sillas más, a parte de la suya. Todas una al lado de la otra. Con los minutos, aquellos asientos fueron ocupados por otros seres, que como yo, querían compartir y acompañar a aquel buen hombre. A medida que pasaban los días, la hilera de sillas era más larga. La gente se la llevaba de su casa para poder sentarse y añadirse al grupo de aquel hombre que hacía una sonrisa a todos los que pasaban por delante de él. Hubo un momento que éramos tantos los que estábamos sentados allí que habíamos de ponernos en la calzada, reduciendo los carriles de los coches a uno de solo. Cuando alguien pasaba por allí, aunque fuera por la otra acera, cincuenta y seis sonrisas le eran enviadas, de manera que, quien las recibía sentía la necesidad de hacer una para todos nosotros.
Con los días, lo que fue un solo hombre, se convirtió en una multitud, llegando a ser más de cien personas en aquel lado de la calle, rodeando a un hombre dedicado a regalar un pequeño gesto de amabilidad. Finalmente, los coches, les costaba circular por aquel trozo de la calle, tomando la decisión de cambiar de ruta, de manera que por allí ya solo circulaban bicicletas, alguna moto y los peatones. Un día, la guardia municipal local decidió cortar aquella calle, ya para siempre, convirtiéndola exclusivamente en peatonal.  
La gente continuaba añadiéndose al grupo, de manera que se llegó al punto que toda una acera de aquella calle estaba llena de sillas “sonrientes”, y los transeúntes pasaban por la calzada y la otra acera. Todos, absolutamente todos, fueron recibiendo una sonrisa de todos aquellos que se encontraban al otro lado. La gente ahora nos miraba y nos devolvía aquella sonrisa. Algunos repetían expresamente la experiencia porque les hacía sentirse bien y acompañados.
Con el tiempo, no hubo vecino de aquella población que no pasase, como mínimo, una vez al día por aquella calle para recibir centenares de sonrisas que le hacían desde el otro lado.
Aquel lugar fue conocido más allá de zona donde se encontraba, viniendo gente de todos los lugares para poder vivir personalmente la experiencia de recibir tantas sonrisas a la vez. Era una sensación maravillosa y de plenitud. Tenías la sensación que todos te aceptaban, y te sonrían. Tú te sentías feliz y con una sensación de paz contigo mismo. Aquella calle se llenó de una energía amorosa, no sentida hasta aquellos momentos, por la gente de la población todos querían repetir la experiencia una y otra vez.
Un día, al levantarme e ir a la “calle de la sonrisa”, que fue como se bautizó a aquel lugar, estábamos todos menos uno faltaba aquel hombre, que con su expresión bondadosa dedicó su tiempo a aliviar el corazón de la gente a través del gesto que tan bien sabía hacer: una sonrisa. Pregunté a los vecinos si sabían alguna cosa de él y me dijeron que aquella misma noche murió y que una ambulancia vino a llevárselo. Todo el pueblo se sintió triste por esta perdida. El viejo amable llegó a ser una llama de bienestar y amabilidad para todos.
El día de su adiós, el lugar donde se hizo, estaba repleto. Casi no cabían. En el entorno donde le enterrarían estaba rodeado por centenares de sillas, y la gente continuaba trayendo cada una la suya para hacerle el último homenaje. Cuando las cuerdas fueron cediendo para bajar el féretro dentro de la fosa, todos a la vez, hicimos una sonrisa, la última sonrisa para aquel hombre que hizo despertar los corazones de todos nosotros. A continuación, y como si todos nos hubiésemos puesto de acuerdo, sin hacerlo, cogimos nuestras sillas y nos dirigimos hacia “la calle de las sonrisas”. Nos sentamos y empezamos a hacer aquello que habíamos aprendido a hacer tan bien: una sonrisa a todos aquellos que cruzaban por delante de nosotros. Los niños, jóvenes, padres y abuelos, todos nos respondían con otra sonrisa.
La vida continuó en aquel pueblo. Cada vez se añadían más gente. Ya no era aquel trozo de calle, sino toda ella.
Con el tiempo, supe que se empezaron a hacer nuevos grupos en otras pueblos y ciudades. El mensaje era bien claro:

“Haz una sonrisa para alegrar la vida de los demás. Te lo agradecerán. El día será diferente, tanto para ellos, como para ti. Habrá valido la pena vivirlo. “


miércoles, 30 de noviembre de 2016

La Fragancia de tu Esencia

Y el jazmín esparció su esencia para dar de la mano al aire, y juntos, aromatizar la tierra donde había nacido”.

Por fin llega la Entrega, a cada uno en su instante, siendo entonces donde se puede sentir la fragancia de la existencia. Tu vida se eleva y, desde la cima de la Aceptación, del Fluir y la Fe, puedes apreciar la belleza de aquel quien eres emanando el Amor de tu Fuente interior y sintiendo en tu corazón la Unicidad y el Amor del cual fuiste creado. Un manantial irradiando la Luz de tu ser y la Serenidad de saber y haber recordado aquel quien, en el fondo, siempre fuiste.
Ahora, ha llegado el momento de esparcir tu esencia por este amado mundo. Tu interior llama a la puerta de servir a la Divinidad que siempre se ha acurrucado en tu interior esperando ser reconocida.
Ahora ha llegado el tiempo donde lo humano deja lugar a lo divino, donde aquel quien fuiste deja paso a quien eres y has sido en todo instante de tu existencia encarnada. Ahora has recordado que tu esencia no es humana, sino divina, y esta divinidad será la que empezarás a manifestar a partir de ahora.
Este instante es cuando recuperarás tus fuerzas para hacer frente y avanzar con la fortaleza de tu naturaleza para travesar las tempestades que hasta ahora, quizás, hayas podido estar viviendo.
Son tiempos de reafirmación y empezar a brotar en la luz que hay en tu interior, para mostrar tu belleza y tu amorosa esencia, regando así, los campos fértiles de tu andar para ir recogiendo los frutos tan esperados.
Ahora es el tiempo de la recolecta para muchos de vosotros. Abriros y dejad que el sentir de quien sois os lleve a la realización en vuestra vida actual y a la manifestación del verdadero ser que sois y siempre fuisteis.


“El jazmín sintió la plenitud en su interior al verter su aroma único e inconfundible, recordando a su entorno que la belleza se encuentra en ti y el universo nunca te olvida. Al inspirarlo, tu interior se transforma y te recuerda la armonía y el bienestar que siempre fuiste”.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

