miércoles, 29 de agosto de 2012

Consciente de mi camino


Cada vez me doy más cuenta que me estoy alejando del tipo de vida que se está experimentando aquí en la Tierra. Sigo mi proceso adentrándome en un paraíso no manifestado a mi entorno. Veo las luces que me acompañan y las de cada alma que me rodea. Siento el desear de todos aquellos que comparten la experiencia en esta tercera dimensión. Sus mentes y sus corazones no siempre coinciden alterando su cotidianidad.
Me da la sensación de estar viviendo una vida dentro de mi vida aparente. Lo que siento no se corresponde con lo existente. Lo que veo difiere de lo creado y se muestra ante mí.
Tengo la sensación de estar viviendo una vida más allá de la actual, en esta biología agradecida por permitirme llegar allí donde mi corazón señala.
Por momentos siento no ser de este mundo. ¡Muchas veces he tenido esta sensación, continuándola teniendo mientras escribo estas palabras! Mi Hogar no pertenece a este planeta. Cada vez se me reafirma con más intensidad. Hace años empecé a tener esta sensación, y hoy, sé que mi procedencia no es de este mundo en el cual he encarnado en un acuerdo con mis hermanos de la Luz y la Voluntad Divina.
No soy más que vosotros. Mi ser, como vuestra alma, sabe de sus vivencias. Vuestros registros akáshicos esperan ser abiertos y encontrados por vuestra consciencia para mostraros la sabiduría y el entendimiento de vuestro ahora actual para la elevación de vuestra alma y el planeta donde os encontráis.
Mi alma es una con la vuestra, donde mi consciencia me ha abierto las ventanas de mi ADN, pudiendo ver y sentir mi verdadera esencia y el camino a seguir. Mi corazón es el altavoz de mi interior, la voz de mis registros akáshicos, permitiéndome andar con firmeza, humildad y seguridad por saber quién yo soy y mi presencia en estos instantes en esta dimensión.
Encuentro la belleza por doquier a pesar de la situación mundial. Siento y veo la Voluntad de Dios manifestándose en cada suceso que se anuncia. Mis pasos siguen la voluntad expresada de mi ser, Una con la del Padre.
Sigo el camino para sentir la Verdad en mi interior y poder saber más de mí mismo y del Hogar de donde procedemos. Sintiendo el AMOR en mí, me abre las puertas de la divinidad.
Expreso desde mi corazón, el sentimiento de alguien que siguió su curso y tuvo que vivir la experiencia de las vivencias adecuadas para llegar a conocer a Dios. En mi vida he buscado aquello que sentía y creía firmemente que existía: Dios en mí.
No soy más que tú, ni menos que otros. Mis sentimientos me llevan a experimentar aquello que ni la religión que profesé durante años pudo enseñarme. No hay un dogma único para encontrar el camino. Tuve que apartarme de cualquier normativa establecida para encontrar al verdadero ser que hay en mí y soy, pudiendo así, expresar quién soy en verdad y la divinidad que hay en mí. Estoy en ello. No penséis que por haber llegado hasta aquí mi camino ha finalizado. ¡No! Sé que éste continúa y todavía por muchos años nuestros.
A medida que voy avanzando en la vida que vivo dentro de mi vida, las puertas se van abriendo y mi experiencia va llegando a más rincones de mi amado mundo. El jardinero se encarga de preparar la tierra, adobarla, plantar y regarla, para que en su momento dé el fruto según la intencionalidad inicial. Cuando la tierra está preparada y bien alimentada, los brotes empiezan a emerger del interior para convertirse en el resultado según cada uno. En su momento pensé que era un brote con una intencionalidad concreta. Tuve que experimentar sequías importantes, y todo y así, mis raíces me mantuvieron con vida. Tuve que vivir momentos de dejadez y gran soledad, y mis raíces me empujaron a elevarme por encima del polvo. Sé que alguno de vosotros también tuvisteis que vivir momentos supuestamente adversos. Yo los viví, los míos, pues necesitaba justo aquellos que me hicieron ir más allá de todo estancamiento. Supe de mi corazón en esta experiencia terrenal y fortaleció el verdadero ser que ahora soy, libre de todo apego, porque nada me pertenece y, en cambio, la vida todo me lo da en su momento.
Siento gratitud por todo lo vivido, y aunque siente vuestro ser Uno con el mío, no puedo dejar de sentirme ajeno, a la vez, de todo lo terrenal.
Veo mi camino ensanchándose ante mí. Acepto aquello que, desde las más altas esferas de la Luz me permiten experimentar. Entregué mi alma y mi ser al Padre hace tiempo, y desde entonces, mi vida sabe en todo momento qué ofrecerme. He cambiado muchas veces de domicilio, y en cada uno de ellos me creaba un nuevo trampolín para nuevos saltos de consciencia y sanación de mi ser. Ahora me encuentro en un nuevo pueblo, cerca de la familia, pues es eso que debo de hacer ahora. Sé de mi función en esta etapa, aunque también presiento que pronto se producirá un nuevo cambio en mi vida. Acepto lo que el Padre me ofrece. Sé que su Voluntad se está realizando en mí. No pienso, programo ni organizo. Sólo actúo cuando siento que mi corazón me dirige hacia una dirección concreta no manifestada todavía.
Vivo una vida intuitiva. Mi mente me ha ayudado, habiéndola domesticado a llegar a este punto. Cuando le enseñas a obedecerte, entonces, todo es posible. Fue parte de mi proceso. Para servir al Padre tuve que saber controlar las partes que hay en mí para sentirlo. Tuve que domesticarlas. Una vez así fue, mi vida fluyó más, porque ya no era yo quien la dirigía, sino Él. Todavía estoy en ello, como se dice. Acepto y siento el amor en mí cuando mi corazón late hacia una dirección concreta. Entonces sé que es el Padre que me susurra diciéndome los nuevos pasos a dar.
Mi vida no es como la de la mayoría. Mi visión parece haberse elevado más allá de todo raciocinio, viendo con claridad el proceso y hacia donde nos dirigimos.
Solo pretendo expresar lo que hay en mi interior y mostraros lo que siento en este proceso que denominamos “el Gran Despertar de la conciencia”.
El camino de la Ascensión no es para todos igual. Cada alma necesita su proceso, sus vivencias, sus sensaciones concretas para alertar a su interior conforme cual es el camino a seguir para su evolución.
Todos venimos de una historia, y no siempre agradable.
Aprended y no juzguéis ni critiquéis, porque aquello que uno experimenta y vive es lo adecuado para su ser. Permitid que cada alma siga su camino, y si con alguna compartís parte del camino, respetadla y, sobre todo, amarla, porque seréis un bálsamo para  su espíritu inquieto.
Amad y aceptad porque es desde la compasión y la aceptación que dejaréis que cada uno siga el camino que le toque, y a la vez, se sienta respetado y apoyado por vuestra presencia.
Cada uno tiene un papel en esta vida. A veces el jardinero ha sido planta, otras, malas hierbas, y a veces el jardinero, que todo lo ve y favorece el terreno para que cada uno de vosotros dé el fruto tan esperado y querido. Todos tienen o han tenido siempre, el mejor papel para el mayor bien de todos.