La Sabiduría del Sentir

No me preguntéis quien soy.
Sentidme y sabréis de mí. Mirad lo que hago y mi actitud ante la vida, y sabréis de mí. Mis pasos os indicarán aquel quien soy. Mis silencios os hablarán y os harán sentir quién hay dentro de mi materia.
Aquel que siente mi esencia y respeta mi naturaleza ante la vida,…. puede llegar a percibir el verdadero ser que soy.
Mi mayor presentación es mi ejemplo. Por favor, no me preguntéis quién soy porque aquel quien quiera conocerme, que sienta mi interior. Él os hará saber toda mi esencia. Sintiéndola ya no tendréis más necesidad de preguntar: ¿y tú quien eres? No queráis obtener una etiqueta de mí. Sentidme, abrid vuestro corazón y sabréis más de lo que representa un enunciado intelectual
Prefiero mostrarme con mi presencia, con mi ejemplo, aquel quien en verdad soy. No importan las palabras, etiquetas que nos definen según unos cánones establecidos y más o menos conocidos. No queráis etiquetar a nadie, porque nadie es según lo definido. Todos vosotros sois mucho más que uno o unos conceptos racionales. Decir “administrativo”, es no decir nada de la persona en sí, de su interior, de su naturaleza y manera de ser. Decir que es “terapeuta”, tampoco nos dice nada de cómo es en verdad este ser.
La mayoría de las etiquetas convencionales os llevarán a encasillar a alguien con vuestras creencias, y cada uno es mucho más de lo que podéis llegar a percibir mentalmente de él. Somos seres con grandes capacidades para realizarnos de maneras diferentes. Todo oficio o actividad representa, la mayoría de las veces, una visión no real de la situación y de la manera de ser de alguien.
No etiquetéis. No preguntéis quién es alguien, en todo caso, “¿qué haces? ¿Es lo que siempre has deseado hacer? ¿Sientes que es el camino a seguir?” Estas cuestiones serían más acertadas para conocer a alguien que no “¿quién eres?”. Normalmente te dirán según su visión personal, no quién es.
Preguntar por preguntar. ¿Qué más da quién es aquel con quien estamos en estos momentos? Lo importante es lo que sentimos estando con él. Lo demás sobra, porqué ya iremos dándonos cuenta del verdadero ser que es, sintiéndolo. Escuchad a vuestro corazón, que él os dirá la verdad de la situación que estáis viviendo y con quien estáis viviendo. Una vez lo sentís, llevad a término su guía, porque os está indicando la mejor dirección para vosotros.
No preguntéis quién es el otro, sino, cómo ha llegado hasta aquí, debido que, lo que os hace sentir os agrada y os da bienestar. Vuestro corazón os hablará alto.
En mi caso, hay otra pregunta que no tengo una etiqueta para definir en una sola palabra, y es cuando se me pregunta: “¿y tú qué haces, a qué te dedicas?” Durante años he recibido multitud de etiquetas, de nombres que se relacionaban con mi misión en esta vida. Durante años procuraba decir algún nombre que los que me preguntaban podían llegar a entender, pero siempre no representaba lo que realmente hacía y no me sentía identificado. Era, todo y así, una manera para acercarme a los demás y poder llegar a ellos.
La gente a veces necesita una confortabilidad para sentirse seguro y pensar que está en buenas manos. Todo es mental. Sus corazones cerrados no permitían entender la grandeza que cada uno es, empezando por ellos mismos.
Fueron pasando los años y ahora, cuando alguien me pregunta “¿y tú qué haces, a qué te dedicas?”, mi respuesta no es una palabra. Sencillamente, con el tiempo, me fue llegando el qué decir ante situaciones como estas. Mis palabras pueden ser entendidas o no. Si así es, los oyentes entienden mi obra, y si no lo entienden, sencillamente escuchan y dejan de preguntarme.
Todavía, actualmente, hay un gran distanciamiento entre lo que uno hace y lo que le gustaría hacer. Cuando interior y exterior coinciden a voluntad de uno mismo, entonces, aquel quien eres se manifiesta con todo su resplandor ante el mundo. Cuando no es así, la vida nos ofrece un aprendizaje para aprender a perder los miedos y empezar a dar pasos hacia nosotros mismos, empezándonos a mostrar tal como somos y dirigiéndonos hacia aquello que sentimos. Cuando nuestra obra está en total consonancia con lo que sentimos, entonces estaremos llevando a término aquello que hemos venido a hacer, siguiendo el camino ascendente de nuestra misión.
Es en estos casos, cuando hay una realización en nuestras vidas, sintiendo la felicidad, el gozo y el Amor en cada acto que realizamos. Nuestro proceso, entonces, va acelerándose hasta liberarnos de todos los apegos y abriendo nuestro corazón de tal manera que, llegado el día, veremos la necesidad de hacer la Entrega de nuestra vida a las manos de nuestra Divinidad.
Entonces llegaremos a entender, a niveles superiores, nuestra existencia y el camino a recorrer dentro de nuestro proceso.
Será el Amor quien nos guiará y protegerá.
Será el Amor quien nos hará ver claro y discernir.
Será el Amor quien nos hará sentir la plenitud en nosotros, dejándonos llevar, cada vez a niveles más altos por aquel quien en verdad somos.
La vida, entonces, dejará de ser tuya para cruzar el umbral del servicio a la humanidad y a todo el planeta en el cual habitamos.
Nuestra Luz y nuestro Amor serán los espejos para todas aquellas almas predispuestas a escuchar y a sentir.
La mayoría de las veces no es necesario preguntar para saber. Sintiendo conoceréis la verdad.
No preguntéis, ¡SENTID!



miércoles, 16 de noviembre de 2016

Alma en éxtasis contenido


En estos momentos un alma siente la plenitud y la serenidad de estar con su estado prístino, más allá de su condición humana como ser.
Estando en la elevación de su existencia puede vislumbrar y discernir todos los caminos que traviesan la sabana existencial y las aportaciones en cada camino para poder elevar al alma, cuando, en el lugar y momento adecuado deba de encontrarse con ellas.
Las bendiciones están extendidas en cada sendero por más pequeño y aparentemente escondido pueda llegar a estar. No hay toma de caminos que no nos lleven a nuestra esencia.
Estando esta alma en la cima del desapego terrenal puede divisar toda actitud y sus consecuencias para aquel que decida emprender su viaje en aquella dirección.
Estando desde aquí puede ver los caminos creados por el mismo ser encarnado, en el momento de su encarnación. Todo es calma y aceptación desde donde nuestra alma puede observar las veredas de nuestra vida y los atajos existentes para poder acortar el trayecto hacia nuestro sentido en esta vida. Hay calma, paz y una inmensa tranquilidad en este estado que te permite sentir aquel quien eres y ver las posibilidades de tu vida para poder tomar el camino adecuado para la elevación de nuestra alma.
Desde aquí podemos percibir y darnos cuenta de todos los actos pertenecientes del desamor aparente en el mundo donde nos encontramos.
Desde aquí donde nuestra alma se encuentra puede ver los acontecimientos emergentes dentro del proceso de evolución de la especie humana. Aquí no hay duda. No hay crítica ni juicio, solo percepción clara y nítida sintiendo el Amor en cada acto supuestamente adverso a la condición humana y el camino a seguir hacia la elevación de la humanidad y el planeta.