Un abrazo y que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

domingo, 26 de agosto de 2012

Las palabras emitidas por el ser


El sistema común de comunicación del ser humano entre los de la misma especie, es la palabra. ¿Alguien se ha llegado a plantear el por qué de la palabra?
Cada individuo tiene una historia, un pasado con la experiencia respectiva según su estado de consciencia. Nuestro interior es un reflejo de nuestro estado actual dentro de nuestro proceso de evolución. Depende de cada interior, el ser se manifestará de una manera en concreto u otra. Para entender exactamente estas palabras solo decir que cuando estamos enfadados nuestras palabras son de enfado, cuando estamos pletóricos, nuestras expresiones son de alegría y entusiasmo. Cuando nuestro interior se encuentra bloqueado y dolido, nuestra comunicación refleja el resentimiento, creando malos entendidos o situaciones tensas. En cambio, cuando estamos equilibrados, salen de nuestra boca las palabras justas y adecuadas, de una manera amorosa y positiva. Todo esto es fruto de que la palabra y nuestro estado interior van unidos.
Vuelvo a formular la pregunta: ¿Por qué la existencia de la palabra? En su momento, se dijo: “Y el Verbo se hizo carne”. La respuesta a la pregunta es: para crear, para traer armonía y sanación. Como seres de libre albedrío, y habiendo venido de la no-consciencia, el ser humano ha ido distorsionando su realidad y creando una ilusión en la interpretación de la existencia. Igual como un cuchillo puede ayudarnos a poder cortar el alimento, también puede crear dolor a su prójimo. Así sucedió con todo el potencial del ser que alberga en su interior. Depende de su grado de consciencia lo aplicará de una manera u otra, o, sencillamente, ignorar que tiene este potencial o parte de él.
La palabra es un don que se le ha otorgado al ser humano para equilibrarse, dentro de sus capacidades innatas de auto equilibrio y sanación.
La palabra puede ensalzar, dar coraje, ánimos, fortaleza, comprensión, reafirmación personal, e incluso abrir las puertas de la manifestación de la divinidad en cada uno. La no-consciencia hace que la palabra sea un medio de imposición, dominación, distracción y fortalecer los lazos con la ignorancia y el bloqueo del propio ser. Esta es la fuerza de la palabra.
Nuestro estado interior tiene mucho que ver en este sentido. Podemos escuchar a alguien hablar y saber al momento cómo se encuentra interiormente.
Palabra y nuestro ser son Uno. Nuestros sentimientos van de la mano con la manera que nos expresamos. No podemos separar uno de lo otro. Podemos, también darnos cuenta de las falsedades anunciadas a través de la palabra por algunos de los dirigentes de nuestro entorno.
A mayor despertar espiritual, más percibimos el mensaje subliminal de la comunicación oral. La palabra no miente, mientras sepamos ver qué hay detrás de la forma.
A cada palabra le corresponde un estado emocional y unas creencias que la apoyan para que haya sido elegida al ser expresada por quien la emite.
Nuestro interior es la causa de todas nuestras expresiones, y la palabra es una de ellas, como hay otras.
Nuestra palabra tiene poder, fuerza y la energía necesaria para poder transmutar nuestro entorno y liberar todos los bloqueos existentes en nuestra vida, así como en la de los demás.
La palabra, actitud y sentimiento son claves para nuestra capacidad de creación. Ésta puede ser amorosa o bloqueadora para nuestro camino hacia la evolución de nuestra alma.
De nosotros depende el limpiar el camino y fortalecernos, o el ir poniendo y dejando plantas espinosas, clavos y troncos abatidos en mitad de nuestro sendero para irlos sorteando y con miedo a no ser dañados por ellos, no dándonos cuenta, que el hecho de no ser nosotros mismos ya nos estamos dañando.
La palabra, aquí puede ser un bálsamo para nuestro estado de ánimo. Tú mismo puedes crear una situación en tu vida y una sensación de empoderamiento basado desde el corazón.
La palabra puede activar tu divinidad o enterrarla todavía más. Cuanto más así sea, más perdido te encontrarás. Recuerda que entonces, tus palabras serán emitidas desde tu mente y no desde tu corazón, alejándote más de tu verdadera esencia y estado interior.
Es importante recordar quienes somos para poder hacer un uso correcto para nuestro mayor bien de todo nuestro potencial innato desde nuestro nacimiento.
Palabras positivas, amorosas o que os hacen sentir bien elevará vuestro espíritu.
En momentos de desconcierto o desesperación, busca las palabras adecuadas para sentirte bien.
Cuanto más hablemos, cuando lo hagamos, desde el corazón, más fuerza tendrán nuestros sonidos articulados, para crear bienestar.

Aquello que expresamos está directamente relacionado con nuestro estado emocional e interior.