Apártate del árbol que no te deja ver el bosque

En este estado de elevación puede verse el proceso que está siguiendo cada alma encarnada y los resultados a conseguir en su momento. Nada es lo que parece. Pudiendo ver y sentir con intensidad el amor que hay en cada acto y situación creada, nuestra alma expande su esencia abrazando a todas aquellas otras energías que la acompañan, formándose una Unicidad con todas ellas. Siente el Amor hacia ella y ella irradia su  esencia amorosa a todos aquellos seres luminosos que la rodean y con ella están.
Nuestra alma sabe de lo que realmente es la Plenitud existencial. Solo el Amor puede llevarte a ella. Sintiéndola se transciende todo lo terrenal, lo físico que pueda haber en ti. Sientes la liberación absoluta de tu ser y permites que la puerta de la mayor paz existente abrace cada una de tus células sintiendo conforme debes de dejarte ir y ser llevado según tu naturaleza superior en ti. Sabes que nada debes de temer y que tus pasos serán guiados por un Amor Superior, habido en cada uno, esperando ser reconocido en su momento para activar y despertar cada una de las consciencias y permitir que la intencionalidad inicial de nuestra presencia en esta vida pueda ser manifestada tal como se acordó anteriormente.
¡Qué paz habita en un alma encontrándose en plena contemplación desde la elevación donde ahora se encuentra! Hay una sensación conforme todo está en orden y realizándose según la Voluntad inicial.
Todo debe de realizarse sin quedarnos con el detalle, porque éste nos puede llevar a una distorsión del sentido del acontecimiento. Más allá de su presencia, hay una finalidad superior donde el presente actual nos llevará a la realización de cada alma y a una Unicidad cada vez más firme, fuerte y amorosa entre todas ellas. La Tierra está viviendo momentos de grandes cambios. A veces, estos cambios requieren almas que revolucionen o vayan en contra de lo establecido para remover a las otras almas y así, despertar las consciencias y derivarse a la responsabilización de cada uno para poder crear y vivir la vida que siente en su interior. Los adormecimientos y resistencias crean seres y situaciones que hagan despertar a las almas dispuestas a abrir sus corazones y vivir desde ellos.  Más allá de un suceso o situación aparecida, supuestamente adversa y asociada al desamor, hay un sentido espiritual para remover y activar las consciencias del mundo que se vive y así poder establecer una nueva tierra donde amar, aceptar las diferencias, respetar, escuchar y comprender sean los pilares de la resurrección del recuerdo en cada uno para poder manifestar, cada vez más, la Luz que cada ser alberga en su interior y su verdadera naturaleza amorosa para sentir la UNICIDAD, no tan solo con sus seres más cercanos, sino con la Familia a la cual todos pertenecemos más allá de este plano dimensional.
Nuestra alma siente el sosiego de encontrase en este estado de éxtasis contenido al poder ver y sentir como el proceso que la humanidad está siguiendo la llevará a una vibración más elevada y a una manifestación de la Luz y el Amor que cada uno es. Desde el lugar que se encuentra recibe las energías de emoción y alegría del Hogar al poder ver cómo la Gran Voluntad Superior será llevada a término con éxito.
Lo vivido actualmente sólo es parte del proceso para llegar allí.
Más allá de lo físico y la forma, se encuentra el fondo, la esencia y el sentido por lo que vivimos cada experiencia en esta vida y el por qué de lo sucedido en cada rincón de nuestro amado planeta.

Sintiendo el Amor en ella, nuestra alma, conocedora de su misión en esta vida y del sentido de nuestra existencia, siente una fuerte sensación de agradecimiento por estar viviendo estos momentos cruciales de la evolución del planeta y la humanidad. Sabe por qué está donde está y el motivo de su presencia en esta encarnación. Está contenta y feliz por estar donde ha de estar según la Gran Voluntad.
No hay mayor satisfacción que ser consciente de tu vida y poder percibir el sentido de lo existente y tu papel en cada presente vivido.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Con el maestro

Una vez, un discípulo avanzado quiso ir a hablar con su maestro para comentarle una situación que estaba viviendo en relación a su formación y al punto que había llegado hasta ahora. Éste se acercó donde el venerable se encontraba, y a unos pocos metros se detuvo porque vio que parecía estar meditando.
Esperó unos segundos cuando su maestro inclinó la cabeza como si estuviera despidiéndose de alguien, y a continuación se giró viendo a su discípulo mirándole y esperando que se le diera el consentimiento de poder avanzar hasta donde su tutor se encontraba.
-         Siento cierta inquietud en ti, amada alma – le dijo el respetable anciano. ¿Qué es lo que inquieta tu interior?
-         Maestro, mi camino me ha llevado alto, donde puedo ver y darme cuenta del sentido de lo que sucede, pero desde hace un tiempo hacia aquí, que siento el dolor de este mundo en mi interior. Siento el desamor existente en las cuatro direcciones de este mundo. Mi corazón siente este dolor de los que habitamos esta dimensión. Parece como si cada vez percibiera y sintiera con más nitidez e intensidad todo el malestar existente en la esencia humana. Parece como si este dolor, por momentos, fuera el mío, aunque así no sea porque siento aquel quien soy en mí, amansando mi corazón y algún que otro pensamiento pidiendo paso. (Pausa).
-        
-         Maestro, agradecería unas palabras para entender y poder aceptar estos momentos donde el dolor de la humanidad se encuentra en mi interior.
-         ….(silencio por parte del maestro)
-         ….(aguardando sus palabras)
-         Has aprendido a escuchar a tu corazón. Has llegado a la sabiduría de la existencia. Tu corazón, ya no solo es oído, sino que te habla, amada alma, muy claro y alto. Sabes cómo volver a sentir aquel quien tú eres. (Pausa larga).
-         …. (el joven seguía en silencio escuchando y sintiendo la presencia de su mentor).
-         Cuando se ha abierto el corazón y se recibe más allá de tu presente y cercanía, sintiendo la compasión que tú sientes,……es que ha llegado tu hora.

El joven escuchaba atentamente y en relación a estas últimas palabras preguntó:
-         ¿Mi hora, maestro?
-         Ha llegado la hora que dejes el monasterio porque las almas que hay más allá de este recinto te esperan. Ha llegado la hora de tu servicio. Empiezas a sentir la necesidad de los que te rodean, de todos tus hermanos. Ellos te han llamado, y ahora tú, sientes la invocación de sus almas. (Pausa).
-        
-         Debes de dejar este lugar porque tu ser ya se encuentra preparado para llevar a término aquello que has venido a hacer y que ha dado sentido a tu presencia en este lugar. Ahora debes de ir al otro lado de estos jardines para transmitir y ayudar a todos aquellos que te esperan. No estarás solo porque tu Hogar te acompañará allí donde vayas y por ellos serás protegido. Escucha a tu corazón que será el nexo con tu Hogar.
-         Maestro – interrumpió el joven, ¿seguro que estoy preparado para lo acordado?
-         Hijo, no dudes nunca de tu corazón. Aquel quien yo he sido para ti, ahora tú serás para todos aquellos que en tu camino encontrarás y dispuestos a escuchar y abrir sus corazones. (Pausa).
-        
-         El tiempo que has estado con nosotros te ha ayudado a recordar y a conectar con aquel quien en verdad eres. No temas. Ya nunca más estarás solo. Ha llegado la hora que el discípulo se convierta en maestro.
-         Pero si necesito alguna respuesta o aclaración en mi camino, en mis obras, ¿podré venir a preguntarte?
-         Tu mente parece que no te deja dar este paso tan deseado por tu alma. Ten Fe, y deja que tu corazón te guíe. Recuerda que la maestría ya se encuentra en ti.
Habiendo dicho estas palabras, el maestro se dispuso a dar unos pasos para dirigirse a la puerta y continuar su camino, cuando el joven dijo:
-         ¡Maestro! Gracias por todo y por tu presencia en mi vida – mientras bajó su cabeza en señal de agradecimiento.
El venerable le sonrió. Le devolvió el gesto y prosiguió su andar tranquilo, irradiando una paz y una serenidad que solo las viejas almas pueden irradiar.
A partir de estos instantes el joven se dirigió hacia una de las puertas del monasterio. La cruzó y sintió la emoción intensa del recordar estando en el Hogar y que en poco volvería a encarnar en el ser que ahora es. 
Sabía que todo iría bien.


Se alejó de donde hasta ahora había sido acogido, bajando la colina y dirigiéndose hacia el pueblo, sintiendo el Amor y la Plenitud de saber que le había llegado su hora.  

jueves, 3 de noviembre de 2016

Estando en el Hogar

Hay aspectos, que cuando uno llega al Hogar, o dentro de sí, llega a sentir el Hogar con todo su resplandor, se da cuenta que hay aspectos que nos enseñaron en vida física que no se corresponde bien con lo que en verdad es.
Uno se da cuenta que lo vivido y la manera de entenderlo desde lo encarnado no es exactamente tal como es en el Hogar cuando en él estás. Cuando dejamos este vehículo físico, habiendo estado en “vida” en contacto constante con nuestros Hermanos Angelicales o interdimensionales, nos damos cuenta de lo que es realmente el Hogar.
Muchas veces estamos en él desde lo aprendido en esta dimensión en la cual nos encontramos, pero solo es una visión según lo que nos enseñaron. Cuando alguien consigue desprogramarse de lo aprendido y abre su corazón y todo su ser a la Verdad, habiendo obtenido la sabiduría del recordar quienes somos, transmitiéndola desde las palabras que conocemos y las imágenes según lo leído y aprendido en esta vida, entonces, no siempre se corresponde con lo que es en verdad.
Ahora, queriéndoos transmitir alguno  de estos aspectos procedentes del Hogar, siento como si las palabras les faltara la fuerza del sentimiento. Cuando un corazón mantiene su puerta abierta, es entonces cuando podemos darnos cuenta de lo que es en sí, al sentir el Hogar en uno mismo.
Hay, como ya he dicho antes, quien está rodeado de nuestros hermanos celestiales, colaborando juntos en la misión que uno ha venido a hacer en esta vida física. Cuando se vive conectado con quiénes somos y toda la Familia Celestial, entonces, estando en el Hogar diariamente, colaborando juntos en la aportación de instaurar el Gran Plan Divino en este mundo, entonces, y solo entonces, podemos darnos cuenta del gran sentido y la comprensión de toda nuestra existencia, tal como la Voluntad Inicial se inició.
Hay veces que se actúa desde lo gráfico, las metáforas, las historias y cuentos iniciáticos, para que el humano en fase de ascensión pueda ir entendiendo su proceso y dar pasos hacia su autoconocimiento. Son las palabras y la emisión de algo más allá de lo físico, pero a veces, es lo que se tiene más a mano para poder llegar a todas las almas que nos rodean. Muchas veces, estando encarnados percibimos algo superior a nosotros y miramos de entenderlo según la experiencia vivida por cada uno, y lo recibido en la instrucción habida a lo largo de nuestros años. A veces, como decía, no es exactamente tal como nos lo imaginábamos o creíamos, porque nuestra densidad física nos hacía tener cierta precaución a la hora de transmitir lo recibido y sentido.
Cuando transcendemos, al dejar nuestro pasado en esta dimensión, solo llevamos con nosotros nuestra energía con toda su información. Nuestro Amor se manifiesta entonces, en el grado obtenido a lo largo de nuestro proceso.
Dejar nuestro vehículo te hace sentir la plena libertad de quien en verdad eres. Dejas que tu Amor se expanda tanto como quiera y es, desde el desapego absoluto y la fuerza del Amor en ti que te permite sentir y entender aspectos, que estando en lo físico, y en circunstancias terrenales, quizás no te permitían verlo desde la mayor visión elevada que un ser puede llegar a ver y entender cualquier situación experimentada a lo largo de su proceso y en la obra activa de su misión.
De ahí la importancia de ir recordando cada vez más aquel quien en verdad somos y poder sentir el Amor, en nosotros y poderlo vislumbrar e irradiarlo también, en todo aquello que vivamos y veamos. Todo es Amor, y cuando este Amor Supremo que cada uno de vosotros sois se manifiesta, entonces, podremos ver con mayor claridad el sentido de cada instante y de cada acto que cada uno vive y los pasos de esta humanidad, con todos los acontecimientos de cada uno de los países, dándonos cuenta que nada es lo que parece. Somos Amor, y solo el Amor puede restablecer la armonía entre todos los seres que habitamos este rincón del universo de una sola luna.
Cuando dejamos nuestro cuerpo y transcendemos entramos en contacto con nuestra verdadera esencia y en las energías de nuestro verdadero Hogar. Es entonces cuando sentimos la pureza, el Amor, la plenitud y la compañía de todos nuestros Hermanos celestiales que nos reciben con los brazos abiertos para darnos la bienvenida de nuestra vuelta al Hogar, después de seguir un proceso de aprendizaje, habiendo dejado nuestras energías para todos aquellos que las hayan podido necesitar, dando un apoyo y un sustento mayor a la elevación energética de nuestro amado planeta actual y a toda la humanidad.
Uno de estos aspectos donde percibimos con una mayor claridad y profundidad es el hecho de no haber destino. En el Hogar no existen los destinos, sino la predisposición de cada uno para Responsabilizarse de su vida. Somos presente, y el destino es futuro, por lo tanto, como el tiempo no existe, espiritualmente hablando, el concepto que tenemos no es el correcto, porque el tiempo no existe.
No existe el Destino, y sí la Responsabilización de llevar a nuestra alma al encuentro de quienes somos en verdad y a la unicidad con cada una de las otras almas que nos rodean. Desde el Hogar lo vemos todo diferente, y de una manera muy sencilla y amorosa, porque todo es Amor, como ya he dicho, y solo desde el Amor podemos entender nuestra vida encarnada y el sentido con el proceso del universo y nuestra relación con él.
El destino es algo terrenal, algo que el ser humano en su no-consciencia creó para justificar todo lo que le estaba sucediendo, rechazando toda responsabilidad en su proceso. Este estado de no implicación en su sendero le llevó al estado de víctima, de un ser sin amparo y sin poder hacer nada para cambiar lo que estaba viviendo.
Los tiempos que estamos viviendo actualmente, nos están llevando de una manera acelerada a la responsabilidad de cada uno en su proceso para llegar a sentir aquel quien en verdad es. La consciencia va apareciendo cada vez más para esta comprensión. De ahí la importancia de recordar aquel quienes somos porque nos va a hacer responsabilizar, cada vez más de nuestra vida, y por lo tanto, de retomar el poder  de la creación en nosotros y obtener un aprendizaje importante para dar nuevos pasos hacia nuestro camino de la Ascensión.
No hay destino, con todo lo que esto comporta. No hay ignorancia de lo que nos puede deparar la vida, porque nosotros somos el Camino, la Verdad y la Vida, tal como el maestro Jesús nos anunció. Si nosotros somos la fuente de creación de nuestra existencia, esto comporta que no hay “peros que valgan”, porque somos capaces de instaurar la paz en nuestra vida y crear bienestar en nuestro interior. No hay excusas ni argumentos que puedan justificar nuestros actos, porque todo lo vivido solo es fruto de nuestro proceso de aprendizaje.
Cuando llegamos al Hogar podemos sentir y darnos cuenta a cada instante que todo “está en orden, es simple y sencillo y somos respetados por nuestra presencia, vibremos de la manera que vibremos. Todo se convierte en claridad y en una sensación de ser abrazado y respetado por el Amor tal como es, este Amor puro e incondicional que en la dimensión de nuestro planeta no siempre es interpretado así. Es un Amor de la mayor pureza que uno haya podido sentir en sí mismo. Te das cuenta que nunca has estado solo en este plano terrenal y que nunca lo estaremos. Solo era cuestión de abrir nuestro corazón y permitir que nuestros Hermanos de la Luz sean Uno con nosotros. Nuestra Luz y las suyas se unen para crear una de sola, y el sosiego y la plenitud sentida es única e inmensa. No hay palabras para explicarla. Uno debe de sentirla para poderla entender y sentir la magnificencia de ella y en el plano terrenal.