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

Emoción en el Hogar


Hay una gran emoción en el Hogar para estos próximos meses de la recta final de este nuevo ciclo planetario. Hay una energía emotiva, alegre, de dicha y amorosa para el período que las almas que nos encontramos en este espacio de nombre Gaia, por los cambios que se han de producir a raíz de las decisiones que todos los que nos encontramos en la condición humana hemos decidido  o las van a tomar.
Para unos será de recogimiento, replanteamiento consciente. Para otros, de alegría máxima al sentir el por qué de todo lo sucedido y haberse subido al tren de esta transformación habida en nuestro planeta. Habrá otros que se sentirán empujados a actuar de una manera en concreto, siendo los que siempre han ido a remolque de lo dictado a nivel social, político y religioso. Todavía habrán algunos, también, que verán como su vida empieza a materializar su voluntad debido al trabajo realizado a lo largo de estos años. La cuestión es que a partir de ahora, en este segundo semestre del 2012, las cosas no van a ser como antaño, e incluso, como hace poco, porque los cimientos de la nueva Tierra y la nueva raza humana han de empezar a despuntar a partir del Gran Despertar de estos nuevos tiempos.
2012 es año de nacimientos y desapegos. Es un período donde aquello que no resuene con nuestro corazón tiene que ser desprendido y permitir que lo parejo a nuestras nuevas energías sea atraído para nuestro mayor bien y evolución. Para muchos parecerá que todo sigue igual. Respetemos a los adormecidos porque, en su momento, nos volveremos a encontrar, y esta vez, sabiendo del papel exacto de cada uno y en relación a la humanidad.
Muchos os encontraréis en el mejor momento de vuestra vida, y no me refiero a nivel económico, sino a nivel personal, a nivel interior. Precisamente, es a este aspecto al que me refiero. Habrá muchos que os sentiréis libres, sin grandes o ninguna posesiones materiales, en cambio, sentiréis el resurgir de vuestra verdadera esencia. Sentiréis el amor en vuestro interior, con deseos de compartirlo. Sentiréis la presencia de nuestros hermanos de la Luz con vosotros, como no los habíais sentido hasta ahora. Los sentimientos más sublimes que tenemos en nosotros, emanan a flor de piel desde nuestras entrañas humanas. Nuestra divinidad pide paso para llevar a término aquello que habéis venido a hacer. Es una gran eclosión la que se está manifestando en estos momentos de nuestro proceso. Todo se confabula para reestructurar las energías de nuestro amado planeta Tierra.
Todo tiene un fin, un sentido más allá de lo terrenal, y los momentos que nos encontramos nos empujan a materializar esta finalidad divina en cada uno de nosotros para lo acordado con el universo.
Las inquietantes almas de la Tierra sienten los movimientos energéticos que se producen en el interior de cada ser. Desde el exterior nos van llegando energías que nos llevan a tomar actitudes o reflexionar sobre nosotros mismos y lo que nos está sucediendo. Las puertas de los corazones empiezan a abrirse como no lo habían hecho hasta el presente. Son muchos los que han escuchado la llamada. Son muchos los que sienten la necesidad de hacer cambios en sus vidas. Son muchísimos los que se cuestionan hacer cambios en sus vidas, y esta vez, llevarlos a término, activando unas fuerzas interiores ignoradas hasta hace poco.
La gran activación del corazón clama la presencia de nuestra divinidad en esta dimensión para cumplir con la llamada divina en el interior de cada uno.
Grandes momentos se avecinan a partir de ahora, para muchos de alegría, para otros de desastres, incomprensión y desolación, depende del grado de consciencia adquirida. Habrá quienes quieran hacer caso omiso a los nuevos tiempos. Respetarlos porque ellos también son parte de nosotros. Gran parte de ellos continuarán su proceso más allá de nuestra Tierra. Habrá un espacio para ellos, porque aquí, en Gaia, los seres que la habitarán y el propio planeta en sí, vivirán con una elevación energética más alta a la actual.
La Tierra se regenerará y los divinos humanos conviviremos armoniosamente con nuestros seres hermanos de la naturaleza. Cada vez seremos más Uno, y sentiremos la necesidad del respeto, cambiando nuestra alimentación tal como ha sido hasta ahora, para la mayoría de vosotros. La tierra dará los frutos necesarios para inducirnos a una alimentación vegetariana y vegana. Ya de pequeños se inclinarán a la toma de alimentos de este tipo. Recordar quiero ahora, que los grandes Maestros de la Tierra, o no comían carne, siendo vegetarianos, como los esenios, el Maestro Jesús, Buda,…por ejemplo, o no ingerían alimentos físicos, como por ejemplo St. Germain.
Todo está cambiando hacia una nueva vida más desde nuestra esencia espiritual. Hay mucho que hacer, todavía. ¡Es cierto!, y por eso, desde el sol y el centro de nuestra galaxia nos están dando una mano para que todo sea según lo establecido. Muchos ya sabéis a qué me refiero.
En alguna que otra vez, ya he comentado algo al respecto sobre los próximos meses. Depende de nuestro estado de consciencia, la vida nos parecerá sonreír o que todo se remueve sin donde poner los pies en tierra firme. El fuego todavía hará más presencia, como símbolo de purificación. Las aguas hace tiempo que nos están limpiando, y la tierra no para de avisarnos con sus temblores, que la hora de la reestructuración anunciada ya está aquí. Estamos en medio de un gran torbellino energético, donde todo necesita ponerse en su lugar. Aquellos que nos dejan, así ha de ser para dejar lugar a nuevas energías para el avance del Despertar. Todo se sincroniza con la Voluntad Divina de nuestra existencia.
Naturalidad. Sí, naturalidad es la actitud a mantener ante los hechos que vivimos y se avecinan. La vida sigue según lo acordado para cada uno. Decidisteis estar donde estáis y vivir lo que estáis viviendo. Así lo acordasteis. Así, pues, ¡aquí estáis! Nada es lo que parece y lo que veis no es. La interpretación de lo vivido no debe de ser desde la mente, sino desde el corazón. Entonces, todo tiene sentido.
Nos dirigimos hacia una cuesta arriba hasta el mes de diciembre, pero no verla como un obstáculo para ser vosotros, sino como el interruptor que os permitirá llegar a vosotros todavía más. Aprovechad el impulso y las fuerzas de estas energías que nos llegan y nos rodean para atrevernos a dar los pasos necesarios para ser nosotros, reafirmarnos y abrir las puertas que nos conducirán a nuestra divinidad manifestada. Este proceso no es un impedimento para ser felices cuando nos encontremos o ya os encontráis en él, sino una ayuda, un manantial donde poder saciar nuestra sed de bienestar, de integridad. Esto sucederá ya entrado en el otoño, o primavera para algunos.
La verdadera felicidad reside en ser uno mismo y sentir la paz, la calma y la armonía que somos en nuestro interior, escuchando en todo momento la voz de nuestro corazón. El Padre sabe lo que se hace. No dudéis. Confiad y no temáis en hacer aquello que vuestro corazón os dicte, porque lo mejor de la vuestra vida, todavía está por llegar: ¡Ser vosotros mismos! Este amor os atraerá la realización en vuestra vida, la expresión majestuosa de vuestra esencia ante el mundo, el amor compartido y vuestra Voluntad manifestada. Vosotros sois parte de Dios. Sois Dios mismo en una biología aparentemente física. Esto os puede confundir, aunque por suerte, cada vez sois más los que estáis despertando a la nueva Consciencia que os permitirá llegar a vuestra divinidad.
Nos encontramos en la recta final del gran cambio, donde las almas se están definiendo qué quieren hacer a partir de ahora. La polaridad se está extremando cada vez más. El libre albedrío hace que cada uno decida sobre su porvenir. Los extremos están cada vez más lejos entre sí y la balanza se está decantando más hacia un lado que a otro.
A ti también se te ha preguntado qué es lo que quieres hacer: adaptarte a los nuevos tiempos, a esta nueva era, o continuar como siempre has actuado y pensado.
Hace unos dos años, más o menos, se nos permitió avanzar sin esperar a las demás almas, debido que no evolucionábamos como debíamos de hacerlo aquellos que nos disponíamos a avanzar. De esta manera, hemos vivido y sentido lo experimentado hasta el presente. ¡Wauuu! ¡Inmenso! Cómo si hubiésemos hecho un aprendizaje grande, pero comprimido para estos momentos de la historia de la humanidad.
La selección se está haciendo libremente. Así debe de ser para la nueva humanidad y la Nueva Jerusalén.
La Nueva Tierra nos espera, así como nuestros hermanos del Hogar esperando estos momentos para hacerse presente entre nosotros de una manera visible.
Ves a tu interior y reafirma tu ser, definiendo la vida que quieres llevar. Todos los cambios que se están produciendo en estos momentos en ti son frutos de tu intencionalidad manifestada en su momento. Ahora es tiempo de reafirmación y manifestación.
No temas. No estás solo/a. El Hogar y tú, están contigo.

Que el Amor y la Paz sean en ti, y recuerda que pase lo que pase, no es lo que parece. Dentro de este proceso se encuentra la decisión de tu Voluntad. Tú decidiste.

Todo  va bien. 

domingo, 19 de agosto de 2012

La Luz de las Palabras (64)

"Haz aquello que sientas en tu corazón. No esperes a tener un motivo"


Deseando que paséis un buen día, que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

La Palabra del interior


Conocí a Dios. Quedé con él para conocerlo y en el momento adecuado, nos encontramos. Él se presento y desde entonces, no nos hemos separado, sintiendo cada vez más intensamente su energía amorosa y cálida de la protección que el Hogar puede darte.
Puedo afirmar que abrí las puertas de mi corazón para que pudiera entrar, y desde el momento que le llamé, él me contestó y aceptó encantado de estar conmigo y pasar mi tiempo actual a mi lado. Quizás debería decir que conmigo, sintiendo la unicidad entre nosotros.
A lo largo del tiempo nos hemos ido encontrando y él me hablaba y me recordaba de la importancia de estos momentos. Yo le escuchaba, y sobre todo, le sentía con gran claridad dentro de mí, en nuestro espacio más allá de toda limitación.
Hemos recorrido un camino donde mi ser iba liberando el pasado que había en mí. Me abría las puertas del conocimiento, que más adelante se convirtió en sabiduría, así como la seguridad conforme donde no llegaba yo, ahí se encontraba él.
Mi vida hizo un giro absoluto en relación a lo que fui hasta aquel momento. Sentí como mi alma iba elevándose y él continuaba a mi lado, alentándome a seguir lo pactado. Eso me lo hizo recordar él, porque en mis inicios no era consciente del proceso.
No voy a comentar ni detallar cómo es él. No pienso dedicar espacio para definirlo, porque esto tiene ya su lugar en mi actividad diaria, y para cada uno puede ser diferente. Ahora, lo que sí quiero decir, es que la intencionalidad de uno abre las puertas del camino hacia su divinidad. Al otro lado, allí él se encuentra, esperándoos para cuando os decidáis ser Uno con él.
Mi vida ya no me pertenece. Sin él yo no soy nada, porque mi esencia es fruto de su presencia en mí.
Durante años me ha ido hablando y haciendo conocer otros seres que habitan allí donde se encuentra la Fuente de Toda Vida.
He conocido a Maestros Ascendidos, Arcángeles y otros seres de Luz, hermanos todos del Hogar del cual pertenezco y todos pertenecemos.
Una vez me dijo:
-         Tú serás mi Palabra.
Me concedió el poder de la palabra para transmitir lo que se me había de instruir y experimentar. Desde entonces, sigo mi camino anunciando y comunicando los mensajes que voy recibiendo del Hogar y de él mismo.
Mi corazón me ha llevado a expresar lo que siento en todo momento, bien a través de la palabra oral, como escrita. Todo es palabra. Todo es comunicación. Cuando siento que ha llegado el momento de transmitir o escribir, no estoy solo, y sobre todo últimamente, quien transmite no soy yo.
Expreso mi interior, Uno con el Hogar, aquello que me susurran y siento en mi corazón.
Mi vida ha cambiado, aunque mejor sería decir, que mi interior ha cambiado, recibiendo constantemente la palabra del Hogar. Puedo estar durmiendo, paseando, corriendo por el monte, planchando, tomándome un té o incluso viendo la televisión, que cuando siento su llamada,  entonces me aquieto para percibir con toda claridad lo que se me quiere comunicar.
Normalmente no hay palabras, solo sensaciones con información y estas son descodificadas con una gran nitidez dentro de mi ser. Cuando las recibo, la mayoría de las veces siento un impulso de expresarlas, y éstas que estáis leyendo en estos momentos, son algunas de ellas.
Entonces, como en la mayoría de las ocasiones, me voy al ordenador y dejo que toda la información recibida surja fluyendo a través de mis dedos, creando las palabras sobre la marcha sobre lo que hay dentro de mi. Siento dulzura y calidez mientras soy el canal que accedí a ser. Muchas veces, solo tengo la sensación que transmitir. Mi divinidad me avisa que algo nuevo debo de plasmar en unas palabras para llegar a todos aquellos, cada vez más, que las leéis. Entonces me siento ante el ordenador, y dejo que aquello que tiene que salir de mi interior salga. No pienso. No organizo, solo dejo que mis dedos, cada vez más rápidos y muchas veces sin mirar a la pantalla, cerrados, van a buscar la tecla adecuada para que todo tenga sentido y el mensaje sea transmitido.
La palabra de nuestro interior no pertenece a esta dimensión. Pertenece a quienes somos realmente, más allá de la terrenalidad que experimentamos.
No hay un límite cuando permites que el Padre se exprese a través de ti. Tú solo debes de escuchar a tu corazón y hacer aquello que te dicte. La vida cambia totalmente. Vives intuitivamente, sin control, con serenidad y armonía constantes, sintiendo el amor y la paz que representa el hecho de tú ser tú, de permitir que la divinidad que cada uno es pueda manifestarse libremente.
Nuestro interior es ilimitado, así como “lo que es arriba es abajo”, así nuestro interior es expansivo y etérico, libre y sereno como el universo que vemos. ¡Hay tantas características que podrían definir nuestro estado interior cuando estamos conectados y sentimos la unicidad en nosotros!
Llegué a conocer y sentir a Dios después de años de búsqueda. Las contradicciones de mi entorno, me ayudaron a seguir la dirección adecuada. Todo consiste en el aprendizaje del día a día. Incomprensión, soledad, burla, menosprecio a veces, escasez y no dejando de seguir a la pequeña llama que aún brillaba en mi interior me permitió poder llegar al cruce tan esperado donde encuentras la señal del camino que te indica dónde se encuentra Dios. Me adentré en él, y lo que os puedo decir, es que recibí mucho más de lo que uno podía llegar a pensar.
Ahora vivimos juntos. Somos Uno, y nuestra convivencia me permite llevar a término aquello que acordé en su momento. Nos encontramos en diferentes dimensiones, pero con mi tiempo y con él, las diferencias desaparecen y llegas a actuar y sentir desde la suya que ahora también es la mía.
Aprendí a expresar mi interior a través de la palabra. Dentro de nosotros hay una vida intensa esperando ser exteriorizada y materializada con toda su plenitud.
Cada interior tiene su expresión. El grado del despertar que uno pueda manifestar permitirá elegir una palabra u otra. A lo largo de mi proceso, ésta ha ido variando según iba sintiendo y aprendiendo. Si ahora tuviera que elegir unas palabras para definir aquello que siento, serían: “¡YO SOY!” (Con todo lo que representan)
Sé que todavía estoy subiendo nuevos peldaños en mi proceso, y estos me llevan cada vez más a la pureza de mi ser.
- Padre, que pueda sentir la voz de mi corazón, tu voz, tu esencia, tu amor para que pueda expresar con mi biología y condición tu presencia aquí en la Tierra. Que se haga tu Voluntad en mí.
                