No hay mayor sensación de plenitud que poder sentir el AMOR en uno mismo, porque entonces abriremos las puertas del Hogar en nosotros, y cuando colaboramos conjuntamente en este plano que nos encontramos de lo físico, éste parece desaparecer para ir más allá de lo supuestamente limitado, sintiéndote acompañado y protegido en todo momento, pudiendo llevar a término aquello que has venido a hacer según el Gran Plan Divino establecido para esta vivencia en la materia.
Cuando sientes la Gran Hermandad en ti, siendo y sintiéndote Uno con ella, entonces, te das cuenta de la sencillez de la vida, de tu capacidad para crear la manifestación de tu realización en este plano y del Amor que rebosa de tu corazón hacia todas las almas que en este plano habitan.
Podemos saber y sentir el Hogar estando encarnados, pero cuando transcendemos, podemos verlo con una mayor claridad, según el proceso que hayamos seguido.  
El HOGAR no es algo externo a nosotros. Somos parte del universo, y todo el potencial asociado a él, se encuentra en nosotros como parte de él que somos . Yendo a nuestro interior nos encontraremos con la expansión de nuestro verdadero ser, en medio de nuestro universo interior, sintiendo y obteniendo la sabiduría al encontrarte a ti mismo. Es en nuestro interior donde podremos llegar a encontrar y conocer nuestra verdadera esencia y a todos nuestros hermanos celestiales, al igual que nosotros, pero con la pequeña diferencia que ahora nosotros, nos encontrarnos con un físico que nos permitirá llevar a término la esencia de nuestra Gran Familia aquí en esta dimensión. Estando con ellos, todo tú dejas de ser tu nombre y apellidos para convertirte en el ser libre, amoroso y en paz para extender nuestro universo con el Amor que eres. Sentiros y llegaréis a saber de aquel quien en verdad sois. Los ángeles, la Hermandad Blanca y todo el universo estarán con vosotros y sentiréis vuestra unión con algo superior que os permitirá saber que nada de lo vivido en la Tierra es lo que parece desde la racionalidad. Con la consciencia empieza a aparecer la claridad de nuestros pasos y las puertas de nuestra realización empiezan a presentarse ante nosotros y a abrirse para que crucemos sus lindares y lleguemos ante la Luz de nuestra esencia, esperando nuestro recordar, para ser irradiada según el sentido por el cual respiraste por primera vez.

No siempre las cosas son exactamente como nos las han transmitido o instruido. Cuando dejamos que nuestro vehículo físico ya no nos acompañe y trascendemos, entonces es como, para la mayoría, si pudiésemos sacar el brillo de lo vivido, el pequeño polvo que haya podido haber en nuestras actuaciones, en nuestra visión de la vida que teníamos, y darnos cuenta del Amor que hemos transmitido y dejado para que, nuestro Amor plantado en la vida dejada, pueda algún día, ser recogido como fruto de la Verdad y como muestra que en el fondo, todos tenemos un HOGAR.
Nunca estamos solos.

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.




lunes, 31 de octubre de 2016

Encuentros para noviembre

¡Hola a todos!

A continuación os presento los encuentros previstos para el próximo mes de noviembre que ahora entraremos. Para todos aquellos que que podáis estar interesados y que resuene en vuestro interior alguno de ellos, podéis enviar un mail a la dirección que consta en el documento adjunto de presentación, así como para más información e inscripciones.

Si sentís que alguna de ellas podría realizarse en vuestra población, centro o asociación, igualmente deberéis de enviar un mail a la misma dirección.

Deseando lo mejor para cada uno de vosotros, a todos,....un abrazo.


miércoles, 26 de octubre de 2016

Dos almas, desde el corazón


-         Sé que estás ahí, madre. Sé que sientes mi respeto y mi amor hacia ti. Mis palabras van haciendo silencio con el tiempo porque  ya no todas llegan con la comprensión de un tiempo pasado donde entendías y te resguardabas de la incapacidad de poderte mostrar tal como sentías. Madre, sé que estás ahí, y en el fondo, desde tu corazón, no existe la distancia entre tú y yo. Cuando menos articulo los sonidos, más sentimos en nuestro interior, y para romper el silencio que a veces puede producirse, una expresión tópica por mi parte, sin sentido, atrae tu atención y te sientes dispuesta a intervenir con tus recuerdos apagándose.

-        
-         Te observo acurrucada en tu interior viendo como el castillo de tus sueños va desprendiéndose ante ti, sin darte cuenta, pero con la felicidad y la sonrisa en tus labios al poder sentir que la gente de tu lado te protege y te ama.
-         ….
-         ¿Dónde estás madre?
-         Hijo, ante ti me encuentro. Te veo. Te oigo, aunque mis palabras no te lleguen como yo querría.
-         ¿Por qué tan lejos y cercana a la vez te siento?
-         Son nuestros corazones que nos acercan. Siento como si solo a través de él pudiera llegar a aquellos que también abierto lo tienen. Ya casi no entiendo las palabras, hijo, y gran parte de las veces, ni las oigo. A veces no encuentro las adecuadas para hablarte, pero he podido darme cuenta que es desde el corazón que podemos estar juntos y saber del otro.
-         Cierto, madre – le respondo. Mi corazón me habla de ti. Me hace ver tu pasado y lo que sientes a cada instante de tu presente. Puedo saber de ti, de tu estado, de cómo te encuentras y tus ansias de ser comprendida y aceptada tal como eres.
-         Me cuesta hablar y tener una conversación - me responde, pero esta se produce de una manera instantánea y natural cuando las palabras son omitidas.
-         ¿Sabes? Te amo y acepto tu situación porque veo que tu alma está contenta aunque no puedas comprender y dar tu parecer al respecto. Aceptas sin argumentos la situación, aunque no la comprendas. Lo que tu mente en tiempos pasados relacionaba con tu exterior, ahora adormecida, ha dado paso a tu corazón, a tu interior, aunque tampoco seas consciente de este cambio.
-         Hijo, te encuentro muy cercano a mí. Lo que antes entendía, ahora ya no es importante para mí. Lo que antes me reservaba, ahora no tengo ningún motivo para que así sea. Lo que vivo en estos momentos no varía en relación a lo que viví. Siento que mi vida es exactamente igual aunque mi cabeza ya no sea la misma. Lo que en ella se encontraba va desapareciendo rápidamente. Va haciéndose espacio para el vacío de lo racional. Ya no puedo razonar ni entender las palabras que mis oídos perciben. Las reconozco pero no puedo recordar el significado de la mayoría de ellas. Antes sí que podía, pero ahora es como si hubieran perdido todo interés para mí, y sólo son sonidos con los que relacionarse. Tengo la sensación que mi camino continúa siendo el de antes. A veces has podido hablarme de mi capacidad de dar mi parecer sin decírmelo directamente. Tus palabras hacían que tuviera que dar mi opinión sobre lo que me preguntabas, pero parte de este vacío en mí no me permitía expresar la respuesta de mi parecer. Hijo, solo vivo, sintiendo el amor de aquellos que cerca de mí os encontráis. Siento tu alegría y, desde mi corazón, me siento agradecida por volver a reír en mi vida. No sé porque ahora digo esto, pero algo dentro de mí hace que te lo transmita.
-         Madre, con qué claridad te manifiestas cuando lo haces sin palabras. Tu corazón te habla alto, y es desde él que puedo entenderte y sentir el amor hacia ti.
-        
-         Todo este tiempo que he estado a tu lado, he sentido tus anhelos de liberar tu alma. A tu manera nos das tu parecer, aunque éste sea ambiguo e indefinido, sintiendo tu valentía para expresarlo. Te sientes una con nosotros siendo diferente, y tu corazón hace que quieras lo mejor para todos aquellos que te rodean. Eres madre y abuela, y tu sentido maternal no ha desaparecido de ti. Tu corazón te habla alto, aunque la mayoría de las veces lo ignores. Ahora es lo único que te queda para seguir con tu vida.  Tu corazón te habla con una gran nitidez y claridad a medida que tu cabeza, tu mente, se vaya adormeciendo ya para siempre en esta vida. Ha tomado la decisión de hacer el viaje de no retorno. En su momento te preguntó si podía tomar esta iniciativa. Debido a lo vivido le diste tu consentimiento. Ahora, con el tiempo a su favor, tuviste que encontrar una nueva puerta para sobrevivir en esta vida. Tu presencia, madre, ha elevado mi alma, nuestra alma, y ahora juntas, podemos abrazarnos para sentir el amor del otro, más allá de lo racional. (Pausa). Te amo y mi amor está contigo, aunque mi presencia en tu pasado. Ahora eres feliz, ¡y no sabes cómo me alegro, amada alma!
-         Hijo, si los demás supieran lo que ahora estoy descubriendo en la situación que me encuentro en mi presente, y fuera capaz de transmitirlo, la vida que viví ya no la viviría, y mi vida hubiera sido otra. Siento a mi corazón tomar las iniciativas de mi ser. Algo me dice que así es, aunque no pueda concretártelo. Noto vuestras actitudes conmigo algo diferentes a cómo actuáis con los demás, aunque no sepa definirlo exactamente. Siento que algo está ocurriendo en mí, que hace que estéis más atentos a todo lo que yo hago. Desde mi interior no acabo de entender lo que me está sucediendo porque me da la sensación que continuo siendo la misma que antes. No noto ningún cambio en mí, solo que ahora, no siempre recuerdo lo que quiero saber o recordar. Pero bueno, a esto le pasa a todos, ¿no, hijo?
Mirándole a los ojos con mi compasión hacia su ser y conociendo su situación, le respondo:
-         Sí, madre. A veces, no siempre recordamos lo que queremos saber o encontrar.
En estos momentos siento cómo mi madre y yo nos unimos en esta complicidad silenciosa, sintiéndose ella comprendida por mí y aceptando sus vacíos esporádicos, como a cualquier otro que le puede pasar.
La lejanía mental nos lleva a un acercamiento sin argumentos ni motivaciones, sencillamente se produce una unión de respeto sin ningún indicio de juicio. Ahora, somos uno en la convivencia, comunicándonos a través del corazón. En estos momentos, es como mejor ella se expresa. No hay palabras, sólo sentimientos y sensaciones. No hay raciocinio. Su mente lo va borrando cada vez con más aceleridad.
Llegará el día que sus palabras dejarán de omitirse, pero continuará sintiéndose amada por todo aquel que la respete según su presente y escuchando su corazón. Es el único camino para llegar a ella. Cuando nos relacionamos desde el corazón, sobran las palabras. Éstas van menguando cada vez más, pero con una comprensión superior por nuestra parte, más allá del intelecto.
Al final, cogiendo una de sus manos entre las mías, le pregunto:
-         Madre, ¿sabes quién soy?
-         Cómo no voy a saber quién eres. Claro que lo sé.
-         ¿Quién soy?
-         Mi niño – me responde.
Hago una sonrisa cálida y una caricia con mis manos en su cara, así como un tierno beso en su mejilla, diciéndole:
-         ¡Guapetona!
Ella me sonríe sabiendo de estos momentos íntimos entre madre e hijo.