                 Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

domingo, 12 de agosto de 2012

Entrevista (III)


Hoy está con nosotros Jordi Morella, que por cierto, ¿cómo te definirías?
-         Soy un equilibrador. Ayudo a las personas a recordar quiénes son y a saber del potencial que hay dentro de ellos para que después puedan hacerlo servir según lo que han venido a hacer. Hay quienes me llaman Maestro Espiritual.
-         Háblanos de este potencial.
-         Todos somos mucho más de lo que nos pensamos. A menudo la imagen que vemos de nosotros mismos nos confunde. Nos identificamos con ella, y una vez lo hacemos, dejamos a un lado lo más importante de nosotros mismos: nuestra esencia espiritual. Sin ella, nada de lo que vemos sería posible.
-         Hay quien no cree en esta otra parte que has nombrado.
-         Bien, no porque uno no crea, no quiere decir que no exista. El amor no se ve, en cambio, la mayoría cree en él.
-         ¡Hombre, claro que se ve!
-         Lo que se ve es el resultado de allí donde hay amor, pero el sentimiento no es visible a los ojos de la gente. El viento no se ve, pero sí el resultado al contemplar unas hojas moverse. El viento existe.
-        
-         Una vez, una madre irlandesa dijo a su hija: “hija, piensa que aquello que es importante, lo verdadero importante en la vid, no se ve con los ojos físicos”
-         Háblanos más de este potencial que todos tenemos.
-         Cuando conectamos con esta parte que da sentido a nuestra vida, y nos adentramos en ella, nos damos cuenta que hay una divinidad en nosotros llamando a la puerta pidiendo ser manifestada.
-         ¿Y qué es lo que lo impide?
-         El identificarnos con nuestra mente, con todo aquello que nos han inculcado de pequeños. Al creérnoslo y aceptar la visión social, cultural y religiosa en la cual hemos crecido, nos limita como seres, y por lo tanto, nos sentimos limitados e incapaces de ser nosotros mismos.
-         ¡Pero la mente es importante!
-         Tiene su función en nuestro proceso, pero no es el motor de nuestra vida, y la mayoría de nuestros entornos todavía piensan que así es.
-         ¿Qué función tiene, entonces, nuestra mente?
-         El llevar a término aquello que nos dicta nuestro corazón.
-         A veces debemos de pensar las cosas antes de hacerlas, ¿no crees? No podemos dejarlo todo al corazón.
-         Cuando nosotros empezamos a escuchar a nuestro corazón, nos damos cuenta que no siempre lo que sentimos coincide con lo que hemos de hacer. Una actitud es de depender de unas pautas sociales y convencionalismos establecidos, y otra, hacer aquello que sentimos que hemos de hacer. Cuando no hacemos aquello que sentimos, nos bloqueamos.
-         Pero sería un disparate si todos hiciésemos aquello que quisiésemos hacer. Sería un caos.
-         No si lo hiciésemos desde el corazón. La situación que estamos viviendo actualmente, ¿no crees que es un caos? Imagínate que hubiera un lugar donde todo se pusiese en su lugar cuando algo se torciese, y volviese la armonía y el equilibrio, con la claridad necesaria de saber qué hacer nuevamente para sentirse bien y el mayor bien de todos. ¿Irías?
-         ¿Dónde se encuentra? ¿Dónde está este lugar tan deseado?
-         No debes de ir muy lejos, porque lo que estás buscando se encuentra dentro de ti: tu corazón.
-         Pero no es lo mismo.
-         Cada uno tiene la capacidad de decidir el camino que quiere elegir en su vida. Se la conoce como el libre albedrío. Podemos decidir libremente. Después, los resultados, como todos ellos, dependen de la decisión que hemos hecho.
-         ...
-         La humanidad, igual. Cuando los corazones se abran y cada uno escuche sus voces, entonces el mundo cambiará. Cuando abrimos la puerta del corazón, la vida cambia.
-         ¿Y después?
-         Una vez nos adentremos en nuestro interior, no conozco a nadie que lo haya dejado y haya querido volver atrás. Todos querían más, porque se va conociendo y van recordando quienes son. Ellos se sienten mejor. Una vez lo van haciendo, el verdadero potencial de cada uno se va presentando y uno aprende, si quiere, a hacerlo servir.
-         Y esto, ¿uno puede hacerlo solo?
-         Al igual que un bebe necesita inicialmente una imagen para imitar, aunque lleva el empuje dentro de él, se levanta cuando cae, sabiendo que a la próxima podrá. El hombre, hasta ahora, cuando ha caído se pensaba que no podía levantarse solo y que necesitaba que algo externo a él le ayudase (médicos, trabajo, pareja, psicólogos, amistades,…). Sí que muchas veces necesitamos una mano, pero no tanto como nos pensamos. Una vez empezamos a despertar, entonces el camino ya podemos hacerlo solos, encararnos con la maestría de nuestro entorno, en la vida.
-         ¿Qué quieres decir?
-         Sabiendo que tú puedes y no eres quien te piensas que eres, ya estás empezando a edificar los pilares de tu nueva vida, y esta se encargará de aportarte aquello que necesites para continuar el camino. A más consciencia espiritual, más posibilidades tenemos de manifestar la divinidad que todos somos.
-         ¿Yo también?
-         ¡Todos! Aquello que hay en ti no es diferente a lo que hay en mí. Los corazones son uno, unidos todos, por la esencia que somos: el Amor.
-         En tus escritos hablas mucho de la divinidad. Explícanos algo más al respecto.
-         Una semilla, si la plantas en tierra fértil y la vas regando, con el tiempo, sale un brote, y más adelante un árbol con sus frutos. ¿Dónde se encuentran los frutos en una semilla? Así igual con nosotros, que con la actitud i predisposición adecuadas, podemos manifestar el potencial que hay en nuestro interior.
-         ....
-         Todos somos esta semilla, a pesar de que nos parezca que seamos pequeños. No somos seres limitados, somos divinidad en espera que le demos paso a través del recordar y el despertar.
-         Hay gente que tiene una gran conciencia. Los políticos son conscientes de lo que está pasando, los economistas, las organizaciones altruísticas. Según tú, ¿cómo es que hemos ido a parar a estas situaciones actuales, donde parece que nada se aguante por sí solo?
-         Aceptamos que el filtro es siempre del color que nos han enseñado. No estoy hablando de una conciencia racional, porque ésta nos ha llevado hasta donde hemos llegado actualmente. La conciencia racional se basa en la mente, y ésta actúa desde el miedo, la subjetividad. La justicia terrenal está regida por la mente, así como la política, la economía, e incluso, la mayoría de las religiones. La espiritualidad no tiene nada que ver con el raciocinio, sino con el corazón, la puerta a nuestra verdadera esencia. Una cosa es la conciencia terrenal, y la otra, la consciencia espiritual, que es la que da sentido al resto de nuestra vida, a las cosas cotidianas que vivimos, como todos los aspectos relacionados con la mente. No hemos de confundir quienes somos, con cómo nos han hecho. este segundo aspecto tiene que ver con la mente, mientras que el primero con el corazón, nuestra verdadera esencia.
-         ¿Qué es lo más importante para ti?
-         El Amor.
-        
-         El mundo se ha desviado tanto de su verdadero sentido, que ha trasladado todo el poder a la materia, alejándose de la fuente principal de nuestra existencia. Ha colocado a la mente en un pedestal, hasta llegar a los tiempos actuales, donde, cada vez más, hay quien se da cuenta que la dirección seguida hasta ahora ha sido equivocada, volviendo a sus orígenes: el camino del corazón, de vivir el presente según sentimos en nuestro interior. Por eso está pasando todo lo que está pasando. Hay un hundimiento de las viejas creencias basadas en los intereses personales para volver a conectar con el ser que siempre hemos sido y, a la vez, reprimido para la mayoría. La salida a la situación actual es volver al corazón, recordando quiénes somos y dejando que el amor guíe nuestras vidas.
-         ¿Qué representa vivir desde el corazón?
-         Volver a nuestros orígenes. Vivir el presente, en el ahora y aquí en todo momento y obrando según nos dicte la voz de nuestro interior. De esta manera, llegaremos a materializar aquello que hemos venido a hacer, y a realizarnos como seres completos y perfectos que somos.
-         ¡Me parece que hay mucho por hacer!
-         Solo se necesita empezar por uno mismo. No queramos cambiar a los demás y al mundo. Cambia tú, y el mundo cambiará. Abre tu consciencia, y el mundo cambiará. Siente el Amor en ti, y el mundo despertará y sanará por sí solo. Es un trabajo individual que repercute al colectivo.
-         ¿Por dónde podemos empezar?
-         Sintiendo la calma y la paz en uno mismo. Siéntelas, así como el amor en ti y la maquinaria de tu potencial empezará a moverse. Expresa tu voluntad, y deja que todo sea. Busca el bienestar en ti y ayudarás a los demás que también lo puedan encontrar. Somos como vasos comunicantes. Allí donde llegues tú, ayudarás a los demás que también lleguen. No hemos de querer cambiar el mundo exterior. Empecemos con nosotros mismos. Hay una ley espiritual que dice que lo que es a dentro es a fuera. ¿Qué tal si empezamos a conocernos y a sentir aquello que queremos sentir en nuestra vida, permitiendo entonces que nuestro entorno también lo sienta?
-         Bueno, para ir acabando, dinos unas últimas palabras.
-         ¡Sé tú! el resto, todo vendrá. No temas, porque aquello que necesitarás te llegará. Solo desde el amor podemos llegar a nuestra verdadera plenitud y a hacer desaparecer la miseria, el hambre, la pobreza, las desigualdades, las tensiones y las guerras.
-         ...
-         Desde el corazón nos uniremos.
-         Gracias por estas palabras de sabiduría y esperanza. Gracias.
-         A ti.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Alegría