Todo,…… sin palabras. 

miércoles, 19 de octubre de 2016

Alma amada



El movimiento de mis pasos crea el silencio en mi interior. Sin necesidad de palabras, siento el susurro de mi corazón haciéndome sentir la esencia del universo en mí.
Siento la fuerza del silencio que nutre cada instante de mi existencia. Sencillamente soy, con grandes comunicaciones interiores con todos aquellos seres procedentes del Hogar del cual procedo.
Siento la Familia en mí y conmigo.
A veces, prefiero la soledad que el estar rodeado de otros seres que siguen su proceso, muchos de ellos todavía apegados a tiempos pasados y a una visión mental de la vida. Entonces, prefiero sentir mi esencia y permitir que la fuerza de mi presencia actúe sin más. Sin omisiones. El silencio puede llegar a llenar todo el espacio compartido con otras almas que siguen su curso.
Cuando sientes la expansión de tu universo interior, solo queda el aquietarse y sentir y sentir esta dilatación amorosa dentro de ti. Sobran las palabras, dando la fuerza  a tu presencia y valorando el poder del silencio en uno mismo.
Mi misión hace que tenga que estar con otras almas para poder realizar mi Plan Divino. Estoy emocionado e ilusionado con él. Lo acepto con todas mis fuerzas y anhelos. Es aquello que he venido a hacer y quiero realizarlo, siendo yo el primero en aceptarlo y dar los pasos pertinentes para que su realización sea con total plenitud.
He andado por diferentes caminos en mi vida, he vivido diferentes situaciones,  y llega un momento donde la vida ya no es como la veías o pensabas, tus intenciones dejan de existir para adaptarte al presente y a la guía de tu corazón.
Llevo tiempo siguiendo los pasos de mi interior. Hace tiempo, y cada vez más, mis hermanos de la Luz y el Hogar están conmigo para dirigirnos juntos hacia el sentido por el cual encarné. Nuestras presencias son intensas, amorosas y llenas de sabiduría, donde la respuesta a mis comunicaciones que pueda llegar a plantear o consultar, aparece en el instante ante mí.
En su momento supe de ellos, y ahora, con los años, ya estoy con ellos. Mi vida no tendría sentido sin sus presencias. Ellos y yo formamos una unicidad al servicio de la humanidad y el planeta. A veces tengo la sensación que incluso para más allá de nuestra dimensión.
Vivo en este plano terrenal, de la materia, y mi interior, todo mi ser, ya hace tiempo que no se identifica con lo establecido.
Ya no tolero la banalidad, la superficialidad de este mundo distorsionado por la visión de lo físico. Muchas veces ya no respondo a todo aquello procedente de lo banal. Mi silencio responde a todo ello.
Me encuentro viviendo mi proceso sintiendo, no pensando. Sentir me libera y me hace discernir el camino a seguir y la dirección a tomar.
Llega un momento que necesito estar conmigo para poder ver claro. Es en mi interior donde siento la paz, el sosiego, la serenidad y el amor para seguir llevando a término aquello que he venido a hacer. Procedo de una familia celestial, y ésta es la que me ha dado sustento a lo largo de estos años para poder llegar a todos aquellos de mi entorno que pueden llegar a necesitar una mano para volver a conectar con ellos mismos.
¡Gracias Hermanos por vuestra presencia en mi vida!
Es yendo a mi interior donde encuentro la puerta de mi ser y mi esencia. Yendo a mi interior conecto con la sabiduría del Hogar y la existencia albergada en mí.
Mis pasos me han llevado a este presente rebosando gratitud, serenidad y amor. He aprendido mucho sobre mí y sobre todo ser encarnado: su sentido, sus acciones, sus expresiones, su actitud y sobre el gran corazón que todos tenemos. Hay un gran amor en cada uno esperando ser manifestado libremente y con todo su potencial. Somos almas completas y radiantes, a la espera de ser reconocidas por nosotros mismos. El camino nos lleva a cada uno, al encuentro del verdadero ser que somos, de la Divinidad que somos.
Sigo avanzando entre la aceptación de la Voluntad Superior en mí, y para esto, a veces tengo la necesidad de no perder tiempo ni energía en las banalidades que sustentan mi entorno. Puede parecer que me aleje de todos ellos, pero lo que estoy haciendo, con toda humildad y fortaleza, es mostrar un gesto para que aquel que esté preparado, pueda aprender de él y darse cuenta de lo que es importante en la vida, y lo que no.
Tengo que decir que no me siento de este mundo, aunque esté en él. Soy parte de él por la misión a realizar, pero no mi esencia. Tengo la materia para expresar mi Divinidad en esta dimensión de lo físico, pero solo es temporal, porque aquel quien yo soy, somos, no pertenece a este mundo.
Sé que alguno de vosotros puede sentirse reflejado en algún aspecto comentado. El proceso continúa, y todos, absolutamente todos, llegaremos al día que sabremos de nosotros mismos y habremos conectado con aquel quien en verdad somos: nuestra Divinidad, Dios.
Escucha a tu corazón. Desde él sabrás lo que es importante y lo que no en tu camino. Hay la base, los pilares, y luego, todos los complementos para llenar este viaje que cada uno está realizando.
Aprender a discernir qué es lo que realmente es primordial en nuestro avance y lo que no, os ayudará a vivir desde la armonía del Hogar del cual todos procedemos.
En estos momentos, lo más importante es el alma y todo aquello que te haga llegar al conocimiento de ti mismo. Cuando más lleguéis a él, más bienestar habitará en vuestro interior y más podréis llegar a sentir el Amor en todo vuestro ser, tal como es, no como se interpreta en este mundo de visión mental y racional. Nada tiene que ver con la realidad.
Vivo agradecido por todo lo que me llega y se me da. Acepto cada una de estas bendiciones. Cada situación vivida tiene su sentido para la elevación del alma, por lo tanto, aceptad vuestro presente con el corazón abierto porque os llevará a vosotros y al entendimiento del por qué de lo que vivís.
Uno de los aspectos más importantes para llegar a uno mismo es el poner vuestra vida a las manos de vuestra Divinidad. Ella os guiará, os prevendrá cuando sea necesario y os protegerá, aunque la protección ya será en vosotros en todo momento por el hecho de iros conociendo, yendo a vuestro interior.
No hay mayor gozo y alegría que sentir vuestra verdadera esencia y el Hogar de donde procedéis. Vuestras almas están aquí temporalmente con una misión. En su momento volveréis al Hogar y allí sentiréis con toda vuestra plenitud, quiénes sois.
En estos instantes de gran evolución espiritual en este planeta que nos encontramos, dejo de poner mi atención a todo aquello que no se relacione con el alma. Son momentos que no nos podemos distraer porque la vibración planetaria va aumentando aceleradamente, y todos los seres encarnados que lo habitan, no pueden distraerse, perdiendo el tiempo en otros aspectos que no ayuden a elevar el alma.