Hay una gran alegría en mí. Hay una sensación de gozo inmenso abrazando todo mi ser, y sobre todo, cuando puedo llevar a término aquello que siento, sirviendo al Padre. Siento una sensación de plenitud y de hacer aquello que mi corazón me dicta, siguiendo las directrices de lo qué he venido a hacer. Por todo eso, ¡Gracias!
Hay una serenidad en mí, sintiendo el Hogar en mí i la presencia de la Divinidad en cada poro de mi piel y todas las células de mi cuerpo, activada y radiando el amor de Dios en mí. Yo Soy Dios. Yo Soy divinidad manifestada. Yo Soy parte de la Divinidad Universal. Así lo siento dentro de mí, desde la humildad de saber que sin Ella, yo no sería nada.
Yo Soy todo lo que Yo Soy, ¡ahora y aquí!
Hay una especie de contención, o mejor sería decir, una aceptación natural y serena de lo qué me pasa, vivo y siento.
Estoy en la nave que durante mucho tiempo he soñado estar. Estoy siendo llevado hacia aquello que siento que debo de hacer, y, en medio de mi consciencia adquirida me doy cuenta que me encuentro en parajes muy lejanos a los de mi inicio. El trayecto ha sido largo, habiendo llegado hasta aquí, donde mi ser se ha ido fortaleciendo a lo largo de las tempestades vividas y saliéndome tal como lo he hecho. Mis actitudes antes ellas, mis pensamientos, palabras y sentimientos creados y sentidos a pesar de todo, han fortalecido a mi ser, manteniendo la calma del vendaval que tuve que pasar.
Ahora navega entre las aguas serenas y tranquilas de mi proceso, después de encararme con todos mis miedos y mi pasado. Mi mente ahora me obedece. El ego de mi condición humana ha habido de hacer retirada debido a la fortaleza, firmeza y humildad de la apertura de mi corazón. Ahora estoy en medio de la nave viendo cómo va deslizándose, abriéndose paso entre las aguas de mi camino. hay seres de Luz en mi nave. Hay entidades celestiales que velan por mí, guiándome y protegiéndome a lo largo de todo el trayecto. En el timón veo a Jesús como parte de mí, como si fuera, a la vez, Dios quien me llevara.
Vivo momentos de sentir la sabiduría en mí por el hecho de haber vivido. Siento la plenitud, la expansión interior de mi ser y la plena Unicidad con el Hogar, el lugar de donde procedo.
Siento paz y amor, tanto en mí como aquí donde me encuentro, en toda mi nave y allá donde sea, siempre, en todo momento, rodeado de estas luminosidades que me han ido acompañando todo este tiempo. Ahora ya somos Uno. Allí donde sea, ellas serán.
Acepto, observo y me deleito de estos instantes de saber de mí y recordar quién soy.
Acepto los momentos actuales de espera conforme aquello que se me ha sido revelando, así será.
¡Cómo disfruto de cada oportunidad! Siento la alegría en mí derramándose por todo mi cuerpo. Siento el gozo de servir a la Fuente y las presencias de todo el Hogar conmigo. Me siento elevado, por momentos, aquí donde me encuentro.
Veo, cada vez con más claridad las energías de mi entorno y la de aquellos que se encuentran cerca de mí. Veo los estancamientos, la decisión tomada de no querer adaptarse a los nuevos tiempos, así, como la de aquellos que han decidido responder con un ¡SÍ! Bien fuerte para dejar que la nueva energía abrace sus seres. Veo la degradación de la negación en uno miso y la esperanza en aquellos que se responsabilizan de sus vidas.
Me sabe mal el dolor creado por uno mismo, porque todos somos divinidad, necesitando ser activada por nuestra intencionalidad, a pesar de que algunos no lo quieran hacer.
Me sabe mal el dolor manifestado por algunos, sabiendo que éste no es necesario y que si uno quisiera, éste podría llegar a desaparecer. Me duele ver como seres amados deciden sufrir y debilitarse, tanto física como espiritualmente por no querer ser ellos. Ellos me enseñan a amar, a aceptarlos con sus decisiones, porque así lo han decidido.
Aceptar el dolor de los demás, el sufrimiento y el desconcierto de la ignorancia es una de las pruebas más duras de la Maestría.
He llegado a un punto donde mi amor está en ellos, a pesar de las diferencias vibracionales, estando allí para cuando necesiten una mano donde cogerse, aunque a veces me la han pedido, y cuando les he dado, no han querido hacer nada para cambiar de cómo actuaban. Ellos me han enseñado a amar incondicionalmente, sin querer intervenir para cambiarlos ni convencerlos. Ellos me han enseñado a no intervenir sin ellos estar preparados. Mi corazón siente compasión por todos ellos y hacen que la ternura florezca en mí aceptando sus situaciones a pesar de que no me ven como soy en verdad. Los filtros de sus seres han distorsionado cualquier visión de cualquier persona que les rodea. Sus corazones se han cerrado de tal manera, por el dolor vivido, que han elegido un camino de autismo voluntario, alejándose de la realidad de esta dimensión donde nos encontramos, manteniéndose fuertemente enraizados, a la vez, a una energía de dualidad fortalecida.
He aprendido a aceptar desde la confianza, el amor, la serenidad y la sabiduría del verdadero sentido de nuestra existencia.
Para aquellos que me criaron y han compartido mi vida de niño en el seno del mismo hogar, han ignorado el verdadero ser que soy, rechazando toda declinación por mi parte con una mano amiga que les podía elevar más allá de donde han llegado. El dolor les invade. Sus vidas parecen estar en una rutina y calles sin salida, llenas de oscuridad, desconcierto y sin sentido.
He aprendido a vivir en este ambiente sintiendo la paz y el amor de mi ser en mi interior y respetando a todos aquellos que han negado la vida desde el corazón. No pretendo convencerlos, sencillamente ser yo y, si ha de ser, me encontrarán para abrir las puertas del camino hacia el amor.
He aprendido a amarlos en la distancia, esto, como ya he dicho antes, es una de las pruebas más duras para un Maestro, viendo como sufren y no quieren hacer nada para cambiar la dirección de sus pasos. Sé que algún dia sus divinidades también despertarán, y entonces, allí nos encontraremos todos. Ellos seguirán su camino, y desde mi corazón, ya estaré con ellos. Mi Amor los abrazará, como ahora, en la discreción y el respeto.
¡Sí!, siento el gozo y la alegría de servir a Dios en mí. Siento como cada vez más, él se manifiesta a través de mí, siendo yo, a la vez, Uno con él y él, yo.
La nave continua siguiendo el caudal de aguas plácidas de mi interior, encontrando más oportunidades para servir a quien me ha traído hasta aquí. Sólo la Luz, el Amor de nuestra esencia puede materializar el mundo y la obra por la cual hemos venido en este cuerpo, justo en estos momentos de la historia de nuestro proceso.
Confío y me dejo ir a las manos de quien me ha creado.
Mi fe eleva a mi ser.
Siento, siento y siento lo que siento, siendo este sentir de otras dimensiones a la que nos encontramos. La intensidad no se puede describir, pero sí lo que se siente, y lo que siento es AMOR, UNICIDAD, GOZO Y ALEGRÍA.
Por todo esto, ¡Gracias!

domingo, 5 de agosto de 2012

Novedades


Me gustaría presentaros una de las novedades a realizar para nuestro camino de Ascensión a partir de ahora.  
Es un nuevo Ciclo: “Traspasando el Umbral”, que como el ciclo que ya vengo realizando de  “Despertando la Divinidad”,  consta de tres talleres:
a)    El Niño Interior
b) El Matrimonio Sagrado (la unión de lo masculino y lo femenino)
c)    Ayudando a los demás: sirviendo a Dios.

Este encuentro se realizará durante toda una tarde o mañana en fin de semana. Para más información, podéis enviar un mail a emaeljordimorella@hotmail.com o llamar al 606098752. Más adelante ya os indicaré en qué localidad y centro se realizará este evento.

Os recuerdo también,  que si queréis que estas actividades se realicen en vuestra población, centro o asociación, nos ponemos en contacto y encontraremos las fechas adecuadas para que todo sea.

Desde mi corazón, un fuerte abrazo y que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

miércoles, 1 de agosto de 2012

Lo que siento


En estos momentos de grandes cambios en el planeta Tierra, el ser humano siente una serie de inquietudes y sensaciones interiores que no habían sentido hasta ahora, o al menos, con la intensidad o constancia que se manifiestan. La mayoría parece como si sus adentros se reajustasen y se recolocasen según la verdadera naturaleza que somos. Emociones, sentimientos y estados de ánimos son activados como si un interruptor se hubiese encendido para que podamos ver más allá de donde hemos vista hasta ahora y así, poder llegar más allá de los límites de la dualidad para poder manifestar nuestra verdadera naturaleza, para muchos, desconocida.
Esta situación anómala nos lleva a pensar que nos sentimos removidos como un títere dirigido por unos hilos invisibles por nuestro creador o director de escena. Os podéis sentir desamparados, desconcertados, no entendiendo lo que está pasando, solo centrados en aquello que sentís y “no os gusta”. Inicialmente la rechazamos, con una sensación de reclusión y de ver como lo que dicen los demás os crean un malestar según lo que vosotros pensáis. No entendéis lo qué os pasa, solo que aparecen una serie de síntomas que no estáis acostumbrados a vivirlos. Todo aquello que no os es familiar, lo rechazáis y os inquieta.
La dualidad os aleja de la realidad de vuestro ser. Estamos siguiendo un proceso de Ascensión como no lo habíamos vivido hasta ahora. Yo no soy menos, ni quedo al margen. Probablemente mi consciencia me hace estar centrado y entender lo que sucede y el por qué está sucediendo, pero como ser que vive esta dimensión también siento los cambios en mí,…. ¡y mucho!
Mis cambios, probablemente no son como los de la mayoría de vosotros, pero esto no quiere decir que no los tenga. Hace años empecé mi proceso consciente de recordar quién soy, permitiendo transmutar mi vida terrenal y empezar a ver, sentir y vivir la vida según lo qué he venido a hacer. Mi corazón empezó a abrirse y fui expresando lo que sentía, empezando por aprender a llorar nuevamente como muestra de expresión. No siempre era de pena o tristeza. La mayoría de las veces era por emoción y el amor sentido en mí debido a la presencia del Hogar.
Desde hace dos años he cambiado mi manera de escribir, personalizándolos más, hasta llegar al presente que muestran mi proceso interior y hasta dónde puede llegar una alma que decida liberarse a las manos de su divinidad. Hace tiempo que estoy reflejando lo que siento, los contactos que tengo y las comunicaciones con mis hermanos de la Luz, así como con la Divinidad de la cual todos procedemos.
Continuo sintiendo, y por momentos parece que mis palabras sean las mismas, pero en mi interior no es así. Todo se ha intensificado, y lo que quiero compartir con todos vosotros es parte del proceso interno que uno puede llegar a seguir.
Llegar a momentos como los que os he expresado está al alcance de todos, y más todavía podéis llegar a sentir si realmente os abandonáis a los brazos de Dios.
Recordar que quienes sois os permitirá abrir las puertas de vuestro interior para abriros a la vida, al mundo, al Hogar, al verdadero Hogar del cual todos pertenecemos. No hay nadie que se quede fuera. Solo es necesario abrir las puertas de su corazón y manifestar su intencionalidad para traspasarla. Al otro lado me encontraréis, así como a toda vuestra Familia Espiritual, aquella a la cual pertenecéis, aquella que siempre ha estado a vuestro lado, pero que la habéis ignorado por vuestros miedos, las costumbres, hábitos, cultura y religión que os rodeaban.
En mis blogs, uno en catalán (mi lengua materna/paterna) y el otro en castellano, para poder llegar a todos aquellos de vosotros que os encontráis más allá de donde vivo y me muevo normalmente, hasta ahora, fueron creados para mostrar la dirección a seguir y compartir con todos vosotros parte de mi proceso y saber, cuando os llegue el momento, que alguien (actualmente ya somos miles y miles) ya ha pasado por aquí y nos muestra lo que se siente y hasta donde es posible llegar a sentir, percibir, con las pautas a tener presente incluidas, cuando os encontréis inmersos en estos estados de aparente inquietud o decisiones que pueden llegar a cambiar nuestra vida.
Nada es lo que parece, y por lo tanto, todos los supuestos miedos que podáis albergar en vuestro interior solo son resistencias y manifestaciones de vuestras limitaciones debido al ego, vuestra mente.
Cuando os quiero transmitir el interior existente en el proceso, puede parecer que me repito, o al menos, esta es la sensación que a veces puedo llegar a tener, a pesar de que aquello que siento es muy diferente a la última vez. Las palabras de los humanos son limitadas para expresar la grandeza y magnificencia de quienes somos realmente y lo que se siente cuando uno se encuentra en el Hogar.
Nuestro raciocinio, a veces no nos deja entender exactamente lo que se está transmitiendo.
Desde mi corazón, intento mostraros mi interior, abierto a vosotros y a la vida, por si hay alguien que se siente identificado y le resuena en su interior también. Sé que el mensaje que os estoy transmitiendo desde hace un tiempo, llega a muchos de vosotros.
Lo que siento, hay muchos que también lo podéis llegar a sentir, o como mínimo, mis palabras pueden llegar a activar el proceso de evolución de vuestro ser.
Os hablo a menudo de lo qué siento cuando estoy con Ellos, ¡sí!, nuestros hermanos de la Luz. Todos podéis llegar a Ellos, sentirlos, e incluso, verlos. El camino no es pesado, sino todo lo contrario: abrir vuestro corazón y mostrar la intencionalidad conforme queréis ser vosotros. Vuestra Voluntad es poderosa, como me dijeron hace bastantes años quienes están conmigo.
Manifestadla y no tengáis miedo, amadas almas, porque no estáis solas, ni nunca lo habéis estado.
Sólo querría que mis palabras, salidas del corazón y guiadas por mi divinidad y quienes están conmigo, lleguen a vuestros corazones, que resuenen en vuestro interior, y si a alguien esto le sucede, habré hecho la parte que me corresponde en relación a vuestro proceso.
Sé que así está siendo, y ¡no sabéis lo mucho que me satisface saber de todos vosotros y como vais subiendo los peldaños de la Ascensión! ¡Nadie está más arriba o más abajo, sencillamente ESTÁ! No hay nadie más que vosotros, porque vosotros ya sois la divinidad personificada, ¿o quizás no te acuerdas?
Os explico lo que siento, porque es esto lo que siento que debo de hacer. Personalizo mucho más mis escritos, porque en su momento, así sentí que lo debía de hacer. Sentir el susurro del Hogar es la señal conforme me encuentro en la dirección correcta.
Mis palabras llegan cada vez a más gente, y mi alma se alegra de saber que estoy llevando a término lo qué he venido a hacer.
Me alegra saber de vosotros y como resuena en vuestros corazones aquello que leéis a través de mí.
Lo que siento es grande, ¡MUY GRANDE!, y continuaré transmitiendo este Amor que hay en mí, Uno con mi Divinidad. No soy yo quien escribe y os habla.
¡Ah!, por cierto, tú y yo somos uno y no hay nada que yo pueda sentir que tu no puedas sentir. Tu presencia va más allá de lo que crees que eres. Tu corazón te hablará de ti. Ves a él. Escúchalo y haz aquello que te dicte. Entonces, deja que todo sea.

Que el Amor y la Paz sean en ti.