Cada vez hay más almas que también van sintiendo su interior conectado con quienes son en verdad. Esto me alegra y me satisface porque veo como el Gran Plan Divino se está llevando a término.

Para finalizar estas palabras solo quiero dar las gracias a todos vosotros por ser y estar y alentaros a continuar con vuestro proceso para llegar a conectar con vuestra verdadera esencia, y así poder abrir una puerta del Cielo aquí en la Tierra. Todos somos seres amorosos y capaces de llevar la estabilidad y la armonía en cada rincón de nuestra vida y la de los demás.
Siendo tú, ayudarás a los demás.
Sintiéndote, irradiarás la energía necesaria para ayudar a aquellos que puedan necesitarla, estando cerca de ti o en la lejanía.

Gracias por todo, por todos y por mí.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

jueves, 13 de octubre de 2016

Movimientos de Ascensión

 Últimamente estoy recibiendo a seres como tú o yo, que sienten unos movimientos internos conforme deben de dar un giro en sus vidas. Quizás tú, que estás leyendo estas palabras sientas lo mismo en tu interior.
Parece como si la vida nos hubiera llevado a un punto tal que no pudiésemos continuar así, y podernos dar cuenta que necesitamos romper con todo esto y empezar una nueva vida más en acorde a cómo sentimos nosotros, personalmente, la vida.
El malestar es notable y llegan a concertar hora para ver un poco de luz y cómo dirigirse a ella para empezar a romper los hilos de su pasado y conectar con el verdadero ser que son, y así, iniciar una nueva etapa siendo ellos, sintiendo el bienestar en todo su ser y volver a encontrar la alegría en sus pasos hacia  la ilusión de su realización en esta vida.
El pasado empieza a reclamar el poder que tenía antaño. Ve como cada vez va perdiendo más su papel en el presente y cómo el ser empieza a plantearse si haciendo  caso a su mente, algún día podrá llegar a la felicidad. Por más que lo intentan parece que no hay salida siguiendo el patrón mental y lo adquirido en un pasado conforme hay que mostrar unos hábitos, costumbres  y maneras de hacer convencionales. Ellos sienten diferente y los tiempos actuales les están anunciando que ha llegado la hora de romper con lo que fueron para dar paso al nuevo ser que en verdad son.
El tiempo de la Verdad ha llegado, poniendo a cada uno en su lugar.  
Ya no podemos continuar con lo aprendido como farsa y basado en el miedo para no desentonar y ser aceptado. ¡Ya no! Los miedos piden paso para ser liberados y muchas veces no se sabe cómo hacerlo. Muchos de vosotros os encontráis solos en un entorno programado por los convencionalismos y la materia. Vosotros sentís diferente y buscáis una salida teniendo presente vuestro interior. Aquellos que sentís no siempre sois aceptados donde vivís y, algunos, decidís dejar donde habéis nacido para adentraros en una aventura para encontraros a vosotros mismos.
Desconciertos basados por contradicciones entre lo que sentís y lo que se realiza en vuestro exterior. Interior y exterior distanciados a años luz. Hay un abismo que separa aquel quien fuisteis de aquel quien sois. Este “quien sois” está pidiendo paso para mostrarse con todo su resplandor. La Verdad está pidiendo paso en vuestro proceso. Ya no hay lugar para la farsa, lo ilusorio y el malestar. No hay lugar para la mente como guía en vuestras vidas. Ha llegado la hora de la Verdad, del Corazón, de su guía y protección.
Para todos los que os podáis llegar a encontrar en una situación pareja, os digo que hay una puerta abierta para cada uno de vosotros, la SALIDA, de vuestra situación para mostrar al verdadero ser que sois y la manifestación de vuestro interior tal como lo sentís.
No os desesperéis. Confiad y lo que os está sucediendo solo es la llamada de vuestro verdadero ser para que os unáis con él, para que tú y tu Divinidad podáis ser UNO en el camino a seguir.
En vuestro interior encontraréis la salida de vuestra situación. No os desesperéis porque el Amor está llamando a vuestras vidas. El pasado se está quejando debido que ya no tiene la total atención de vuestro ser como lo tenía tiempos atrás, por eso está reclamando, y cada vez con más espectacularidad para que le hagáis caso, vuestra obediencia ciega para dominaros y llevaros a vuestro pasado, dejando de vivir la bendición de vuestro presente que es donde se encuentra vuestro verdadero poder. Así os susurra vuestro corazón, y por eso sentís lo que sentís. 
Os digo, amadas almas, que en todo momento hay a vuestra disposición, la SALIDA de vuestra situación.
Nos encontramos en los tiempos de volver a la Integridad, a la Divinidad que cada uno es. Esta llamada resuena en vuestro interior, y de ahí los movimientos que estáis viviendo en vuestra vida para que empecéis a dar los pasos pertinentes hacia el verdadero ser que sois, el cual os llevará a la felicidad, el bienestar, la realización y la plenitud.
Los tiempos actuales están anunciando la llegada de un nuevo ser aquí en este planeta. Un ser lleno de Amor, cocreador de la Nueva Tierra.
No veáis vuestra situación como un drama, sino como una llamada para dar los pasos que os llevarán a liberaros de vuestro pasado y os irá acercando cada vez más, a aquel quien en verdad sois,… con vosotros mismos.
Por lo tanto, no temáis, porque en este proceso no estáis solos.

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.




miércoles, 5 de octubre de 2016

La Entrega

Hoy quiero hablaros de cuando un alma hace la Entrega.
Quiero hablaros de lo que sucede a un alma cuando pone la totalidad de su ser a las manos de su divinidad.
Quiero deciros unas palabras sobre aquel que ha hecho la entrega absoluta de su alma, su vida y todo su ser a aquel quien en verdad es.
Poder sentir la divinidad en uno mismo te permite tener una claridad y comprensión absoluta sobre cualquier mínimo detalle existencial en esta dimensión.
Ya no somos nosotros. Aquel quien siempre se encontraba en cada rincón de nuestro interior, aquel quien no es “un ser”, sino una energía con la plena consciencia y amorosidad, la energía de más alta vibración existente que permite tu plena realización y llevar a término tu servicio a la humanidad,…aquel quien tú eres no es materia, sino espíritu, energía.
Aquel quien tú eres no admite la densidad, ni la inquietud ni el desamor.
Cuando permites que tu verdadera naturaleza divina se manifieste, toda tu vida cambia. Lo que aparentaba ser, ya no es. Todo toma otro sentido y tu visión de la vida va más allá de lo establecido, de lo previsto y de tus ideales. Tu mente deja de tener el dominio de tu vida, porque ahora, a partir del momento que hagas la Entrega, dejarás de controlar tu vida y favorecerás que la Voluntad Superior en ti pueda llegarse a materializar.
Tu consciencia te lleva a niveles donde son inimaginables para la existencia racional. Supera toda situación, denominada adversa, para fluir con ella y sanar con el aprendizaje que ella te aporta.
Hoy querría transmitiros unas palabras cuando un alma, desde la plena voluntad y fuerza de su corazón hace la entrega de quien fue para permitir que el Dios que es se manifieste en él, llevando a término su Voluntad, no la tuya.
Cuando alguien se entrega con todas sus fuerzas a quien es en verdad, deja de crear el camino para dejarse llevar por el que su corazón le indica.
Toda la vida de aquel que desea ser él con todo su resplandor, empieza a liberarse de toda dualidad y terrenalidad para elevarse y sentir el amor y la belleza que cada individuo y entorno conlleva. En cada detalle aprecia la presencia divina de la creación y se adhiere a ella como fuente anexa para ser alimento para la humanidad.
La Entrega representa el total desapego de la materia en uno mismo. Cuando expreso la palabra materia, me refiero también, a todo lo encarnado, a todos los seres que habitan este mundo que vivimos en el presente. Desapego emocional de todo.
Se tiene, pero no se posee.
Se atrae, pero no se retiene.
Se sabe, pero no se evita.
Cuando abrimos las puertas de nuestro Hogar de par en par, todo lo que en él se encuentra es en nosotros, activándose en cada uno como consciencia de la divinidad que cada uno es. ¿Qué representa esta puerta abierta? Nuestro ADN activado, un apoyo absoluto por parte de nuestros Hermanos de la Luz, y sobre todo, de la esencia divina en nosotros, guiándonos, protegiéndonos y acompañándonos en todo momento, siendo tú, consciente de ello y de sus presencias.
¡No hay mayor sublimación amorosa que sentir tus hermanos del verdadero Hogar de donde procedes, y sobre todo, de Dios en ti manifestado!
Es una sensación sublime, más allá de todo raciocinio, entendiéndola solo, con el sentir que cada uno pueda llegar a percibir. Sentir te permite llegar a tu Hogar, a tu esencia, al AMOR.
Mi intención, hoy, es mirar de describir la sensación y lo que puede llegar a suceder cuando nos entregamos del todo a nuestra Divinidad interior, a aquel quien en verdad somos.
Permitidme que os comente casos de este apoyo y claridad en la vida de uno. Es un caso real, vivido por alguien que ha llegado a cruzar el umbral de lo terrenal para adentrase en el desapego y entrega de su ser a quien en verdad es.
“Este ser encarnado tuvo un encuentro con ciertas personas cercanas a él. Lo que en él se comentó, algo le llegó a su interior, haciendo que su mente reaccionase tímidamente. La persona en concreto sabía que los resultados que obtendría de algo en su vida no tenían nada que ver con lo que en la reunión se llegó a comentar.
Fue a su casa y allí, antes de dormirse, ya en la cama, tuvo una visión donde se le confirmaba y mostraba, a la vez, lo que él ya sentía en su interior conforme cómo acabaría la situación. Todo y así, mientras dormía, tuvo un sueño donde se le liberaba de toda inquietud, apego que haya podido tener a una creencia o resultado limitado, y cómo una energía, o mejor dicho, varias energías que fue recibiendo, iban sanándolo y liberándolo de todo pensamiento o emoción limitadora”.
A medida que iba sucediendo este sueño, él era consciente de todo lo que sucedía en él y sintiendo, a la vez, esta liberación absoluta de su ser. Se levantó aquella mañana, como nuevo.
¿Qué había sucedido en el fondo y por qué lo vivido?
No estamos solos. Todo aquel que se deja llevar por la Fuente de la cual todos procedemos, está siendo guiado, aconsejado y amado por estos seres del Hogar, que muchos denominan, sus guías. No está solo en ningún momento, ni vosotros lo estáis ahora. Todo lo que necesite para llevar a término lo que ha venido a hacer, se le dará y comunicará para poder seguir su camino, su misión en esta vida.
Esta alma recibió la información adecuada para poder continuar con el estado interior necesario y así proseguir con su misión en el día a día, permitiendo que, aquel quien es, pueda manifestarse a través de ella con toda su majestuosidad.
Cuando hacemos la Entrega de todo nuestro ser, nuestra alma, con todas nuestras fuerzas y convencidos que así lo queremos, todo lo que necesitemos saber, se nos facilitará; todo lo que necesitemos, se nos dará, y en todo momento, con la paz interior, el sosiego, la serenidad, armonía y el amor que somos abrazándonos sintiendo el Hogar del cual todos procedemos. Desaparecerá todo control en la vida, porque sentiréis cómo vais siendo llevados por las aguas tranquilas del Amor, dejándoos llevar abiertos a lo que os llegue, sabiendo que será lo mejor para vosotros. Cuando se siente el Amor, todo se comprende y uno se eleva.
Cuando alguien expresa su intención de Entrega, todo el universo se alegra y resuena con una melodía de alegría y emoción, alegrándose que un hermano retorne al Hogar para vivir desde el Hogar a través de su corazón y su materia. Empezará a alejarse de lo insubstancial, lo banal, lo frívolo, para centrarse y dirigirse exclusivamente hacia lo espiritual, hacia el servicio a las almas que con él conviven y comparten este amado planeta. Se convierte en una Fuente de Luz y Amor.
Cuando sentimos el Hogar en nosotros, Dios en nuestro interior, entonces, nuestra vida ya no nos pertenece, porque nuestra existencia no tendría sentido sin el Amor. Todo lo que necesitemos se nos será dado, sea lo que sea. Ya no pediremos porque sabremos que lo obtendremos. Aceptaremos toda nuestra vida con lo que hayamos de vivenciar, porque sabremos que será lo mejor para nosotros, e iremos al fondo de toda existencia, alejándonos y dejando de valorar la forma, que confunde al ser en su camino.
Seremos Amor y Sabiduría en el sendero de la humanidad, donde seremos protegidos por el universo para llevar a término la Voluntad Superior de la Divinidad que hay en cada uno, que ya será la nuestra, uniéndose Padre e Hijo, para ser UNO.

Cuando un alma hace la entrega de su ser y su vida,….solo puede esperar lo mejor.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.